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  Se nos fue de las manos  (Babysitting)
  Dirigida por Nicolas Benamou, Philippe Lacheau
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'Se nos fue de las manos', dirigida por el actor Philippe Lacheau se estrena como director, junto a Nicolas Benamou, con esta comedia disparatada que ha arrasado en Francia. Debido a su buena acogida se pone en marcha una segunda parte. El film rodado cámara en mano es un divertido disparate.

Protagonizada por Philippe Lacheau (París a toda costa, Babysitting 2) quien también ha coescrito, codirigido y da vida al protagonista acompañado de Alice David (Jamais le premier soir, Babbysitting 2) y Vicent Desagnat (Toute ma vie, Fatal) y Gérard Jugnot (Los chicos del coro).

El film se alzó con el Premio a la Mejor Película y el Premio del Público en la última edición del Festival de Cine de l'Alpes-d'Huez.


Entrevista con los directores: Philippe Lacheau y Nicolas Benamou

P: ¿Cómo nació Se nos fue de las manos?

Philippe Lacheau: Se me ocurrió la idea un día en mi casa, en el baño. Habíamos creado varios proyectos cinematográficos con la Bande à Fifi, pero ninguno se llegó a materializar por cuestiones de presupuesto. En aquella época, las películas de género found footage (metraje encontrado) como Paranormal Activity aparecían sin cesar. No costaban mucho y funcionaban siempre. Todas eran películas de terror o de ciencia ficción. Y pensé: "Vamos a retomar el género, pero con una comedia". Y entonces se me ocurrió la idea de Se nos fue de las manos: unos padres dejan a su hijo con un canguro, y al volver, encuentran la casa revuelta y una cámara pequeña, y la ponen en marcha. A diferencia del cine found footage clásico, en nuestra película, hay un 40% de metraje encontrado y un 60% de dirección tradicional.

Nicolas Benamou: No es consecuencia de una moda; es un elemento al servicio de la historia.


P: En efecto, la película empieza como una comedia clásica, en la estela de Le jouet, con Pierre Richard. Después pasa al metraje encontrado y tiene un humor más cercano a Resacón en Las Vegas y a los números de Jackass.

P.L: Pierre Richard es quien despertó mis ganas de hacer comedia cuando era niño. Él y Terence Hill. Además, tenemos influencias sobre todo de las comedias estadounidenses, de su sentido del desmadre. Más de Resacón en Las Vegas que de Jackass. La idea no era parecernos a ellas, sino llegar lo más lejos posible con las situaciones extravagantes a la vez que contábamos una historia. Nos arriesgamos a que nos comparen con Project X debido al argumento; la diferencia está en que yo escribí Se nos fue de las manos antes. Cuando se estrenó Project X, al principio tuve mucho miedo. Después de ir a verla, comprendí que era muy distinta. Se nos fue de las manos no es una película de desenfreno, es una comedia más familiar.


P: El aspecto del found footage, ¿qué supuso a la hora de dirigir?

N.B: No nos contentamos con filmar a la gente en una fiesta. Hay que rodar el caos. Lo más difícil es crear falsos instantes de realidad, hacer creer que todo se ha grabado in fraganti, durante una noche. Debe dar la imagen de que es muy fácil, aunque requiere mucho trabajo. Y emoción.

P.L: Hemos trabajado mucho con planos secuencia. Alguna noche de rodaje nos pasaba que solo teníamos un único plano, pero de cuatro minutos. La gran escena de la fiesta final consta de dos planos. Hay ciento cincuenta figurantes, escenas de riesgo, todo el mundo tiene texto, el niño tiene que fingir que salta por la ventana, lo sustituye su doble, y unos segundos después nos lo encontramos en la piscina. Y si falla una sola persona, hay que volver a rodar desde el principio.

N.B: Los figurantes son muy activos. Eso crea un sentido de emulación, una solidaridad entre los actores y el equipo que no se encuentra en un rodaje tradicional.


P: Habéis firmado la película a medias, y eso es algo poco habitual. ¿Cómo surgió vuestra colaboración?

P.L: Hace más de diez años, Nicolas trabajaba para el Morning Live de Michaël Youn en el canal M6, y yo, en Fun TV, su hermana pequeña. Nos veíamos a menudo. Pero la chispa saltó el año pasado en Marruecos durante el rodaje de París a toda costa, de Reem Kherici. Nicolas era supervisor técnico; yo había colaborado en la escritura del guión y actuaba en ella. Le di a leer el guión de Se nos fue de las manos y le gustó mucho. Fue como "amor a primera vista en Casablanca".

N.B: Tenemos referencias y un recorrido comunes. Y siempre hemos conectado muy bien en las películas que hemos hecho juntos. En un rodaje, nos complementamos muy bien. Nuestros temperamentos no funcionan del mismo modo ni en el mismo momento. Como Fifi también actúa, él solía estar con los demás actores y yo me dedicaba más a la organización del plató. Cada uno está allí donde no está el otro, y al final todo resulta mucho más eficaz de esta forma.


P: Hablemos de los actores. Se nos fue de las manos supone el reencuentro de varias familias y generaciones de la comedia: la Bande à Fifi, Alice David de Bref, Vincent Desagnat de la familia Michaël Youn, David Marsais y Grégoire Ludig del Palmashow, Gérard Jugnot del Splendid, Philippe Duquesne de Les Deschiens.

N.B: Es una visión panorámica de todas nuestras influencias cómicas.

P.L: Hemos tenido mucha suerte de contar con ellos. Todo el mundo ha sido magnífico.


P: La pareja formada por Clotilde Courau y Gérard Jugnot es bastante inesperada.

P.L: Pensamos: "Es extraña, pero funcionará". Él es rico, ella es joven. ¡Es una pareja moderna! Clotilde nos dijo que ella conocía a muchas parejas de ese tipo. Clotilde y Gérard fueron muy generosos. Confiaron en nosotros y nunca nos miraron con suficiencia.

N.B: Entre una toma y otra, cuando los ayudantes les proponían a Clotilde o a Gérard que volvieran a los camerinos, ellos preferían quedarse con nosotros en el plató. Jugnot nos dijo que le había satisfecho mucho la energía del rodaje. Reinaba un auténtico espíritu de equipo, parecido al de una compañía de teatro.


P: Entre las numerosas escenas delirantes, hay una destinada a convertirse en escena de culto, la del baile "surra de bunda", donde una estríper da cachetes a Franck con las nalgas.

N.B: Era necesario que Franck pasara mucha vergüenza delante de la chica de la que está enamorado en secreto.

P.L: Buscábamos una escena de estriptís y buscábamos aquello que resultara lo más humillante posible para él. La nata en el pantalón, los cubitos de hielo sobre el miembro... todas esas cosas ya estaban vistas. Descubrimos este baile de Brasil. Las brasileñas lo utilizan para vengarse de los hombres.

N.B: Con la celebración del Mundial de Fútbol de Brasil, no se está nunca a salvo de las modas.


Entrevista coral con los actores Alice David, Philippe Lacheau, Tarek Boudali y Julien Arruti

P: ¿Cómo describiríais vuestros personajes?

Alice David: Sonia, mi personaje es una chica bastante alegre y poco complicada. Trabajó un tiempo con Franck en Ediciones Schaudel y, en aquella época, tuvieron un rollete.

Philippe Lacheau: No queríamos que Sonia fuera la típica chica guapa, sino una chica divertida y enrollada. A Alice no la conocíamos y hemos descubierto que era exactamente así. Era necesario que contrastara con Franck, que es más bien cortado, tímido. Es una víctima, un tío amable pero con un carisma casi nulo, y una especie de Pierre Richard que nunca tiene suerte. Y además tiene los amigos más estúpidos e imprudentes del mundo. A medida que avanza la película, Franck va evolucionando, gana seguridad, tanto con sus amigos como con Sonia, de la que está enamorado.

Alice David: La torpeza de Franck es también lo que le atrae a Sonia de él. Ella no es una ingenua. Tuvieron un rollete, ella finge que no se acuerda, pero si va a esa fiesta es porque le gusta Franck.

Julien Arruti: Yo interpreto a Alex, el mejor amigo de la infancia de Franck, cuya característica principal es ser el mayor descerebrado del planeta.

Philippe Lacheau: Pues vaya, no nos podemos identificar con los personajes.

Julien Arruti: Cuando Fifi me dirigía, me decía: "Tienes que plantearte si los padres de tu personaje no eran de la misma familia antes de casarse". Así que, me lo curré mucho... A Alex le gusta la velocidad, los coches, la fiesta. Su objetivo en la vida es hacer una película que sea un éxito en Internet.

Alice David: Su especialidad es meter la pata. Y su interés va paralelo al de Franck: cuanto más se pasa Franck haciendo locuras en la fiesta, más contento está Alex, porque así su vídeo recibirá más visitas en Internet.

Tarek Boudali: A Sam, mi personaje, le gustan las chicas, los amigos y divertirse. Es un ligón que no pilla cacho a menudo. Y en cuanto hay posibilidades de hacer alguna tontería, él es el que lleva la voz cantante. Los personajes nos llegaron de forma natural, se corresponden con aquello que a cada uno de nosotros se nos da mejor interpretar.


P: Habéis rodado en found footage (metraje encontrado). ¿Eso hace que cambie algo para los actores?

Alice David: Muchas cosas. Para empezar, solo funcionamos con planos secuencia, mientras que en un rodaje normal, se filma la misma escena varias veces desde tres o cuatro ángulos distintos. Como además es una comedia, era obligatorio que todo se construyera con el ritmo apropiado. No podíamos depender del montaje para los efectos cómicos. Al mismo tiempo, eso te da una gran libertad para interpretar en cada secuencia. Es genial rodar en found footage.

Tarek Boudali: En la película, hay unas cuantas escenas con muchos personajes. Todo el mundo, incluso aquellos que no tienen más que una frase, debe estar muy concentrado, porque basta con que uno balbucee o se olvide del texto para tener que volver a empezar desde el principio.

Philippe Lacheau: Es como estar enganchados por una cuerda en un precipicio: si uno cae, arrastra a todos con él. Eso te obliga a ser solidario. Hay que reconocer que en un rodaje tradicional cuando uno tiene la cámara encima, se entrega al 400%, pero cuando está fuera de ángulo o en el ángulo opuesto, está a otra cosa, aunque sea inconscientemente. Mientras que aquí, siempre teníamos que entregarnos a fondo.


P: ¿Hay alguien que se haya equivocado más que los demás?

Tarek Boudali: Yo no me voy a decantar por nadie. Lo único que puedo decir es que no he sido yo.

Alice David, Philippe Lacheau y Julien Arruti (juntos): ¡Nosotros tampoco!


P: ¿El found footage deja lugar a la improvisación?

Julien Arruti: No hay verdaderas improvisaciones, pero a veces había que añadir algo por el ritmo o por un cambio de situación.

Tarek Boudali: Como en la escena donde salimos del bosque y hablamos de putas.

Alice David: Pero había que ser precisos con la sincronización. Ciertos movimientos de cámara estaban montados a partir de una frase. Si sucedía medio segundo antes o después, se fastidiaba todo.


P: La fiesta que vemos en la película, ¿es vuestra fantasía de una fiesta ideal?

Tarek Boudali: No, somos muy fiesteros, pero en plan más relajado.

Julien Arruti: De todos modos, hubo unas cuantas cosas geniales. Por contar una anécdota, hay un momento en el que yo me beso con un travelo y todos me hicieron creer que era uno auténtico.

Alice David: Quiero dejar claro que lo que se ve en la pantalla no se corresponde necesariamente con lo que pasó. Por ejemplo, en la escena donde cruzamos la fiesta con el niño en brazos, no debía haber ningún ruido para que se entendieran nuestros diálogos. Estábamos en medio de ciento cincuenta figurantes que se estaban riendo a carcajadas, ¡en silencio!


P: Alice y Philippe, vosotros nos regaláis un dúo memorable con la canción I Want You back de los Jackson Five, acompañados por una orquesta bávara. ¿Ensayasteis mucho para cantar tan mal?

Alice David: Hicimos un curso de canto antes del rodaje. No nos conocíamos muy bien todavía y, la verdad, no hay nada mejor que eso para crear vínculos, porque teníamos que ir a por todas y con alegría. En la vida real, canto un poco pero tengo una voz más grave. Ahí, partimos de una tonalidad alta para que parezca más espontáneo. Lo importante no era la delicadeza, sino la energía.

Philippe Lacheau: Lo mismo pasa con el baile. Yo soy fan de Michael Jackson y me sé bastante bien las coreografías. Pero si me hubiera puesto a bailar demasiado bien, me habría salido del personaje. Tuve que contenerme, no te imaginas lo frustrante que fue para mí.

Julien Arruti: Todos los años, en su cumpleaños, Philippe imita a Michael Jackson. Para que te hagas una idea de cuánto se lo curró.

Tarek Boudali: A mí se me da bien imitar a los animales. Es lo que hago en todas las fiestas, como en la película. Me obligan a hacer la ardilla, el dinosaurio, la tortuga... Sobra decir que no hay nada mejor para echar a perder todas mis posibilidades con las chicas.

Philippe Lacheau: Sabéis que empezamos el rodaje de la película un 25 de junio, el día de mi cumpleaños, pero también ¡el día que murió Michael Jackson!


P: Otra posible escena de culto es la del baile "surra de bunda". En los créditos finales se ve que aparecéis todos.

Tarek Boudali: Yo tuve dolor de cabeza el resto del día.

Alice David: Yo acabé con una tortícolis que todavía me dura. Ponerse un culo en la cara; eso es muy divertido para la gente que mira, pero para el que lo sufre es horrible.

Philippe Lacheau: Todos se quejan porque tuvieron que hacerlo una vez por las exigencias de los créditos, mientras que yo tuve que hacerlo veinticuatro veces para mi escena. La chica llevaba unas botas y me las frotaba en los hombros. No podía más.


P: Hablemos de las diferentes generaciones y familias de actores que se cruzan en la película. Están Gérard Jugnot, Clotilde Courau, Vincent Desagnat, Philippe Duquesne, tú, Alice...

Tarek Boudali: El hecho de que todos aceptaran participar de forma espontánea fue muy importante. Eso quiere decir que les gustó el guión y que confiaban en nosotros. Se creó una cohesión bastante mágica entre todos. Que Gérard Jugnot, al que tanto admiramos, nos tome en serio sin mirarnos con condescendencia es algo increíble. Lo mismo pasó con Alice, a la que no conocíamos pero que se integró con toda naturalidad en el equipo. Terminamos el rodaje hace más de seis meses y aún hoy seguimos viéndonos, yendo de fiesta juntos. Es una auténtica película entre amigos. Estamos muy orgullosos de eso.

Alice David: Si teníamos tres días libres durante el rodaje, nos contábamos nuestros planes porque teníamos ganas de volver a vernos. No hemos tenido que fingir para mostrar complicidad en nuestra relación.

Julien Arruti: En la Bande à Fifi, todos somos amigos de la infancia. Nos entendemos muy bien, y creo que el buen humor que transmitimos con nuestros desvaríos es bastante contagioso.

Philippe Lacheau: Se nos fue de las manos representa una culminación para nosotros. Hicimos radio, teatro, tele, cadenas pequeñas, cadenas grandes... Todo eso tenía un único propósito: rodar nuestra propia película.

Julien Arruti: Me entran escalofríos...


P: ¿Qué recuerdo os quedará del rodaje?

Alice David: Hay muchos. Me encantan las escenas de riesgo en el coche. Eso fue el último día de rodaje. Estábamos cargados de energía por las siete semanas que habíamos pasado juntos y acabamos con esa escena llena de adrenalina, en la que nos persigue el coche de la poli. ¡Un placer total!

Philippe Lacheau: Sería incapaz de elegir un buen recuerdo aunque los ha habido, pero no me cuesta nada mencionar el peor: mi escena del beso con Tarek. En el momento de escribir el guión, nos pareció muy divertido. Pero cuando, dos años después, comprendimos que había que rodar la escena, todo cambió.

Tarek Boudali: No puedo ver esa escena. ¡Y lo peor es que la idea se me ocurrió a mí!

Julien Arruti: Yo no tengo ningún mal recuerdo desde que sé que aquel tío no era un travelo.

Philippe Lacheau: Claro que tienes uno. Julien suele estar fuera del plano porque es el que graba la historia con la cámara. Por tanto, durante una gran parte del rodaje no sale en las imágenes. Salvo un día que teníamos que verle en todos los planos. Pues bien, ese día...

Julien Arruti: Bebí agua de la feria.

Philippe Lacheau: Y se encontró mal, tenía un dolor de estómago horrible. En un momento dado, no pudo más y se fue al lavabo, pero olvidó quitarse el micrófono...


P: Los sketches de la Bande à Fifi en Grand Journal eran muy comentados, recurrían a un humor friki joven. Se nos fue de las manos es una película más familiar.

Tarek Boudali: Lo que hacíamos en Canal+ era más burlesco y extravagante. Aquí, el found footage nos obligaba a darle mayor importancia a lo natural. No se debía ver a unos cómicos interpretando, sino a unos tíos de fiesta. Además, insistí en que no ensayáramos demasiado entre nosotros antes del rodaje para conservar cierta frescura.

Julien Arruti: Se nos fue de las manos no es solo una película de chistes. Hay personajes interesantes y una historia cuyo final queremos conocer.

Tarek Boudali: En el cine, hay que llegar al máximo de personas y, por tanto, a diferentes generaciones. Al principio, pensábamos que la película iba dirigida a adolescentes y a adultos jóvenes, por así decirlo, hasta 35 años. Después de la proyección de la película en el Festival de l’Alpe d’Huez, algunas personas de 75 a 80 años se acercaron a decirnos que se habían reído de principio a fin. Eso nos sorprendió y nos alegró de corazón. Eso quiere decir que la gente puede ir en familia. "Uno ve un grupo de amigos y le entran ganas de hacerse amigo de quien sea", oíamos comentarios así. Si los espectadores dicen eso, entonces la apuesta ha sido un éxito.


P: ¿Volveríais a hacer una película juntos?

Todos (juntos): ¡Sin pensarlo!


La música
Como la acción de Se nos fue de las manos sucede en una fiesta, la música tiene un papel fundamental. Está compuesta por Maxime Desprez y Michael Tordjman. "Procedemos de la música electrónica", explica Maxime Desprez. "Se nos fue de las manos es una película que se basa mucho en la fiesta, en los sonidos dance floor. Y eso lo conocemos bien". Productores de Stand on the Word, de Keedz, y colaboradores, entre otros, de Madonna, David Guetta y Bob Sinclar, estos dos músicos de estudio ya habían trabajado en el cine, en particular en la comedia de éxito Les profs.

Para Se nos fue de las manos, Desprez y Tordjman compusieron más de cincuenta minutos de música en tres meses. "No tenía que ser repetitiva", explica Maxime Desprez. "Hemos podido explorar numerosas direcciones y apostar por un gran abanico de estilos musicales: un fragmento de electropop al inicio, el dub-step electrónico durante la fiesta, breves temas de jazz o bossa nova, un tema final al estilo balada de rock anglosajona...".

Aparte de un título ya existente, Bang Bang de Mani, que acompaña a la secuencia de la feria, y de la recuperación de I Want You Back de los Jackson Five, a cargo de Alice David y Philippe Lacheau, todas las canciones fueron compuestas para la película con la participación de artistas como Flo Malley (finalista el programa La Voz) y la cantante de world music Marcia Grandini. En cuanto a la escena de culto de la "surra de bunda", la hemos animado con el tema Boom del Culo interpretado por Audrey Sarrat. "Existe una música brasileña para la 'surra de bunda'", precisa Desprez, pero hemos querido alejarnos un poco de eso. Nuestro tema es más cinematográfico, más burlesco".


La surra de Bunda
No es estriptís, no es una danza erótica, no es samba: ¡es la "surra de bunda"! Así se llama el baile que hacen encima de Franck (Philippe Lacheau) a modo de regalo sorpresa de cumpleaños. ¿El principio? La chica se pone en cuclillas sobre los hombros de la "víctima" y la abofetea con las nalgas al ritmo de la música. Originaria del Brasil, la "surra de bunda" (literalmente "zurra de culo") fue creada hace unos cuatro años por el grupo Tequileiras do Funk. Desde entonces, en cada uno de sus conciertos tienen la costumbre de invitar a hombres del público a someterse a los golpes de trasero de las bailarinas, como mínimo, "sin tapujos".


Una película que transmite alegría
Se nos fue de las manos es la primera comedia francesa que mezcla el relato tradicional con el found footage (metraje encontrado), empleado en una comedia con un guión provocador y una dirección como mínimo singular.

Escrita por el núcleo duro de la Bande à Fifi, Philippe Lacheau, Tarek Boudali, Julien Arruti y Pierre Lacheau, el guión de Se nos fue de las manos es una amalgama audaz. Volvemos a recuperar las situaciones falsas, la sensación de desmadre de los dibujos animados y el buen humor que transmiten Philippe Lacheau y sus compañeros, pero en un espacio totalmente nuevo. El guión, muy estructurado, recuerda a la mecánica implacable del estilo Francis Veber, cuyo Le jouet tuvo una influencia determinante en la película. El humor colegial y extravagante da fe del amor de los autores por la comedia estadounidense actual. En cuanto a las referencias populares (el número del vecino que alza el vuelo inspirado en Up, de los estudios Pixar) y otros guiños a determinados sketches de culto de la Bande à Fifi (la carrera de Mario Kart), consiguen hacer de Se nos fue de las manos una película que transmite alegría, tan imprevisible como frenética.


El found footage
Se nos fue de las manos utiliza el género del found footage. El término found footage hace referencia a películas compuestas por imágenes que, en teoría, se encuentran, se descubren abandonadas y que, presuntamente, son auténticas. Este género nació a finales de los años 70 con la película italiana Holocausto caníbal, de Ruggero Deodato que despertó mucha polémica: su promoción se orquestó en torno a la idea (falsa) de que todo aquello que se veía, las escenas de torturas y de muertes de seres humanos y de animales, era verídico. Este género se reactivó con el éxito histórico de El proyecto de la bruja de Blair de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez en 1999 antes de convertirse en una moda, en 2007, gracias a Paranormal Activity, de Oren Peli. La mayoría de las películas de metraje encontrado son de terror ([Rec], El último exorcismo) o de ciencia ficción (Monstruoso, Chronicle). Hace dos años, Project X, de Nima Nourizadeh, retomó la idea en una comedia. Hoy Se nos fue de las manos es la primera comedia francesa que combina a partes iguales metraje encontrado y dirección tradicional.