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  El último lobo  (Wolf totem)
  Dirigida por Jean-Jacques Annaud
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Entrevista con Jean-Jacques Annaud

P: ¿Cómo surgió esta increíble aventura que empezó hace 7 años?

R: Todo comenzó con una delegación china que vino a mi encuentro en París. Primero debemos explicar que "Wolf totem" fue un fenómeno literario impresionante en China. En 2004, la novela había escapado a la vigilancia de la censura. Escondido bajo un seudónimo, el autor era desconocido. Su historia autobiográfica tuvo lugar en una lejana provincia de Mongolia Interior, en 1967, en los primeros días de la Revolución Cultural. Aunque fue ignorada por las autoridades, esta historia ha despertado mucho. La iniciación de un chico de ciudad en un entorno rural y su descubrimiento de la vida nómada salvaje tendía, décadas más tarde, una resonancia especial en un país con terribles problemas ambientales y de contaminación...


P: La publicación del libro ha sido una toma de conciencia general de estos riesgos ambientales...

R: El boca a boca en las redes sociales ha sido colosal. "Wolf Totem" se convirtió en el éxito literario más grande en China desde el "Pequeño Libro Rojo" de Mao. Los lectores han descubierto de paso la existencia de estas hermosas y puras regiones de Mongolia Interior, ahora amenazadas


P: La publicación del libro ha sido una toma de conciencia general de estos riesgos ambientales...

R: Yo había oído hablar de este libro cuando fue publicado por primera vez en francés y había leído unas cuantas hojas, un poco a la manera del "Nombre de la rosa", que leí hace años. Entonces me di cuenta de que los temas que se desarrollan en "El último lobo" me eran familiares. El estudiante mandado al campo en 1967 me recordaba que yo mismo en ese año estaba descubriendo Camerún, experiencia que me valió para rodar "La victoire en chantant", mi primera película. La idea de este "joven educado" enamorándose de esta improbable tierra de acogida, criando un lobo en secreto en medio de los rebaños de ovejas, no hacía sino recordar los temas arraigados en mi vida y mi trabajo... Entonces los que se convirtieron en mis productores y asociados se presentaron en mi oficina de Lincoln Street en París. Me ofrecieron adaptar la novela a la gran pantalla. Yo les recordé que había tenido problemas con las autoridades chinas. "La china ha cambiado, dijeron. Y siendo pragmáticos: te necesitamos." Acepté la oferta de viajar a Beijing. Allí, descubrí que mis películas habían sido ampliamente difundidas en el país, habían encontrado su lugar en la pequeña cuota para las producciones extranjeras. En una paradoja deliciosa, mi película más vista allí era "El amante", que sigue prohibida.


P: El viaje fue oficial o secreto?

R: Cuando me bajé del avión en Beijing, me invitaron al Ayuntamiento para desayunar con el alcalde. Un "fan" del libro, muy preocupado por el descenso del turismo en su ciudad a causa de la niebla de la contaminación. Salí esa misma noche para Mongolia, acompañado por Jiang Rong, autor del libro y admirador de Stendhal, su hermana, que trabaja para una gran empresa americana, el marido de la misma, famoso economista de extrañas ideas, y un compañero de Jiang Rong que había compartido la experiencia y se había convertido en "el pintora de Mongolia", admirador de Millet, Corot, y de la Escuela de Barbizon. También el jefe de la cadena de TV de Beijing con su esposa ex-bailarina. Una estancia de tres semanas en la escena de la historia, a los pies de la montaña donde se encontró el pequeño lobo, en las orillas del lago helado donde los caballos se ahogaron y en los campos donde están los agricultores que no han olvidado el caso. Se nos unió un director de fotografía de la profunda estepa nativa y su novia estrella del pop. Nos reímos, bebimos leche de yegua fermentada con alcohol y eso cimentó una gran amistad. Y al final de cada comida todos hablábamos de la indispensables medidas que se deben tomar en China para preservar sus espacios naturales y su fauna.


P: Visto desde Francia, ese parece un discurso bastante inconcebible...

R: Me encontré con un grupo un poco inusual, pero después de todo, representativo de ese cambio de opinión que se estaba produciendo en estos años. Los habitantes de las ciudades se asfixian, no puede salir sin una máscara. Deben usar el GPS del móvil para encontrar un edificio. Sus hijos se ven privados de las actividades al aire libre por miedo a las enfermedades pulmonares. La gente del campo se envenena con regularidad por el agua contaminada o son expulsados de sus tierras por la invasión de hormigón. Todo esto se ve a diario en las cadenas de televisión del país. No les preocupa aparentar, les preocupa sobrevivir. Así que, sí, China se sabe obligada a cambiar. Aunque las nuevas directrices intentan bloquear "la información negativa antipatriótica". Pero no es igual cuando vives allí y hablas con la población. Descubrí un país y un pueblo que no es el que me imaginaba. Fui recibido con gran cordialidad, mis actores y mi equipo fueron realmente afectuosos conmigo. Trabajé con una libertad increíble. No tengo ninguna duda de que he disfrutado de una posición privilegiada. Pero lo que me gustó es que también hubo una franqueza refrescante. Por ejemplo, cuando me dijeron en la primera cena: "Lo que haces tú, aquí, no sabemos hacerlo. Todavía no. Así que vamos a ver como lo haces y cuando lo hayamos entendido bien, ya no nos harás falta." Y todo el mundo levantó el vaso y se rieron. Salud!


P: Esta libertad que mencionas probablemente se explica por el hecho de que muchas de tus películas se han visto en China. Pero ¿por qué crees que se ha manifestado concretamente en este rodaje?

R: Normalmente hace falta esperar muchos meses para que la Oficina de Cine de luz verde a un proyecto. El nuestro fue escrito en Francia por Alain Godard. Lo terminé en Beijing después de su desaparición. El día después de presentar el texto a "China Film Group", recibí un comentario de la productora como pasa con los estudios americanos, pero con toda la amabilidad oriental. Tres escenas parecían ser un problema. Envié una carta ofreciendo que me dejaran rodarlas y que las juzgaran después. La propuesta fue aceptada. Las escenas están en la película, tal como las escribimos. Sin embargo la aparición fugaz de un pecho de una pastora fue reportado como que podía perturbar el pudor chino. Sustituimos esos dos segundos incriminados por otro plano más respetuoso de la anatomía de las jóvenes campesinas. También quitamos algunas palabras de diálogo. Puede ser un milagro de la censura, no lo sé.


P: Estabas en el momento y lugar indicados no?

R: No, yo estaba de vuelta en París, sabiendo por mis colegas que las cosas podrían durar un tiempo. Después de tres semanas empecé a tener miedo, me preocupa seriamente que la versión China tuviera cortes de tomas o escenas enteras. Una preocupación adicional: la Comisión que supervisa el cumplimiento de las especificidades regionales. Hay 56 minorías que viven juntas en China. Son unos 200 millones de personas. Yo soy el primero en pensar que es importante respetar sus particularidades. Pero a pesar de los cuatro asesores contratados para ayudarme a no cometer errores, estaba ansioso por haber perdido algo de la cultura y las tradiciones de Mongolia... En definitiva, antes la decisión final, tuve un mes de julio bastante febril.


P: ¿Qué opinas de la competencia de las películas chinas?

R: En el ámbito del cine veo más a China como un posible socio para Francia que un competidor. La competencia en China es americana. Y no es de buena calidad. Las películas de Hollywood que tienen acceso al mercado más grande de cine del mundo en los próximos años están estandarizados en blockbusters, ideas visuales predecibles y mundiales. Los profesionales chinos tienen ganas de un comercio más diversificado. Se multiplican las reuniones con sus colegas en los países productores.


P: ¿Cómo se ha visto la película en China, como una película de allí hecha por un francés o como cine francés hecho con capital chino?

R: En Canadá, "En busca del fuego" era una película canadiense. En Alemania, "El nombre de la rosa" era una película alemana. En África "La victoire en chantant" que consiguió el Oscar para Costa de Marfil, es una película africana. Esta es una película china. También es una película mía.


P: ¿La barrera del idioma ha sido una desventaja, especialmente con los actores?

R: En una set todos hablamos el mismo idioma, el lenguaje del cine. Técnico o actor, todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y cuándo hacerlo. La única dificultad es que cuando te encuentras con varios idiomas -es decir, mandarín y Mongol - la pronunciación de palabras y acentos es muy sutil. Estuve rodeado de especialistas en las dos lenguas trabajando la detección de fallos del texto o de la interpretación.


P: Hablando de los actores, ¿eran todos profesionales?

R: Para figuración, cogimos criadores y jinetes de la zona. Pero todo el que tiene un papel con texto, incluso unas pocas palabras, era actor profesional. Sólo los tres protagonistas son estrellas de cine Han, el grupo étnico dominante de China. Los otros vinieron de los cuatro confines de la Mongolia Interior, después de un casting que me hizo recorrer miles de kilómetros para encontrarlos.


P: Háblanos sobre los aspectos técnicos de la película. Algunas secuencias seleccionadas son de una magnitud absolutamente desalentadora en términos de figuración, animales, equipo. El presupuesto es un de unos cuarenta millones, que es una gran suma en china: ¿crees que se te ha dado todo lo que has pedido?

R: Me beneficié de la voluntad de la industria cinematográfica china de mejorar, de subir de nivel. Los productores, actores, directores, técnicos, dieron el 100%. De las 400 películas producidas al año, hemos encontrado verdaderas joyas. La industria del cine chino de hoy me recuerda a la situación en Italia en los años 60, la época dorada del Péplum y el Spaghetti Western, donde convivían producciones de baja calidad y cine innovador refinado bajo la dirección de grandes creadores.


P: Si hablamos de los medios técnicos, ¿es lo mismo?

R: El primer día de rodaje, sacaron las cámaras 3D y me di cuenta de que no solo estaban en un estado lamentable sino que además eran un lio porque nadie sabía cómo utilizarlas. Trate (sin conseguirlo) de contener mi ira. Les explico que no podemos hacer la película en estas condiciones... Traté de grabar una escena con este material frágil. Tras un descanso me dicen que los asistentes han cometido un error y que nada ha sido grabado. La mitad de mis amigos franceses se quería ir a casa. Mi director de fotografía se encierra en su habitación a llorar. Nos repusimos y logramos rodar la escena terriblemente complicada del ataque a los caballos. Estábamos en noviembre. Cuando volví en enero me dieron una sorpresa: dos nuevas cámaras compradas en Múnich. Alineados detrás, quince miembros del equipo de fotografía, recién llegados de Alemania, donde fueron enviados de prácticas. Un año más tarde, el equipo de cámara se ha convertido en uno de los más poderosos con que yo he sido capaz de trabajar.

Por lo demás, era necesario a veces lidiar con las realidades locales. Los ventiladores, por ejemplo... eran esenciales para las escenas de la tormenta de nieve. Como el combustible de los aviones está prohibido en China, era imposible usar los motores habituales a los que estamos acostumbrados. Tuvimos que coger ventiladores de estudio antiguos, aparatos de 400 kilos montados sobre pequeñas ruedas que ya había visto en los 60 cuando visité la Unión Soviética. Había un pequeño grupo de cincuenta chicos con abrigo verde solo para enchufar, mover, arrastrar, y transportar las máquinas por las colinas, tirando cables de tres fases a lo largo de kilómetros de barro y hielo. Y mientras iban cantando, resbalando, riendo... Por lo contrario, también tuve un equipo ultramoderno de lujo, dos proyectores 1.000 KW enganchados a grúas telescópicas capaces de iluminar de noche y en medio de una tormenta, una superficie del tamaño de un campo de fútbol...


P: ¿Cuál es el status de estas personas de las que hablas?

R: Son contratados y pagados al año, al igual que los técnicos SFP que teníamos... Se les garantizaba el empleo, guisos alimenticios deplorables y sopas frías de la cantina, por trabajar los 7 días de la semana. Pero también por experimentar la emoción del set y especialmente por ver sus salarios aumentar un 20% cada año. (En el registro diario se indica la hora de inicio del rodaje, no el final, que es a discreción de la configuración de la escena. Directores, estrellas y técnicos están acostumbrados a estos ritmos y a dormir en camiones entre toma y toma.)


P: ¿Cuántos erais en el set?

R: 480 técnicos, 200 caballos, casi mil ovejas, 25 lobos y cincuenta entrenadores e instructores que trabajaban con ellos... También guardias armados, algunos agricultores que querían "pedir prestado" algunos de los lobos para aparearse con sus perros...


P: Me imagino que la infraestructura en torno a estos animales era colosal

R: Para alojar a los lobos, construimos cinco bases, así como camiones especiales para el transporte entre los diferentes lugares de trabajo. Como todos los animales salvajes, los lobos sufren estrés si viajan más de 20 kilómetros de distancia. Cerca de cada zona de rodaje, había una base que ocupaba un poco más de una hectárea, rodeada por una empalizada de cuatro metros de altura, enterrada cinco metros de profundidad: los lobos son cavadores formidables! Estos dispositivos requieren seguridad, agua, electricidad, calefacción y comida. Fueron los mayores costes del presupuesto de la película...


P: ¿Cómo hicieron que los lobos y los caballos corrieran en paralelo sin que atacaran?

R: Los lobos aman la carne de caballo y los caballos no tienen ningún deseo de servirles de comida. Estas escenas eran muy complicadas y muy peligrosas porque estábamos filmando en quads por la noche en medio de una tormenta de nieve... Andrew Simpson, entrenador jefe, nunca habría dejado que sus animales corrieran los riesgos que nosotros corrimos...


P: Antes de hablar más acerca de los lobos, una última cuestión sobre el 3D. Pensaba que eras muy reacio a este método...

R: Hay un enorme coste adicional para rodar en 3D, como un tercio del presupuesto más. Durante mucho tiempo dudé. Lo que me hizo decir que sí le sorprenderá: Estimé que las escenas íntimas cerca del pequeño lobo serían las que más se beneficiarían.


P: Pensé que serían las grandes escenas espectaculares las que más se beneficiarían del 3D...

R: ¡Todo el mundo comete el mismo error! El 3D no se utiliza mucho para los grandes espacios. Más allá de quince metros no vemos en relieve. Sin embargo, en un giro pequeño cobra todo el sentido el 3D. Se encuentra en la proximidad a las caras, con las emociones de los actores donde aporta una mayor calidad. Desterré las imágenes "taparse un ojo " o las de objetos que saltan a la cara.


P: Usted había experimentado algo con el 3D en "Las alas del coraje". ¿Ha cambiado mucho?

R: Sí, en general, las cámaras son veinte veces menos pesadas y mucho menos complicadas de manejar. Hoy en día, para ver el resultado el director solo tiene que ponerse las gafas especiales y mirar el monitor. En el momento de "Alas del coraje", tenía que tomar un avión para descubrir mis "juncos" en el otro lado de Canadá. En términos de técnicos, el rodaje en 3D es más lento, pero no es problemático. La dificultad está en que el director debe cambiar el software de su cerebro. Se convirtió en un escultor. Entonces tienes que estar alerta en el montaje, siempre tener en cuenta el esfuerzo que se requieren los ojos del espectador. En 2D, te sientas en la silla, señalas en la pantalla y vas probando. Con el 3D, la convergencia y el foco cambian a cada plano. Cuando el montaje es caótico, es dolor de cabeza asegurado. Y la historia se va al traste...


P: ¿Este equipo nuevo, produjo algún cambio durante el rodaje?

R: Se necesita más tiempo para preparar el planning, presté mucha atención a las luces puestas a contraluz. Cualquier reflexión es catastrófica, ya que no es la misma en la lente derecha que en la izquierda y la fusión de imágenes se rompe. También debes tener cuidado con los primero planos por que adquieren una fuerza diabólica. Por último, un copo de nieve, una gota de lluvia o de polvo que se pose en un objetivo es inaceptable: el elemento perturbador sólo aparece por un ojo. ¡Constantemente teníamos a cuatro "asistentes sopladores", dos de cada lado que volaban la nieve, secadores de pelo o con compresores! Esto, obviamente, asustaba a los lobos...


P: Exactamente, llegamos a las verdaderas estrellas de esta película: como fue el nacimiento y primeros pasos de los cachorros...

R: Aplicamos el mismo proceso que para "El oso" y comenzamos desde muy pequeños. Durante el entrenamiento de mis plantígrados en aquel momento, tuve tiempo para rodar "El nombre de la rosa". Mientras nuestros lobos se convertían en adultos, rodé "Oro negro". La producción china ha financiado la preparación aceptando que tres años serían necesarios antes de conseguir la primera imagen... Se adquirieron cachorros de lobo, se les dejó crecer en un entorno especialmente diseñado bajo supervisión constante. Conozco poco productores que hubieran tenido el coraje de dar ese salto a lo desconocido. Nos embarcamos en la aventura con unos de los más famosos entrenadores caninos del mundo, el canadiense Andrew Simpson, que se estableció en Beijing durante tres años. Después del rodaje, Andrew obtuvo permiso especial para llevarse con él a los animales que había entrenado y visto crecer, se habían convertido casi en sus hijos. La manada ahora vive en las estribaciones de las Montañas Rocosas, en el área de Calgary. Andrew me cuenta que los lobos esperan cada mañana ver venir a los camiones del rodajes.


P: ¿Como ha sido el trabajo en el día a día?

R: Una tierna pesadilla. El lobo es un animal salvaje, siempre alerta. Sólo obedece a su líder de manada, que obedece al entrenador cuando está de acuerdo con lo que le piden. No dejan que te acerques. No los puedes limpiar si les da por revolcarse por el barro o por el estiércol. Había que esperar durante horas, a veces días, que él "sintiera" una escena. Había que estar preparados para arrancar cuando el "rey" decidía ponerse en marcha. Teníamos dos grupos, uno particularmente desalentador. El primer grupo fue adquirido con una semana después de nacer. No confundieron nunca a los entrenadores con sus verdaderos padres. No hemos podido domesticarlos prácticamente. Lo que en realidad es un activo para la película.

Otra trampa: Todos los lobos en el mundo, nacen entre mediados de marzo y principios de abril. Nosotros tuvimos que crear nuestro plan de trabajo adaptándonos a esa realidad. Interrumpimos el rodaje muchas veces para dejar crecer a nuestro joven protagonista. Otro beneficio para la película a decir la verdad: el color del paisaje típico de la estepa va cambiando a la vez con su desarrollo.


P: ¿Cuál es su visión como director de estos actores tan particulares?

R: Los actores principales son a menudo incontrolables, desconcertantes, fascinantes, emotivos. A veces, adorables, como nuestro líder de la manada, el rey "Cloudy", a quien le confiamos el papel principal. Él decidió que yo era su amigo y me dejaba acariciarlo. Todas las mañanas tenía que darme un beso y teníamos una larga y tumultuosa sesión de lametazos. Este raro privilegio me valió un equipo de anoraks lacerados y heridas sangrientas. La reina "Silver", su esposa, generalmente terminaba nuestras efusivas sesiones matinales tirando de mis pantalones y revolviéndome el pelo. Mi asistente, personal y de guión Laurence, se dio cuenta muy tarde de que "Cloudy" no se llamaba "Claudie".


P: ¿Cómo fue la relación con Cloudy?

R: Yo era el único, junto con su entrenador, que podía acercarse. Increíble ya que, según el mismo Andrew, fue inesperado e inexplicable. Tan pronto como nos presentaron, él que venía de asumir el poder en la joven manada, vino arrastrándose hacia mí, la cola entre las piernas, con una mirada infinitamente dulce... Él me olfateó y luego se acostó de espaldas. Andrew me sugirió que le acariciara...

Cloudy me lamió un poco la mano y corrió a unirse con los demás. Se frotó con cada uno para pasarles mi olor. Día tras día comenzó la misma rutina, pero cada vez menos vasallo y más como un amigo. Nunca aceptó trabajar sin el abrazo matinal...


P: ¿Es decir?

R: Todos los días tenía que cruzar la valla electrificada, entrar en su territorio, esperar hasta que viniera a buscarme. Luego, se ponía de pie sobre sus patas traseras, las delanteras en mis hombros y comenzaba el lavado. La sesión duraba alrededor de cinco minutos. El equipo con paciencia en silencio junto a las cámaras. Mi asistente esperaba con una caja de Kleenex, una botella de agua de lava, desinfectante y mis gafas. Hacia el final del rodaje llegó el clímax. Cloudy reinventó el French Kiss, metiendo su interminable lengua dentro de mi boca. Andrew me explicó que los lobos regurgitan para alimentar a sus crías... Toda una señal de afecto.


P: Quiero entender esta relación con el lobo pero aún así, sigue siendo en el fondo una bestia salvaje y peligrosa...

R: No hay pasión sin riesgos. Estoy haciendo un trabajo emocionante.


P: ¿No había ansiedad en algunos momentos?

R: Preparando la película, me despertaba sudando muchas noches diciendo: "pero ¿cómo me voy a rodar estas escenas de persecución entre los lobos y los caballos? " En el papel, puede ser un gran momento del cine aunque lógicamente inviable. Sin embargo, rodamos esa escena, colgando de quads a ras de suelo en medio de la tormenta de nieve y de doscientos caballos cegados por la nieve.


P: También has utilizado drones...

R: Sí, porque el helicóptero en algunas escenas aéreas habría hecho volar la nieve en una orgía de decibelios y animales presos del pánico. El dron tiene la ventaja de ser silencioso. Nosotros pulverizamos uno durante la filmación de una de nuestras secuencias de caballos al galope. Vi la imagen empezar a girar y caer a peso muerto. Devastado, me apresuré al lugar del impacto. Los técnicos del aparato recuperaron la tarjeta de memoria. Y se reían porque las imágenes estaban intactas. Se fueron a su camión y trajeron un segundo avión no tripulado. Insistiendo en que rodáramos otra toma al día siguiente. Les agradecí mucho el detalle y la generosidad, antes de darme cuenta de que el precio de un segundo día de rodaje les reembolsaría el precio del dron roto.


P: Sumado a todo esto un importante elemento: ¡Los lobos y los caballos no son realmente amigos!

R: Para todas las escenas en las que las dos especies trabajan juntos, Andrew Simpson hizo construir pasillos delimitados donde los lobos y caballos se entrenaron por separado durante meses. En el momento de la filmación, los entrenadores de los lobos se vistieron de azul y trabajaron a caballo, junto con los cuidadores de los caballos también disfrazados. Luego todos fueron borrados en post-producción. Ambos equipos supervisaron a los caballos y a la manada para contribuir a un menor riesgo. Gran parte del presupuesto de efectos de la película se gastó en esta operación de borrado. Otros se utilizaron para añadir lobos filmados independientemente para las escenas donde la proximidad se consideró demasiado peligrosa.


P: Hubiera sido más fácil agregar estos lobos digitalmente en postproducción?

R: También utilizamos esta tecnología en como unos quince planos. El 100% digital da muy buenos resultados para los planos generales o los planos rápidos. La tecnología es infinitamente más compleja en los planos lentos y cortos más emocionales. Las imágenes generadas por ordenador, tienen un algo que espontáneamente evoca los dibujos animados. Esto ya no es el alma o el instinto de un actor - humano o animal - que se deja entrever, sino la idea del creador, que, más a menudo se inspira en los juegos o videos electrónicos de la vida cotidiana.


P: Otro componente importante de la película, que vuelve a uno de tus temas preferidos: el lugar de la tierra, los paisajes, una vez má, primordiales...

R: Los espacios vírgenes son uno de los materiales constitutivos de la película. El esplendor de la estepa es la "joya" inseparable del lobo de Mongolia, en sí un símbolo de la heroica y desesperada vida silvestre. Masacrando la vida de otros, nos estamos acercando hacia una tragedia. Estoy abrumado desde hace años por ese paciente suicidio que nuestra especie organiza. Jiang Rong, el autor de la novela, ha sido testigo de la devastadora ignorancia del Medio Ambiente iniciada en los años 60. Los errores cometidos en China a gran escala, por desgracia, se dan por todas partes. Yo estaba en Camerún en ese momento. Un bosque ancestral fue cortado y sustituido por plantaciones de cacao y piña, transformando los espacios liberados en pastizales para el ganado, inundando zonas para regar estos territorios recién conquistada para el monocultivo.


P: "El último lobo" es su película número trece. Escuchándole, siento que se le ha abierto el apetito, que aún no está satisfecho

R: Este increíble viaje ha sido alegre, diverso, rico y cálido... y es un deseo que aún perdura. Pero a esta película que tanto he amado diseñar y desarrollar le pasará como a las demás. Saldrá a vivir su vida. Me dejará solo en el andén de la estación. Voy a pasar semanas, meses quizás, organizando el próximo proyecto.


P: Tus películas han ido casi encadenadas desde que empezaste, ¿no quieres un descanso?

R: Laurence, mi esposa, que me acompaña por los platós y por la vida desde nuestro encuentro en "El cabezazo", sonríe cuando le preguntan acerca de nuestras vacaciones. Ella cuenta siempre cómo arrastrados por la corriente del río Níger escribí las escenas de "El nombre de la rosa" indiferente a los ataques a nuestra canoa por una manada de hipopótamos. O cómo caminado por Djibouti iba por los senderos de trekking haciendo garabatos en un bloc de notas del guión de rodaje de "Enemigo a las puertas". Las palabras "día de fiesta", "deporte", "entretenimiento", "aficiones"; me aburren. Practico solo un deporte, el cine, un deporte extremo. Agradezco el privilegio increíble de todos los días de mi vida como cineasta... Una felicidad que al final se comparte.


P: Tú que amas las imágenes, así como las palabras, si le diera a elegir sólo uno como resumen de su carrera como hombre y cineasta, ¿cuál elegiría?

R: La palabra "corazón". Yo creo que no hay que engañarse, debemos vivir de acuerdo con nuestros deseos, de acuerdo a los impulsos de nuestro corazón. Debes estar completamente dedicado a hacer esta utopía factible. Hay que luchar por conseguir lo que quiere el corazón. Mi alegría es meter a mis equipos en el espectáculo de crear un sueño y mirar en sus ojos. Si veo esa chispa, lo he conseguido. Mi corazón palpita.


Jean-Jacques Annaud (director, filmografía)
2015 El último lobo 2011 Oro Negro 2007 Su majestad Minor 2004 Dos hermanos 2001 Enemigo a las puertas 1997 Siete años en el Tíbet 1992 El amante 1988 El oso 1986 El nombre de la rosa 1981 En busca del fuego 1979 El cabezazo


Entrevista con Xavier Castano

P: Después de "El oso" (en el que también eras primer asistente), "Dos hermanos", "Su majestad Minor" y "Oro negro", esta es la cuarta película que produces con Jean Jacques Annaud. ¿Qué tiene de diferente?

R: "El último lobo" lleva la marca de las películas de Jean-Jacques: habla de la esperanza a través de la relación entre un hombre y un animal. Estes es uno de sus temas favoritos, la idea de que esta primera relación permite al ser humano comprenderse mejor a sí mismo.


P: Este es un proyecto que se basa en el tiempo...

R: Sí, los chinos se lo propusieron a Jean-Jacques Annaud hace algo más de siete años, cuando salió el libro Riong. JJ lo leyó y como suele pasar, después de las primeras cincuenta páginas, me llamó para pedirme que también lo leyera. Ambos estábamos de acuerdo con la universalidad de la historia: un joven que descubre otra civilización en su propio país, basada en el respeto el medio ambiente. También estaba la fascinación del héroe con los lobos, sensación que todos compartimos por estos animales. Y esta posibilidad de mostrar paisajes increíbles, lo que Jean-Jacques hace como nadie. Y personajes con fuertes sentimientos que creíamos podían llegar a muchos espectadores de todo el mundo...


P: Usted ha dicho, que los chinos le ofrecieron la película. Ellos son los productores principales. ¿Cómo ha cambiado eso su trabajo?

R: Bueno está claro que ellos son el motor, aunque al final se convirtió en una coproducción entre China y Francia. Los derechos del libro fueron adquiridos por la empresa Beijing Forbidden City Co, la compañía de producción de la cadena principal de televisión Beijing. El joven jefe, estuvo desde el principio muy interesado en el tema del medio ambiente dentro de la historia. Fue increíble para nosotros esa concienciación de que el consumo excesivo, incluido el del carbón en las principales ciudades, ha corrompido el equilibrio ecológico, y puede que el futuro del país.

Así que para responder a su pregunta: la película es china, pero ellos y nosotros queríamos una coproducción con Francia, por que creíamos que de esta manera atravesaría mejor las fronteras y podría llegar a los espectadores de territorios donde las películas chinas no penetran fácilmente. En ese momento, no existía un futuro tratado de cooperación. Se ha firmado oficialmente en abril de 2014. Tuvimos que luchar un poco, convencer a las autoridades francesas: Jean-Jacques hizo dos viajes a China, entre ellos uno con el entonces primer ministro, François Fillon, antes de concluir al final de varios años. Esta es la escala de tiempo de la diplomacia y la economía.


P: ¿Esto significa que, sin conocer la decisión formal, el trabajo de producción de la película tenía que empezar?

R: ¡Sin guión y sin producción francesa al principio! Jean-Jacques firmó como guionista y director un acuerdo con la productora china para desarrollar el guión y empezar la preproducción. Fue una inversión en el futuro. La prueba es que rodamos "Oro negro" en medio!


P: ¿Cuáles fueron las prioridades para la realización de este proyecto?

R: Como suelo decir: ¡"Tenemos un "Oso" de ventaja sobre los demás!" Para mí, la clave era encontrar la pieza central: el entrenador de los lobos. En Beijing, el productor ejecutivo que la producción china puso nos trató de convencer para usar los perros-lobos de la perrera de la policía Central. Bellos animales: Mastines, Pastores alemanes y mastines tibetanos, pero no tenían nada que ver con lobos de Mongolia. Entonces me di cuenta de que el camino sería largo. Al final acabé en Calgary, Canadá, donde me encuentro con Jean-Jacques y Andrew Simpson, probablemente el mejor entrenador del mundo de lobos. Tenía una gran experiencia con lobos, pero son muy diferentes de los lobos mongoles. Tuvimos que convencer a nuestros socios chinos para contratarle para trabajar durante más de tres años; tenían que construirle un gran parque especialmente adaptado a los animales. Mientras tanto, hemos tenido que convencer al entrenador y su esposa de vivir en Beijing varios años, hacer una hora de carretera diariamente para ir a controlar el crecimiento y la educación de estos animales, en principio, sin un guión. Fue complicado, pero, de nuevo, todos aceptaron nuestras condiciones y al final pudimos rodar con la manada de lobos adultos que queríamos.


P: Mientras tanto, vuestros socios han cambiado estructural y dimensionalmente.

R: Sí, el jefe de "Forbidden" se convirtió en el No.2 de China Film Group, la empresa del Estado y también la mayor empresa de producción y distribución de películas del país. A partir de ahí, las cosas se han acelerado. No sólo había una voluntad artística para hacer la película, también una voluntad política. El expediente rápidamente ha pasado todos los niveles del aparato del Estado, al Ministerio de Hacienda ha aprobado el presupuesto,alrededor de $ 30 millones. Pero no perdimos libertad por ello, ¡al contrario! Jean-Jacques os ha hablado de los dos comités de censura que casi no han hecho comentarios: dos frases del diálogo y tres imágenes de un pecho ligeramente desnudo de una actriz cuando se le rompe un corchete de su vestido. Nosotros recibimos la visita de los funcionarios en el set solo dos veces para cenar y hacerse fotos con Jean-Jacques y los actores. Ellos no estaban preocupados, ellos confiaron en el director hasta que les entregamos la película. En ningún punto del rodaje ni del montaje pidieron ver imágenes, y hasta la Navidad de 2013, al regresar de la última filmación, Jean-Jacques y yo hemos organizado en Beijing una proyección del premontaje que les encantó a todos. Así que, no estoy diciendo que lo que nosotros vivimos vaya a pasar para cada coproducción entre Francia y China. Creo que la personalidad de Jean-Jacques y la certeza de nuestros socios de que iba a entregar una película que fuera capaz de viajar fuera de sus fronteras, jugaron a nuestro favor...


P: Al final, ¿qué queda de esta aventura que les ha llevado siete años, una verdadera parte de su vida?

R: Primero, la ubicación extraordinaria facilitaba todo increíblemente, prueba de que el cine es un lenguaje universal. Sin embargo, éramos nueve franceses en un equipo que tuvo hasta 650 personas, pero con traductores, todo era posible, escuchándonos y en el respeto mutuo. Luego, en el proceso de producción, incluso si las discusiones eran a veces complejas con funcionarios estatales en China Film, siempre hemos encontrado un "acuerdo de caballerosidad". Para mí es la posproducción lo que era más complicado: incluyendo 1.000 planes VFX y la mezcla en Francia y China por razones de coproducción. Ahora tenemos que asegurarnos de que la película salga y tenga su vida, pero ha sido una aventura excepcional que ha cambiado mis prejuicios. En China, nada opera en la misma forma o por los mismos códigos. Algo fuera de lo normal.


Xavier Castano (productor, filmografía)
2015 El último lobo 2013 La espuma de los días 2011 Oro negro 2007 Su majestad Minor 2004 Dos hermanos 1999 Belle maman 1995 Waati


Jiang Rong (escritor de la novela "Totem Lobo")
Jiang Rong es el autor de un de los mayores éxitos editoriales de lo que va de siglo. Traducida a una treintena de idiomas, "Tótem lobo" ha vendido más de 20 millones de copias desde su lanzamiento en China en 2004. Ganadora de numerosos premios, entre ellos el prestigioso Premio Man Asiático de Literatura en 2007, todavía sigue entre los más vendidos y sigue alimentando una violenta controversia en su país natal. Jiang Rong, que pasó casi un tercio de su vida escribiéndolo, narra el viaje de iniciación de un "joven estudiante" de la capital enviado como maestro en una brigada de producción a Mongolia Interior para participar en "la civilización", requerida por las autoridades de la época de la Revolución Cultural para contribuir a sedentarizar a los nómadas. "El Último Lobo " sigue la transformación del joven en contacto con el pueblo mongol y los lobos. Fascinado por la sabiduría y la inteligencia de los primeros y la libertad de los segundos, el héroe termina poniendo en tela de juicio los fundamentos del régimen chino.

Cuento naturalista o diatriba política disfrazada de fábula, homenaje ardiente a la naturaleza y crítica de la política medioambiental de China, este ensayo contundente de más de 600 páginas, incluye increíbles historias de batallas, referencias históricas y épicas aventuras, ha cautivado a todos los públicos, a los incondicionales de Stendhal, cuyos escritos tienen clara influencia en el autor, a los amantes de los animales, a los historiadores ambientalistas y a los políticos. Ahora que acabamos de celebrar el décimo aniversario de su publicación, se ha convertido en libro de cabecera de muchos chinos, economistas y nuevos multimillonarios, pero también de obreros, estudiantes, campesinos y jóvenes empresarios, todos defensores de la apertura de china al Liberalismo. Han comprado miles de copias para distribuirlo a sus empleados; con el objetivo de animar a que se conviertan en guerreros lobos conquistadores y no en las ovejas forjadas por reinados brutales a lo largo de milenios descritos por Jiang Rong. "El Último Lobo" ahora es objeto de tesis doctorales, aunque los miembros del ala conservadora del Partido Comunista de China continúan reclamando su prohibición. De acuerdo a la generación a la que pertenecen, los que están en el corazón del sistema político chino tienen reacciones contradictorias. Muchos piensan, sin decirlo en voz alta, que lleva mensajes en clave que se necesitan para la transformación del país; la película de Jean-Jacques Annaud no habría sido censurada si esta no fuera la tendencia mayoritaria.

Fue sólo en 2007, 3 años después de la publicación del libro en su país que Jiang Rong, gracias a la presión de las redes sociales y después de obtener el Premio Man de Literatura, acabara revelando su verdadera identidad. Detrás de este seudónimo tomado de un antiguo emperador nómada, en realidad se esconde, Lu Jiamin, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Beijing, casado con Zhang Kangkang. La historia de su vida tiene muchos puntos en común con la de su héroe. Nacido en 1946 en la provincia de Jiangsu, cerca de Shanghai, Jiang Rong creció entre dos personalidades fuertes: su madre, miembro del Partido Comunista clandestino de China, venía de una familia de mandarines letrados y entregó su vida a la revolución. En 1949 cuando Mao tomó el poder, ella defendía los derechos de las mujeres a la educación. Su padre era un alto cargo del Ministerio de Salud, y un veterano de la guerra contra Japón. Hasta la edad de 11 años y la desaparición de su madre, que tenía cáncer, el niño vivió en un ambiente estimulante. Viajaba mucho con sus padres y se impregnaba de la cultura occidental. "A mi madre le encantaban las películas y los libros occidentales. Le debo el haber descubierto los grandes clásicos del cine y recuerdo haber leído el trabajo de las hermanas Bronte. Es claramente de mi madre de quien heredé mi inclinación natural por el liberalismo." asegura. Después de su muerte, el padre y el hijo se trasladaron a Beijing. El joven mostró rápidamente tendencias rebeldes. A los 18 años, tuvo un consejo disciplinario en su escuela porque escribió un cartel criticando la política de su país. "Era la primera de las cuatro condenas por contra revolucionario". Discapacitado desde la guerra, el padre perdió su condición y se le consideraba un "intelectual antirrevolucionario". Fue golpeado hasta la muerte. Confundido, desgarrado entre las teorías Maoístas y el liberalismo occidental, Jiang Rong finalmente se unió a los Guardias Rojos. Adiós a Stendhal, Tolstoi y a las hermanas Brontë: jura el Libro Rojo y quiere, como la mayoría de chinos, la erradicación de los "Cuatro Viejos" (pensamientos viejos, cultura vieja, las costumbres antiguas, los viejos hábitos). En 1967, cuando se confiscaron los libros y se quemaron, se ofreció como voluntario para ir al campo... y se llevo clandestinamente a sus autores preferidos. Durante los once años que Jiang Rong comparte la vida de los nómadas, se sumergió en la cultura y desarrolló una fascinación con los lobos. Como Chen Zhen, el héroe de su novela, Jiang Rong adoptó y crió un cachorro. Él también fue golpeado por las autoridades chinas en 1970, fue condenado a tres años y medio de cárcel por publicar un artículo sobre el número 2 del partido. Y se mantuvo siempre nostálgico con su aventura en Mongolia.

De vuelta en Beijing en 1978, Jiang Rong reanudó sus estudios para convertirse en maestro. Él participó en una revista de protesta "La Primavera de Pekín". En 1989, se desplaza hacia Tiananmen con sus estudiantes y fue condenado de nuevo a dieciocho meses de prisión. Le prohibieron publicar, incluso sobre actividad docente. Entonces decidió empezar a escribir su novela. Cuando en 2008, le preguntaron si las diversas penas de prisión a las que fue condenado le habían hecho considerar abandonar su país e irse a Occidente, respondió: "Nunca, ni por un momento, todavía tengo ganas de seguir luchando para cambiar el régimen. Hace una década, este libro nunca habría sido publicado en China y yo estaría en prisión. Esta es la prueba de que mi país se está moviendo." Hoy a los 68 años, Jiang Rong sigue preocupado por la imagen de los lobos en el imaginario mundial y es un firme defensor del medio ambiente. A pesar de que sigue cultivando su leyenda de hombre sencillo, ahora vive como una estrella en el norte de Beijing en una residencia de lujo.