REMEMBER es un thriller de suspense en la que el capítulo más oscuro del s.XX conecta con la búsqueda de la venganza y el precio que hay que pagar por ella. Es un guion original escrito por Benjamin August.
Dirigida por el nominado al Oscar(r) y ganador del gran premio de Cannes, Atom Egoyan (Ararat, El dulce porvenir), y producida por Robert Lantos (El mundo según Barney, Promesas del Este) y Ari Lantos (The right kind of wrong, You might as well live), y protagonizada por el oscarizado Christopher Plummer, el también ganador de un Oscar, Martin Landau (Ed Wood), Dean Norris (Breaking Bad), Bruno Ganz (El hundimiento), Jürgen Prochnow (Das Boot), Henry Czerny (Venganza) y Heinz Lieven (Un lugar donde quedarse).
Los productores ejecutivos son Mark Musselman (Conociendo a Julia), Anant Singh (Mandela, El largo camino hacia la libertad) y Jens Meurer (La última estación) es co-productor. Otros productores ejecutivos son: Moisés Cosio, Jeff Sagansky, Larry Guterman, D. Matt Geller y Mike Porter.
Una producción de Serendipity Point Films en asociación con Distante Horizont, Detalle, Telefilm Canadá y Egoli Tossell.
Notas de producción
En los cuarenta años que el galardonado productor Robert Lantos, de Serendipity Point Films, ha estado leyendo guiones y haciendo películas, nunca había tenido una experiencia como esta: un script de un novato aterriza en su escritorio, enviado por Jeff Sagansky, ex presidente de CBS Entertainment y co-presidente de Sony Pictures Entertainment. Lo lee y decide que tiene hacerse la película inmediatamente. Fue simple e instantáneo.
De inmediato, se tomó una segunda decisión. A medida que leía el guion, Lantos tenía más y más claro a qué actor quería. "El héroe tiene 90 años. No hay una gran cantidad de actores en ese rango de edad que puedan llevar una película sobre sus hombros. Mientras leía el guion supe exactamente quién podía y debía interpretarlo". Christopher Plummer tenía que meterse en la piel de Zev, un hombre de 90 años, superviviente del Holocausto, bordeando los límites de la demencia senil, que abandona la comodidad y la seguridad de su residencia de ancianos para encontrar y matar al nazi que asesinó a su familia.
"El proceso de Casting en esta película fue diferente a cualquier otra experiencia que he tenido en una película", recordó Ari Lantos, también productor del film. "Era una lista de uno para el papel de Zev: Christopher Plummer. Probablemente no hubiéramos hecho la película sin él".
"A decir verdad, tenía a Christopher Plummer en mi cabeza todo el tiempo mientras lo escribí"., admite el guionista Benjamin August.
El material
Robert Lantos no tenía especial interés en volver a examinar los temas del Holocausto y la demencia porque ya había tratado con ellos en películas anteriores. Y, sin embargo, REMEMBER era algo muy diferente. Es una historia íntima, ambientada en el presente, aunque provocada por un evento de hace 70 años. "Los grandes acontecimientos del pasado impregnan nuestro día a día, sangran aún en el presente y dan forma a esta historia inusual de una extraordinaria venganza", dice Lantos.
En la década anterior a esta confluencia de eventos, hubo una creciente conciencia de que había criminales de guerra de la Segunda Guerra Mundial, que siguen en paradero desconocido. La operación "Última Oportunidad" se puso en marcha en 2002 por el Centro Simon Wiesenthal con la clara misión de localizar a los ex nazis que todavía quedaran en la clandestinidad.
Pero para Zev Guttman, la historia comienza con la muerte de su esposa. Zev se despierta con un estremecimiento y grita el nombre de su esposa, Ruth. Se toma un momento, y luego recuerda que ella falleció la semana anterior. En la última noche del Shiva (el ritual judío de duelo), su amigo Max (interpretado por Martin Landau), también de unos 90 años y postrado en una silla de ruedas, le entrega un sobre con suavidad y le pide que lo abra en privado. Cuando Zev lo hace, encuentra una larga carta y un montón de billetes de cien dólares. A medida que lee las palabras que Max ha escrito, queda sobrecogido por el recuerdo de una promesa que le hizo hace mucho a Max: localizar a Rudy Kurlander,
El hombre que tanto Max como Zev buscaron. En mitad de la noche, Zev hace una pequeña mochila y en silencio se escapa en un taxi cuyo conductor ya sabe el primer destino de Zev. El viaje hacia la venganza comienza.
El director
Esta es una historia sobre un hombre que con las últimas energías que le quedan e impulsado por sus recuerdos, decide culminar una venganza que ha buscado durante gran parte de su vida. Es triste, tierna y exasperante. La reacción de Lantos al material fue visceral e instintiva, sobre todo cuando decidió quién debía dirigirla. Atom Egoyan. REMEMBER es una combinación de estudio de personajes, suspense y revelación tras revelación. Este es el territorio de Egoyan. Él es brillante desgranando historias".
"Esta es la última historia que se puede contar acerca de este período de la historia en nuestros días", apunta Egoyan sobre la necesidad de justicia. En más de un sentido, Egoyan entiende el film como una "pieza acompañante" a su trabajo anterior, Ararat (que también protagonizó Plummer y fue producida por Lantos). Nos habla de "los efectos residuales de la historia a través del tiempo y cómo nos construimos a nosotros mismos con respecto a ello, sobre todo cuando la propia historia implica un trauma. Esta noción de cómo el tiempo y el trauma se refractan a través de las generaciones está en el centro de gran parte de mi trabajo. Efectivamente, ese es el tema de Ararat, y lo estamos viendo en esta película también: Los efectos de los sucesos del pasado en los hijos de los autores y en los hijos de los supervivientes, reflejados de formas muy inesperadas. No se puede predecir cuál será el efecto, y eso se filtra a través de la película".
Además de la potencia de los temas históricos en REMEMBER, Egoyan compone un cuadro, que Ari Lantos definió como "un thriller contemporáneo con actuaciones llenas de matices, y esa es la razón por la que él era el hombre adecuado para dirigirlo".
"Es una historia sorprendentemente original con un carácter distinto a los que hemos visto hasta ahora", cuenta Egoyan. "He hecho unas 15 películas, algunas de ellas desde guiones que no he escrito. Pero este no sólo es uno completamente original, creo que lo que Ben nos presenta habla de nuestra relación con el horror de una manera extraordinaria y única. Es muy sencilla, algo fácil con lo que empatizar, y sin embargo llena de capas y complejidad". El ojo en la composición de Egoyan conduce la narrativa de esta historia singular de manera inflexible. La trama, motivada por el pasado, pero sin depender de escenas retrospectivas, transcurre por completo en el presente, libre de sentimentalismo o manipulación.
Situando al protagonista
Tomar todo lo que Hollywood enseña sobre la celebridad obsesionada con la juventud, y dejarlo a un lado. REMEMBER depende de la edad de sus personajes y de los actores que cuentan sus historias. No sólo son los criminales de guerra de la Segunda Guerra Mundial los que han envejecido, también las víctimas. Esto era esencial para Benjamin August.
"Una película sobre un anciano buscando venganza, que en sí mismo ya genera más nerviosismo. ¿Cómo va a viajar? ¿Se caerá? Que sea un anciano con demencia hace que la búsqueda se vuelva exponencialmente más difícil. Y ahí es donde el personaje de Max entra. 'Max y Zev son socios. Zev tiene la movilidad y Max tiene el plan, guiándole paso a paso con la carta y por teléfono'". August añade: "Si mis abuelos emprendieran un viaje como éste, sería terrible. Quiero decir, mi abuela se ha caído cruzando la calle de su casa. Cada paso es estresante y el hecho de que Zev llegue tan lejos, hable con todas estas personas, y consiga superar estos obstáculos es lo que va a mantener a la gente enganchada a la película".
Sería una historia más fácil con personajes juveniles corriendo de un lado para otro, pero estos personajes son ancianos, sus cuerpos están gastados y sus ilusiones se hacen añicos. Zev no es Harry el sucio, pero él sobrevivió a la guerra y se construyó una nueva vida, una nueva familia y con la ayuda de Max, se está aventurando de nuevo en el mundo y está luchando su última batalla. Calibrando la tensión con la fotografía
El estilo de Egoyan en la utilización de largos planos para contar la historia y el desarrollo de los ritmos dentro de una escena son las formas que han servido para provocar emociones específicas en el público. Con REMEMBER ha ido más allá. La palabra usada para este el estilo de cámara y el ritmo es "irregular" y para lograrlo, el multi-premiado director de fotografía Paul Sarossy, fue una vez más el colaborador elegido por Egoyan.
Cuenta Sarossy: "Nuestra relación creativa se ha desarrollado y ya casi no necesitamos hablar entre nosotros, porque estamos frecuentemente en la misma onda. Desde un aspecto visual, es una cosa muy diferente este proyecto, casi en su totalidad está grabado a pulso. Esa era una idea que teníamos para poder hacer que la presencia de la difunta esposa de Zev le acompañara a todas partes. La cámara está viva, e incluso en los momentos de quietud, se sigue deslizando suavemente".
Es aquí donde la personalidad del trabajo de cámara profundiza, ya que cubre a Zev dentro y fuera de su realidad. Sarossy continua: "El trabajo de cámara inestable informa incluso a un nivel subconsciente. Este hombre es viejo, está enfermo, tiene demencia, por lo que es inestable en muchos aspectos, también lo es el punto de vista de la cámara y en última instancia del espectador".
Como director de fotografía, Sarossy tiene la envidiable tarea de trabajar con este grupo particular. "Estos rostros son increíbles paisajes en sí mismos. Tienen una increíble textura y una forma que es bastante distinta de lo habitual. No buscamos necesariamente idealizar esas caras, abrazamos el hecho de que están llenas de vida".
Sobre Christopher Plummer
REMEMBER marca el reencuentro de Robert Lantos, Christopher Plummer y Atom Egoyan. Ararat había sido una gran experiencia y Egoyan seguía siendo un gran fan del trabajo de Plummer. "He ido a ver todos sus shows en
Stratford y en Broadway, y he leído su autobiografía dos veces, hasta el punto en el que realmente le puedo contar historias sobre su propia vida que se le han olvidado".
Pero además de su deslumbrante trabajo, Christopher Plummer es una excelente persona: "Le visité en su casa de Connecticut hace muchos meses, y fue una oportunidad increíble", recordó Egoyan. "Era temprano por la mañana, y él acababa de salir de la ducha, con el pelo húmedo peinado hacia atrás y le dije: esta es la forma en que quiero verte en esta película, porque es muy diferente al Christopher Plummer que he visto antes. Ese fue el comienzo de nuestra colaboración en la creación de Zev".
Egoyan señala que el personaje es mayor que el actor. "Es una interpretación natural, pese a que hay algo antinatural en las circunstancias de esta persona.Y la tensión proporciona una alquimia particular que Chris es capaz de aprovechar de un modo concreto. Chris es una máquina de actuar", añade Egoyan. "No sólo es uno de los actores más veteranos del mundo, también tiene resistencia. Su increíble vitalidad le permite aun hacer El rey Lear o Prospero (que interpretó la última vez en 2010). Estas funciones están todavía dentro de su alcance. No es más que una fuerza extraordinaria de la naturaleza".
"Me pareció que era maravillosa", dice Christopher Plummer, describiendo su reacción inicial al guión que le había enviado Lantos ("Gracias a Dios, Robert consiguió el material", agrega off the record). "Me pareció que era original, impactante e intenso. No parecía un primer borrador. Parecía la trigésima revisión. Era un guion muy inusual y un papel extraordinario, totalmente diferente a lo que he hecho antes. Así que acepté de forma inmediata".
Los actores de la talla de Plummer tienen el privilegio de poder arriesgarse. Lo que le atrajo fue lo siguiente: "El misterio del hombre, su corazón, su porte, que esté un poco desbocado la mayor parte del tiempo a causa de su supuesta demencia, debido a que es demencia precoz, que va y viene en toda la película. Eso era bastante interesante para actuar de primeras y valía la pena el desafío. Además, el suspense de la película es maravilloso. La representación de Zev podría parecer, para algunos, restringida, ya sea por las limitaciones físicas, por su demencia o por el miedo a la confrontación. Pero no para Plummer. "Zev también ofrece una gran oportunidad de hacer lo que quiera. Cuenta con una libertad que no tiene nada que ver con el cómo está escrito. Todo está detrás de las líneas, todas las intenciones y motivos, lo que aconteció con respecto al diálogo. Por lo tanto, es divertido actuar, en cierto modo, contra el diálogo todo el tiempo, es genial".
La película, en la que Plummer es protagonista, se extiende más allá del personaje en sí. No eran sólo los productores los que querían a Egoyan en este proyecto "Pedí a Atom también, porque necesitaba un amigo para sostener mi mano a través de este viaje. Es un trayecto muy difícil. Es maravilloso trabajar con él de nuevo. Tiene una mente muy ágil y es una gran ayuda para mí. Siempre me está recordando que frene, que no corra tanto. Ya ves, soy tan viejo que creo que tengo que ir más rápido que los demás. Eso es lo que se siente cuando envejeces". Por lo tanto, solía decir", No, no, es viejo, así que tendría que moverse
más lento por favor. Y, por supuesto, porque el personaje es alemán, su acento en Inglés tiene que ser sutil, pero siempre presente. Así, pequeñas cosas que son de gran ayuda. Adoro a Atom, y sin él no sé lo que habría hecho".
Un desborde de calidad
El cine siempre ofrece una amplia gama de recompensas creativas para el reparto y el equipo implicado, pero en REMEMBER, la convergencia de material de calidad combinado con la oportunidad de trabajar con actores legendarios es digna de mención, sobre todo cuando el director y los productores se sentían halagados desde el principio.
"Es deslumbrante", dice Egoyan. "Tienes un asiento de primera fila para estos extraordinarios momentos en que estos actores excepcionales llegan a encarnar a otras personas. Pero también les ves como a sí mismos y darse cuenta de que tienen su propia mitología. Ellos son, por supuesto, actores consumados, y son historia viva por los papeles que han interpretado. Ellos saben que son su propio instrumento, saben perfectamente lo que pueden hacer con su cuerpo, y lo que son capaces de transmitir, y verlos darse réplicas generaba momentos increíbles".
Los momentos que Martin Landau y Christopher Plummer pasaban juntos intercambiando sus historias del viejo Hollywood, la gente con la que habían trabajado y las intersecciones entre sus vidas y carreras. Añadiendo otros legendarios actores alemanes como Bruno Ganz, Jürgen Prochnow, y Heinz Lieven narrando lo que significaba estar
viviendo a la sombra de este trauma en la historia, y la experiencia dentro y fuera de la cámara, fue monumental.
Martin Landau
28 años antes de la filmación de REMEMBER en el rodaje de Alfred Hitchcock presenta, un realizador joven de unos 20 años, Egoyan, dirigía a Martin Landau, que ya se refería a sí mismo como "un viejo en esto". Entablaron una amistad que duró años. "Me gusta la forma en que utiliza su cerebro", dice Landau. "A lo largo de los años, hemos querido trabajar juntos, y tardamos casi tres décadas, pero finalmente lo hemos logrado y hemos pasado un muy buen tiempo juntos".
Landau es Max desde su silla de ruedas. Mientras que la mente de Zev va y viene, Max se mantiene en plenas facultades psíquicas. Dado el hecho de que la historia se centra en gran medida en un personaje, Egoyan quería crear dos estilos visuales. "Quería enmarcar el mundo de Martin. Max, que está tan incapacitado, de manera muy rígida, formal y compuesta, frente a Zev, donde predomina una sensación de que está siendo observado", cuenta Egoyan.
Max y Zev son un equipo cuya misión ha sido pensada con meticuloso detalle, con instrucciones claras para que Zev las siga.
"Me gustan los personajes con arcos y razones de ser", comentó Landau. "Y me gustan los guiones que son inteligentes. REMEMBER tenía todas esas cualidades. Y, a esta edad, es maravilloso obtener papeles que tienen sustancia.Los guiones ya no son tan buenos, y las temáticas tampoco. Por eso, una vez más, estoy feliz de hacer una película que está bien escrita y es inteligente".
Dean Norris
Escoger a Dean Norris para interpretar a John Kurlander fue idea de Egoyan. Para Benjamin August fue una sorpresa esta elección, pero el trabajo de Norris en Breaking Bad hizo que estuviera de acuerdo con él inmediatamente "Es tan suave y dulce. Él es el tipo que ilumina la habitación", observa August. "Pero también tiene algo de demente y que da miedo de él. Y cuando se enfada (el personaje), no quieres ser la persona a la que mira".
Dean Norris era otro actor al que Egoyan conoció previamente en el Festival de cine de Roma (claramente, hay un patrón aquí). Se hicieron amigos y fijaron que trabajarían juntos un día. El papel de John Kurlander, al igual que gran parte del resto de la película, es engañosamente simple, y se desarrolla de una manera impredecible. "La clave es el rendimiento. Norris Kurlander, uno de los varios Kurlander en la historia, ocupa unos 10, 15 minutos de la película", señaló Egoyan. "Entre Zev y John hay una fuerte proyección de lo que piensan que la otra persona significa para ellos. De hecho, es el núcleo dentro de la película, y fue una bendición contar con ellos".
Norris, que es un hombre con un espíritu muy generoso, afirma que él habría hecho esta película solo por la oportunidad de trabajar con Egoyan y Plummer. Pero sus escenas, su "mini-película", como él dice, "solo ponen la guinda del pastel. Mi personaje acaba de perder a su padre y es fácil para él proyectarlo sobre el personaje de Christopher Plummer, de alguna manera, extraña a su padre y quiere hablar con alguien que sea de la misma edad. A partir de ahí, es una gozada estar con Plummer, viendo lo que hace, como está vivo en la escena y reaccionar a lo que aporta en la misma, lo cual es realmente fantástico".
Los Rudy Kurlander
Los actores Bruno Ganz, Jürgen Prochnow y Heinz Lieven interpretan a personajes llamados todos Rudy Kurlander. Cada uno de ellos es más joven que los personajes que interpretan, un punto que todos mencionaron a Egoyan durante las conversaciones iniciales sobre la película. Dos de los actores, Ganz y Prochnow, nacidos en 1941, sólo tienen recuerdos fugaces del último año de la Segunda Guerra Mundial. "Creo que, en cierto modo, la mía es una de las últimas generaciones que realmente tienen derecho a representar a estas personas", comentó Prochnow. "Hemos crecido después de la guerra con todo lo que sucedió, en las ruinas de Berlín y entre los escombros.Y sí, estábamos hambrientos, tuvimos enfermedades y como niños, preguntábamos a nuestros padres, ¿por qué ha ocurrido esto? ¿Cómo pudo ser? Por lo tanto, esto era algo de lo que tenía muchas ganas de formar parte".
"No quedan muchos testigos vivos ya", afirma Bruno Ganz, hablando de la importancia de hacer una película como REMEMBER. "En pocos años no quedará ninguno. Hay una diferencia entre hablar con alguien que estaba allí y lo vivió todo durante el Holocausto, y ver películas o leer libros sobre el tema. Pero creo que si queremos recordarlo, a un nivel emocional incluso, entonces tenemos que hacer películas sobre ello".
Maquillaje - El envejecimiento
El Santo Grial del envejecimiento en maquillaje es asegurarse de que la esencia del actor no queda sumergida bajo capas de cremas, que parezca auténtico, y que se pueda lograr con rapidez cada día. El peligro con el envejecimiento con maquillaje, es que no es crear extraterrestres o seres extraños, sino un aspecto de una persona mayor más familiar. "Un mal maquillaje aplicado puede desconectar a la audiencia, y nadie quieres eso", observa el nominado al Oscar Adrien Morot, jefe de maquillaje en REMEMBER.
Lo primero que sorprendió a Morot al leer el guion fue:"¿Cómo vamos a conseguir que todos estos actores estén en el mismo nivel en términos de edad?" Era una preocupación lógica dado que muchos actores del reparto principal tienen que aparentar 90 años y claramente, ninguno de ellos los tiene.
Las técnicas utilizadas varían de forma curiosa. Para Christopher Plummer, "era una tortura cada mañana, porque teníamos que pintar cientos de arrugas en su cara", cuenta Morot, que utilizaba un cepillo largo superfino y pintaba cada arruga, una por una hasta 80, en cada lado de la cara, profundizando las grietas y acentuando las líneas existentes.
La caravana de maquillaje era un lugar de mucha actividad, el maquillaje de Martin Landau, similar al de Plummer, requiere una mano mucho más constante porque este actor en particular es un narrador. "Martin es un hombre muy hablador y a él le gusta contar sus historias a medida que vas aplicando el maquillaje, sobre todo cuando hay otras personas presentes. Es muy divertido, pero se mueve mucho. Bruno Ganz fue fantástico. Es un poco más joven, así que tuvimos que hacer un esfuerzo adicional y cubrirlo de látex. Y luego estaba Jürgen, que es aún más joven. Él es muy saludable y de aspecto tiene esta enorme cabeza llena de pelo, como Richard Gere. Su pelo y su maquillaje nos llevaban unas 2 horas y media".
Morot cuenta, según su experiencia, que "los hombres son a menudo mucho más fáciles de llevar en términos de envejecimiento de maquillaje que las mujeres. Las mujeres tienden a no disfrutar con el proceso. ¡Suelen quedar horrorizadas! Los actores más jóvenes (de ambos sexos) reaccionan mucho más sorprendidos que los actores mayores. Como actor, uno se acostumbra a verse a sí mismo con su edad. ¡Al final del día de repente (chasquea los dedos), vuelven a ser jóvenes!".
El momento oportuno
Tras la cámara durante el rodaje, los acontecimientos de la vida real en el verano de 2014 estaban cobrando enervantes similitudes con la película. Johann Breyer, de 89 años, sospechoso de crímenes de guerra nazis que vivía en Filadelfia, buscado por las autoridades alemanas por su presunto servicio como guardia de las SS en Auschwitz, murió bajo la custodia del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos mientras su solicitud de extradición era estudiada por el Gobierno de USA.
La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945, hace 70 años. Para contar esta historia en tiempo presente, para ver cómo se desarrolla y como está sucediendo para Zev, debíamos prescindir de flashbacks. Tenía que estar en el presente.
Robert Lantos proporciona detalles de su decisión de hacer REMEMBER tan rápido como pudo después de leer el guion. "Ahora es el último momento en el que podemos contar esta historia. Dentro de diez años ya no sería realista estar contando una historia sobre un hombre que sufrió una pérdida en la década de 1940 por la que ahora reclama venganza. Tampoco sería realista pensar que el asesino de su familia en la década de 1940 todavía estaría vivo en 2025 ", dice Lantos. Si esta película se hubiera retrasado, lo que hubiera tenido que ser es una película de época, que tendrá lugar en el pasado, lo que pone una cierta distancia entre el público y la historia. Leía las noticias sobre el arresto de criminales de guerra que siguen viviendo en los EE.UU y Europa. Los intentos de llevarlos a juicio nunca se lograron debido a que habían muerto antes de que finalizara el proceso judicial. Esa es una de las razones por las que cuando leí el guion, entendí que ese hombre pese a su edad, decide tomar medidas drásticas, porque tomar acciones legales no tendría ninguna consecuencia".