A cambio de nada es una historia de amistad incondicional narrada en clave de comedia y rodada en escenarios reales de la periferia de Madrid.
Para su primer largometraje como director, Daniel Guzmán, ha contado con los jóvenes Miguel Herrán y Antonio Bachiller, que están arropados por un casting de actores encabezado por Luis Tosar, Felipe García Vélez y María Miguel. Además, la cinta cuenta con la participación de Antonia Guzmán, abuela del director, y parte fundamental de esta comedia.
El director
Tras numerosos trabajos realizados como actor en cine, televisión y teatro, Daniel Guzmán inicia su carrera en la escritura y dirección de películas con el cortometraje "Inseguridad". Más tarde, realiza el documental "Mar de Fondo" y en 2003 gana el Premio Goya al Mejor Cortometraje de Ficción con el cortometraje "Sueños", la Espiga de Oro al mejor cortometraje en el Festival de Cine Internacional de Valladolid y más de setenta premios nacional e internacionales. En los últimos meses, ha trabajado en la realización de varios spots de publicidad y en la campaña del Ministerio de Igualdad sobre la violencia de género titulada "Sin razón" Actualmente está llevando a cabo su primer largometraje "A cambio de nada" como director y productor.
Memoria de intenciones del director
A veces, para saber quienes somos debemos enfrentarnos a nuestro pasado. Un viaje duro, difícil y necesario que nos ayuda a conocernos y entender un poco mejor el mundo que nos rodea. Una búsqueda personal en la que podemos comprender la importancia del entorno familiar y social en el desarrollo de nuestra personalidad.
Diferentes circunstancias y acontecimientos moldean nuestro mapa interior pero hay una etapa en nuestra vida que incide de forma determinante en desarrollo personal: la adolescencia.
A cambio de nada es la historia de Darío, un chico de dieciséis años, que huye de su situación familiar buscando su lugar. Un viaje de maduración, conocimiento y aceptación personal que nos permite reflexionar sobre una de las etapas más importantes de nuestra vida.
A cambio de nada es también la historia de unos personajes de diferente generación que buscan atención y cariño. Personajes llenos de contrastes y contradicciones que intentan encontrar su lugar huyendo de sus propias miserias. Una historia intergeneracional llena de humor, alegría y cierto dolor.
Fellini decía que "Cuando uno habla de lo que conoce, de sí mismo, de su familia, de su terruño, de la nieve, de la lluvia, del despotismo, de la estupidez, de la ignorancia, de las esperanzas, de las fantasías, de los condicionamientos políticos o religiosos, cuando uno habla de la vida con sinceridad, sin querer aleccionar a nadie ni preconizar filosofías o transmitir mensajes, cuando uno lo hace con humildad y sobretodo con una visión proporcionada de las cosas, creo que lo que diga estará al alcance de todo el mundo y todos podrán identificarse con él".
Compartir nuestras propias experiencias nos ayuda a conocernos y entender un poco mejor el mundo que nos rodea. Ese es, para mi, el sentido y la necesidad de contar esta historia.
Memoria de estilo
Estilo Narrativo
Supongo que son muchas las influencias que han conformado mi manera de entender y hacer cine. Numerosos autores y diferentes corrientes cinematográficas han alimentado mi inquietud narrativa. Desde la conocida Nouvelle Vague, donde reducían al mínimo las intervenciones manipuladoras y artificiales hasta algunos ejemplos del cine contemporáneo europeo, iraní y asiático.
Autores como Truffaut, Godard, Hal Hartley, Mike Leigh, Alain Tanner, Erick Zonca, Thomas Vinterberg, Von Trier, Winterbotom, Kore-eda Hirokazu, Panahi, Farhadi y Haneke son algunos referentes con los que me identifico a la hora de contar historias. Películas como "Los cuatrocientos golpes", "Trust ̈, ̈Henry Pool", "El pequeño ladrón", "El círculo", "In this world", "Celebración", "Bailar en la oscuridad", "La pianista", "Nadie sabe", "Submarino" o la reciente "Nader y Simin: una separación" son algunos ejemplos de la línea cinematográfica que quiero desarrollar. Un cine realista y cercano al documental que articula los elementos necesarios para dar veracidad absoluta a la historia. Momentos de la vida representados de una manera sincera, orgánica y real.
El guión
Es la pieza fundamental sobre la que se sustenta todo el proyecto. A cambio de nada es una historia personal, cercana, llena de humor y emoción que aúna los elementos narrativos necesarios para conectar con el espectador. Mi reto principal ha sido la construcción de personajes llenos de vida que atrapen la atención del espectador y agarren sus sentidos. Personajes de carne y hueso envueltos en sus propias circunstancias y alejados de cualquier tipo de moralidad que intentan sobrevivir día a día.
El reparto
Junto al guión, el reparto es el otro pilar fundamental en el que se apoya este proyecto. La elección del reparto se ha basado en la búsqueda de la veracidad de la historia. Para ello, se han combinado actores profesionales junto a otros no profesionales.
El protagonista y su amigo son dos chicos de entre quince y dieciséis años sin ninguna experiencia profesional pero con el potencial necesario para vivir orgánicamente cada una de las situaciones imaginarias que propone la historia. Así mismo, el personaje de la abuela ha sido interpretado por mi propia abuela, una anciana de noventa años sin ninguna experiencia profesional pero con la naturalidad y la autenticidad que requiere su personaje. El resto de los personajes han sido creados por actores profesionales para conseguir la autenticidad necesaria que el proyecto requiere.
Dirección actoral
Mi experiencia profesional como actor a lo largo de numerosos años me ha dado el conocimiento y las herramientas necesarias para trabajar con los actores de una manera concreta y minuciosa.
Hemos realizado un análisis exhaustivo del guión en el trabajo de mesa para que todos los actores entendieran las motivaciones, necesidades y objetivos de sus personajes en función de la historia.
En el largo proceso de ensayos hemos trabajado rigurosamente para aportar los recursos necesarios para jugar y vivir orgánicamente la situación de cada secuencia huyendo de imposturas y convencionalismos que nos alejen de la credibilidad absoluta de la historia.