Basada en hechos reales, RACE, EL HÉROE DE BERLÍN presenta la increíble historia del mítico atleta Jesse Owens. El coloso de la velocidad saltó a la fama durante los Juegos Olímpicos de 1936, cuando dejó al planeta boquiabierto con unas marcas espectaculares que echaron por tierra la teoría de la supremacía de la raza aria de Adolf Hitler. Race, el héroe de Berlín es un filme apasionante sobre el valor, la determinación, la tolerancia y la amistad que lleva a la gran pantalla la historia de este hombre que luchó por convertirse en una leyenda olímpica.
Race, el héroe de Berlín sigue la pista de James Cleveland "Jesse" Owens (interpretado por Stephan James de Selma). Corrían los tiempos de la Gran Depresión americana, y Jesse, además de estudiar y entrenar, lidiaba con el peso de las expectativas familiares, la tensión racial que se respiraba en la Universidad Estatal de Ohio y su propia competitividad.
En la facultad, Jesse conoce a Larry Snyder (Jason Sudeikis), con quien forjará una gran amistad. Larry también será quien entrene al joven velocista y le ayude a darlo todo sobre la pista. Gracias al apoyo inquebrantable de Ruth Solomon (Shanice Banton), madre de su hija, las victorias de Jesse en las carreras universitarias dan sus frutos: es elegido para representar al equipo olímpico de EE. UU.
Siempre y cuando viajen a los Juegos de 1936, puesto que el comité olímpico estadounidense se plantea boicotear la cita como protesta contra Hitler. Las cabezas visibles del debate son el presidente del comité Jeremiah Mahoney (el oscarizado William Hurt) y el empresario industrial Avery Brundage (el oscarizado Jeremy Irons). Cuando Brundage consigue convencer al comité y EE. UU. confirma su presencia en los juegos, Jesse se encuentra con una situación racial y política muy complicada al llegar a Berlín con sus compañeros de equipo.
Mientras la realizadora Leni Riefenstahl (Carice van Houten de Juego de Tronos) se dispone a registrar los Juegos para la posteridad bajo la dura mirada de los oficiales nazi, Jesse ratifica su voluntad de competir con excelencia y honor. Ante los ojos de todo el planeta, el atleta puso de manifiesto la historia del racismo de su país y la opresión del régimen de Hitler. Owens demostró que los logros deportivos tienen una enorme relevancia tanto dentro como fuera de la pista, y se convirtió en un referente que sigue inspirando a millones de personas en la actualidad.