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  La horca  (The gallows)
  Dirigida por Travis Cluff, Chris Lofing
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El largometraje está protagonizado por Reese Mishler (de la serie online Youthful Daze), Pfeifer Brown (My Many Sons, proyecto que se estrenará próximamente), Ryan Shoos (As Night Comes), y Cassidy Gifford (God's Not Dead), y dirigido por Chris Lofing y Travis Cluff, responsables también del guion.

Jason Blum (Ouija y las sagas Paranormal Activity, Insidious y Sinister) ejerce de productor junto a Guymon Casady, de Entertainment 360 (quien ha trabajado en la serie de televisión Juego de tronos o en la película Steve Jobs), Dean Schnider (Shovel Buddies, proyecto que se estrenará próximamente, Siempre a tu lado. Hachiko), Benjamin Forkner (The Killing Room) y los propios Lofing y Cluff. Los productores ejecutivos son Dave Neustadter, Walter Hamada y Couper Samuelson.

Una película de Chris Lofing y Travis Cluff.

Este verano, aléjate del instituto... En todos los colegios hay un fantasma.

Escrita, dirigida y producida por Chris Lofing y Travis Cluff y grabada en su totalidad sin el patrocinio del sistema hollywoodiense, la película de terror La horca contó con un apoyo mucho menor para su adaptación a la gran pantalla: el del ordenador y la ingenuidad de sus creadores.

Lofing indica: "A Travis se le ocurrió el concepto inicial, y después lo desarrollamos hasta convertirlo en un guion provisional. Luego grabamos un tráiler promocional, principalmente para comprobar si la idea funcionaba y si nos parecía aterrador".

"También lo utilizamos para recaudar fondos y así grabar el resto de la película", bromea Cluff.

Los creadores colgaron el tráiler en internet y, mientras tanto, continuaron con la producción. Dean Schnider, de Film 360, una productora asociada a Management 360, lo vio, y desde 360 lo compartieron con la famosa productora Blumhouse, fundada por el veterano productor Jason Blum, quien nos cuenta: "La horca es la primera película que hacemos desde Paranormal Activity que cuenta con una estructura similar a esta última, ese aspecto de 'Cualquiera puede hacerlo', aunque, sinceramente, hay muy pocos capaces de lograrlo. Hemos visto muchos intentos, pero La horca tenía algo especial, no solo porque sus creadores se encargaron de todo el proyecto, sino porque funcionaba de verdad".

En palabras de Schnider: "Todos los días veo material de todo tipo, en blogs o páginas web de vídeos, bien porque soy curioso por naturaleza o porque quiero encontrar la próxima superestrella. Entonces vi este aterrador y espeluznante tráiler de dos minutos que me pareció único, y mi instinto me dijo que tenía que contactar con Chris y Travis".

De los dos, Lofing confiesa ser un auténtico seguidor del género de terror: "Ese tipo de películas siempre me ha servido de inspiración. Travis lo veía desde una perspectiva empresarial y se dio cuenta inmediatamente de las ventajas que tenía hacer algo con poco presupuesto, y el género de terror se prestaba perfectamente a ello ".

Cluff nos confirma: "Básicamente, apenas teníamos presupuesto, así que teníamos que encontrar la manera de seguir adelante con el proyecto. A Chris se le ocurrió entonces que podíamos grabarlo como un falso documental, lo que nos permitió hacer lo que queríamos respecto a producción y trama".

Lofing y Cluff se conocieron cuando el primero, que entonces tenía 19 años, se encontraba en Fresno, California, para el rodaje de un corto para su tesis, y Cluff figuraba entre los dobles para escenas de riesgo del mismo. Más tarde, cuando Cluff acudió al estreno del corto en Los Ángeles, se quedó impresionado con el resultado final y contactó con Lofing para una posible futura colaboración. Ambos crearon su propia productora, Tremendum Pictures, y La horca supone su primera colaboración profesional.

El productor Benjamin Forkner, de Entertainment 360, comenta: "Chris y Travis se complementan a la perfección en cuanto a lo que cada uno puede aportar, y juntos forman un gran equipo. Estuvimos encantados de trabajar con ellos para trasladar su visión a la gran pantalla".

Cuando Blumhouse y Entertainment 360 prestaron su apoyo para la financiación y coproducción, los directores, quienes también se encargaron del montaje y de los efectos especiales, pudieron terminar la película.

El productor ejecutivo Couper Samuelson, de Blumhouse, opina: "Parece que cada diez años más o menos, una película de este estilo consigue abrirse camino gracias a su excelente calidad. Sabemos por experiencia que es muy difícil que en una película haya una escena de verdadero terror, y mucho más que sean varias, como en el caso de La horca. También es todo un reto que las interpretaciones resulten naturales teniendo en cuenta el dramatismo que tienen que mostrar los actores de una película de terror, sobre todo en películas que tienen un estilo de falso documental. Travis y Chris hicieron un trabajo magnífico, y estamos encantados de formar parte de él".

"Viene a por mí..."

En La horca, cuatro estudiantes de instituto están en grave peligro tras quedarse encerrados en el auditorio por la noche. Tres de ellos, Reese, Ryan y Cassidy, se encontraban allí para sabotear los escenarios de la próxima obra de teatro del instituto; la cuarta, Pfeifer, es la protagonista de la misma, y les ha seguido porque sospechaba que no tramaban nada bueno.

Independientemente de los motivos que tuviera cada uno, da la sensación de que Charlie llevaba mucho tiempo esperando a que llegara esta noche.

Para fomentar una sensación de terror real en la interpretación del elenco, Cluff y Lofing escogieron a actores que no vivieran en Los Ángeles ni conocieran Fresno, California, lugares en los que tendrían que grabar y de los que se dice que están embrujados. Asimismo, los directores fueron mostrando el guion por partes al elenco a lo largo de la producción, y también les enseñaron fotografías, artículos periodísticos y páginas web que hacían referencia a la historia de Charlie Grimille y los incidentes ocurridos tras su muerte.

Para que esta sensación fuera incluso más auténtica para el reparto, los directores utilizaron los nombres reales de los actores para sus respectivos personajes. Por lo tanto, Reese Mishler interpreta a Reese Houser, Pfeifer Brown a Pfeifer Ross, Cassidy Gifford a Cassidy Spiker y, por último, el único actor que ha conservado tanto su nombre como su apellido, Ryan Shoos, que interpreta a Ryan Shoos.

En palabras de Schnider: "El hecho de que Chris y Travis decidieran utilizar los nombres reales de los actores fue simplemente una idea muy ingeniosa que se vio reflejada en un estilo que han mantenido durante toda la película: lo más centrado, crudo y auténtico posible".

Los actores también contaron con un gran margen de improvisación. "Nuestro guion era muy simple, así que buscamos a actores que tuvieran la capacidad de desarrollarlo", indica Lofing. "Todos los miembros del reparto tienen una tremenda habilidad para la improvisación, y se han encargado de que todo cobrara vida".

Como el personaje de Ryan también ejerce de narrador convertido en cámara durante gran parte de la película, los directores tuvieron en cuenta que el actor que consiguiera el papel también tenía que parecer un habilidoso camarógrafo aficionado. Lofing explica: "Buscábamos a alguien que pudiera manejar una cámara, pero que también tuviera esa energía con la que los espectadores pueden conectar. Alguien como ese amigo ligeramente antipático al que tienes todo el día encima, pero a quien consideras una persona divertida y a la que aprecias a pesar de todo. Además, es deportista, así que si tenemos en cuenta las convenciones típicas del instituto, es una persona popular. Ryan hizo un trabajo magnífico desde el principio. Travis y yo supimos que era el candidato perfecto".

Shoos describe a su personaje como "uno de los tipos más guays, en su humilde opinión. Juega en el equipo de fútbol, tiene una novia despampanante y es un chaval divertido".

En cuanto a la cámara que siempre lleva encima, Shoos indica: “Mi personaje cree que a todo el mundo le encanta que le graben, así que les apunta constantemente con el objetivo. Pero a lo que no puede resistirse es a gastarles bromas o ponerles en ridículo y hacer de las suyas con sus amigos".

Pero estas travesuras les causarán serios problemas, sembrarán el caos a su alrededor y supondrán un grave peligro para ellos. Shoos nos cuenta más detalles: "Ryan convence a Reese y a Cassidy para que destruyan los escenarios la noche previa a la representación. Deciden colarse en el instituto para sabotear la obra de teatro y, como de costumbre, Ryan lleva su cámara, pues no va a perder la oportunidad de grabar algo así. Pero entonces empiezan a ocurrir cosas extrañas y sucesos escalofriantes y paranormales que no tienen explicación. Sus teléfonos móviles no funcionan, los escenarios que han destrozado vuelven a estar en su sitio y las puertas están atrancadas. Al principio son pequeñas cosas, pero después todo va a peor".

Acompañando a Ryan en la que resulta ser la peor noche de su vida se encuentra su mejor amigo, Reese, su compañero en el equipo de fútbol y protagonista masculino de la obra, aunque sus verdaderas inquietudes no son precisamente artísticas, sino que en realidad participa en la representación porque está coladito por su compañera de reparto, Pfeifer.

Según Lofing: "Reese también es deportista, pero es muy modesto, y en ese aspecto es muy diferente de su amigo. Actúa en la obra de teatro, aunque en realidad no le interesa demasiado. O por lo menos eso es lo que le dice a Ryan, quien cree que Reese solo está interesado en pasar más tiempo con Pfeifer. Ryan se burla constantemente de su amigo, como suele ocurrir entre colegas, y cuando elabora un plan para destruir los escenarios de la obra, no le cuesta mucho convencer a Reese para que le acompañe".

Cluff añade: "Reese es el protagonista humilde; un atleta que no es para nada engreído. A todo el mundo le cae bien, pues es el tipo de persona que defendería a un empollón al que están haciendo la vida imposible".

Su papel en la obra le ha dado la oportunidad de conocer más detalles sobre esta desafortunada historia. Mishler detalla: "En la producción de 1993, de la que podemos ver un pequeño fragmento al principio, se suponía que Charlie iba a interpretar al verdugo, pero el actor se puso enfermo esa noche y él tuvo que sustituirle en el último momento. Pero el mecanismo de la horca no funcionó bien, las trampillas se rompieron, y Charlie cayó y se ahorcó. Murió frente a un público formado por padres, profesores y niños y, por esa razón, la idea de realizar la obra de nuevo se presentaba con cierta hostilidad".

Hostilidad... y rumores. "Mucha gente piensa que su espíritu vaga por el instituto", confirma Mishler. "Todo el mundo ha visto u oído algo. Mi personaje es precisamente el del tipo que tiene que sustituir al protagonista, es decir la persona que murió en el famoso accidente, así que se siente un poco raro".

Dejando a un lado los miedos y los sucesos sobrenaturales, Mishler piensa que los seguidores del género de terror no solo apreciarán las partes espeluznantes de la historia, sino que también podrán ponerse en el lugar de los personajes: "Todos hemos ido al instituto y hemos pertenecido a algún grupo o nos ha gustado más el teatro o los deportes, y eso ya nos sirve para empatizar con la situación por la que tienen que pasar estos jóvenes y con los sentimientos propios de su edad. Después, cuando las cosas empiezan a ponerse feas, sentirás como si estuvieras allí con ellos, lo que hace que las escenas de miedo sean incluso más aterradoras".

Lofing indica: "Reese Mishler tiene mucho talento. Encajó a la perfección con el papel del 'buenazo', pues tiene mucha facilidad para transmitir esa sinceridad. Ha participado en muchas escenas emotivas en la película y su interpretación ha sido brillante. Fue fantástico darle solamente unos pequeños detalles de dirección y ver cómo los sentimientos nacían de él".

Una de las mejores amigas de Reese es Cassidy, capitana de las animadoras y novia de Ryan, el bromista. Cluff recuerda que: "Cuando conocimos a Cassidy Gifford durante el proceso de casting para encontrar a la actriz adecuada, tanto Chris como yo pensamos: 'Es demasiado perfecta; encaja demasiado bien con el papel; no puede ser tan fácil'. Así que hicimos la prueba a 20 o 30 chicas más, pero nos dimos cuenta de que podíamos habernos ahorrado todo ese tiempo si nos hubiéramos quedado con ella desde el principio. Lo hizo genial".

Lofing coincide con su compañero: "Le aportó mucho al personaje. Como Ryan, tiene momentos divertidos, pero cuando la situación se puso seria, supo adaptarse al momento y transmitir intensidad en cada toma. Estuvo fantástica; no tuve que darle muchas indicaciones porque todo lo hizo perfecto".

En palabras de Gifford: "Cuando era pequeña me encantaban las películas de terror, así que nunca habría descartado intervenir en una, pero participar en una de verdad ha sido más difícil de lo que me habría podido imaginar. Probablemente todo el mundo opine lo mismo sobre el rodaje de una película de terror pero, a veces, cuando había que rodar escenas por la noche y solo estaba acompañada por un pequeño grupo de personas que forman parte del equipo y del reparto, ¡tenía miedo de verdad! Como no participó mucha gente en el proceso de producción, muchas veces teníamos que permanecer solos en un pasillo oscuro y sin que sucediera nada a nuestro alrededor. Escuchábamos o veíamos cosas que parecían muy reales; te engañaría si te dijese que no pasé miedo en más de una ocasión".

Aunque en cierto modo el personaje de Cassidy participa por casualidad en el plan, es el primero en sufrir las consecuencias cuando le empiezan a aparecer marcas extrañas en el cuello, a pesar de que nadie, o por lo menos nada humano, la ha tocado. Gifford añade: "No funcionan los móviles y las puertas están atrancadas; Ryan intenta calmarla, pero ella sabe que algo no va bien. De repente comienzan a aparecerle heridas en el cuello y siente como si alguien la hubiera empujado, pero no hay nada a su alrededor. En ese preciso instante, decide que quiere irse de allí. Ya no se trata de una broma".

Del mismo modo que Cassidy y Ryan forman la clásica pareja de animadora y deportista, otra de las situaciones típicas de un instituto es la protagonizada por Reese, quien intenta ocultar lo enamorado que está de una de sus compañeras de clase. Cuando le ofrecen participar en la obra de teatro La horca junto a su amor platónico, Pfeifer, la oportunidad de pasar tiempo con ella durante los ensayos y, al final de la obra, darle un beso en el escenario, es demasiado tentadora como para que el vergonzoso miembro del equipo de fútbol la rechace.

Lofing indica entre risas: "Pfeifer es una reina de la interpretación, literalmente. Está obsesionada con el teatro; es algo que le corre por las venas. Es la responsable de que se celebre un homenaje por el aniversario del trágico suceso relacionado con la obra de teatro y de que se realice una nueva representación de la misma; además, como no podía ser de otra manera, es la protagonista, y se ha encargado de imprimir los programas y de pedirle a su atractivo compañero que forme parte del proyecto".

Según Lofing; "El personaje está basado en un par de compañeras que tuve en el instituto. Tuve la oportunidad de participar en un par de obras y también acudí a varias clases de interpretación, y siempre te encuentras con un compañero para el que el teatro es su vida, como por ejemplo una chica que es una auténtica maniática del control y siente que se acaba el mundo si hay un elemento de atrezo mal colocado o si se te olvida entrar a tiempo. Esa fue la persona que se me vino a la cabeza cuando creamos el personaje de Pfeifer".

Pfeifer Brown, quien da vida a la joven actriz dramática, afirma: "A mi personaje le encanta actuar y cantar. A su madre también le apasionaba este ambiente cuando iba al colegio, y digamos que le ha inculcado la misma pasión a su hija. Pfeifer ha conseguido el papel protagonista en todas las pruebas a las que se ha presentado, y se ha autoproclamado responsable de prácticamente todos los aspectos de la producción. Es una de esas personas que piensa que el teatro es un arte en decadencia, y está decidida a revivirlo por sí misma. Como nunca se pudo finalizar la representación de esta obra concreta, cree que es su deber que la familia del joven, el equipo y el elenco que formaron parte de la misma en su día puedan verla terminada y cerrar heridas".

Aunque al personaje de Pfeifer le suele molestar que Ryan tenga que grabar con su cámara a todo el mundo y todo lo que sucede, Brown admite: "Me pareció que la idea de que tuviera un estilo de falso documental fue magnífica. El guion me encantó, pues la historia tiene muchos giros y me tenía totalmente enganchada".

El auditorio es el escenario principal de la historia, y Brown reconoce que el lugar daba un poco de miedo: "Tal y como les sucede a los personajes, a nosotros también nos tocó quedarnos atrapados en un instituto en mitad de la noche, ¡y teníamos la sensación de que no debíamos estar ahí!"

Además de encargarse de numerosas tareas tras las cámaras, Cluff y Lofing también aparecen brevemente en la película. "Yo interpreto al profesor de teatro y Chris es un estudiante al que tengo que gritar porque no apaga el móvil durante las clases. Pero ahí acaba nuestra participación".

En cuanto al reparto, Jason Blum opina: "Las interpretaciones naturales son fundamentales en esta película, y tanto Chris como Travis han encontrado a unos actores fantásticos".

"Este lugar es espeluznante por la noche..."

Puede que nada saque más provecho de las fobias del público que hacerles sentir atrapados en el típico sitio que tienen que frecuentar todos los días y atormentarlos con una fuerza invisible y desconocida. "Te podría pasar a ti también", o eso parecen decir los creadores mientras, uno por uno, los personajes que aparecen en la pantalla se enfrentan a distintas y horripilantes muertes prematuras.

En La horca, ese lugar es el auditorio del instituto. Todos los cinéfilos han estado en uno, da igual cuál sea su ciudad natal, y por eso pueden sentirse identificados con los personajes.

Según Lofing: "Incluso el lugar que más familiar te resulte de todo el mundo se vuelve muy diferente por la noche. A muy pocos les gustaría pasar una noche en un instituto vacío en el que los pasillos están desiertos y todas las puertas cerradas. La mayoría de nosotros se asustaría bastante desde el principio.

Aparte de todo esto, de repente empiezan a ocurrir sucesos sobrenaturales y la intensidad de los mismos no hace más que aumentar, pero como nadie sabe que estos muchachos están encerrados en el instituto, no tienen posibilidad alguna de que alguien les ayude, así que la situación se vuelve desesperante".

Algunas escenas exteriores se grabaron en Beatrice, Nebraska, la ciudad natal de Lofing en la que está ambientada la película. Sin embargo, el rodaje de La horca se llevó a cabo principalmente en Fresno, California. El auditorio Veteran's Memorial es el escenario principal en el que se desarrolla la historia, donde los creadores rodaron noche tras noche y se encargaron de aumentar el realismo de las secuencias, tanto para el reparto como para el público.

"Es raro grabar en un escenario interior por la noche, pero se hizo así para que los actores tuvieran la sensación real de estar sumidos en una oscuridad total, como lo estarían sus personajes".

Una de las escenas favoritas de Cluff, grabada por casualidad un viernes 13 y el décimo tercer día de rodaje, también contó con ese toque realista para los que participaban en ella. "No es broma, era viernes 13, el décimo tercer día de rodaje y teníamos que grabar cómo se ahorcaba un personaje".

Cluff y Lofing debatieron a fondo cómo podían hacer que la secuencia resultara lo más real posible para obtener la mejor respuesta por parte del público. "El público estaba formado por extras que veían la versión original de la obra, del año 1993, y ya habíamos ensayado la escena antes", indica Cluff. "Explicamos a los protagonistas, que ya conocían la historia, lo que íbamos a hacer, pero no le dijimos al público que Charlie se iba a ahorcar, sino que ensayamos una especie de simulacro en el que el actor se deshacía de la soga y escapaba, para que, de este modo, pensaran que eso es lo que se supone que tenía que suceder. Los actores de la obra tenían que reaccionar como si no fuera lo que tenía que ocurrir.

Sin embargo, cuando rodamos esa escena, tanto Chris como yo queríamos que los actores principales también se sorprendieran, incluyendo al muchacho que interpreta a Charlie, así que provocamos que la situación sucediera antes de que nadie se lo esperara".

Por supuesto, conseguimos realizar la broma con total seguridad, ya que contamos con un doble de riesgo/coordinador de seguridad que estaba vestido como si formara parte del elenco. "Salió corriendo, como si fuera el mejor profesor de teatro del mundo, y gritando: '¡Charlie, Charlie! ¡Que alguien llame a un médico!' Los actores estaban perplejos, pero el público se encontraba en estado de shock, y algunas de sus expresiones fueron divertidísimas".

El joven actor que interpreta a Charlie pudo vengarse de los directores. "Tardó muchísimo en perdonarnos. Pero la escena quedó perfecta".

Dicha secuencia es la primera de la película, y parece que se ha grabado con una cámara de vídeo doméstica. Sin embargo, la mayor parte de la historia tiene lugar 20 años después, y se ha grabado de tal manera que el público piense que han utilizado la cámara más popular actualmente: la del móvil.

Los creadores contaron con varias cámaras de diferentes calidades, como una Canon C300, una Panasonic Lumix GH2, una RED y una Sony. "Creo que hemos utilizado casi todas las que existen", bromea Cluff.

Blum admira el ingenio de los creadores. "Los momentos más escalofriantes de una película de terror ocurren cuando la vida de los personajes corre peligro, pero cuando esto sucede, lo último que se te ocurre es seguir grabando con la cámara. Sin embargo, Chris y Travis han logrado que la presencia de la misma esté justificada de manera natural durante toda la película, lo que consigue llamar la atención de una forma muy interesante".

Aunque los directores se encargaron de la mayoría de aspectos relacionados con la película, así como del montaje y de los efectos especiales, decidieron recurrir a Zach Lemmon y 10K Islands para la composición de la banda sonora y al diseñador de sonido Brandon Jones, de Sound Method Post, para que diseñara el sonido del largometraje.

Jones recuerda: "Al principio, la película no tenía diseño de sonido y no contaba más que con la pista de diálogo. De hecho, había importantes secciones de la misma que transcurrían en completo silencio, aunque, ya de por sí, resultaban escalofriantes".

Jones se ha encargado de la totalidad del paisaje sonoro, e indica que "contaba con muchas y emocionantes posibilidades, pero al mismo tiempo, la situación me parecía sobrecogedora, pues sabía que tenía que crear la atmósfera, el tono, la tensión, los elementos paranormales y demás. Tenía un lienzo en blanco con el que podía dar rienda suelta a mi creatividad y divertirme. Estoy encantado de que Chris y Travis hayan confiado en mí para realizar este trabajo".

En palabras de Lofing: "Cuando empezamos a hacer la película, Travis y yo no estábamos muy seguros de poder dividir responsabilidades. Quizá yo podría encargarme más de la dirección y él de la producción, pero al final hemos colaborado de una manera equitativa en todo. El punto de inflexión se produjo cuando fuimos a la oficina de Jason Blum y, nada más entrar, nos encontramos con un cartel colgado en la pared en el que ponía 'Directores'. En él había fotografías de James Wan, director de Insidious y Expediente Warren: The Conjuring y Damien Chazelle, director de Whiplash, entre otros. Justo entonces nos miramos el uno al otro y supimos que nosotros también teníamos que estar en ese cartel".

En palabras de Blum: "Juntos, Chris y Travis han creado una experiencia terrorífica que le va a encantar al público. Sé por experiencia que a la gente le encanta pasar miedo de diferentes maneras como subiéndose en una montaña rusa, en una sala de cine a oscuras, o de cualquier modo que provoque que te sientas vivo y con el que experimentes un subidón de adrenalina. Creo que La horca es una película fantástica muy diferente a las demás... y sobre todo terrorífica".


Ficha artística
Cassidy Gifford - Cassidy
Pfeifer Brown - Pfeifer
Reese Mishler - Reese
Ryan Shoos - Ryan
Alexis Schneider
Price T. Morgan - Stage Boy
Mackie Burt