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  Cuatro fantásticos  (The fantastic four)
  Dirigida por Josh Trank
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CUATRO FANTÁSTICOS está interpretada por Miles Teller ("Whiplash") en el papel de Reed Richards; Michael B. Jordan ("Fruitvale Station" y "Chronicle") como Johnny Storm; Kate Mara ("House of Cards", de Netflix), que da vida a Sue Storm; y Jamie Bell ("Billy Elliot (Quiero bailar)" y "TURN: Espías de Washington", AMC) que encarna a Ben Grimm.

El reparto cuenta también con Toby Kebbell ("El amanecer del planeta de los simios") en el personaje de Victor von Doom, un brillante aunque rebelde programador de ordenadores y alumno del Instituto Baxter; con Reg E. Cathey ("House of Cards" y "The Wire") como el doctor Franklin Storm, padre de Johnny y Sue; y con Tim Blake Nelson ("O Brother!") como un miembro del consejo del Instituto Baxter, carente de escrúpulos.


La historia de los 4
Al igual que numerosos inventores y genios de los tiempos modernos, Reed Richards es de origen humilde. A la edad de 12 años, trabaja sin descanso en una jornada inacabable en el garaje de su madre y su padrastro, situado en su casa de las afueras de Oyster Bay, Long Island (Nueva York).

Allí, el joven inventor diseña un singular dispositivo de transporte de materia que ha improvisado inteligentemente de piezas rescatadas del desguace de su compañero de clase, Ben Grimm. El dispositivo, una "lanzadera cimática de materia" del tamaño de un ordenador de sobremesa, puede transportar objetos de un lugar a otro.

Cuatro años después, en la feria científica de su instituto, la innovación de Reed atrae el interés del doctor Franklin Storm, Decano del Instituto Baxter, un centro educativo y grupo estratégico dedicado a incubar las mejores ideas nuevas de alumnos de secundaria y universidad.

El doctor Storm pide al joven visionario que pase a formar parte de su equipo de élite, integrado por magníficos estudiantes. Reed se muda a Nueva York y se incorpora al programa de Baxter, donde ayuda a desarrollar una lanzadera que funciona gracias al importantísimo avance tecnológico que él ha desarrollado.

Una noche, Reed decide probar su dispositivo, que nunca ha sido utilizado en seres humanos; así que recluta a su amigo de la infancia, Ben Grimm, junto con el hijo del doctor Storm, Johnny Storm, y su compañero del Baker, Victor von Doom, para que viajen con él a otra dimensión que se parece a una Tierra primitiva: todo un planeta lleno de recursos energéticos naturales cuyas posibilidades son ilimitadas para quienes puedan controlarlo.

Por desgracia, la misión de los cosmonautas aficionados fracasa, provocando una explosión. Reed, Johnny y Ben resultan gravemente heridos junto con su compañera Sue Storm, hija adoptiva del doctor Storm, que se quedó en el laboratorio. Mientras tanto, Victor ha desaparecido.

En el periodo que sigue al incidente del Baxter, el gobierno conduce rápidamente a los cuatro jóvenes a una instalación ultrasecreta conocida como Área 57, donde, a lo largo de tres años, son encerrados, estabilizados, investigados y analizados.

Reed, Johnny, Sue y Ben comienzan a exhibir condiciones físicas sin igual que los dotan de habilidades extraordinarias: Reed puede estirar su cuerpo hasta alcanzar formas prodigiosas; Johnny puede incendiarse a sí mismo; Sue puede hacerse invisible y crear potentes campos de fuerza; y Ben se ha transformado en una criatura de piedra, de más de dos metros de altura y quinientos kilos de peso.

Mientras que los jefazos políticos y militares de Washington evalúan y tratan de aprovechar tan fantásticos poderes, los cuatro jóvenes deben hacer causa común al tiempo que intentan lidiar con sus nuevas habilidades y, al cabo, tratar de salvar a la Tierra de la misteriosa y poderosa fuerza.


Cómo los 4 se volvieron fantásticos
Los Cuatro Fantásticos ocupa un elogiadísimo puesto en la venerada historia de Marvel Comics. Creados por los legendarios Stan Lee y Jack Kirby, el primer número de "Los Cuatro Fantásticos" llegó a los kioscos en noviembre de 1961. La innovadora creación del primer equipo de superhéroes de Marvel, transmitió humanidad y humor a las historietas y marcó el comienzo de la Era Marvel, precediendo a otros personajes emblemáticos como Spider-Man, El Increíble Hulk y los X-Men. En ese histórico periodo de creatividad de principios de los 60, Lee y Kirby se inspiraron en la amenaza de la bomba atómica que formó parte del espíritu de los tiempos durante la Guerra Fría. Los efectos especulativos de la radiación de estas bombas nucleares se convirtieron en el origen de los superpoderes que poseían muchos de sus emblemáticos personajes.

Los relatos de los Cuatro Fantásticos giran en torno a personajes que no tenían que llevar máscaras y que, en ocasiones, chocaban entre sí. Las historietas estaban ambientadas en el mundo real a fin de que los lectores pudieran identificarse todavía más con los Cuatro.

Una actualización contemporánea, "Ultimate Fantastic Four", una serie de 60 números que salió a la venta en 2004, reinventó los orígenes de los Cuatro. Junto con varias historias y temas de los libros originales de los Cuatro Fantásticos, la serie "Ultimate" inspiró la línea argumental de la nueva película CUATRO FANTÁSTICOS.


Creación de los 4 – Los realizadores
Antes de la era de Internet de banda muy ancha, numerosos jóvenes realizadores en ciernes se iniciaron con los vídeos musicales y los anuncios. Pero en época más reciente han sido descubiertos a través de la nueva escuela de vídeos cortos "Do It Yourself" ("Hágalo Usted Mismo") (DIY) en canales como YouTube y Vine.

En 2007, un joven de Los Ángeles, aspirante a realizador, Josh Trank, creó un corto de 85 segundos basado en "La guerra de las galaxias" -"Stabbing at Leia’s"-, que alcanzó enorme e inmediata popularidad y se convirtió en una sensación de Internet, consiguiendo millones de visualizaciones en sólo unas pocas semanas.

La inteligencia y el realismo del vídeo llamó la atención de los ejecutivos de Twentieth Century Fox. El Estudio no tardó en contratar a Trank para que rodara su primer largometraje, "Chronicle", una apasionante historia de tres jóvenes que descubren un misterioso poder subterráneo que les da habilidades que superan su capacidad de comprensión, además de acentuar sus características más siniestras. La película, rodada en formato de material recuperado, se convirtió en un éxito mundial de taquilla y en una sensación entre los críticos. "Chronicle" tenía un tono y un estilo ajustado a la realidad que posteriormente informarían a CUATRO FANTÁSTICOS.

En aquella época, Fox tenía en fase de desarrollo una nueva versión profundamente renovada de Los Cuatro Fantásticos. Con temas semejantes a los expuestos en "Chronicle", la película de Trank inspirada en superhéroes, y la afición del director por las historietas clásicas de Marvel, los ejecutivos del Estudio sabían que disponían de la persona perfecta para una nueva y apasionante interpretación de la Primera Familia de Superhéroes de Marvel.

Trank pertenece a una generación que creció con libros de historietas y con unas adaptaciones cinematográficas de los mismos que poseían un tono intrigantemente oscuro, que también inspiraría su concepto de unos nuevos CUATRO FANTÁSTICOS.

Se incorporó al proyecto con un mandato clave: "El punto de partida es la película que yo, como aficionado, realmente quería ver", dice. "Algo nuevo que no teme resultar subversivo ni desafiar la forma como supuestamente debería hacerse". Primero, quería mostrar los orígenes de los Cuatro en sus años más jóvenes, antes de que se convirtieran en un equipo. Igual importancia tuvieron sus esfuerzos por lograr un tono realista, emotivo y con el que fuera fácil identificarse. "Sus poderes están en consonancia con los libros de historietas, pero en vez de considerarlos poderes, representan retos que convierten a cada uno de ellos en un hándicap si fueran a reincorporarse a la sociedad", explica Trank.

Trank situó el argumento y los personajes en un mundo marcado por la diversidad que refleja el de nuestros días. Este objetivo sería alcanzado en el reparto, el argumento, el tono y el diseño de la película.

La historia tiene lugar antes de que el equipo se haga famoso en todo el mundo. No llevan uniformes de Spandex y todavía tienen que adoptar sus familiares apodos de Sr. Fantástico, Mujer Invisible, La Antorcha Humana y La Mole.

Con Trank incorporado al proyecto, 20th Century Fox pidió a Simon Kinberg que se hiciera cargo del guión y la producción. Habiendo producido "X-Men: Primera generación" en 2010, y escrito y producido "X-Men: Días del futuro pasado", este admirador de toda la vida de los libros de historietas era la persona ideal para trabajar con Trank en CUATRO FANTÁSTICOS.

Kinberg dice que fue Trank quien facilitó un punto de entrada al proyecto. "Josh tenía clarísimo cuál sería el tono y la voz de la película que la harían distinta de las anteriores de los mismos personajes y de cualquier película de este género. La norma dictada por Josh consistía en crear una historia con los pies en el suelo, realista y que tratara el fin de la adolescencia".

Trank añade que una cosa que siempre le gustó de Los Cuatro Fantásticos es que, en realidad, nunca fueron superhéroes. "Eran exploradores y aventureros", observa. "Siempre iban de acá para allá, metiéndose en peligros en otros planetas y en otras dimensiones. Un buen número de sus luchas son muy simbólicas de aquéllas a las que cualquier joven se enfrenta".

Kinberg afirma que aunque Trank tiene diez años menos que él, compartieron muchas piedras de toque cinematográficas, incluidas "E.T.: El extraterrestre", "Encuentros en la tercera fase", "La guerra de las galaxias" y "Terminator". Estos puntos de coincidencia contribuyeron a influir tanto sobre el tono de la película como sobre la decisión de adoptar un enfoque más práctico de la realización, en lugar de fiarlo todo a los Efectos Visuales Especiales (VFX).

Kinberg se unió a un equipo de producción que también fue responsable de otras adaptaciones clave de Marvel para 20th Century Fox: el productor Hutch Parker, que lo fue de "X-Men: Días del futuro pasado" y de "Lobezno inmortal"; Gregory Goodman, que produjo "X-Men: Primera generación"; y Matthew Vaughn, guionista y director of "X-Men: Primera generación".

Parker, ex presidente de producción de 20th Century Fox, ayudó a pilotar la franquicia de "X-men" durante su larga permanencia en el estudio. "Lo que realmente me atraía de CUATRO FANTÁSTICOS era el concepto de Josh", afirma Parker. "Josh tiene una idea muy específica de qué es lo que hace que la historieta sea especial, y que se irradia a través de cada faceta de la película. Él quería hacer algo que, en su opinión, no se hubiera hecho. Quería que sus CUATRO FANTÁSTICOS fueran agresivos pero sin dejar de ser accesibles. Nos identificamos con la idea como con la odisea de un héroe o, en este caso, las odiseas de cuatro héroes".

En línea con ese ideal, Kinberg puso manos a la obra para crear un guión que tratara la transformación de los Cuatro no como un gran don, sino como una pérdida del control de sus cuerpos. "Debería dar la sensación de que eran personas reales que había sufrido repentinamente el impacto de unos cambios físicos espeluznantes", explica. "Uno queda transformado físicamente, lo que afecta a cada aspecto de su vida".

"Cuando los vemos por primera vez enfrentarse a estas habilidades, el fenómeno no es tratado como si fuera un truco ni un juego", añade Parker. "Por ejemplo, Johnny sufre por el miedo que le da pensar que el fuego lo está consumiendo".

Kinberg planificó en toda una parte del argumento dónde estarían estos personajes dentro de 10, 20 ó 30 años. "Esto me obligó a hacerme preguntas como de qué manera evolucionarían y qué llegarían a ser. Al final de esta historia, los Cuatro no son superhéroes. No son personajes públicos. Ni siquiera acaban de sentirse cómodos con sus poderes. No tienen ni sus nombres clave ni su vestuario. Este tipo de historia de los orígenes facilita conseguir más matiz, más carácter y más humanidad".

Si bien CUATRO FANTÁSTICOS ha sido puesta al día en lo referente a su tono, reparto y diseño, conserva muchos de los distintivos emblemáticos de los libros. En la película aparecen varios iconos de los Cuatro Fantásticos tales como el Edificio Baxter, la sede central del Instituto Baxter, casi en las afueras de Nueva York, donde el doctor Franklin Storm encabeza una promoción en la que figuran las mentes más distinguidas de las ciencias físicas, tecnológicas y biológicas. "Pero lo principal que conservamos de la encarnación original de "Los Cuatro Fantásticos" de Kirby y Lee es la noción de que forman un cierto sustituto de familia", comenta Kinberg. "El motivo por el que la historieta ha resistido tantos años es su dinámica familiar. Ésa es la esencia de lo que tomamos de los libros originales, junto con algo de la diversión, la aventura y el optimismo".

"Si CUATRO FANTÁSTICOS tiene un mensaje básico", explica Trank, "éste es que hay superar las cosas juntos, afrontando todo lo que la vida te lance, y llegando al otro extremo sin habernos abandonado mutuamente".


Les presentamos a los 4
Los realizadores querían un elenco coral que encarnase a unos personajes arraigados en la realidad y las costumbres sociales contemporáneas.

"Realmente quería a actores dramáticos; a grandes actores", manifiesta Kinberg. "Actores con antecedentes profesionales en los que los personajes fuesen la fuerza motriz. Así es como enfocamos las películas de ‘X-Men’".

Después del accidente que los transforma, se crea entre los Cuatro un vínculo singular y llegan, además, al acuerdo de que siempre acudirán en ayuda de cada uno de ellos. Los Cuatro empiezan a darse cuenta de que cuando trabajan juntos, su fuerza llega al punto máximo. Por ello era esencial elegir a actores que pudieran identificarse unos con otros de forma convincente y completarse de la misma forma: como miembros de una familia.

El jefe del equipo es el brillante Reed Richards. Desde que era un niño, el sueño de este joven inventor fue crear un dispositivo de teletransporte. Años después, su deseo se ve cumplido cuando crea en el Instituto Baxter una máquina para viajar de una dimensión a otra: la Puerta Cuántica. Pero una misión de prueba fracasa y deja a Reed y a sus amigos dotados de nuevos e inusitados poderes. El propio Reed puede estirar sus miembros hasta una longitud extraordinaria y transformarse adoptando otros aspectos.

"Reed Richards es uno de los grandes cerebros del universo de los libros de historietas", señala Kinberg. "Lo que convierte a Reed en interesante es que sea una persona ética, pero como quiere expandir sin cesar los límites de la ciencia, en ocasiones va más allá de lo que es prudente. El Reed que hemos creado es un personaje infinitamente curioso, que busca ampliar fronteras y que se siente más cómodo hablando de ciencia que de cuestiones personales. Reed está tan centrado en su trabajo que habitualmente no conecta con el resto del mundo. Pero cuando conecta, lo hace de forma muy divertida y, a veces, profunda".

Miles Teller, una de las nuevas estrellas de Hollywood en más rápido ascenso, recientes todavía sus éxitos en "Whiplash" y en la película independiente, aclamada por la crítica, "Aquí y ahora"; así como en el papel de Peter en la exitosa serie de películas de YA "Divergente", interpreta a Reed Richards, uno de los personajes más importantes del universo de superhéroes de Marvel.

"Miles transmite la inteligencia necesaria para Reed, pero también algo de natural malicia", apunta Kinberg. "Tiene algunos aspectos más siniestros". Hutch Parker añade: "Miles es siniestramente divertido, como sabe cualquiera que haya pasado algún tiempo con él, pero también tiene una calmada reserva que nunca le habíamos descubierto. Es inherentemente más rico y promete algo más impredecible del personaje".

Teller asegura haberse dado rápidamente cuenta de lo famosos y admirados que son los Cuatro en el ranking de los superhéroes. "Sé que es la historieta favorita de muchos porque son los primeros superhéroes que realmente tienen problemas. Son los más humanos de todos ellos".

Teller hace hincapié en que la película retrata a Reed como a un joven y no como al personaje legendario en que al final se convierte. "Tengo que interpretar a un personaje al que todos conocen a partir de un cierto momento de su vida y hacerle retroceder veinte años", dice Teller. "Lo que de verdad me gusta de Reed es su concentración y su hiperinteligencia. Creo que ser el más listo de la clase es un gran activo. Es mucho poder. Pero cuando uno es tan inteligente, hay pocas personas capaces de comprenderlo, así que me limité a interpretar a alguien un poco más introvertido. Él no trata de ser un tipo legal. Todo lo que quiere es construir su Puerta Cuántica. Eso es lo que lo mueve; es un auténtico pionero".

Como la habilidad de Richards de estirarse fue creada mediante Imágenes Generadas por Ordenador (CGI), Teller observa que fue la dirección de Trank sobre el plató lo que le ayudó a visualizar y realizar esos movimientos hipernormales. Trank hablaba a través de un micrófono con Teller y los demás actores durante esas escenas de VFX, para ayudar a describir las acciones o los ambientes que más tarde se crearían mediante CGI. "Como actor, lo más importante es ser específico y estar centrado", afirma Teller. "Cuando uno está haciendo esas cosas abstractas –imposibles en la vida real–, no es posible ensayarlas. Así que lo más importante para mí es formarme una imagen de todo ello".

Otro miembro del equipo, Johnny Storm, es un joven y célebre buscador de aventuras que no quiere tener nada que ver con el programa científico de su padre, el doctor Storm. Pero cuando se mete en líos por culpa de un accidente durante una carrera ilegal, su padre insiste en que se matricule en Baxter, con lo que Johnny se convierte, contra su voluntad, en participante en el más reciente proyecto del Instituto. Después de la chapuza de la misión, Johnny se convierte en una bola de fuego humana y voladora. Sin embargo, a diferencia de los otros, Johnny es quien más rápidamente se adapta a sus nuevos poderes y disfruta de ellos.

Trank nos cuenta que Johnny incorpora algo del "síndrome del hijo del jefe". "El doctor Storm, jefe del Instituto Baxter, es un tipo muy listo, pero Johnny tiene un problema con él porque su padre presta muchísima más atención a cada uno de los demás alumnos que le rodean. Hay resentimiento y Johnny no quiere seguir sus pasos. Aunque a su dinamismo le acompaña un elevado coeficiente intelectual, prefiere divertirse y hacer lo que quiere".

Kinberg añade que "toda la explosión que se produce antes y después de que Johnny se transforme en la Antorcha Humana, tan sólo enmascara lo que está debajo: un joven que busca más atención por parte de su padre. Es un muchacho que creció junto a un padre que también lo era para montones de alumnos y, en cierto modo, era incapaz de concentrarse en serlo de su propio hijo. Así que se alejó de su padre".

Prosigue Kinberg: "De cierta forma, Johnny es el más divertido, más animado y más alocado de los Cuatro; es el que hace que más gente quiera ser como él. La simple idea de un tipo que pueda pegarse fuego a sí mismo y volar resulta naturalmente atractiva, pero también tiene algo de donjuán y es un poco gallito. Todo esto se confabula para que se le considere la ‘estrella de cine’ de los Cuatro. Lo bueno fue que encontrásemos a Michael B. Jordan, que realmente está a la altura".

Los realizadores también advierten que Jordan aportó al personaje una profundidad esencial. "Michael tiene la chulería y las cualidades de hombre-espectáculo; puede interpretarlo todo. Pero Michael también tiene una humanidad, un sentimiento ligeramente herido o una vulnerabilidad que da otras dimensiones a Johnny Storm", explica Kinberg.

Jordan recuerda que la idea de que interpretase a Johnny Storm surgió poco después de que hubiera dado fin a su trabajo en "Chronicle". "Josh dijo: ‘Me propongo hacer CUATRO FANTÁSTICOS’", recuerda Jordan. "Yo dije algo así como ‘¡Vale! Mejor será que me des el papel de Johnny’. Nos echamos a reír y no dijimos nada más sobre el asunto. Me llamó unos meses después y me dijo ‘¿Sabes lo que te digo? Que creo que podría ocurrir’".

Jordan comenta que tener la oportunidad de interpretar a un personaje con poderes especiales en "Chronicle" fue "como el aperitivo" de CUATRO FANTÁSTICOS. "Yo quería lanzarme sin frenos y enfrentarme a un personaje que ya existiera. Y creo que la naturaleza de CUATRO FANTÁSTICOS, con los pies en la tierra, me atrajo porque es muy fácil identificarse con ella; uno se preocupa de los personajes. Para mí, Johnny Storm es El Personaje. Es carismático y la vida le apasiona mucho. Es optimista y quiere que le tomen muy en serio, pero tiene una naturaleza desenfadada. Es alguien equilibrado".

La película es también una historia sobre el fin de la adolescencia y una odisea de autodescubrimiento para los Cuatro, ya que deben madurar y enfrentarse con sus nuevas habilidades. "Johnny ve todo esto como una gran oportunidad de, por fin, hallar su meta", añade Jordan. "Para Johnny, que es un adicto a la adrenalina, ésta puede ser su vocación".

Sue Storm, la hermanastra de Johnny, es una niña huérfana de Kosovo adoptada por la familia del doctor Franklin Storm. De joven, en el Instituto Baxter, evoluciona hasta convertirse en una científica reconocedora de patrones, capaz de verlos en todo y en todos. Como consecuencia de su proximidad a un acontecimiento catastrófico, Sue también consigue nuevas habilidades. Puede volverse invisible y aprovechar sus nuevos poderes para crear potentes campos de fuerza.

Para honrar el legado de esta brillante heroína de los libros de historietas, los realizadores buscaron una actriz con inteligencia, fuerza y misterio. "Todos nosotros éramos grandes admiradores de ‘House of Cards’ y el nombre de Kate Mara fue el primero que se nos ocurrió", recuerda Kinberg. "Da a Sue una dignidad importantísima para el personaje, que también se siente ligeramente incómoda siendo guapa. Para Sue podría incluso ser una desventaja. De modo que lo que queríamos era alguien que fuera imponente, inteligente y con fuerza, incluso más que los chicos. Sue adquiere sus facultades dentro de la unidad que forman los Cuatro. En ciertos aspectos es la más madura de ellos".

Mara recuerda que "yo estaba incluso más entusiasmada por la oportunidad de encarnar a Sue después de conocer la parte que iba a interpretar Josh porque me interesan las películas que no se andan por las ramas, que es por lo que realmente me gustó de ‘Chronicle’. Al instante, le compré el argumento a Josh". Mara sugiere igualmente que, para empezar, Sue es una persona introvertida, por lo que volverse invisible es algo coherente con ese rasgo.

Después de ser adoptada por el doctor Storm, no tardó en saltar a la vista que Sue era una niña superdotada. "Tiene un don de reconocimiento de patrones", explica Mara. "Es muy, muy inteligente y trabaja al lado de su padre a quien le une un estrecho vínculo".

Mara observa además que la relación de Sue con su hermano Johnny es una relación entre hermanos más típica. Recuerda haber compartido una fugaz relación familiar con Reg E. Cathey, que interpreta al doctor Storm, y con Michael B. Jordan ya que los unían lazos comunes a través de la televisión con "House of Cards" o "The Wire".

Como sus demás colegas, Sue no recibe con entusiasmo inmediato sus nuevos poderes. "Al obtenerlos tiene la sensación de que le han amputado un miembro", afirma Mara. "Josh quería que quedase claro que lo que Sue puede hacer con sus poderes no resulta fácil. Es algo física y mentalmente agotador. Es como si, al volverse invisible o utilizar su campo de fuerza, tuviera la sensación de estar corriendo un maratón o contiendo la respiración durante un periodo de tiempo inhumano. Es simplemente otra cosa que le hace sentir a Sue que, aunque tenga este don especial, sigue siendo humana. Sue no se siente normal y sólo quiere que todo vuelva a ser como era. Al principio, le aterroriza tener unos poderes que no puede controlar; además, es algo que la aísla por completo".

El cuarto miembro de este equipo naciente es Ben Grimm, que vive con su madre y sus hermanos mayores en una pequeña casa dentro del negocio familiar, "Desguaces Grimm", en los barrios bajos de Oyster Bay. Ben traba una inverosímil amistad con el cerebro de la vecindad e inventor, Reed Richards, cuando descubre a Reed robando piezas del desguace de la familia de Ben para su más reciente creación. Años después, tras reclutar Reed a Ben para que se una a su desventurada misión de teletransporte en el Instituto Baxter, Ben se transforma en un ser de increíble fuerza, de más de dos metros de altura y quinientos kilos de peso cuyo cuerpo está cubierto de piedras, lo que le vuelve inmune a todo daño físico.

Jamie Bell, cuya carrera empezó interpretando al personaje del título del drama británico "Billy Elliott (Quiero bailar)", fue elegido para interpretar al tenaz personaje.

El proceso que condujo a la elección de Bell comenzó con la idea de un actor que no fuera ni grande ni bruto, pero que pudiese interpretar el papel como alguien al margen de la sociedad, con mucha energía, frustración e ira reprimidas que se manifestaran al convertirse en un monstruo. "Lo que Josh [Trank] buscaba eran las cualidades interiores que forman la estructura del personaje, el sentido de fuerza tranquila, de valor moral, de lealtad; cualidades distintas que Jamie Bell puede transmitir maravillosamente", observa Parker.

Añade Kinberg: "Jamie posee verdadera amabilidad y humanidad y una vez que se transforma en La Mole, todo es actuar con los ojos y la voz porque se trata de un personaje creado por ordenador. Jamie expresa esa humanidad y amabilidad exclusivamente por medio de sus ojos. Es algo que uno ve cada vez que le mira a la cara, a pesar de que sale de tan enorme criatura".

Bell afirma que fue ganado para la causa después de una conversación telefónica de dos horas, durante la cual Trank le hizo la publicidad de toda la película, desde el primer fotograma hasta los títulos de crédito del final. "Ésa es, sencillamente, la forma de ser realizador propia de Josh. Es muy específico. Tiene un excelente gusto y trata verdaderamente de hacer algo distinto con esta película, y eso es admirable. Y una enorme responsabilidad. Cuando colgué el teléfono después de hablar con Josh, tuve la sensación de que había visto CUATRO FANTÁSTICOS. Y la película me había gustado. Lo que tiene de grande es que no parece una película de superhéroes y sin embargo lo es. Tiene toda la tensión rítmica de una película de superhéroes, pero transmite la sensación de la experiencia vivida por cuatro individuos que pasan juntos por algo descabellado, se unen y se descubren mutuamente. Ése era realmente el núcleo de la película y con él me conecté".

Bell describe a Ben Grimm como "alguien que se halla en ese momento de su vida en el que no sabe qué es lo que va a hacer a continuación. Ben no tiene muchas perspectivas. Es un chico tan corriente como el que más. Lo único que le hace sobresalir es que es muy protector de sí mismo y de sus amigos. Ben también tiene problemas con sus hermanos y es muy maltratado, por lo que constantemente trata de probarse a sí mismo. Le gusta intimidar cuando le intimidan. Pero creo que en el fondo es muy buen chico".

Habiendo entablado una estrecha amistad con Reed Richards, Ben es finalmente convocado para que participe en la misión a bordo de la Puerta Cuántica de Reed en el Instituto Baxter. Las transformaciones físicas que cambian la vida de todos tienen su máximo efecto en Ben, cambiando por completo su aspecto humano por el de una gigantesca criatura de piedra. "Creo que Ben se lleva la peor parte", sugiere Bell. "Su desgracia es insuperable: es, literalmente, una roca con ojos. Ben está alejadísimo de la forma humana; se convierte en otra cosa totalmente distinta. Y lo que todos estos chicos experimentan en ese momento es una sensación de soledad; no tienen nada; sus vidas están arruinadas; y ahora tienen que vivir con tan espantosas condiciones".

Para interpretar al transformado Ben Grimm, Bell trató de concentrarse en el joven que está dentro del caparazón y no en aquello en que se ha convertido. "Tal y como yo lo concebí, él es el mismo chico de 18 ó 19 años que simplemente se encuentra atrapado. Su modo de pensar es el mismo que tenía antes de la transformación; ahí dentro sigue habiendo un ser humano. Las ideas o las sensaciones de la interpretación no se convierten a la fuerza en ‘Ahora yo soy esta cosa enorme’. Sólo hay que pensar como un joven que se ve encerrado".

Además de reproducir el estado mental de Ben después de su transformación, Bell tuvo que tomar en cuenta su cuerpo de más de dos metros de altura y quinientos kilos de peso para interpretar físicamente al personaje, diciendo: "Las características físicas del papel provienen del movimiento, como cuando yo era bailarín en mi infancia".

Para lograr la correcta altura como referencia de línea visual para la cámara y los demás actores, Bell tuvo frecuentemente que realizar sus escenas no sólo llevando el disfraz que permitía captar su interpretación, sino, además, con sus piernas y pies atados a unos zancos de efectos especiales que añadían unos 35 centímetros a su cuerpo. "Los zancos no eran nada fáciles", confiesa Bell, "pero eran muy útiles. Disponer de esa altura extra en el plató y para el personaje cambia un poco tu forma de pensar. Quiero decir… que uno intimida".

Bell también trabajó en estrecha relación con el famoso coreógrafo de movimientos Terry Notary. Especialista en la captación de interpretaciones, Notary ha trabajado como actor y entrenado a otros actores en la captación de movimientos interpretativos en películas como "El amanecer del planeta de los simios", "El Hobbit" y "Avatar".

Aunque en su estado digitalmente transformado de Ben Grimm/La Mole, Bell sería irreconocible, era importante para Trank que no se perdieran los matices de Ben. "Jamie y yo pasamos los dos primeros días de preparación comprendiendo el funcionamiento interno del personaje de Ben y la clase de persona que es", recuerda Notary. "Era importante para Josh que pudiéramos identificarnos con La Mole como persona, como alguien atrapado dentro de ese caparazón".

"Su tamaño tiene mucho que ver con la forma como cambiamos sus movimientos", explica Notary. "Uno tiene que incorporar la sensación de dejar caer su centro y trasmitir el peso al suelo a través de las piernas. Eso da al personaje una verdadera sensación de masa y peso".

Una vez conseguidos los actores que interpretarían a los Cuatro Fantásticos, los realizadores pusieron el punto de mira en asignar el papel de Victor von Doom, el fundamental antagonista de los 50 años de herencia de las historietas. Victor es tan emblemático que muchos especulan con la posibilidad de que sea él la inspiración visual de Darth Vader en "La guerra de las galaxias", de George Lucas.

Victor se convirtió en uno de los malos más famosos de toda la historia del universo de Marvel Comics. En la versión actualizada de Trank sobre el origen del grupo, el personaje es un científico informático brillante pero temperamental que es nuevamente atraído al Instituto Baxter por el doctor Storm para que se una a Reed Richards y a su equipo de científicos, cuando Reed está acabando su dispositivo de Puerta Cuántica, una tecnología en la que Victor había estado trabajando sin éxito durante una década en el Instituto antes de abandonarlo bruscamente.

Kinberg añade detalles a los antecedentes que creó para el personaje. "Victor era uno de los primeros alumnos del doctor Storm en el Instituto Baxter", sugiere. "Victor es la clase de persona digna de un estudio monográfico que se echa a perder. Es el alumno que fue un niño atribulado procedente de un hogar roto, que perdió a sus padres pero que posee un coeficiente de inteligencia que se sale de la tabla. El doctor Storm halló a Victor en un orfanato y se lo llevó a Nueva York para ayudar a orientar su genio hacia proyectos productivos. Pero Victor tiene una parte rota que nunca sana, que jamás deja de rebelarse. Estaba trabajando en su versión de la Puerta Cuántica que nunca acabó de funcionar, y sus problemas de disciplina le han superado. El cerebro de Victor es casi demasiado grande para este mundo".

Trank dice que vive obsesionado por su siniestra infancia. "Es algo que es realmente incapaz de superar. Cuando lo conocemos, tiene unos veinticinco años y la vida le ha dado una soberana paliza porque nunca fue realmente capaz de hallarse a sí mismo en este nuevo mundo, después de todo lo que le ocurrió siendo niño. Así que cuando el doctor Storm le tiende la mano a Victor y le pide que regrese al Instituto Baxter para trabajar en este proyecto, lo hace porque siente verdadera preocupación por él". No obstante, Victor es incapaz de deshacerse de sus tendencias a la alienación o la anarquía.

Kinberg recuerda que adjudicar el papel fue un reto excepcional. "Creo que los malos son los personajes más difíciles de asignar porque de no acertar, pueden sentirse superiores y resultar falsos. El Victor sobre el que debatimos desde el principio era un ser humano con matices, destrozado y, sin embargo, un personaje verdaderamente poderoso y que daba miedo".

Encabezando la lista de los realizadores estaba el actor inglés Toby Kebbell, que recientemente dio vida al intrigante simio Koba en el éxito del verano de 2014, "El amanecer del planeta de los simios". "Toby es un actor fabuloso y simplemente dotó a Victor de esta clase de misterio", dice Kinberg. "Creo que es importante que Victor sea un personaje convincente".

Kebbell dice de su malévolo personaje: "Victor es alguien de enorme inteligencia, pero muy poca tolerancia con la codicia de la gente".

Cuando Victor se une a Reed, Johnny y Ben como sujetos humanos de prueba en la primera misión del dispositivo de la Puerta Cuántica, sufre idéntico accidente al que hace que los demás obtengan sus nuevos e increíbles poderes. Abandonado en otra dimensión durante el incidente, Victor sobrevive por ser capaz de utilizar la energía de la dimensión, lo que le convierte en superpoderoso.

Pero en el transcurso de los tres años que Victor ha pasado en este mundo, también se ha vuelto ligeramente loco. Unido a su ira y su naturaleza rebelde, eso lo convierte en una fuerza mortal. "Victor ve que lograr esos nuevos poderes es una gran oportunidad", explica Kebbell. "A diferencia de los Cuatro, Victor disfruta con sus poderes; no le causan ninguna pena. En realidad es lo mejor que podría haberle ocurrido a Victor. Pero nadie comparte esa opinión. Todos ven a Victor como a alguien que ha sufrido daños, mientras que él piensa que lo que está haciendo es para el bien de la humanidad, y ésa es la naturaleza del mal".

El veterano profesor de dialectos Michael Buster, que recientemente empleó sus habilidades lingüísticas para entrenar a los actores europeos Chiwetel Ejiofor y Michael Fassbender para sus papeles en la película ganadora del Oscar® "12 años de esclavitud", asesoró a los actores británicos Jamie Bell y Toby Kebbell para cerciorarse de que sus acentos fueran adecuados a los personajes. Buster ayudó a Bell a transformar su acento en el de un joven de la zona de Oyster Bay, en Long Island (Nueva York), y comenta que estudió las voces y las inflexiones de celebridades criadas en Long Island como Billy Joel y Jerry Seinfeld, para dar forma a sus clases particulares. Kebbell tenía que convertirse en un joven americanizado procedente de un país de Europa Oriental, así que Buster se centró en ayudarle a crear un acento que fuera mezcla de norteamericano y eslavo de Europa Oriental. "Descubrimos a un húngaro que tenía la voz perfecta para dar forma al personaje de Victor", dice.

El mentor de Victor y de los Cuatro es el doctor Franklin Storm, interpretado por el célebre actor de carácter Reg E. Cathey. Además de su trabajo como director del Instituto Baxter, Storm es el padre real de Johnny Storm y el adoptivo de Sue Storm.

Veterano del teatro, Cathey dice haberse interesado por la película cuando supo que su fuerza motriz eran tanto unos personajes cuidadosamente ideados como el espectáculo. "Los componentes humanos del argumento me ganaron por completo", asegura. "Es básicamente una historia familiar; cada uno de los Cuatro trata de hallar su lugar en el mundo. Es algo mítico y fundamental. Forman un grupo de personas que desarrollan un vínculo especial, para ver luego cómo es destruido. Por muy elástico que sea Reed; por mucho poder que haya en los campos de fuerza de Sue; por indestructible que sea Ben o por lo incendiario que pueda resultar Johnny; o por muy trágico que sea Victor, cada una de sus almas es mucho más sólida que sus superpoderes".

El famoso actor de carácter y dramaturgo Tim Blake Nelson, más conocido por su papel de Delmar O'Donnell en "O Brother!", de Joel y Ethan Coen, encarna al Presidente del Consejo del Instituto Baxter -a quien mueve la ambición política–, y principal vía de financiación tanto del gobierno como de empresas privadas. Mientras que la meta del doctor Storm es el progreso de la ciencia, el orden del día del presidente responde más a motivos empresariales. Este astuto animal político quiere hallar usos comerciales para los descubrimientos de los alumnos del Baxter a fin de calmar las exigencias de los inversores de la Fundación. El resultado es, frecuentemente, la involucración de miembros de alto nivel del acaudalado complejo militar-industrial del gobierno.

Nelson lo explica: "Mi personaje está encargado de cómo gastar el dinero, y es él quien se asegura de que se gaste de forma adecuada. Una vez producida la transformación de los cuatro jóvenes, se convierte en enlace entre el Instituto Baxter y el gobierno, encargándose de hallar el modo como los jóvenes superhéroes sean explotados con fines militares".

Kinberg observa que "si el doctor Storm representa esperanza, sueños y aspiraciones, entonces el presidente representa ambición empresarial, pensamiento sin horizontes, destrozo o capitalización de sueños y su conversión en productos. Es un personaje muy moderno".

A medida que el gobierno y otros patrocinadores intensifican la presión que ejercen sobre él, su lado más oscuro y más siniestro sobresale cada vez más. "Creo que en un nivel más profundo, queda seducido por lo que estas personas pueden hacer", afirma Nelson.


Acerca de la producción
En CUATRO FANTÁSTICOS vuelven a coincidir Trank y el director de fotografía Matthew Jensen, que desempeñó esa función en "Chronicle". A diferencia de su trabajo en esa película, que fue rodada en un estilo de material recuperado y cámara en mano, CUATRO FANTÁSTICOS muestra técnicas de realización más clásicas, empleando para la mayoría del rodaje cámaras estabilizadas sobre plataformas, montadas en grúas y Steadicam.

Jensen empleó cámaras Arri Alexa, que son cámaras cinematográficas digitales al estilo de las que usan celuloide, utilizando el formato de Súper 35. "Las cámaras Alexa han resultado excelentes porque casi cada escena incluye algún tipo de efecto visual", dice. "Así es fácil trabajar en un entorno digital. Yo no podría haber fotografiado CUATRO FANTÁSTICOS de la misma forma en celuloide, porque trabajé con niveles muy bajos de luz y gran parte de la iluminación está integrada en el plató. La Alexa me dio mucha más flexibilidad".

"Queríamos mantener todo muy realista y con los pies en el suelo", prosigue Jensen. "Ello exige un cuidadoso equilibrio. Yo empleé mucha iluminación de origen; es decir, que la luz que se ve en el fotograma es la misma que ilumina las tomas. Trabajé con Chris Seagers [diseñador de producción] y con Victor Zolfo [decorador de platós] y con todo el departamento artístico para incorporar muchos de los accesorios de iluminación al diseño de los platós. Así tuvimos la capacidad de iluminar esencialmente el plató usando accesorios prácticos".

CUATRO FANTÁSTICOS fue rodada casi por completo en Baton Rouge (Luisiana). Durante casi 10 años, la capital del estado de Luisiana, y segunda ciudad en tamaño después de Nueva Orleáns, ha acogido una creciente infraestructura para largometrajes y programas de televisión. La mitad de la película fue rodada en estudios y la mitad en exteriores. "No dejamos piedra por remover explorando la región de Baton Rouge para ver qué era lo que la ciudad tenía para ofrecernos", recuerda Elston Edward, natural de Luisiana y director de los exteriores allí situados.

Los principales estudios y oficinas de producción de la película tenían su sede en el Celtic Media Centre, el estudio más grande de Luisiana para producción de cine y televisión.

Usando estudios de sonido vacíos, hospitales cerrados –incluso una antigua misión– el diseñador de producción Seagers lo creó todo: desde escenarios domésticos de urbanizaciones hasta unos complejos militar-industriales secretos que parecen sacados de una pesadilla.

Durante las primeras semanas, CUATRO FANTÁSTICOS se rodó en estudios, ocupando por completo los tres espacios más grandes del Celtic Media Center, que abarcan un variado conjunto de platós.

Dentro de los casi 3.000 metros cuadrados del Estudio 4 de Celtic Studio, los diseñadores crearon el laboratorio subterráneo del Edificio Baxter, donde Reed y sus compañeros científicos y técnicos construyen la lanzadera de la Puerta Cuántica que los transportará en su desventurada misión interdimensional. La lanzadera de gran tamaño emplea la avanzada tecnología originalmente creada en el garaje que Reed tiene en Oyster Bay. El diseño del plató industrial de alta tecnología se inspiró en las instalaciones de aceleración de partículas de una universidad local, que los realizadores mostraron en otra escena.

Para el plató, cuya construcción exigió casi tres meses, Seagers utilizó la totalidad del enorme estudio de interiores, incluidas las auténticas paredes del estudio, como parte del laboratorio. Aunque éste contenía tecnología más perteneciente al mundo de la ciencia-ficción, él quiso que se basara en tecnologías tangibles. "Todo gira en torno al poder y la energía, así que tratamos de utilizar bobinas, cobre y otros elementos para darle una sensación de seriedad", apunta Seagers.

En el diseño de la pieza central del laboratorio, la lanzadera de la Puerta Cuántica de Reed, Seagers mantuvo un diseño que ya se había consolidado en anteriores versiones de la invención. "Tratamos de mantener la forma básica que estaba en la fórmula original de Reed", dice. "Él ha descubierto cómo funciona esta forma con esta tecnología en especial, por lo que tratamos de conservarla de principio a fin de la película, para lograr una especie de continuidad".

El diseño del plató del laboratorio Baxter también se atuvo al plan de Jensen de iluminación de origen. "El Laboratorio Baxter y el Área 57 fueron nuestros dos platós más grandes en los que utilizamos este enfoque práctico de la iluminación", dice Jensen. "Muchos de los accesorios, los fluorescentes y las luces de las paredes son las cosas de las que hemos hablado. Incorporamos LED a todos los elementos para poder controlar su intensidad y color, y poder cambiarlos para lograr una apariencia de día o de noche".

El Estudio 6 de Celtic fue la sede principal para las partes de acción real ambientadas en la otra dimensión que Reed descubre por medio de sus experimentos con el teletransporte cuántico. "La idea era lograr que tuviera un aspecto como el de la Tierra, aunque en un periodo primigenio de crecimiento", dice Trank. "Es casi como la idea de volver atrás en el tiempo, pero sin que ello afecte a nada de nuestro mundo. Así que en vez de ser la especie de paisaje escalofriante y extraterrestre que hemos visto un millón de veces, nos trasladamos a un lugar que es verdaderamente peligroso, donde suceden desastres naturales en cualquier lugar".

El terreno de la otra dimensión, tenebroso y azotado por el viento, fue creado en su integridad con efectos visuales basados en el material artístico fundamental diseñado por Seagers y su departamento de arte. "La luz y las texturas fueron de especial importancia para Josh", afirma Seagers. Al crear el arte conceptual para este mundo, sus artistas investigaron las superficies de distintos planetas. Para las partes de acción real; en especial, para la primera visita del equipo –que les cambia la vida– a bordo de la lanzadera de Reed, se levantó una plataforma azul de 25 por 15 metros hecha de acolchado con memoria, rodeada de una inmensa pantalla verde de 33 por 45 metros, que los artistas de VFX sustituirían para crear la misteriosa dimensión, con todas sus superficies de textura inhabitual, terreno rocoso, llanuras peligrosas, columnas de roca que se elevan, rocas que resplandecen, empinados acantilados, lava y ceniza naranja que salen a borbotones.

Durante la semana del rodaje de la primera visita del equipo a la otra dimensión creada en el Estudio 6, Miles Teller, Michael B Jordan, Jamie Bell y Toby Kebbell llevaron trajes espaciales diseñados para actividades especiales extravehiculares (EVA) que hicieron necesario conectarlos entre escenas a unidades refrigeradoras situadas en puestos especiales de refrigeración.

Después de varias semanas de rodaje en estudio en Celtic Studios, el equipo se trasladó a un hospital de la zona que había cerrado sus puertas en 2013, para rodar escenas que se desarrollan en una instalación ultrasecreta del gobierno, de gran superficie, hecha de hormigón, vidrio y acero, conocida como Área 57. Allí los Cuatro intrépidos reciben entrenamiento para contener y controlar más sus asombrosos nuevos poderes y, de acuerdo con el plan definitivo del gobierno, transformarlos en armas para el combate.

"Chris Seagers lanzó este concepto de que el Área 57 fuera un pasillo estrecho y largo, con el aspecto de un lugar cerrado con llave y de riguroso confinamiento", recuerda el director de exteriores, Howard. "Empezamos a hacer preguntas a la comisión estatal de cine de Baton Rouge, diciéndoles que estábamos buscando un hospital de entre principios y mediados de los años 90, porque sabíamos que hallaríamos ese tipo de arquitectura y, en especial, esos largos pasillos. La mayoría de los hospitales modernos ya no tienen pasillos de ese tipo. Llevamos a Chris al hospital y le pareció asombroso".

Estando el comienzo de la demolición del hospital previsto para inmediatamente después de que finalizara el rodaje, los dueños del inmueble dieron a la producción permiso para destruir en su interior cualquier cosa necesaria para crear los platós de la película. El departamento artístico se pasó casi dos meses despejando la mayor parte de la planta baja del cerrado campus del hospital para construir las salas grises de hormigón, acero y vidrio del Área 57, donde están las cámaras de conservación de alta tecnología, las zonas de observación, las salas de vigilancia, los laboratorios de pruebas y los alojamientos. Los platós de los laboratorios fueron decorados con equipos avanzados de pruebas médicas y monitores, mientras que las habitaciones de los Cuatro fueron personalizadas para ajustar cada una a las especiales necesidades físicas y poderes de sus ocupantes. Esto incluía la habitación/biblioteca de Sue y la estancia quemada de Johnny, decorada ésta última con muebles quemados de cemento y acero, inmunes a sus llamas al rojo vivo.

De todas las habitaciones del Área 57, probablemente sea la de Sue Storm la que tenga más carácter. El decorador de platós Zolfo dice que "el cuarto de Sue resulta muy clínico; se convierte en una especie de capullo en el que ella se oculta. Sue pasa por esta experiencia que la vuelve francamente introvertida, y no sale de su silencio autoprovocado hasta que Reed vuelve a entrar en escena. Tratamos de hacer que pareciera que ella se sintiese cómoda pero siguiera siendo muy frío".

La gama de colores del Área 57 es apagada y grisácea. Zolfo añade: "Es oscura y atmosférica. Aquí no hay superhéroes brillantes y alegres".

El asesor técnico militar de la película, Johnny Hoffman, colaboró estrechamente con los figurantes y los especialistas, quienes dan vida a la fuerza de seguridad de acción inmediata del Ejército que protege las instalaciones, para cerciorarse de que sus movimientos y tácticas fueran auténticos. Hoffman, antiguo miembro de los comandos SEAL de la Armada, que fue Coordinador de Combate con los Talibanes en el drama de Peter Berg "El único superviviente", fue también asesor de los departamentos de vestuario y atrezo de la película para reforzar aún más la autenticidad de la representación de los soldados estadounidenses.

Un laboratorio subterráneo de un ala del Edificio Baxter de Reed fue construido en una zona del centro de investigación de radiaciones. Su rasgo fundamental es un anillo de almacenamiento de electrones de 1,5 GeV. La instalación de 150 millones de dólares, que nunca había sido utilizada en una producción cinematográfica, también sirvió de inspiración visual para el diseño del laboratorio Baxter que fue creado en un plató de Celtic Studios.

En el centro de Baton Rouge, en la esquina de las calles 3ª y Convention, el viejo Edificio del Estado de Luisiana se transformó en el exterior del legendario Instituto Baxter. Para convertir las calles circundantes de Baton Rouge en Nueva York, el departamento artístico tuvo que asfaltar las carreteras y añadir pasos de peatones y carriles bus continentales, mientras que el coordinador de automóviles de la película trajo varios autobuses, taxis y coches de policía de Nueva York. Aunque la temperatura veraniega de Baton Rouge superaba con creces los 30 grados, los 200 extras tuvieron que vestirse con ropa de invierno hecha para el frío de Nueva York.


Vestuario
George Little ("La noche más oscura", "En tierra hostil") diseñó el vestuario y supervisó un departamento compuesto de 30 personas. Little dice que la mayoría del vestuario de CUATRO FANTÁSTICOS se ajusta a una gama orgánica de negros, marrones y grises, coherente con el diseño de producción de la película.

"Examinamos probablemente cincuenta o sesenta diseños de las prendas de cada personaje, realizados por el artista conceptual Keith Christensen, perfeccionándolos o cambiándolos constantemente", observa Little.

Como medida precautoria para protegerlos de cualesquiera elementos rigurosos medioambientales a los que puedan estar sometidos cuando viajan a otra dimensión, Reed, Johnny, Ben y Victor se ponen trajes para actividades especiales extravehiculares (EVA) que ellos han desarrollado. "Los trajes EVA se basaron en investigaciones que realizamos sobre lo que los científicos están haciendo para futuras misiones a Marte, tratando de crear trajes que no sean tan voluminosos como los que vemos normalmente", dice Little. "Además, no sabemos a dónde van los Cuatro, que no es forzosamente el espacio pero que, sin duda, no es esta Tierra, por lo que el traje tiene que ofrecer la protección que uno encontraría en un traje espacial prototípico".

Para crear los trajes espaciales EVA y los trajes de contención post-transformación de los Cuatro, Little se basó en los tejidos inteligentes controlados por la temperatura de la empresa textil italiana Eurojersey. Los trajes de elastómero de LYCRAâ y poliamida de urdimbre tejida eran transpirables durante las largas jornadas de rodaje y podían estirarse, lo que fue de utilidad para las secuencias de acción y acrobacias. Basados en los diseños del departamento de vestuario y en las necesidades de los tejidos, los mismos trajes fueron confeccionados por Film Illusions, empresa de vestuario especial ("Thor", "Star Trek").

Los trajes de contención, que permiten a quien los lleva conectar su transmisión neural para controlar sus distintos estados, se inspiraron parcialmente en trajes confeccionados para personas con afecciones neuromusculares como E.M. y parálisis cerebral. (Jamie Bell llevaba un traje tradicional de spandex para la captación de movimientos interpretativos, ya que se transformaría en La Mole mediante CGI.)

En el relato, los trajes de contención de Johnny Storm y Sue Storm fueron diseñados por el gobierno durante su estancia en el Área 57. Al escaparse de la institución, Reed construye su propio traje que le permite refrenar su flexibilidad. Reconstruye y modifica el traje con tejidos y piezas que recupera estando oculto en Argentina. "Reed ha huido a América del Sur y crea su traje de materiales de desecho: bobinas, tiras, piezas de fontanería, lo que sea que se le ocurra", dice Little. "Queríamos asegurarnos de que transmitiera una sensación de que acababa de ser montado, más que la de algo muy limpio y propio de superhéroes".

Para las escenas en las que Johnny está en llamas, Michael B. Jordan llevaba un traje ligero especial interactivo de fuego que después fue reinterpretado por completo durante la postproducción mediante CGI. El traje a medida fue revestido de una serie de centenares de luces LED palpitantes, amarillas y naranjas, que servirían de práctica fuente de luz para brillar en las escenas habituales y simular la luz de las llamas.

Iluminar a Johnny se convirtió en un proyecto personal para el director de fotografía Matthew Jensen. "No sólo arde sino que además es una fuente de luz ambulante. Era, pues, muy importante para mí no ocultar la luz. Normalmente, en una situación de esa clase, hay una especie de iluminación cinematográfica que queda justo fuera del fotograma para falsear el fuego que sale del personaje cuando éste incendia paredes o personas. Pero yo insistí en que Michael, al igual que Johnny, llevase realmente su propia luz. Es aquí donde los efectos digitales entran en acción porque nosotros sabíamos que cubrirían su cuerpo de llamas. Confeccionamos, por tanto, este traje de luz y como la tecnología LED es tan avanzada, fuimos capaces de crearlo de pies a cabeza. Manejábamos todo a distancia desde nuestra consola antideslumbrante. Johnny podía recorrer el plató e iluminarlo con ese traje".

El traje de contención de Sue Storm refrena los espectrales destellos de su campo de fuerza y controla su visibilidad. "Básicamente, hay ciertas partes del traje que no se desvanecen al aparecer y desaparecer ella", explica Little. "No es que ella no quiera desaparecer, sino que las personas que la mantienen cautiva no quieren que desaparezca; les gustaría saber dónde está".

El acontecimiento que transforma a Los Cuatro Fantásticos en el laboratorio del Edificio Baxter también causa profundos efectos en su compañero de viaje Victor von Doom, que ha sido abandonado accidentalmente en la otra dimensión. El traje espacial EVA que llevaba durante el episodio queda permanentemente inoculado en su piel, a la vez que el casco también se funde con su rostro para crear una máscara. El resto de su cuerpo está cubierto por una capa oscura y hecha jirones, confeccionada con la bandera que los Cuatro dejaron atrás.

Durante sus tres años de aislamiento, el aspecto de Victor adopta el brillo orgánico de la superficie de la otra dimensión. Según Little, "Victor sufrió una implosión y los átomos fundieron su traje con su cuerpo y con otras sustancias del planeta".

"Los colores del traje fueron creados a partir de todos los materiales orgánicos de la dimensión, y todos ardieron". Fabricado por la empresa de vestuario especial Film Illusions, la piel/traje de Victor (cuello, cuerpo, manos y guantes) fue fabricado de silicona y spandex, mientras que para su máscara y su casco se empleó el uretano claro que fue pintado íntegramente desde dentro. "La pintura consustancial transmite la profundidad de los sentimientos de la persona que está debajo, en vez de ser simplemente una máscara", añade Little. "Ésta es, en realidad, su cabeza. Ésta es su cara. Éste es quien él es".


Efectos visuales
De supervisar la gigantesca tarea de VFX de CUATRO FANTÁSTICOS se encargó el supervisor de efectos visuales Kevin Mack, ganador del Premio de la Academia®.

Para crear la otra dimensión, Mack tuvo que construir digitalmente ambientes basados en los diseños de Seagar. "La idea es que se trata de una dimensión paralela a la nuestra; quizá sea una versión de la Tierra o algún otro planeta totalmente distinto", explica Mack. "Se parece mucho a una Tierra primigenia, pero es distinta porque está en otra dimensión y ha evolucionado de forma diferente. Sus características quedan al final reflejadas en lo que sucede a nuestros personajes y en los poderes que adquieren de ella".

Mack observa que los elementos orgánicos contenidos en esta dimensión adquieren la máxima prominencia en la transformación de Ben Grimm. "Ben desarrolla una piel increíblemente densa, sólida, rocosa", manifiesta Mack, al tiempo que advierte que no será exactamente igual a ninguna versión especial de La Mole que sus incondicionales conozcan ya. "Más que simplemente una clase de superficie mate y de textura homogénea, Ben tiene una superficie mucho más compleja con características reflectantes, color y textura diferentes. Cuando se mueve, su rocosa superficie cruje, se agrieta y se reforma".

El renombrado artista conceptual Keith Christensen ("X-Men: Días del futuro pasado", "El hombre de acero") creó una maqueta a escala un tercio de Ben esculpida con 20 kilos de arcilla de plastilina. La maqueta puso los cimientos para la interpretación del personaje en CGI.

Transformar a Ben en una descomunal criatura de roca de más de dos metros, exigió el esfuerzo combinado de los artista de efectos visuales en plató y el del equipo de MPC (Moving Picture Company), la empresa de efectos visuales globales cuyos recientes trabajos incluyen "X-Men: Días del futuro pasado", "Godzilla" y "Guardianes de la galaxia".

Mack explica el reto que suponía la creación del personaje de Ben Grimm mediante la captación de interpretaciones. "Utilizando varias cámaras testigo en numerosos ángulos, pudimos ver todo lo que Jamie Bell hizo y captar cada matiz de su actuación para incorporarlo a la versión en CGI de su personaje. "Tenía que estar atenuado con una cuidadosa interpretación artística de la actuación. Jamie hizo algunas cosas asombrosas con su rostro y su cuerpo para encargarse del personaje. Ello facilitó a los animadores algo verdaderamente grande con lo que trabajar".