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  Hitman: Agente 47  (Hitman: Agent 47)
  Dirigida por Aleksander Bach
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HITMAN: AGENTE 47 está dirigida por Aleksander Bach, un notable director de anuncios publicitarios que debuta en el cine con esta película, y el guión ha sido escrito por Skip Woods (El equipo A) y Michael Finch (Predators) a partir de una historia de Woods. El filme está producido por Charles Gordon (Campo de sueños), Adrian Askarieh (Hitman), Alex Young (Imparable) y Skip Woods.


Destinado a morir
HITMAN: AGENTE 47 reúne a un icónico antihéroe, una entusiasta y sorprendente protagonista femenina y un aparentemente imbatible antagonista, en una apasionante historia que abarca el mundo entero. El impacto –y la importancia– del personaje que da título al filme para legiones de fans, que han seguido sus hazañas en diversos medios, no pasó inadvertido para el productor Adrian Askarieh, que fue quien inicialmente tuvo la idea de llevar a Agente 47 y la franquicia del videojuego Hitman a la gran pantalla. "En esta nueva película nos hemos mantenido fieles al personaje y a su mundo, pero al mismo tiempo hemos amplificado ese mundo de una forma muy real y equilibrada", explica el productor. "Utilizamos un estilo descarnado que introduce a 47 en el ‘mundo real’, por así decir".

"Esta película es un ‘reinicio’ absoluto", añade el productor Alex Young. "Queríamos un nuevo comienzo y una perspectiva absolutamente nueva de esta icónica figura".

Eso es Agente 47, un personaje que en este filme posee unas sorprendentes sombras que trascienden su profesión de asesino de élite. Por supuesto, sigue siendo un personaje de una vehemente independencia que se mueve subrepticiamente y que tiene a su disposición unas herramientas y un arsenal increíbles. No obstante, la naturaleza que realmente define a 47 no radica en sus artes marciales, sino en su humanidad.

La película indaga en la cuestión: "¿Es posible eliminar las emociones, tales como amor y miedo, que nos hacen ser seres humanos?", señala el director Aleksander Bach.

Rupert Friend añade que esos atributos son lo que hacen que 47 le resulte tan fascinante. "Siempre me ha interesado lo que no se muestra con un personaje", afirma el actor. "Así que si estás interpretando a un asesino como 47, ¿cuál es su lado humano? Queríamos interpretar a alguien que externamente es una perfecta máquina de matar, pero después explorar también sus otros rasgos característicos. Y eso me suscitaba verdadera curiosidad".

"Por supuesto, 47 parece externamente alguien indestructible y una absoluta máquina de matar", prosigue Friend. "Pero en realidad es un individuo que sangra y siente. Sólo que realmente es muy bueno ocultándolo".

Friend, desde luego, está acostumbrado a proporcionar una sorprendente profundidad a personajes que creemos que ya conocemos. Friend interpreta al agente de la CIA Peter Quinn en la aclamada serie de Showtime "Homeland", papel que ha compuesto con fascinantes elementos de vulnerabilidad.

"Rupert posee una mirada que puede ser absolutamente fría pero, al mismo tiempo, ves que en sus ojos hay algo más", dice Bach.

"Rupert es totalmente Agente 47", añade Alex Young. "Da vida realmente a la inteligencia, el ingenio y la habilidad que tiene el personaje para lidiar con increíbles amenazas como sólo 47 puede hacerlo".

El productor Charles Gordon compara el trabajo de Friend en este filme con el que un joven actor realizó en una emblemática película de acción que Gordon había producido años antes. "En ‘Jungla de cristal’, fue la interpretación de Bruce Willis y la personal historia de su personaje de John McClane lo que añadió una significativa profundidad al personaje", explica. "En el caso de Agente 47, nosotros siempre le concebimos como algo más que simplemente un asesino despiadado. Queríamos abrir y humanizar la historia, y Rupert, al igual que Hannah Ware y Zachary Quinto, fueron fundamentales a la hora de llevar eso a cabo".


Una mujer en busca de respuestas, y un hombre lleno de misterios
El personaje de Katia que interpreta Ware es, de varias formas, el centro de la película HITMAN: AGENTE 47. Cuando la conocemos, Katia se halla perdida, al margen de la sociedad, y buscando a alguien que apenas recuerda pero que puede tener la clave de un increíble secreto sobre su infancia y su familia. Hannah Ware señala: "Katia lleva una existencia errante y no tiene ningún interés en socializarse –es más, en ninguna otra cosa– que pueda distraerla de su meta. Por lo tanto, no encaja en ningún sitio ni con nadie".

La aventura que emprende Katia en busca de respuestas viene marcada por una implacable determinación, algo que Ware aceptó gratamente. "Katia no es capaz de integrarse, pero, al mismo tiempo, puede ser una persona muy salvaje y valiente", dice la actriz. "Y yo puedo sentirme identificada con su feroz determinación".

A medida que se desarrolla la historia, Katia descubre una inesperada y sugerente conexión con 47, lo cual, a su vez, aumenta la acción y proporciona oportunidades adicionales de explorar el personaje.

Katia se da cuenta de que ambos son más parecidos de lo que nunca se hubiera imaginado. 47 se convierte en su mentor, enseñándola muchos de sus movimientos característicos, aunque ello implique ponerla en situación de peligro. "Es un importante rito de iniciación para el personaje", dice Ware. "47 enseña a Katia y la libera de una manera que, al principio, es incomprensible para ella. 47 la somete a examen, lo cual revela la verdadera naturaleza de Katia. Finalmente, para ella resulta muy liberador".

Katia es un personaje complejo que nos mantiene permanentemente en ascuas, y los compañeros de Ware dicen que la actriz da vida al personaje de una forma sorprendente. "Hannah aporta al papel una maravillosa inocencia", señala Rupert Friend. "Katia aprende muchísimo sobre sí misma, lo cual requería a una actriz que no tuviera miedo de someterse a esa ingenuidad, de manera que posteriormente pudiera asumir una asombrosa transformación".

Zachary Quinto añade: "Hannah no sólo es una mujer increíblemente hermosa, sino que también tiene un fascinante trasfondo de vulnerabilidad que le viene muy bien al personaje".

En una historia llena de secretos y revelaciones, el personaje de John Smith interpretado por Quinto es quizás el que los posea en mayor medida. Al principio, Smith parece ansioso por ayudar a Katia en su búsqueda de respuestas, y en su primer encuentro, aparece de repente en la estación de metro de Alexanderplatz de Berlín para rescatarla de un supuesto atacante. Bach señala: "Smith surge de ninguna parte y le dice a Katia, ‘Estoy aquí para protegerte; y sé qué es lo que estás buscando’".

Quinto se sumergió realmente en la misteriosa naturaleza de su personaje. "En el primer acto del filme, no sabes de dónde sale Smith exactamente. Se interpone en el camino de Katia en un momento crucial de su aventura, y luego surge una especie de ‘triángulo’ entre Smith, Katia y 47. Smith nunca es lo que parece, hasta que revela sus verdaderos motivos".

"Smith es un personaje fascinante y con múltiples capas", añade Askarieh. "En la primera mitad de la película, es nuestro protagonista, el que se encarga de proteger a Katia. Sin embargo, enseguida nos damos cuenta de que Smith está utilizándola con alevosas intenciones".

Además, Smith siente un profundo resentimiento hacia 47, y finalmente se convierte en uno de los más icónicos y terribles enemigos de Hitman. "Sus motivos en contra de 47 tienen un carácter muy personal", dice Askarieh. "Smith se siente inferior a 47, lo cual para él constituye un buen argumento para la disputa".

Independientemente de la enemistad que hay entre ambos personajes, Friend alaba lo que Quinto hizo con un personaje que inesperadamente cambia de chip. "Zach hace algo muy interesante y audaz con Smith, un personaje que, cuando lo conocemos, es el típico americano de mentón cuadrado que parece digno de confianza", señala Friend. "El público tiene que confiar en Smith porque parte de su recorrido como personaje radica en reventar las expectativas creadas en torno a quién es él; así como en quién podemos confiar finalmente".


Al timón
Por supuesto, Friend, Quinto, Ware y el resto del reparto y del equipo técnico depositaron su confianza en el director Aleksander Bach, del que Quinto señala que "tiene auténtica visión, y sabe captar el componente emocional de la historia, así como su increíble acción y elementos visuales". Friend añade: "Ale posee un verdadero sentido de la acción. Con él, nunca se trata solamente de ostentosos efectos visuales".

Bach asumió el encargo –su debut en la dirección cinematográfica– tras remitir un provocador vídeo que resumía su visión de HITMAN: AGENTE 47. "Ya nos impresionaba su trabajo en el área de la publicidad, y estábamos deseando hablar con Ale sobre la dirección del filme", recuerda Charles Gordon. "Y entonces, ese espectacular vídeo que preparó, cerró definitivamente el acuerdo. El vídeo no se centraba únicamente en la acción sino también en los personajes y las emociones. Era toda una herramienta comercial. E inmediatamente todos dijimos, '¡Vamos a elegir a este chico!'".

Según Alex Young, el vídeo era "exactamente lo que esperábamos, y una vez que comenzó la producción, Ale demostró ser un magistral contador de historias así como un gran estilista visual".

La visión de Bach de los efectos visuales del filme abarca una mezcla de lo que él denomina "lo habilidoso y lo descarnado". Lo "habilidoso" se refiere a las espectaculares escenas de acción de la película, que incluyen helicópteros volando en torno a edificios, violentas persecuciones de coches y explosiones en aviones. Bach dice que lo "descarnado" alude a experimentar la potencia que tienen los personajes; "cuando los hombres están luchando, luchan de verdad", explica. "Los espectadores lo sentirán realmente, como si estuvieran en medio de la pelea".


¡Acción!
Para maximizar el impacto de las secuencias de lucha y de los especialistas, producción contrató a los directores de la unidad de escenas de acción Chad Stahelski y David M. Leitch, al coordinador de especialistas Jonathan Eusebio y al coordinador de escenas de lucha Jon Valera, todos pertenecientes a la empresa 87Eleven Action Design, uno de los principales referentes de la industria en el ámbito de los especialistas. 87Eleven también ha supervisado la labor de especialistas y la acción en películas tales como Jurassic World, Los juegos del hambre: En llamas y John Wick. Stahelski dirigió esta última película, que Leitch produjo.

Entre los fans de la compañía se halla Rupert Friend, que señala, "87Eleven no crea estilos de lucha de forma arbitraria. Cada uno de los personajes tiene su particular estilo".

A tal fin, Eusebio, Valera y el coordinador de especialistas Chris O’Hara hicieron de John Smith una especie de matón con un estilo de potente puñetazo directo. Su forma de pelear es muy del tipo de elefante en una cacharrería, mientras que 47 es un luchador mucho más táctico.

La confrontación final entre ambos enfatiza el estilo de lucha y las fortalezas de cada uno de ellos. "La secuencia nos presenta un estrecho enfrentamiento a tiros, de una dimensión tal como nunca se ha visto antes en el cine", dice Valera. "Hemos intentado hacer algo parecido a esto durante algunos años. Se trata de un combate cuerpo a cuerpo con estilos radicalmente opuestos. Smith es más fuerte, pero 47 intenta ser más listo que él".

"Smith emplea pura fuerza bruta", añade Eusebio. "Su técnica está basada en el kárate tradicional de Japón, así como en algunas técnicas de kickboxing, con potentes, amplios y grandes puñetazos.

"El estilo de 47 es justo lo opuesto; es más lineal y eficaz en sus movimientos", prosigue Eusebio. Por lo tanto, entrenamos a Rupert en los estilos de arte marcial denominados ‘de manos vacías’: Silat, practicado en Malasia, y Kali, original de Filipinas"
.

Los contrapuestos estilos de lucha de los personajes aportan impacto a las confrontaciones. "Las grandes peleas son el resultado de estilos opuestos", advierte Alex Young, citando como ejemplo de la vida real los célebres combates entre Muhammed Ali y Joe Frazier.

Friend y Quinto estaban deseando empezar su preparación en artes marciales, pero, debido a problemas de planificación, tuvieron que entrenar por separado antes de que sus álter egos en la pantalla entablaran combate en una gran escena de lucha que tiene lugar en la estación de metro de Alexanderplatz, en Berlín.

Según relata O’Hara, Friend fue mucho más allá del régimen prescrito por el equipo de especialistas y los coordinadores de lucha: "Rupert llegó y nos dijo, ‘Vamos a intentar hacer todas las que pueda [aludiendo a las escenas de acción]’. Generalmente, cada sesión de entrenamiento dura aproximadamente dos horas porque no queremos agotar a los actores y darles demasiada información. Pero Rupert estaba allí durante más de cinco horas, y mostraba verdadero interés por las escenas de acción".

Eusebio añade: "Cuando Rupert coge un arma, parece como si la hubiera manejado durante mucho tiempo. Y no estoy hablando sólo del arma distintiva de 47, la pistola Silverballer. Queríamos que Rupert fuera capaz de usar cualquier cosa que se encontrara –como una botella rota, un plato, un bolígrafo o una lámpara– y la convirtiera en un arma mortal".

Pero Friend quiso asegurarse de ser más que un experto a la hora de empuñar las Silverballer. "Pasé semanas con un fantástico e importante equipo de armamento que me entrenó hasta el punto de que podía poner un paquete sobre mi cabeza y desmontar la pistola y luego volver a montarla". (El armero principal de la producción era Lutz Zeidler, a quien acompañó otro armero, Mario Uy).


El traje
Si la ropa hace al hombre, entonces, 47 se define, al menos parcialmente, por su característico atuendo: traje negro, camisa blanca y corbata roja. Friend trabajó estrechamente con la diseñadora de vestuario Bina Daigeler (Che) para garantizar que el traje que el actor llevaba fuera, en palabras de la diseñadora, ‘ejemplar, clásico y atemporal’. "Tenía que tener buen corte, sin ninguna floritura", señala Daigeler.

Friend dice bromeando que 47 y su traje mantienen una amistad; "como la que Tom Hanks tenía con la pelota de voleibol Wilson en Náufrago".

Daigeler visitó virtualmente todas las casas de moda de Alemania y Nueva York, antes de contratar finalmente a un sastre de Madrid, que creó un sobrio y finamente confeccionado traje negro, hecho de un especial y delicado tejido de algodón. Daigeler y Friend estuvieron de acuerdo en que el resultado había merecido la búsqueda.

"Es ‘simplemente’ un traje negro, pero cuando me lo pongo me siento como un asesino al que le pagan millones por hacer su trabajo", dice Friend. "Es como una especie de magia".

"El traje es como una segunda piel, y eso era muy importante para Rupert", añade Daigeler.

Para el personaje de John Smith que interpreta Quinto, Daigeler diseñó un traje gris, que acentúa la inicialmente anodina naturaleza del personaje. "Cuando conocemos a Smith, realmente no podemos decir nada sobre él", señala Daigeler. "Es importante que no se sepa quién es realmente John Smith ni de dónde viene. Tenía que dar la impresión de ser un tipo agradable y despierto al cual te gustaría tener como vecino".


Desde Berlín a Singapur
La producción de HITMAN: AGENTE 47 se inició en Berlín, donde Bach, el director de fotografía Ottar Gudnason y el diseñador de producción Sebastian Krawinkel aprovecharon extraordinariamente la crudeza invernal de la ciudad para enfatizar el drama y diversas y estimulantes secuencias de acción.

Tras varias semanas de rodaje en la metrópolis alemana, la producción se trasladó al otro lado del mundo, convirtiéndose en la primera producción de unos grandes estudios norteamericanos que ha rodado en Singapur.

Bach señala: "Singapur era un contraste absoluto con Berlín. Es un mundo muy moderno, de alta tecnología, pero con aromas asiáticos y ambiente tropical, lo cual enfatizaba los elementos visuales de nuestra película".

A tal fin, producción aprovechó el sobrenatural aspecto de la atracción denominada Gardens by the Bay de Singapur, con sus gigantescos y futuristas árboles que alcanzan los 50 metros de altura y el calor y la humedad típicos de un clima tropical, así como otros emblemáticos lugares, tales como el Marina Sands y el Jardín Botánico.

En algunas ocasiones, esos escenarios de por sí impresionantes se realzaban con efectos visuales. El equipo de Efectos Visuales, dirigido por el productor de efectos visuales Rich Thorne, creó digitalmente un inmenso paisaje urbano, con un campo visual de 360 grados, así como el cuartel general del Sindicato Internacional del villano Le Clerq; y también organizó la colisión de un helicóptero que derribaba gran parte de la estructura.