EL NIÑO 44 está dirigido por Daniel Espinosa ("El invitado", "Dinero fácil"). El guión está escrito por Richard Price ("Clockers (Camellos)", "The Wire (Bajo escucha)"). Basado en la novela de Tom Rob Smith. Producido por Ridley Scott ("Prometheus", "Exodus: Dioses y reyes"), Michael Schaefer, y Gregory Shapiro. Sus productores ejecutivos son Kevin Plank, Molly Conners, Maria Cestone, Sarah E. Johnson, Hoyt David Morgan, Adam Merims ("El invitado"), Elishia Holmes ("Exodus: Dioses y reyes") y Douglas Urbanski ("El topo"). Matthew Stillman y David Minkowski han ejercido de coproductores. El director de fotografía es Oliver Wood ("El ultimátum de Bourne", "El mito de Bourne"). El diseño de producción es de Jan Roelf ("Fast & Furious 6"). El montaje ha corrido a cargo de Pietro Scalia, ACE y Dylan Tichenor, ACE ("La noche más oscura (Zero Dark Thirty)"). La ganadora del Óscar Jenny Beavan ("Una habitación con vistas", Óscar al mejor diseño de vestuario en 1986) se ha encargado del diseño de vestuario. Jon Ekstrand ("Dinero fácil") ha compuesto la música.
EL NIÑO 44 está producido por Ridley Scott, Michael Schaefer ("Exodus: Dioses y reyes") y el ganador del Óscar Greg Shapiro ("En tierra hostil (The Hurt Locker)", Óscar a la mejor película en 2009).
EL NIÑO 44, un suntuoso thriller de época que abarca temas de poder, amor, traición y asesinato, se basa libremente en los crímenes del asesino en serie real Andréi Chikatilo. Conocido también como "el Carnicero de Rostov", Chikatilo fue condenado por asesinar y mutilar a 52 mujeres y niños en la Rusia soviética. La versión novelada del escritor Tom Rob Smith del truculento caso fue recibida con rotundos elogios de crítica y público tras su publicación en 2008. "El niño 44" ganó el premio Ian Fleming Steel Dagger concedido por la Asociación de Escritores de Género Negro de Gran Bretaña, se tradujo a 26 idiomas y se convirtió en la primera entrega de una trilogía que ahora incluye "El discurso secreto" y "Agent 6".
"Lo estupendo de las historias de detectives y de investigaciones policiales es que reflejan mucho sobre la sociedad en la que se producen", afirma Smith. "Si quieres entender un mundo, no tienes más que fijarte en cómo actúa la policía de ese determinado lugar".
De la página a la gran pantalla
Entre los admiradores del autor se cuenta el realizador ganador del Óscar Ridley Scott. Impulsado por la riqueza de caracterización y la escala épica de "El niño 44", Scott concertó una reunión tras leer la obra para conocer al novelista en sus oficinas centrales de producción de Londres. "Fue ligeramente surrealista", recuerda Smith. "Pasé de tener un proyecto que pensé que tal vez ni siquiera se llegara a publicar, a estar hablando con Ridley Scott en su despacho, sentado junto a una espada de Gladiator (El gladiador) y un accesorio de atrezo de Alien, el octavo pasajero. Ridley estaba lleno de ideas increíbles para el proyecto".
Scott tenía inicialmente intención de dirigir personalmente EL NIÑO 44. Pero entonces vio el thriller de género negro de 2010 del director sueco Daniel Espinosa "Dinero fácil", la película sueca más taquillera de la historia. "Dinero fácil" permitió a Espinosa exhibir su ingenio para planificar secuencias de acción y su gran estilo a la hora de montar. "A Ridley le gustó la película y me invitó a cenar", recuerda Espinosa. "El simple hecho de tener la oportunidad de sentarse a hablar de películas con un maestro del cine como Ridley Scott ya suponía toda una emoción. Entonces empezamos a hablar de El niño 44, que yo ya había leído. Le dije lo que pensaba y Ridley me preguntó si me interesaría dirigir la película mientras él la producía. Fue un momento realmente alucinante para mí".
Una escala épica sobre una base íntima
Después de aceptar hacerse cargo de la dirección, Espinosa fichó al guionista nominado al Óscar Richard Price ("El color del dinero", "Las pandillas del Bronx"). Aunque los detalles concretos se circunscriben a un momento y un lugar muy específicos, la historia sirve de comentario universal sobre cómo los estados totalitarios en general pueden aplastar el espíritu humano. "En todas mis películas, me gusta fijarme en personajes que están sufriendo algún tipo de transformación", explica Espinosa, que debutó en Hollywood con el éxito de taquilla de Denzel Washington "El invitado", antes de embarcarse en EL NIÑO 44. "Para mí, la historia de EL NIÑO 44 trata sobre un hombre que pierde la ilusión. La cuestión se convierte entonces en cómo seguir adelante después de que todo aquello en lo que creía, hasta su propio matrimonio, resulta estar basado en mentiras".
En EL NIÑO 44, Espinosa vio la oportunidad de mezclar secuencias de acción viscerales con arcos argumentales para los personajes llenos de matices psicológicos, sobre un trasfondo histórico de gran riqueza. "Naturalmente, me encanta la faceta de acción cargada de energía de la historia, pero también quería que girara en torno a los personajes", señala Espinosa. "Queríamos explorar la dinámica de poder entre Leo y Raisa. Para mí, la historia plantea cuestiones sobre la confianza, sobre lo que significa amar a alguien en una sociedad en la que todos temen bajar la guardia".
Un héroe insólito
Para afianzar una aventura de tal magnitud histórica, el equipo responsable del proyecto necesitaba a un actor capaz de manejar el exigente registro emocional y físico del guión, desde los tranquilos momentos dramáticos a las brutales secuencias de acción. También necesitaba a alguien que pudiera expresar sutilmente los conflictos internos del protagonista, mientras lucha por encontrar su humanidad en una situación inhumana.
Encontraron a su Leo Demidov en el actor británico Tom Hardy. Considerado como uno de los talentos más carismáticos de su generación, Hardy impresionó a los espectadores en la piel de un violento recluso en "Bronson", luego saltó a la fama mundialmente con su interpretación del malvado Bane en "El caballero oscuro: La leyenda renace" y, más recientemente, se ganó los elogios tanto de la crítica como del público con su papel del barman de Brooklyn con un oscuro secreto en "La entrega (The Drop)".
"Hace muchos años que admiro el trabajo de Tom Hardy", afirma Espinosa. "Es uno de esos actores sumamente comprometidos y de un talento enorme, que se sumerge tanto en cualquier papel que interprete que te olvidas que es él y no ves más que al personaje en la pantalla. Me quedé encantado de que aceptara interpretar a Leo, no sólo porque es uno de los actores más solicitados en la actualidad, sino porque supe que le aportaría al papel una intensidad y sinceridad que serviría para impulsar toda la película".
Hardy comenta que lo que le atrajo del proyecto fue la complejidad moral de su personaje, y el guión en general. "Me gustó la historia. Pero, al mismo tiempo, también me gustaba mucho el equipo que se iba a encargar de adaptarla. Trabajar con Lionsgate en Warrior fue una gran experiencia, disfruté enormemente con esa película", explica Hardy. "En cuanto a la historia, EL NIÑO 44 tenía mucha acción, pero es a la vez un drama de época, un terreno a la vez familiar y emocionante para mí, con un tono general naturalista movido por los personajes".
Durante el rodaje de EL NIÑO 44, Hardy pulió su reputación de preparación meticulosa e interpretación intensa. "Tom llegó el primer día con una idea muy clara de quién era Leo", recuerda Espinosa. "Logra, con las expresiones más sutiles, transmitir las emociones internas y la incertidumbre de un hombre que se ha preparado toda su vida para evitar mostrar emoción o inseguridad alguna, y que vive en una sociedad en la que la sinceridad puede hacer que te maten. Y además lo hace todo con un estupendo acento ruso".
Hardy estaba encantado de reunirse con su compañera de reparto de "La entrega (The Drop)", Noomi Rapace, que en esta ocasión interpreta a su mujer, Raisa. "Noomi es una persona que, cuando encuentra un proyecto, se mata por hacerlo realidad. Y cuando empieza el rodaje, da el 110% para sacarlo adelante... Es uno de los mejores actores que conozco. Si Noomi me propone un proyecto, por supuesto que le echaré un vistazo y me lo tomaré en serio, porque sé que le encanta este trabajo tanto como a mí. Posibilitó y propició una relación con Daniel Espinosa para EL NIÑO 44 y luego no dejó de presionar y presionar hasta conseguir que diera fruto".
"Es una narración de gran riqueza", prosigue Hardy. "Tenemos a un tipo que trabaja para el MGB, que fue un héroe de guerra, alguien que empezó siendo huérfano y se convirtió en todo un modelo de la Rusia de Stalin y en última instancia en un modelo del propio comunismo que acaba sintiendo que el sistema le ha fallado. Se ve obligado a negar el asesinato del hijo de su mejor amigo y luego a afrontar el hecho de que la mujer de la que está locamente enamorado (Raisa, el personaje interpretado por Noomi Rapace) no siente lo mismo por él. Que la gente que le importa lo ve como un monstruo, y aún así no puede hacer nada realmente al respecto en el clima político en el que no sólo vive, sino del que representa la vanguardia, como miembro de la policía secreta".
Una mujer al límite
Fue el productor Ridley Scott quien dio a conocer EL NIÑO 44 a Rapace en Los Ángeles cuando la eligió para interpretar un papel en su épica cinta de ciencia ficción de 2012 "Prometheus". "Me encantó el guión, no podía dejarlo", asegura. "La historia de amor es sumamente compleja, me impactó, no podía dejar de darle vueltas ni olvidarla, y el personaje empezó a cobrar vida en mi interior".
Cuando descubrió que Espinosa se iba a encargar de la dirección, Rapace se quedó encantada. "Hacía mucho tiempo que quería trabajar con Daniel", comenta. "Tiene un espíritu indomable. Daniel es como un chico de la calle que hace películas de gánsteres y cine de acción, pero al mismo es un director increíble que puede hacer de todo. Es muy maduro y me pareció que era una elección perfecta para esta película".
Rapace también se alegró de volver a rodar con Hardy. "Tom y yo conectamos estupendamente", opina la actriz sueca. "Me siento completamente segura con él, así que la cuestión era realmente encontrar la verdad de cada escena y ver hasta dónde podía llevarnos. Me encanta trabajar con Tom porque siento que puedo hacer lo que sea, llegar hasta donde sea y siempre cuento con su apoyo".
La interpretación de Rapace de la dócil maestra Raisa Demidov supone una diferencia significativa con respecto al papel que la dio a conocer en todo el mundo, la dura protagonista principal de "Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres". Para comprender la timidez de Raisa, Rapace se imaginó la paranoia que experimentaría a diario un ciudadano corriente durante el régimen estalinista. "Raisa tiene un instinto de supervivencia que la lleva a estar constantemente vigilando el lugar en que se encuentre, en busca de cualquier posible ventaja, de formas de desaparecer, de desvanecerse, de no llamar la atención", explica Rapace. "No te interesa que la gente te preste mucha atención porque eso puede ser peligroso. Raisa ha logrado sobrevivir a base de no expresar sus sentimientos ni defender ninguna idea. En su interior se está librando toda una guerra, pero no puede contárselo a nadie porque sería demasiado arriesgado".
Rapace apunta que todo cambia cuando Raisa se ve exiliada con Leo. "Nos mandan a una horrible ciudad industrial, donde me obligan a fregar suelos en la escuela local", prosigue. "Leo pierde su poder e influencia y su estilo de vida privilegiado. Acabamos viviendo en una birria de cuartucho y es una vida muy dura pero, al mismo tiempo, Raisa se siente libre porque ahora Leo no puede controlarla. Ya no tiene que hacer de ama de casa encantadora".
El psicópata estalinista
El actor sueco Joel Kinnaman, que trabajó con Espinosa por primera vez en "Dinero fácil", disfrutó con el reto de convertir al traicionero burócrata de la policía secreta Vasili en un personaje tridimensional. "Vasili es un individuo desquiciado y con rasgos sociópatas", explica. "El reto era crear un contraste, de modo que Vasili tuviera una trayectoria y siguiera una evolución. Daniel y yo lo hicimos a base de cambiar la relación entre Vasili y Leo. Al principio, admira a Leo y quiere ser como él. Cuando exilian a Leo, Vasili empieza a vivir en su apartamento. Lleva su bata. Siempre se ha sentido fuertemente atraído por su mujer, Raisa. Intenta ser Leo".
Al final de la película, la admiración se torna en furia homicida. "Vasili se convierte en un personaje muy taimado y manipulador", opina Kinnaman.
Kinnaman se dio a conocer a los espectadores estadounidenses con su papel protagonista del inspector Stephen Holder en la serie policiaca de televisión del canal AMC "The Killing". "Estuve grabando The Killing hasta el momento en que me subí en el avión y, al día siguiente, me encontraba en Praga", recuerda el actor. "Hasta ese momento, no me había parado mucho a pensar en el hecho de que EL NIÑO 44 fuera un relato de época. Pero cuando me bajé del avión fui directo al departamento de vestuario, donde empezamos a probarme ropa y de pronto, me di cuenta: ¡Esto es en los 50!. Fue genial, porque probarse esa ropa te ayuda a meterte mucho en ambiente. Puedes relajarte hasta cierto punto y dejar que la ropa, las botas y el corte de pelo te hagan parte del trabajo".
Un burócrata con conciencia
Para el actor nominado al Óscar Gary Oldman (como "mejor actor" por "El topo" en 2011), el cansado jefe de policía de provincias, el general Mijaíl Nésterov, al que interpreta en EL NIÑO 44 personifica los compromisos morales que muchos ciudadanos tuvieron que hacer para sobrevivir a la política de la era estalinista. "Había tanto terror emocional, físico y psicológico en la sociedad estalinista que un tipo como Nésterov se limita a hacer la vista gorda con todo", explica. "El sistema soviético no permite que haya males capitalistas como asesinatos, muertes y prostitución, hasta el punto en que Leo y Nésterov han quedado, en cierto sentido, ética y emocionalmente constreñidos. Si tu forma de pensar se desvía aunque sea ligeramente de la ideología general del partido, Stalin podría desterrarte, que fue lo que le pasó a Nésterov cuando lo enviaron a la localidad rural de Volsk".
Para cuando Leo llaga a Volsk, Nésterov ya se ha acostumbrado a la menor categoría de un jefe local de la milicia. "No se encuentra tan observado bajo la atenta mirada de Moscú", explica Oldman, que ya había tenido que vérselas con la ambigüedad moral de la Guerra Fría en el thriller de espionaje de 2011 "El topo". "Nésterov ha logrado construirse allí una buena vida. Tiene una comunidad, una familia y a sus hombres. La aparición de Leo pone todo eso en peligro".
Cuando Leo explica que está intentando localizar a un asesino que ha estado dejando los cuerpos de sus jóvenes víctimas a lo largo de las vías del tren, Nésterov, que también tiene hijos, se muestra a la altura de las circunstancias. "Leo despierta su conciencia", aporta Oldman.
Moda soviética
Con sus ocho nominaciones a los Óscar y una estatuilla por "Una habitación con vistas", la diseñadora de vestuario Jenny Beavan ha trabajado en un buen número de dramas de época ambientados en Inglaterra, como "Sherlock Holmes" y "El discurso del rey", pero tuvo la oportunidad de explorar un terreno nuevo al documentarse sobre la ropa de la era soviética para EL NIÑO 44. "Me di cuenta de que buena parte del material que encontraba en Internet, o en libros y publicaciones periódicas era realmente propaganda", explica Beavan. "Las imágenes estaban pasadas por el filtro del sistema soviético, porque querían que la gente no viera más que el lado alegre de la vida soviética. Fue difícil encontrar fotografías de gente real y de la vida ordinaria, puesto que todo estaba sometido a una fuerte censura".
Una vez decidido el aspecto que quería para los personajes civiles, Beavan buscó por toda Internet almacenes que acumularan ropa vieja. Luego reclutó a la especialista en envejecimiento de vestuario Joanna Weaving y a su equipo de artesanos checos para darle a la ropa aspecto de estar muy usada. "Encontramos ropa vieja de la época que usamos como punto de partida, pero todo lo que se hiciera nuevo había luego que envejecerlo y desgastarlo", recuerda Beavan. "Los envejecedores/tintoreros usan todo tipo de herramientas básicas del hogar para acelerar el proceso natural de desgaste: ralladores, cepillos de alambre, tintes, vaselina y pintura. También hago lavar los tejidos antes de empezar a cortarlos, ya que ayuda a ablandar el material. Jo Weaving es una artista textil que pintas los tejidos para realzar su antigüedad y desgaste".
Para los uniformes militares que llevan Leo, Vasil y sus compañeros, Beavan contactó con un fabricante polaco. "Hero Collection, en Poznan, son especialistas en uniformes, que hacen uniformes para el ejército polaco, la policía y asociaciones deportivas", explica. "Pero la pasión de Krzysztof son los uniformes históricos. Tiene un sastre excelente, con muy buen ojo para el corte de época, y con el taller preparado hicieron unos 400 uniformes para EL NIÑO 44".
"Gris" resultó ser el calificativo que mejor se ajustaba al vestuario de la mayor parte de los personajes, incluida Raisa. "Podría vestir a Noomi con sacos viejos y seguiría estando fabulosa", afirma Beavan. "Puesto que interpreta a una maestra, lo mantuvimos muy sencillo: ropa simple y tejidos baratos. Lo lleva con estilo".
Beavan siguió un enfoque similar para vestir a 800 extras para una escena de multitud en una estación de tren. "En la Unión Soviética, durante esta época, había un miedo enorme entre la gente corriente", comenta. "Así que la gente en nuestra multitud no intenta destacar. Incluso para nuestros personajes principales he mantenido los colores apagados. Nadie lleva rojo chillón ni ningún color llamativo. No querían destacar por miedo a que se fijaran en ellos".
Durante una visita a la sede de Beavan, Espinosa se sorprendió por la enorme cantidad de camisas, abrigos y vestidos apagados. "Nuestro taller está en un almacén similar a un hangar, pero repleto de ropa", explica Beavan. "Daniel me dijo que en su vida había visto nada parecido. Tenemos mucha ropa organizada en percheros y resulta toda uniformemente deprimente".
Moscú en el Moldava
El rodaje de 15 semanas de EL NIÑO 44 se realizó a lo largo del verano de 2013 en la República Checa. Praga, la capital, hizo las veces del Moscú de la Guerra Fría. El maravilloso y antiguo Teatro Nacional de Praga y el Rudolfinum, una sala de conciertos neorrenacentista, se utilizaron para rodar escenas en las que el grupo de élite de oficiales del MGB y sus mujeres ven "El lago de los cisnes" interpretado por el ballet del Bolshói de Moscú. Además, el diseñador de producción nominado al Óscar en dos ocasiones Jan Roelfs ("Gattaca", nominación al Óscar a la mejor dirección artística en 1998) supervisó la creación de 125 sets para escenas grabadas en los famosos estudios Barrandov de Praga.
En colaboración con el Fondo de Cinematografía de la República Checa, Espinosa trabajó estrechamente con Roelfs para conseguir el mayor número posible de localizaciones específicas de la época. "Praga y la República Checa tenían la mejor combinación de arquitectura de estilo soviético de los 50 y 60 a menos de una hora del centro de la ciudad y contaban con técnicos con mucha experiencia", aporta el productor ejecutivo Adam Merims.
Recrear el gulag
En contraste con el esplendor urbano de Moscú encontramos la mugrienta localidad de Volsk, donde unos exiliados Leo y Raisa conocen por primera vez a Nésterov. Volsk, una "especie de ciénaga industrial, sucia, mugrienta y espantosa", en palabras de Beavan, es el reducto desolado en el que obligan a vivir a inconformistas como castigo por desviarse del pensamiento común del Partido Comunista.
Al haber sido productor ejecutivo de "El invitado" para Espinosa, Merims estaba familiarizado con la clara preferencia del director por rodar en lugares reales. "A Daniel le encanta la sensación que da a los actores y al equipo", aclara Merims. "Le encantan los sonidos de los ambientes reales de la época".
Encontrar un sitio similar a Volsk en el mundo real se convirtió en algo primordial. Los miembros del equipo visitaron más de 50 localizaciones en un radio de menos de tres horas de Praga. Al final, se decidieron por el pueblo de Králuv Dvur, sede de una gigantesca acería que ha estado 163 años en funcionamiento. "La idea era que la propia acería hiciera del pueblo en sí", explica Merims. "Usamos unas vías que se habían tendido en la superficie para transportar mineral a la fábrica y sacar de allí el equipo pesado de acero para nuestra línea de tren de pasajeros".
Leo y Raisa van y vienen de Moscú a Volsk en ferrocarril, un trayecto de casi mil kilómetros que realizan en trenes atestados. Para dotar de realismo a los largos viajes de la pareja, el equipo responsable del proyecto utilizó la locomotora de vapor "Big Boy", fabricada en 1928 y capaz de alcanzar una velocidad punta de 50 km/hora. Las secuencias ambientadas en la estación de tren contaron con la "German Girl", una locomotora de vapor fabricada por Wiener Lokomotivfabrik en 1944 que todavía está en funcionamiento. "Nos aseguramos de que las vías cumplían todos los requisitos de seguridad e hicimos que pareciera una estación de ferrocarril de verdad, hasta con pasajeros de época y campesinos que subían o bajaban cargados con gallinas, maletas y todo lo demás", recuerda Merims.
El enfrentamiento culminante de EL NIÑO 44 en Rostov, en la fábrica Rostelmach, base de operaciones del asesino en serial, se rodó en medio de los paisajes industriales de Králuv Dvur y Hrádek u Rokycan. "El mundo que ofrece Daniel es tan auténtico que hace buena parte del trabajo por ti", opina Oldman.
Un estado de ánimo totalitario
Si la política es en última instancia algo personal, entonces se puede ver EL NIÑO 44 como una fábula aleccionadora de un capítulo de pesadilla de la historia: las culturas políticas tiránicas reprimen a gente esencialmente decente, con resultados trágicos.