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  Aprendiendo a conducir  (Learning to drive)
  Dirigida por Isabel Coixet
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Producción enteramente estadounidense dirigida por Isabel Coixet ("Ayer no termina nunca"). Protagonizada por el oscarizado Ben Kingsley, a quien ya dirigió en "Elegy", y la nominada al Oscar Patricia Clarkson ("Cairo time"). Segundo film más votado por el público en el Festival de Toronto.


Declaraciones de la directora
Tuve el primer contacto con APRENDIENDO A CONDUCIR mientras rodaba Elegy junto a Patricia Clarkson y Ben Kingsley, ¡hace 8 años! Patricia me pasó el guión, que me fascinó y conmovió sumamente. Por entonces, me estaba separando del padre de mi hija, y no tenía permiso de conducir. El guión me dio la fuerza para seguir adelante y el empuje necesario para aprender a conducir. Me hablaba a un nivel muy personal; después de todos estos años, haber realizado la película ha sido como un sueño tornado realidad.

Soy gran seguidora de la obra de Katha Pollitt; su ensayo ha devenido un clásico porque contiene su punto de vista inteligente, agudo, y compasivo acerca del amor, la pérdida y el seguir adelante en la vida. Creo que APRENDIENDO A CONDUCIR ha captado la esencia de su ensayo, incluso si algunas cosas devienen totalmente diferentes. La propia Katha asistió al rodaje y se mostró encantada con lo que vio.

Cuando pensé en el reparto, inmediatamente recordé a Ben y Patricia. Wendy es una trabajadora abnegada, alguien cultivada, fuerte, ingeniosa y muy capaz. Pero su mundo se desmorona cuando su marido la deja. Aprende a conducir y, en el proceso, también aprende a ser independiente y abierta al mundo. Darwan es un hombre honesto, un sikh envarado y tradicional con un código del honor muy estricto. Mientras enseña a conducir a Wendy, comienza a percibir cosas de él mismo, y aprende a ser más flexible y generoso. Sencillamente, ambos actores nacieron para dar vida a esos personajes. Dado que se trata de mi segundo largo con ellos, he de admitir que ha sido demasiado fácil y divertido; tenemos la sensación de que ¡ya somos familia!

Visualmente, quería mostrar Nueva York en verano como un lugar de fuerte transpiración, bello y brillante, en el que vivir, así como manifestar que existe todo otro colorido mundo en Richmond Hill. Conjuga bien con el sempiterno tema del autoconocimiento; con la actitud del “nunca es demasiado tarde para lo que sea”; con el hecho de que el amor es una labor tan dura como lo pueda ser el matrimonio; con lo fácil que es perder perspectiva acerca de nuestras vidas, y cómo podemos recuperarla; con la belleza de una amistad sincera entre un hombre y una mujer.