Una película dirigida por HELENA TABERNA (Nagore, La buena nueva, Yoyes) y producida por LAMIA con la participación de TVE, ETB, GOBIERNO DE NAVARRA y el patrocinio del CABILDO DE GRAN CANARIA. Conocida en principio como 'El contenido del silencio'.
Un rodaje con localizaciones en Navarra, Euskadi y Canarias entre el 9 de marzo y 25 de abril de 2015.
Protagonizada por Daniel Grao (Palmeras en la nieve, Fin, Los ojos de Julia); la nominada al Goya a Mejor Actriz de Reparto por Marsella Goya Toledo (Maktub, Las trece rosas, Amores perros); Juana Acosta (Tiempo sin aire, Libertador, Una hora más en Canarias), y Jon Kortajarena (Ma ma, Un hombre soltero). Completan el reparto Assumpta Serna (Subjúdice, Matador, El maestro de esgrima); la recién al Goya a Mejor Actriz Revelación por Hermosa juventud Ingrid García Jonsson (Toro), y Xabier Elorriaga (Pasos de baile, Tesis, Lejos de África), entre otros.
Con guión de Helena Taberna, Andrés Martorell y Natxo López, el film es una adaptación libre de la novela homónima escrita por Lucía Etxebarría.
EL CONTENIDO DEL SILENCIO cuenta además con un equipo técnico de lujo en el que destacan el diseñador Carlos Díez (Lena, Ma Ma, Habitación en Roma, Menos que cero), al frente del vestuario de la película; el Director de Fotografía Javier Agirre (Loreak); el Director de Arte Javier Alvariño (Rec 4, Grand Piano, Open Windows), y el músico Angel Illarramendi (El hijo de la novia, Luna de Avellaneda, La buena nueva).
Notas de la directora
La historia y su origen
La película ACANTILADO surgió como una adaptación libre de la novela "El contenido del silencio" de Lucía Etxebarria. La película cuenta una historia inspirada en hechos reales sobre la desaparición de una joven en las Islas Canarias. Gabriel, su hermano, recibe la noticia del suicidio colectivo en una secta y se entera de que su hermana Cordelia era una de las adeptas. Gabriel viaja a la isla y se sumerge en la búsqueda de su hermana desaparecida.
ACANTILADO, título definitivo de la película, alude no sólo al accidente geográfico sino a la situación psicológica y emocional en la que se encuentran sus protagonistas. La película habla sobre la desaparición, la identidad, la culpa y la pérdida. He utilizado la estructura de thriller como un elemento dinámico que me permitiera indagar en las verdaderas motivaciones de los personajes. Mi planteamiento pretendía que el largometraje tuviera un componente visual y de ritmo que ayudara al espectador a entrar más fácilmente en el oscuro mundo de la secta y en las complejas relaciones que se establecen entre los diferentes personajes que transitan por la película. Para ello, construimos dos tramas que avanzan en paralelo, una en el presente y otra en el pasado.
Sobre las sectas
A lo largo de ACANTILADO he pretendido que se activara el imaginario del espectador sobre el poder y el enigma de las sectas. Siempre me ha producido una enorme curiosidad saber cómo funcionan realmente estas sociedades secretas y cómo se despliega la manipulación basada en la necesidad de afecto y en la inseguridad de los adeptos. Quería hablar de la fascinación de los jóvenes por el poder que emana del carisma de sus líderes, así como de los discursos que éstos suelen elaborar y que están llenos de ambigüedad, con atractivas ofertas espirituales o esotéricas.
Fue muy interesante para mí poder trabajar con el Departamento de Sectas en la Comisaría de Policía de Gran Canaria, que nos ayudó mucho con todo tipo de información sobre sectas, ya que desde hace décadas muchas de ellas han elegido el clima y el aislamiento de las Islas para instalarse. Me sorprendió saber que la Policía había tenido infiltrados en algunas de estas organizaciones para lograr una información que de otra forma resulta muy difícil obtener, ya que estos grupos sociales se mueven entre el secreto y la jerarquía férrea. También me interesó conocer el dato de que las sectas van creciendo numéricamente en nuestro país de manera muy notable, sobre todo en la última década.
La adaptación de la novela
El proceso de adaptar la novela a largometraje cinematográfico ha sido bastante complejo. A pesar de que partíamos de la premisa de que la literatura y el cine son lenguajes muy diferentes, cuando empezamos a trabajar en el guión sufrimos un exceso de servidumbre con la novela y eso supuso un importante freno para la escritura. Al cabo de unos meses decidimos apartarnos de la obra original así como de su estructura narrativa, con el fin de poder construir un guión libre de ataduras literarias, si bien basado en los hechos y personajes que se describen en el libro. Estos hechos, además, están inspirados en sucesos reales que ocurrieron en Canarias en los años noventa.
El desarrollo del proyecto me ha llevado a ampliar el concepto de "secta". A lo largo de la película descubrimos que todos los personajes y los conflictos de ACANTILADO tienen que ver con la búsqueda del amor, de forma consciente o inconsciente. Esa necesidad de afecto va a ir determinando cómo van apareciendo de manera sutil ciertas formas de sumisión en todos los personajes. De algún modo, todos los protagonistas de la película convierten sus relaciones afectivas en experiencias similares a las que Cordelia vive en la secta.
Además, los conflictos y las relaciones que establecen los diferentes personajes que se mueven en la película nos permiten percibir cómo la necesidad de afecto y sobre todo el miedo a la soledad, muchas veces nos empujan a formar parte de relaciones "sectarias", desequilibradas y dependientes, en grupos sociales, que por otra parte son plenamente "normales", habituales, aceptados y legales.
Los actores y sus personajes
He podido contar con un elenco poderoso y muy adecuado para la historia, compuesto de grandes actores que se han entregado por completo al proyecto desde el inicio, aportando una gran riqueza a sus personajes, contribuyendo a cargar la historia de verdad, enigma y desasosiego.
Daniel Grao (Gabriel) nos ha ofrecido un protagonista complejo, con una paleta de registros de lo más variada, adentrándose con solvencia en secuencias de gran dificultad por la sutileza que precisaba su evolución emocional.
A su lado, Juana Acosta (Helena) encarna a un personaje que se mueve entre el duelo por el final de una historia de amor y el miedo a la soledad. Juana ha encontrando el equilibrio exacto entre la fortaleza y vulnerabilidad que precisaba su personaje.
Goya Toledo (Santana) interpreta a una Inspectora de Policía, un personaje duro, con gran carácter, que la actriz canaria resuelve con implicación y riqueza de matices. Probablemente uno de los papeles más complicados de su carrera y también uno de sus mayores logros como actriz.
Le acompaña Josean Bengoetxea (Martínez) y juntos construyen un dinámico tándem. De un personaje que podría parecer el de un policía convencional, Josean extrae interesantes matices, menos convencionales.
La joven actriz Ingrid García-Jonsson (Cordelia) encarna toda la fragilidad y desorientación que requería su personaje, que es el motor que pone en marcha todo el desarrollo de las diferentes tramas.
Por su parte, Ana Gracia (Heidi) nos ha proporcionado solidez, carisma y misterio para una estupenda composición del personaje antagonista, la líder de la secta.
Jon Kortajarena (Julián) construye un personaje secundario ligero y con una gran entidad. Jon es un actor sensible y disciplinado que llena a su personaje de verdad. En su primer papel relevante en el cine español, puedo aventurar que es un actor que nos dará agradables sorpresas.
Junto a él, Maiken Beitia (Marion) y Xabier Elorriaga (Antonio) completan un casting de lujo que ha puesto todo su talento al servicio de ACANTILADO.
Localizaciones y colores: La fotografía atmosférica
Para la creación de la atmósfera de la película, era muy importante conseguir unas localizaciones que tuvieran un fuerte impacto visual y que nos hicieran sentir algo de inmediato. El protagonismo del paisaje era uno de los pilares fundamentales de ACANTILADO porque mi intención era hacer una película abierta con muchos escenarios exteriores y donde el paisaje luminoso de las islas estuviera siempre presente en contraste con los secretos oscuros que ocultan nuestros personajes.Dedicamos bastante tiempo en preproducción a localizar la finca en la que se ubica la secta, que finalmente encontramos en un paraje maravilloso en el norte de Gran Canaria. Pusimos especial empeño en buscar acantilados en esa misma zona para que aportaran esa sensación de vértigo, belleza y enigma que necesitaba para poder contar esa historia que sentí, ya desde el inicio, muy poderosa visualmente.
Las localizaciones de ACANTILADO nos fueron llevando de modo natural hacia una paleta basada en los colores de la tierra y el mar. Iba a ser una película de tonos beiges, marrones, ocres y grises en contraste con el azul del mar. Para reforzar este concepto decidimos "vestir" toda la película con los mismos colores, de modo que todos los equipos de la película trabajaran con esa misma gama. Tanto el departamento de arte como el de vestuario trabajaron exclusivamente con la gama de los colores tierra, con el azul como único contraste. El azul lo utilizamos únicamente en el vestuario y accesorios de un solo personaje, el de Cordelia.
Necesitaba crear una atmósfera que ayudase a transmitir algunos de los matices que son consustanciales al imaginario colectivo sobre el mundo de las sectas. Utilizamos una fotografía muy atmosférica, de gran belleza, con hermosos encuadres que fueron tratados con una luz muy particular. Javi Agirre, como director de fotografía y primer operador de cámara, consiguió que el tratamiento de la luz fuera armónico y produjese el efecto visual, sólo aparentemente tranquilizador, que genera la belleza explícita.
Puede resultar sorprendente la elección de una imagen luminosa, contrastada y que no remarca la desolación de los personajes. La luz de la película, junto a la estructura en tiempos rotos y líneas narrativas que se unen, se separan, se mezclan y se complementan, han sido elementos que han contribuido a encontrar el tono que deseaba para el largometraje. Una atmósfera donde la belleza exterior de los espacios y de los personajes mostrara de modo más rotundo la fragilidad afectiva de todos ellos. Creo que el tratamiento de la fotografía que hemos elegido contribuye a crear esa atmósfera envolvente y hermosa pero a la vez propone una gran libertad para que cada espectador/a pueda completar el relato desde su propia experiencia vital.
Sonido y B.S.O.
El diseño de sonido incluye una banda sonora que siempre sentí también muy pegada a la tierra, mezclada con el sonido que precisaba cada secuencia. El sonido forma parte de la música y de la atmósfera de la película y apoya con sensibilidad el avance de la historia hasta el clímax. Ángel Illarramendi ha compuesto una partitura muy sugerente. Diferente a sus anteriores bandas sonoras, la música que ha creado contribuye a transmitir ese desasosiego que acompaña a nuestros personajes y envuelve ACANTILADO de cierta espiritualidad, cargando a la vez de tensión todo el metraje.
Notas finales
Después de rodar películas con trasfondo histórico y social como "Yoyes" o "La Buena Nueva", que afortunadamente gozaron del apoyo del público y de la crítica, necesitaba cambiar de registro, colocarme ante mi propio acantilado. Quise hacer esta película sin la necesidad de respetar la historia o la realidad, para poder centrarme exclusivamente en la exigencia del relato cinematográfico. También me interesó poder experimentar con una trama que avanza con ritmo de thriller, pero que, sin embargo, como en mis anteriores películas, se centra en los personajes y en sus conflictos interiores.
Siento que todos estos elementos estéticos, técnicos y artísticos utilizados en la película contribuyen a que nos preguntemos constantemente qué secretos esconden nuestros protagonistas. Nos interesa lo que ocurre en sus cabezas y en sus corazones, para que nos empujen a reflexionar sobre nuestras propias sectas, nuestros miedos, nuestros secretos y nuestras servidumbres ante el miedo a la soledad.
Con ACANTILADO, además de mi intención de hacer una película arriesgada desde lo personal, también creía que estaba contando una historia totalmente diferente a las de mis anteriores películas de ficción. Y así lo sentía mientras estaba la película en proceso. Pero ahora, con la película terminada, soy consciente de que con ACANTILADO regreso a un tema que está muy presente en toda mi filmografía: la dificultad de compaginar la libertad individual con la pertenencia al grupo y del precio que hay que pagar por la verdadera libertad.
ACANTILADO es una película que felizmente he podido realizar con total y absoluta libertad. Me alegra mucho haber podido abrazar esta historia que, tanto a mí como a todo mi equipo, nos ha colocado en el límite en más de una ocasión. ACANTILADO sería también una metáfora de la pasión que hemos puesto en la película y de la satisfacción de habernos lanzado todos juntos a esta aventura de amor al cine.
La directora, Helena Taberna
Con cinco largometrajes en su haber, además de varios cortometrajes, la trayectoria de Helena Taberna está marcada por la coherencia en la elección de sus proyectos y por un estilo cinematográfico muy personal.
Su ópera prima, "Yoyes", es una película de referencia en el cine sobre terrorismo y sigue programándose en televisiones y universidades de todo el mundo. La distribución nacional corrió a cargo de Columbia Tristar con cerca de 200.000 espectadores. Financiada en co-producción con Italia y Francia, con la ayuda de los programas Media y Eurimages, "Yoyes" tuvo una amplia andadura por salas europeas y festivales internacionales, obteniendo 15 galardones y ventas en todo el mundo.
Su segundo trabajo fue el largometraje documental "Extranjeras", distribuido en salas cinematográficas por Sherlock Films tras su presentación en la Seminci de Valladolid en 2003. "Extranjeras" ofrece una mirada profunda de las mujeres inmigrantes que viven en España. La película atravesó fronteras y estuvo presente en numerosos festivales internacionales en los que cosechó varios premios. "Extranjeras" se utiliza habitualmente en universidades como material de referencia en formación y trabajos sobre la inmigración en España.
En 2008 Helena Taberna estrenó "La Buena Nueva", producida por Lamia, y distribuida en salas nacionales por Golem, con una importante recaudación en taquilla. Tuvo su presentación oficial en el Festival Internacional de Busan y en la Seminci de Valladolid, donde Unax Ugalde obtuvo el Premio al Mejor Actor. Recibió un total de 16 galardones en su paso por festivales nacionales e internacionales y ha sido vendida a más de 30 países, con Filmax International como agente de ventas.
La directora estrenó en salas en 2010 el largometraje documental "Nagore", que ahonda en las circunstancias de la muerte violenta de una joven estudiante durante las fiestas de San Fermín. La película se presentó con éxito en la Seminci de Valladolid y posteriormente se exhibió en salas comerciales de España y en varias televisiones. "Nagore" obtuvo el premio del público al Mejor Largometraje en el Festival Cinefórum de Islantilla (Huelva) y el Premio Violeta al Compromiso Cultural.
En enero de 2016, Helena Taberna termina la postproducción de su último largometraje de ficción, "Acantilado", un thriller dramático inspirado en hechos reales sobre la desaparición de una joven en una secta de las Islas Canarias, que está protagonizado por Daniel Grao, Goya Toledo, Juana Acosta, Ingrid García-Jonsson y Jon Kortajarena.
En 2006, junto con otras directoras de cine, Helena Taberna fundó CIMA, Asociación de Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales. La asociación ha obtenido durante estos años importantes logros dentro de las instituciones relacionadas con el cine español y europeo.
La Academia de Cine de España organizó en marzo de 2011 un ciclo de Helena Taberna en el que se exhibió toda su filmografía en el marco del ciclo "Ellas Crean". Por otra parte, el Instituto Cervantes de Frankfurt organizó una muestra de la cineasta española dentro de la programación "Los lunes al cine". Otras ciclos y retrospectivas de Helena Taberna se han celebrado en el Festival de Cine "Mujeres en Foco" de Buenos Aires, el Festival de Cine Iberoamericano de Chicago, el de Düsseldorf, o en la Cinemateca de Ecuador.