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El thriller ha sido creado y desarrollado por el visionario cineasta TIMUR BEKMAMBETOV (Wanted/Se busca, Abraham Lincoln: Cazador de vampiros). Dirigido por LEO GABRIADZE (Problemas con suerte) a partir de un guión de NELSON GREAVES (la serie "Sleepy Hollow"), los productores son Timur Bekmambetov y Nelson Greaves.

El equipo técnico está compuesto por el coproductor ADAM SIDMAN (la serie "Caza subastas"), que también es el director de fotografía; la diseñadora de producción HEIDI KOLETO (Daddy); los montadores PARKER LARAMIE (Lowlands) y ANDREW WESMAN (el corto "Down by the Promised Land"), y la diseñadora de vestuario VERONIKA BELENIKINA. Los coproductores ejecutivos son ALAN KHAMOUI (el corto "The Monstrosity") y COUPER SAMUELSON (Ouija).

JASON BLUM (Ouija, las entregas de Paranormal Activity, The Purge: La noche de las bestias e Insidious) es el productor ejecutivo para Blumhouse Productions.

ELIMINADO es la quinta colaboración entre Universal y el taquillero productor Jason Blum, de Blumhouse Productions. Desde los aterradores thrillers especulativos como las dos entregas de La noche de las bestias, hasta la inesperada Ouija en 2014 y la recién estrenada Obsesión, Jason Blum sigue estirando las fronteras de los géneros de suspense y de terror, y siempre consigue entregar películas que no defraudan a su público.

En calidad de productor ejecutivo de ELIMINADO sigue dando oportunidades a nuevos directores sin abandonar el característico estilo que se hizo patente en las sagas Paranormal Activity e Insidious.


La creación de un nuevo género: El comienzo de ELIMINADO
Este nuevo género en el mundo del terror no deja de tener un origen fascinante...

La inclinación del productor Timur Bekmambetov por películas sofisticadas, innovadoras e inteligentes hace que el género de terror se eleve a niveles inesperados en ELIMINADO. El cineasta divide su tiempo entre Estados Unidos y Rusia, con empresas en ambos países, pasando gran parte de su vida delante del ordenador, y de ahí nació la idea de la película, una idea que le persiguió durante quince años: "Alguien tiene que hacer una película acerca del tiempo que pasamos conectados al ordenador".

"Durante los años pasados compartí mi visión con otros cineastas, con productores, buscando a alguien que me ayudara a sacar esta película adelante", dice el productor. "Explicaba mi idea, esperando que despertara algo, pero me di cuenta de lo difícil que era convencer a una persona para que se apartara del cine tradicional y se arriesgara. Entendí que la única forma de hacer la película era dejando de darle vueltas y lanzándome de cabeza".

Jason Blum, el productor ejecutivo cuya compañía, Blumhouse Productions, presenta la película, dice: "Lo mejor y lo más aterrador de ELIMINADO es que los productores y el director han inventado una nueva forma de hacer cine que realmente realza y mejora la historia".

Una noche, el guionista y productor Nelson Greaves y el coproductor ejecutivo Alan Khamoui, que ocupa un puesto ejecutivo en Bazelevs, la productora de Timur Bekmambetov, se habían reunido en el despacho del jefe para intercambiar ideas. Entonces volvió a surgir el concepto de ELIMINADO. Nelson Greaves dice: "Se nos ocurrió plantearla como una película de terror. Las películas con imágenes de archivo dan mucho miedo y son interesantes por los límites y las restricciones que imponen. Pero ¿hay algo más limitado que estar atrapado por la pantalla del ordenador mientras te atacan?"

El guionista y productor, que entonces era un asistente, necesitaba una buena razón para quedarse en la empresa y decidió escribir una historia que encajara con el mundo de las redes sociales sin dejar de ser realista y plausible. Una vez escrito el guión, se lo pasó a Timur Bekmambetov. Un amigo de este, el director Leo Gabriadze, estaba en Los Ángeles filmando un anuncio, y el productor sabía que el material le gustaría.

"Timur le pasó el guión impreso a Leo y le pidió que se lo leyera en aquel mismo momento", recuerda Nelson Greaves. "Luego llegaron las dos horas y media más largas de mi vida, mientras leía el guión solo en otro despacho. Lo mejor de todo fue que le gustó mucho", sigue diciendo.

Una vez conseguido el director, Nelson Greaves habló con Adam Sidman, su antiguo compañero de piso cuando estudiaban a la universidad, que trabajaba en producción para televisión. En cuanto le contó de qué iba la historia, se unió al proyecto en calidad de coordinador de producción, director de localizaciones, director de fotografía, productor creativo e incluso para contratar al equipo, y los tres rodaron una secuencia del guión a modo de prueba. Poco después, Timur Bekmambetov les dio luz verde y se pusieron manos a la obra.

El primer reto fue cuestión de distancia. Timur Bekmambetov estuvo en Rusia durante la mayoría del rodaje y gran parte de su participación tuvo lugar vía Skype, lo que no desentonaba con la película. Conoció a los actores, vio los decorados e incluso se pasó horas montando a distancia. Para cerrar el círculo, cuando la película se estrenó en los festivales Fantasia y SXSW, el productor saludó al público a través de Skype.

Producir ELIMINADO fue una auténtica hazaña si se tiene en cuenta que todo empezó con el trabajo de tres personas. "El equipo era muy pequeño", recuerda Leo Gabriadze. Empezamos Timur, Nelson y yo. Los tres estábamos empeñados en llevar la historia a la gran pantalla, lo que representaba un verdadero reto, pero creíamos en la idea. Aunque el equipo aumentó, seguimos siendo pocos y todos nos involucramos mucho. Timur siempre estaba dispuesto a ayudar. Nelson está lleno de energía y de entrega, además de ser un talentoso guionista y productor. Fue la fuerza que impulsó la película".

"Nelson y Leo eran el dúo perfecto para la película", dice Timur Bekmambetov. "Leo tiene sabiduría y experiencia, mientras que Nelson es joven y aún no conoce el significado de la palabra 'imposible'. Trabajaron con Adam, que hizo el papel de adulto responsable, permitiendo a Leo y a Nelson que soñaran y probaran cosas nuevas".

Timur Bekmambetov dejó que el equipo descubriera el nuevo lenguaje cinematográfico mediante el método de ensayo y error: "Normalmente, cuando hago películas, me baso en referencias sacadas de la historia del cine, pero en este caso estábamos solos. Había que inventar, intentar algo y equivocarse. Asimismo, debimos ser disciplinados para no ir más allá de los límites impuestos".

El productor nunca se apartó del proceso durante la preproducción y el rodaje. "Cuando teníamos alguna duda, Timur siempre estaba allí para recordarnos que fuéramos valientes y atrevidos, que no dudáramos", recuerda Nelson Greaves.

El productor Jason Blum ha vuelto a superar los límites del género con esta película: "Las mejores películas de terror son las que conectan con los miedos más primitivos del público, y ELIMINADO explora esos temores mediante una realización totalmente innovadora. Un grupo de adolescentes convencidos de que son inmortales empiezan a sufrir las consecuencias de lo que hicieron tan a la ligera hace un año. Ante el peligro, ¿se mantendrá la cohesión del grupo o irá cada uno por su lado, lanzado por la decisión que tomaron de común acuerdo?"


¿Te apetece jugar?. El reparto de ELIMINADO
El reparto principal de ELIMINADO está constituido por seis personajes que acaban atrapados en un juego del gato y el ratón mientras Billie les atormenta revelando secretos que no pensaban contar a nadie y les empuja a cometer actos horribles. El director de casting JOHN McALARY, a pesar de disponer de muy poco tiempo, supo encontrar actores de talento, pero tal como iban a descubrir los candidatos, las pruebas diferían de lo que estaban acostumbrados.

Al principio, los actores leían en una sala delante del productor-guionista y del director, pero vieron rápidamente que las pruebas debían transcurrir frente a una pantalla de ordenador. A partir de ese momento, el casting se realizó mediante una conexión de vídeo en dos salas diferentes y los actores fueron seleccionados a partir de estas pruebas. Después de una primera selección, Leo Gabriadze les separó en grupos de seis personas y les pidió que interpretaran una escena completa en la que debían encontrar la personalidad y lugar de su personaje en cada grupo. Era esencial que todos los actores se sintieran cómodos para aceptar cambios rápidos y una cierta dosis de improvisación. Solo después de esta prueba, el realizador escogió a los actores definitivos.

Para el papel de Blaire, el director y su equipo supieron que Shelley Hennig era la actriz idónea nada más verla. La intérprete reconoce que la posibilidad de improvisar quizá fue una de las cosas que más le atrajo. "La prueba era totalmente diferente de lo que había hecho hasta entonces", dice. "Estaba en una sala, hablando por Skype con un actor en otra sala, mientras que John, Nelson y Leo nos seguían en un tercer monitor. Nos dieron libertad total para improvisar, lo que permitió que los actores conectaran y desarrollaran una química con mucha mayor rapidez. El proceso me enganchó inmediatamente y, de hecho, toda la película está rodada así".

Shelley Hennig, conocida por el papel de Malia Tate en la serie "Teen Wolf", ofrece una sucinta descripción de su personaje: "Blaire es de esas chicas que siempre quiere hacerlo todo bien para que la vida no sea muy complicada. En general, le basta con hablar por Skype con su grupo de amigos y estar totalmente enamorada de su novio Mitch, que va al mismo instituto que ella".

El director Leo Gabriadze, refiriéndose a la protagonista, dice: "Cuando conocimos a Shelley, todos estuvimos de acuerdo en que sería perfecta para el papel de Blaire; es una actriz de talento a la que no le asusta el trabajo. Organizamos un par de pruebas para ver cómo funcionaba con los otros actores. La dinámica de grupo era muy importante, ya que todos son grandes amigos en la película. A partir de ahí, estábamos convencidos de que Shelley y Moses eran la pareja perfecta en la pantalla".

Dado que en ningún momento hay contacto físico entre los dos, era de suma importancia que se palpara la empatía entre Blaire y su novio Mitch. Después de ver a varios actores, el equipo se inclinó por Moses Storm. El intérprete, que protagonizará y debutará como director con un guión que actualmente está escribiendo, #Modern Millenial, cuenta su experiencia: "Lo que realmente me atrajo del proyecto era el concepto tan innovador. No había visto nada remotamente parecido. Era un reto casi insuperable y eso me interesó. Durante el proceso de casting, mi único contacto con los otros actores fue a través de Skype, por lo que pude hacerme una idea de cómo sería el rodaje".

Renee Olstead, conocida por su papel coprotagonista en la aclamada serie "Vida secreta de una adolescente", se hizo con el papel de la adorable, pero no muy lista, Jess. Explica qué le intrigó de la película: "Lo que me gusta de la película es que estudiamos todas las posibilidades. Pasa algo bastante horrendo. En cualquier otra película de terror, la primera reacción del público sería: '¿Y por qué no apagan los ordenadores?' Pero mostramos exactamente lo que ocurre si alguien intenta dejar el chat. Los productores y el director hicieron bien su trabajo y crearon una película en la que se pasa miedo de verdad".

Para el papel de Ken, el experto en tecnología y también el más bromista del grupo, escogieron al actor y cómico Jacob Wysocki. Ante el terror de sus amigos, Ken descubre en carne propia lo que ocurre si no se obedece a Billie. Hablando de lo que le atrajo del proyecto, dice: "Era un concepto que nadie había intentado antes. Durante las pruebas, nos dijeron que cabía la improvisación, y yo procedo de un entorno donde se improvisa, no pude resistirme".

El actor reconoce que se inspiró en el personaje de Ray Arnold, al que daba vida Samuel L. Jackson en Parque Jurásico.

Will Peltz, que no hace mucho trabajó en Hombres, mujeres & niños, da vida a Adam, un chico algo vulgar que quiere pasarlo bien. El actor también se dio cuenta de que el guión era diferente y se sintió intrigado por la vuelta que daba la historia a un tema tan contemporáneo. "Nunca había pasado una prueba a través de Skype. Desde luego, me ayudó a modelar mi personaje porque me aportó una experiencia real. Casi todo el rodaje transcurrió con cada uno de nosotros delante de una pantalla, a excepción de unas contadísimas escenas".

Para el papel de Val, los productores y el director escogieron a Courtney Halverson, a la que pronto veremos en la innovadora serie "True Detective". "Val es de esas amigas con las que no se tiene muchas ganas de salir, pero a las que todos siguen viendo porque las conocen de toda la vida y cuesta echarlas. Es mandona, terca e incluso llega a ser desagradable", explica la actriz.

Al igual que sus compañeros, la nueva visión del género de terror le entusiasmó. "Cuando volvieron a llamarme para una segunda prueba, nos colocaron en habitaciones diferentes, nos dieron un portátil y nos pidieron que improvisáramos", explica. "Me encanta hacer algo diferente durante las pruebas, y esto era algo totalmente nuevo".

Y para terminar, Heather Sossaman (la telenovela "Days of Our Lives") encarna a Laura Barns, una compañera del instituto que se suicidó después de que circulara un vídeo ridiculizándola cuando se desmayó en una fiesta.


El dominio de la improvisación: Llegar al límite
Después de seleccionar a los actores, el director y los productores comprendieron que los diálogos del guión no tenían la fuerza necesaria. Por lo tanto, decidieron ir aún más lejos de lo que habían pensado con la historia de un grupo de amigos aterrorizados por un "bully" cibernético, y para conseguirlo no dudaron en utilizar las habilidades improvisadoras de los intérpretes.

Antes de que empezara el rodaje, los miembros del reparto se reunieron en la oficina de la productora Bazelevs, de Timur Bekmambetov, y sentados en círculo, estudiaron el guión. Durante estas sesiones de ensayo, Nelson Greaves y Leo Gabriadze vieron en qué puntos debían improvisar.

Will Peltz dice: "Todo cambió mucho durante los ensayos, e incluso durante el rodaje. Fue increíble tener la oportunidad de crear momentos así, de pronto. Y me gustó ver la época en que vivimos convertirse en algo retorcido y oscuro".

Durante el rodaje, cada actor estaba en un cuarto diferente en una casa de Santa Clarita, California, pero debía reaccionar ante lo que decían o hacían los otros. Fue algo parecido a rodar una obra de teatro con una cámara enfocada a cada actor. Al no existir puntos claros donde cortar, algunas tomas llegaron a durar media hora. Adam Sidman, el coproductor y director de fotografía, creó una red especial para que el equipo y los actores pudieran comunicarse durante la filmación a través de cámaras GoPro.

"El guión tiene la estructura de una obra de teatro de 85 minutos de duración. Las tomas son muy largas, algunas tan largas como la duración de la película. Cada actor estaba encerrado en un cuarto, sin poder hablar con nadie si no era a través de las GoPro", explica Nelson Greaves. "Esto nos permitió alcanzar un realismo muchísimo mayor que si hubiéramos rodado escenas cortas o múltiples trozos de escenas. También aporta un impulso a las escenas que no existiría en otras circunstancias".

Shelley Hennig habla del momento en que sugirió que se filmara toda la película de golpe. "Cuando empezamos a rodar, no conseguía entender por qué no filmábamos toda la película de golpe, de principio a fin; todos los cuartos disponían de iluminación suficiente. Acabé sugiriéndoselo a Nelson y a Leo, y la idea les gustó mucho. No estaba segura de si nos había metido en un lío, pero acabó siendo una de las experiencias más satisfactorias de toda mi carrera. También reconozco que el resto del reparto estuvo genial; no habría podido funcionar si no fueran increíbles improvisadores, incluidos Leo y Nelson, que hacían de 'Laura' a través de los cascos para que todo ocurriera en tiempo real".

Además de realizar tomas muy largas, otro aspecto poco habitual del rodaje fue que cada actor llevaba un pinganillo en la oreja para que Nelson Greaves y Leo Gabriadze pudieran comunicarles cambios en los diálogos, así como ofrecer sugerencias e indicaciones a medida que se desarrollaba la escena.

Courtney Halverson explica en qué consistían estas indicaciones: "Durante el rodaje, todos llevábamos pinganillos para que Nelson y Leo pudieran dirigirnos y decirnos cómo interpretar las escenas. Recibía mensaje críticos tipo: 'Intenta discutir con Jess' o 'Haz como si no soportaras seguir hablándoles', y había que reaccionar sobre la marcha".

Siempre que Leo Gabriadze cambiaba algo en una escena se debía a que un movimiento, una palabra o una reacción de un actor le había inspirado y abierto otro camino. "El director y el guionista no nos lo decían todo por la improvisación”, dice Moses Storm, "pero también para que descubriésemos ciertas cosas al mismo tiempo que las descubrirá el público".

El único contacto que tenían los actores con el equipo era a través del pinganillo y de los portátiles. A veces llegaban a olvidar que estaban en un plató y se sumían en cuerpo y alma en la historia. "Estábamos solos, cada uno en un cuarto", recuerda Courtney Halverson. "Era un buen sistema porque llegaba un momento en que sentía que estaba totalmente dentro del personaje, pero también requería una tremenda concentración al recibir indicaciones y directrices por el pinganillo".

A pesar de trabajar en diferentes habitaciones, cada vez que había un descanso se comunicaban por multiconferencia para intentar mejorar su trabajo. "Teníamos por costumbre desayunar juntos cada mañana antes de irnos a nuestros cuartos, desde donde hablábamos por ordenador", explica Will Peltz. "Reconozco que conectamos y acabamos conociéndonos muy bien al pasar casi diez horas diarias viéndonos y hablándonos a través del ordenador. Entre medias volvíamos a la realidad para comer juntos".

Desde el principio, los actores fueron conscientes de que la cooperación era la clave del proyecto. "Lo mejor de todo fue la colaboración", dice Jacob Wysocki. "Nelson y Leo nos escuchaban, estaban abiertos a cualquier sugerencia; trabajamos en un entorno muy comprensivo. Además, no tenían miedo de tomar decisiones atrevidas".


Atrapado en el interior: Montaje, decorados y diseño
Para hacer realidad la película, los productores se rodearon de profesionales más que capaces. La diseñadora de producción Heidi Koleto diseñó cada habitación para que encajara con el personaje que la ocupaba, mientras que el director de fotografía Adam Sidman se ocupó de que las cámaras no se perdieran un solo momento de grabación para facilitar el trabajo de los montadores Parker Laramie y Andrew Wesman.

El montaje
El rodaje de ELIMINADO no tiene nada de convencional ya que cada actor se filmaba a sí mismo. O mejor dicho, el sistema GoPro instalado en el ordenador le filmaba mientras actuaba. Pero el trabajo más complicado para conseguir que ELIMINADO se convirtiera en una realidad y llegara a la gran pantalla estaba en manos de los dos montadores.

Todo empezó con el gran dominio del AVID, un sistema de montaje digital y no lineal, de Parker Laramie. Nelson Greaves dice: "Es una película única porque puede verse como una gigantesca animación. Al principio intentamos hacerlo nosotros, pero no tardamos en rendirnos y llamamos a Parker. Diseñó el programa de AVID más complicado que habíamos visto, nos quedamos atónitos. Era muy funcional y, a la vez, muy intuitivo. No habríamos podido conseguirlo sin él. Debido a las múltiples capas que conforman la película, acabó realizándose en posproducción".

El particular estilo de filmación permitió usar las imágenes de una forma totalmente diferente. Los errores en la imagen o en la sincronización suelen ser catastróficos, pero en este caso se usaron para mejorar el montaje.

El montador Parker Laramie explica cómo se unió al proyecto: "Ya habían hecho un premontaje antes de que me llamaran; básicamente era una pantalla dividida en seis recuadros con las imágenes de las seis cámaras. Las actuaciones eran muy directas, muy espontáneas. Se notaba que Leo y los actores habían entendido de qué iba la película. Me recordó mucho al primer acto de Alien, cuando todos se hablan con perfecta naturalidad y confianza".

Los dos montadores empezaron a escarbar en los seis rodajes, teniendo en cuenta que el público sigue la historia sobre todo desde el portátil de Blaire. Todo debía encajar a la perfección y la tensión no debía decaer en ningún momento.

El montador Andrew Wesman explica por qué el trabajo era tan tremendamente meticuloso: "Puede decirse que la película es una toma de efectos visuales de 90 minutos, lo que resulta muy difícil porque ningún programa de montaje no-lineal está diseñado para hacerse cargo de algo similar. Por otra parte, era realmente liberador poder diseñar nuevos momentos a partir de las capturas de imágenes realizadas en directo, lo que nos permitió añadir otros momentos, otros elementos, y visualizarlos con absoluta inmediatez".

A pesar de los enormes retos que presentaba la película, la forma en que se rodó también aportó agradables sorpresas. Por ejemplo, Andrew Wesman ignoraba que un ratón tuviera tanto carácter: "La 'interpretación' del ratón podía determinar la reacción en una escena completa de una forma muy sutil. El tiempo que el cursor se queda encima de una palabra o la velocidad a la que se mueve de un lado a otro comunica datos que son realmente propios de este medio".

"En una buena historia debe haber un personaje muy activo que siempre toma decisiones", sigue diciendo. "La película permite al espectador convertirse en mirón siguiendo el proceso de decisión de Blaire. Cada vez que escribe o borra una palabra, no solo se lee lo que ha escrito, sino lo que implica lo que ha borrado, y me sentí fascinado por el proceso. Al principio, la idea de crear una sensación de miedo, de terror en una pantalla de ordenador me pareció inverosímil, pero no tardé en darme cuenta de que todos usamos el ordenador, es algo tan habitual que puede conectar fácilmente con el miedo a lo desconocido en nuestra vida diaria".

Hablando de Nelson Greaves, Timur Bekmambetov y Leo Gabriadze, el montador Parker Laramie dice: "Los tres son pacientes, tenaces y de mucho talento. Sigo sin entender cómo se les ocurrió la idea de una película tan poco corriente. Desde el primer día estaban dispuestos a experimentar. Su relación con el proceso creativo es apasionada. Nelson tiene un don para plasmar cosas extrañas, pero nunca olvida que se empieza por A y se pasa a B. Leo posee un toque muy delicado, y una película como esta no habría podido existir sin eso. Timur está en otra onda; era capaz de ver cosas que nadie más veía, y nos abrió muchas puertas.

Decorados y diseño
Dado que la película transcurre en los cuartos de seis adolescentes, lo más razonable era reunir esas habitaciones debajo de un solo techo.

La casa está en Santa Clarita, California. Nelson Greaves y Leo Gabriadze querían una casa lo suficientemente grande para que cupieran los seis adolescentes en sus respectivos cuartos y para que aún hubiera sitio para el equipo. Con el fin de crear la ilusión de que cada habitación pertenecía a una casa diferente en una ciudad ficticia, hubo que diseñarlas muy específicamente. El talentoso Adam Sidman trabajó con la diseñadora de producción Heidi Koleto para encontrar la casa ideal.

La diseñadora explica el proceso de diseño: "Me centré en las paredes porque eran las únicas 'vistas' de las tomas realizadas por las GoPro. Estudié a los personajes y creé una personalidad diferente para cada cuarto, por lo que hablé mucho con Adam y Leo para saber cómo veían a los personajes. Una vez que se sabe cómo son los personajes, no es difícil imaginar con qué objetos llenarían su habitación, si serían ordenados o desordenados".

Pero como cualquier otro aspecto de la producción, también fue complejo. Filmar en una sola casa planteó graves problemas. "Los problemas eran los cables, el sonido... y nosotros", dice Nelson Greaves. "Debíamos instalar los vídeos de control en alguna parte. Nos pasamos la mayoría del rodaje en el salón con Will Peltz, escondidos detrás de enormes sábanas de Duvetyn. Pero estar en un solo decorado facilitó mucho el rodaje. No habríamos podido obtener interpretaciones tan sentidas y realistas si no hubiera sido así. Los actores se habrían desconcentrado, no habrían estado tan metidos dentro de sus personajes".

Los retos reforzaron los deseos del reparto y del equipo técnico. "Rodar en un decorado único nos hizo sentir como una familia", explica Leo Gabriadze. "Ayudó a los actores a sentirse más libres. Nos dio la posibilidad de conocernos mejor, aportar más emoción a la película y atrevernos a incorporar más improvisación".

Heidi Koleto escondió los elementos arquitectónicos de la casa para que cada cuarto pareciera realmente diferente. También hubo que rodar con luz natural o con la proporcionada por las bombillas porque con las tomas de 360 grados se veía toda la habitación.

La casa tenía cinco habitaciones y a Jacob Wysocki le tocó lo peor. "Todos estaban en esa fantástica casa, con aire acondicionado, pero yo no tuve esa suerte", dice el joven actor. "Me pusieron en lo que acabamos por llamar 'la sauna', una cabaña en el jardín trasero. Y además, unos pájaros habían anidado en la cabaña y no debía molestarles porque las crías acababan de salir del cascarón. Me tocó lo peor".

"Menos mal que nos ha perdonado", acaba diciendo Nelson Greaves, riendo.