Primer largometraje como director de Javier Muñoz, quien en su carrera como guionista ha firmado títulos como 'Atasco en la Nacional', 'Como estrellas fugaces' o 'La semana que viene, sin falta'.
SICARIVS es un thriller que se sumerge de lleno en el cine negro, para contarnos la historia de un asesino a sueldo que se ve inmerso en una peligrosa espiral de violencia, corrupción y mentiras. El sicario (Sicarivs en latín) está interpretado por Víctor Clavijo. Acompaña a Clavijo en el reparto Sebastián Haro, Pedro Casablanc, Alejandra Lorente, Carlos Olalla, Chete Lera, Mario Pardo, Roger Pera, María Cecilia Sánchez e Israel Elejalde.
El director Javier Muñoz destaca que la película "ahonda en la psicología del sicario, nos acerca a su compleja personalidad y el espectador se convierte en su compañero de viaje en una noche repleta de misterio y muerte".
Producida por Bow And Arrow, Chester Media Producciones, Stop and Play, en colaboración con Bisojo Media, cuenta con la participación de TVE y Telemadrid.
Notas del director Javier Muñoz
Aunque mi carrera profesional como guionista ha transcurrido por los derroteros de la comedia (social, disparatada, romántica
) siempre me he sentido fascinado por las películas de género, tanto como aficionado como creador. Mi primer guión fue un thriller y posteriormente he trabajado la ciencia ficción, el terror e incluso el western. Aunque son guiones que aún permanecen en el cajón, espero algún día poder verlos trasladados a la gran pantalla.
Sin embargo, creo que Sicarivs es el proyecto ideal para dar el salto de guionista a realizador, ya que es una historia muy arraigada en mi cultura cinematográfica. En ella intento adaptar dos géneros tan hollywoodienses como son el thriller y el cine negro al espectador español de la forma menos traumática posible. Porque no se trata de hacer una película a la americana, sino de plasmar del modo más real y creíble un argumento que, precisamente por sus connotaciones de género, podría derivar hacia una puesta en escena artificiosa, típica de tantos subproductos norteamericanos. La psicología del sicario, presencia constante con su voz en off, nos acerca a su compleja personalidad, y al mismo tiempo, nos aleja de un cine carente de alma y únicamente preocupado de la última moda.
Este acercamiento al Sicario, esta complicidad al ser testigos de sus pensamientos, me permite optar por una planificación donde la proximidad de la cámara, sin llegar a la subjetividad, sea uno de los pilares básicos de la realización. Durante 90 minutos, pretendo convertir al espectador en compañero de viaje de un asesino a sueldo. En testigo directo de una serie de acontecimientos duros, violentos y en ocasiones macabros. No quiero que el espectador se ponga en la piel del sicario, sino que quiero que se convierta en su confesor. Al final de la historia, decidirá si le da su absolución o no, en un ejercicio de absoluta libertad. Sin manipulaciones ni maniqueísmos, desgraciadamente tan abundantes en el cine de hoy en día.
Mi deseo, el deseo de todos aquellos que se han embarcado en este proyecto, es la de construir la mejor película posible, dentro de nuestras posibilidades. Esa búsqueda de realismo y credibilidad debe combinarse con la espectacularidad y el ritmo propios de una cinta de género. Pero todo ello, insisto, estará condicionado por la relación entre el protagonista y el espectador, comunión necesaria para que el producto final tenga el éxito que buscamos. Sé que es complicado hoy en día llevar a un espectador a una sala de cine. Pero si lo logramos, que sea para introducirle en una experiencia nueva y única.