Sección oficial a concurso Festival de cine español de Málaga 2015.
Drama social dirigido por Juan Miguel del Castillo y protagonizada por Natalia de Molina, Mariana Cordero, Jaime López, Mercedes Hoyos, Gaspar Campuzano, Montse Torrent, Natalia Roig y Manuel Tallafé.
"Las obras de arte surgen del esfuerzo por expresar ideales éticos. Determinan la imaginación y la sensibilidad del artista. Si ama la vida, también siente la necesidad inaplazable de reconocer esa vida, de transformarla, de contribuir a que sea mejor" - Andrei Tarkovski (Esculpir en el tiempo).
ASISTENTA SOCIAL - ¿Cuánto tiempo llevas sin pagar el alquiler?
ROCÍO - Ocho meses.
ASISTENTA SOCIAL - ¿Y en el paro?
ROCÍO - Tres años y medio.
ASISTENTA - ¿Tienes algún familiar que te pueda ayudar?
ROCÍO - No. No tengo familia.
ASISTENTA - ¿Y alguna prestación que estés recibiendo?
ROCÍO - Que va, nada.
ASISTENTA - (Escribiendo y para ella) O sea. Que no tienes ayuda de familia, no tienes prestaciones
¿Rocío de que vives?
Estas son las primeras elocuentes líneas de diálogo con las que comienza TECHO Y COMIDA y se tiene la sensación que, junto a su contundente título, parece que todo queda explicado. Pero nada más lejos de la verdad.
TECHO Y COMIDA es ante todo la historia de Rocío, una joven madre soltera que lucha y se busca la vida a diario para garantizar la educación y sustento de Adrián, su hijo de 8 años. Una mujer que no entiende muchas de las cosas que le suceden y que tan solo teme perder la tutela de su hijo. La vida de ambos se verá golpeada una vez más cuando llega la orden de desahucio del piso en alquiler en el que viven.
TECHO Y COMIDA es también, inevitablemente, un reflejo del tiempo que estamos viviendo, el de una sociedad desorientada y acuciada por una profunda crisis económica que está abocando a miles de familias sin ingresos, a la precariedad y a la pobreza.
TECHO Y COMIDA es una reivindicación a lado de los más desfavorecidos, pero que a diferencia de otro tipo de cine social, lo hace despojado de toda demagogia. Se deja espacio para que el espectador interponga, si es posible, algún tipo de solución a los dilemas sociales y morales que se plantean.
¿Hay motivos para 'Techo y comida'?
España cierra 2012 con una tasa de paro del 26%, la más alta de su historia. El número de desempleados se quedó al borde de los seis millones. Los hogares con todos sus miembros en paro aumentaron un 16,4% con más de 1.800.000 hogares.
13 millones de personas están en riesgo de pobreza o exclusión social y 5 millones se encuentran en situación de exclusión severa.
El 47,6% de las familias monoparentales, en su mayoría mujeres, con uno o más niños dependientes viven en riesgo de pobreza y exclusión.
Cáritas registró en 2013 el mayor aumento del número de personas atendidas desde el inicio de la crisis. 2,5 millones de ciudadanos en riesgo de exclusión social, 600.000 más que en 2012, buscaron su ayuda.
Según el estudio de Unicef 'La infancia en España 2014' hay 2,3 millones de niños viviendo bajo el umbral de la pobreza y urge un pacto de Estado sobre la infancia.
España suspende, con un 4,85 sobre 10, en el índice de justicia social de la Unión Europea.
El 1% de la población española tiene el 27% de la riqueza y el 10% acapara más del 55%.
Tres comunidades autónomas tienen un 30% de su población en riesgo de pobreza, y otras dos, el 25%.
Jerez de la Frontera, es la población que repite como la primera gran ciudad andaluza y la segunda del país con mayor porcentaje de parados.
526 personas perdieron su vivienda cada día en 2012, año récord de los desahucios. Ahora son unos 120 diarios.
Se aprueba recortar 10.000 millones de euros, en educación y sanidad.
En 2012 el gobierno de España pide a la unión europea una línea de crédito de 100.000 millones de euros para rescatar a la banca y el Ministerio de Hacienda aprueba una amnistía fiscal para las grandes fortunas quedando exoneradas de cualquier penalización o sanción.
Nota del director y guionista
La semilla para el guión de TECHO Y COMIDA surge, en el año 2012, al reconocer, en un reportaje de televisión sobre la crisis económica, a una antigua vecina que vivía sola con dos niños, sin recursos y sin ningún tipo de ayuda familiar ni administrativa, encontrándose al borde del desahucio. Quedé muy impactado.
Más allá de indignarme por la grave e injusta situación general por la que estaban pasando (en 2012, se calcula que en España fueron desahuciadas 500.000 familias de sus casas), una de las ideas que me preocupaba era que, durante el tiempo que fuimos vecinos, nunca supe ni sospeché de sus dificultades. Esto revelaba dos dramas que cohabitaban en paralelo y se retroalimentaban.
El primero, el mío personal que evidenciaba que, a pesar de la cercanía física, en verdad cuán lejos estaba de su realidad y, por extensión, llevando la reflexión al terreno colectivo, que aislados vivimos los unos de los otros. Y el segundo drama, causa o efecto del primero, era saber cuáles habían sido las motivaciones que llevaron a mi vecina a silenciar su problema, vivirlo en soledad haciéndolo invisible a los demás e imposibilitar, al menos idealmente, el auxilio o solidaridad de otras personas.
A nivel jurídico está basado en un caso real que sucedió en Torrejón de Ardoz en el año 2011. He sido bastante cuidadoso con el tema de los plazos y situaciones reales que se dan en los juzgados españoles en las ejecuciones de los llamados "desahucios exprés" y me ha permitido tocar de soslayo también el tema de las relaciones de poder que las instituciones públicas y privadas ejercen sobre el individuo.
El hacer coincidir en la ficción, el tiempo del proceso de desahucio con la celebración de la Eurocopa de futbol, me posibilitaba contextualizar con precisión el dónde y el cuándo estaba pasando, y claro, deslizar apuntes sobre la idiosincrasia de la sociedad española.
TECHO Y COMIDA es una historia realista que se identifica con el tipo de cine que me gusta ver y hacer. Un cine comprometido alejado de demagogias, en apariencia sencillo, pero de calado hondo en el alma y en la mente del espectador. TECHO Y COMIDA es una película necesaria que no dejará a nadie indiferente.
Juan Miguel del Castillo
Director y guionista
Memoria de la producción
"Si el cine es reflejo de la sociedad ya tardaban los desahucios en saltar a la gran pantalla" así comenzaba el artículo que el diario El País publicaba en agosto del 2014 a propósito de "Techo y Comida", en plena preproducción de la película.
Todo se remonta a unos meses antes. En noviembre de 2013 cuando terminé de leer el guion de Juan Miguel del Castillo, lo que seguro sabía era que la historia de Rocío y Adrián, sus protagonistas, me había conmovido.
-Juan, no sé cómo, pero vamos a hacerlo -le dije, no sin una cierta dosis de inocencia y romanticismo a parte iguales. Junto a Alfred Santapau en Diversa Audiovisual nos pusimos manos a la obra con la convicción y el compromiso moral de que "Techo y Comida" se tenía que contar.
Animados por la urgencia de que el proyecto no se dilatara en el tiempo, decidimos desde contar con nuestros propios recursos y buscar vías de financiación alternativas evitando los cauces habituales de un sistema de subvenciones recortado y puesto en cuestión por la industria.
Siguiendo el ejemplo de otras propuestas culturales y sociales que son amplificadas a través de internet, dimos a conocer el proyecto de la película a sus futuros posibles espectadores. Desde marzo de 2014 y en apenas 4 meses, pasaron a ser miles los seguidores de "Techo y Comida" que se sumaron a través de las redes sociales.
En el mes julio dimos un paso más e iniciamos con el eslogan "Aporta tu granito de arena", una campaña de crowdfunding en la que superamos ampliamente el objetivo económico propuesto hasta alcanzar, con la aportación de 287 mecenas, casi 25.000 que destinamos a sufragar algunas de las partidas técnicas. Pero sobre todo, el éxito nos sirvió para afianzar el proyecto y corroborar el interés que suscitaba el rodar una película sobre la crisis y los desahucios.
El resto de financiación, hasta completar el presupuesto necesario, se consiguió con las aportaciones de productores financieros y asociados, la participación de los que formamos parte del equipo técnico y artístico, y a la colaboración de asociaciones y empresas que han hecho posible, junto a Diversa Audiovisual, la realización de "Techo y Comida".
Y a pesar de la velocidad con la que hemos levantado la película, tratarse de nuestra primera producción cinematográfica y sobre todo, de su ajustado presupuesto, podemos sentirnos orgullosos del esfuerzo y resultado obtenido.
En noviembre de 2014 comenzaba durante 5 semanas el rodaje de "Techo y Comida" con los estándares de una producción media española, compuesta por un equipo técnico de más de 40 profesionales, rodando en Cine Alta Super 35 mm para su proyección en 4k y sonido dolby 5.1.
Protagonizada por Natalia de Molina (Goya 2014 actriz revelación y European Shooting Star 2015) y el niño Jaime López, seleccionado a través de casting, completaban el elenco actores de la talla de Mariana Cordero, Mercedes Hoyos, Gaspar Campuzano, Montse Torrent, Natalia Roig, la colaboración especial de Manuel Tallafé, y así hasta sumar más de 40 actores de reparto y 500 figurantes.
Rodada en Jerez de la Frontera, hemos contado con la colaboración de la Jerez Film Office que nos facilitó los permisos y accesos a los espacios de las numerosas localizaciones. Una dificultad añadida es que la ficción transcurre entre el invierno y el verano de 2012, con los pertinentes cambios de vestuario y ambientación.
Como en toda producción, hemos tenido que salvar todo tipo de obstáculos, como la anulación de última hora por parte de los responsables políticos, a rodar en el Centro Social La Granja, localización que hacía tiempo estaba confirmada. Y otros de incontrolables, como las frecuentes lluvias que, por ejemplo, nos obligaron a suspender para un segundo día, una de las secuencias con mayor número de figurantes y en la que participaba el espectacular paso de semana santa de la Hermandad del Transporte de Jerez.
De todo ello tenemos constancia gráfica. Porque en otra vuelta de tuerca en la producción de "Techo y Comida", disponemos de un documento excepcional: más de 24 horas de grabación surgidas de la retransmisión en directo por streaming de una hora diaria, en la que hicimos partícipes del rodaje a todos los seguidores de la película que podían conectarse a través de sus dispositivos.
Y si parte del equipo jugaba en casa, los que nos desplazamos desde otros lugares, mayoritariamente desde Cataluña, nos hemos sentido como en la nuestra propia. Queremos agradecer la acogida, el apoyo y cariño de tantas y tantas personas que empatizaron con el proyecto, nos abrieron sus corazones (y también sus hogares) para hacerlo realidad. Mención especial merece el barrio de La Granja, donde pasamos a formar parte de la cotidianidad hasta el punto de compartir juntos el final del rodaje celebrando una "Zambomba" en la calle, alrededor del fuego y degustando un delicioso plato de berza cocinado por los vecinos.
Ahora, apenas año y medio después, llega la guinda a todo este esfuerzo y quiero agradecer a su director y a los miembros del comité seleccionador la oportunidad que nos brindan al tener el privilegio de formar parte de la Sección Oficial del 18 Festival de Málaga de Cine Español.
Mil gracias a todos los que nos habéis acompañado en este viaje.
Techo y comida para tod@s.
Germán García
Productor