Pasó por los festivales de Cannes y Sitges.
"Te sacude. Mitchell posee una capacidad perversa para dejar que la atmósfera ayude a definir al personaje. Crispa los nervios a más no poder de una manera fría que congela la sangre". - Peter Travers, Rolling Stone
La génesis de It follows
David Robert Mitchell vivió un exitoso debut en 2010 con el estreno en el SXSW de su primer largometraje, The Myth of the American Sleepover (El mito de la adolescencia), escrito y dirigido por él. Después, este se presentó en la Semana de la Crítica de Cannes. Esta película, que se desarrolla en un mundo intemporal, ni en el pasado ni en el presente, caló entre la crítica y el público como representación poética de la existencia adolescente en todas sus turbaciones y anhelos. El mundo del cine independiente quedó comprensiblemente sorprendido y emocionado cuando se anunció que el proyecto universitario de Mitchell sería una película de terror.
De hecho, It Follows a veces resulta aterradora, pero es, sin lugar a dudas, un producto de la misma mente que Myth. "Supongo que para mí no hubo un gran salto en mi cabeza", declaró Mitchell sobre la transición. "Me encantan las películas de miedo. Quiero hacer muchas
películas diferentes y me gusta la idea de jugar con el género. Pensé que sería interesante coger el estilo de Myth, imaginar personajes con un sentimiento similar a ellos y ponerlos en una situación de terror y ver cómo reaccionan. Intenté retratarlos con cualidades auténticas como las que traté de dar a los personajes de Myth. No pensé que al ser una película de miedo no fuera necesario. Quería que fueran personas de las que me preocupara".
Los personajes de It Follows (todos adolescentes) se parecen claramente a sus precursores de Myth. Jay (Maika Monroe) es una estudiante universitaria que vive a las afueras de Detroit y tiene un grupo de buenos amigos del que forman parte Yara (Olivia Luccardi), Paul (Kier Gilchrist) y su hermana Kelly (Lili Sepe). Todos ellos están en peligro cuando a Jay comienza a perseguirle una presencia perversa y sobrenatural de origen desconocido.
La idea central de la película (un monstruo persigue a Jay lenta y constantemente) procede de las pesadillas que Mitchell padecía de niño. "Recuerdo que tenía pesadillas con algo que me perseguía y que, en la pesadilla, era lento y persistente. En el sueño, yo estaba en el patio del colegio. Echaba un vistazo al aparcamiento y veía a otro chico que caminaba hacia mí. De alguna manera, sabía que era un monstruo. Entonces, yo salía corriendo. Recorría toda una manzana y esperaba un momento, y el monstruo aparecía y empezaba a caminar hacia mí. Se trata de la idea de que algo te persigue constantemente y sabe siempre dónde estás. La pesadilla siempre estuvo conmigo. Siendo adulto, tuve la idea de convertirla en película. La escribí muy rápido; solo tardé una semana".
Mitchell es un admirador del cine de terror y, mientras creaban la película, tanto él como su equipo se sumergieron en numerosos clásicos del género. "Vi La semilla del diablo, El resplandor, algo de Cronenberg. Halloween, La mujer y el monstruo, Terciopelo azul, Ojos sin rostro, La cosa y La invasión de los ladrones de cuerpos. También hay algo de influencia de Hitchcock en cuanto al modo de utilizar un punto de vista subjetivo y analizamos el trabajo de algunos fotógrafos, como Gregory Crewdson y Todd Hido".
A medida que It Follows fue tomando forma, Mitchell afrontó el reto de encontrar a la actriz que representaría a Jay, un papel increíblemente exigente que requería una gran fortaleza física e histeria emocional. Encontró a su dama protagonista en Maika Monroe, que en los últimos años había aparecido en A cualquier precio, Una vida en tres días y The Guest". Maika interpretó el papel y estuvo fantástica", relata Mitchell. "Había vulnerabilidad en ella, Hubo una escena en que mi reacción fue '¡Por dios, esta pobre chica!'. Fue más allá de lo que había escrito en el papel. Había una gran intensidad en ella".
Para Monroe, confiar en Mitchell fue fácil debido a su compromiso con su visión de la película. "Me impresionó su forma de hablar sobre la película y lo cerca que le llegaba. Cuando envió la información sobre lo que pretendía que fuera la película, me quedé sorprendida por lo
específico que era todo, los detalles. Pensé para mis adentros: 'Este tipo es especial. Este tipo es diferente al resto.' Me atrajeron él y el papel".
La narrativa de It follows
It Follows comienza con un extenso plano secuencia que implica numerosas rotaciones de la cámara, ya que una mujer joven huye de una amenaza invisible. Sitúa al espectador en el mundo estilístico de Mitchell, que abarca complejos movimientos de cámara. De hecho, el director de fotografía, Mike Gioulakis, dijo que era el encuadre más difícil de capturar de toda la película. "El plano inicial de la película consistía en una panorámica de 360° con algunos zooms en cerca de 15 metros de recorrido. Practicamos y practicamos hasta que conseguimos un par de planos buenos antes de que se fuera la luz. ¡Fue tenso!" La complejidad del trabajo de cámara proporciona un misterio onírico al mundo que se describe; es decir, las características surrealistas de las pesadillas de Mitchell se introducen en la atmósfera del filme.
"Queríamos crear un ambiente en que la cámara no dijese a dónde mirar todo el tiempo", explica Mitchell, "en que se visualizaran los bordes de la pantalla en busca de algo. La cámara está un poco distante. Queríamos sugerir al público que debería buscar un poco en la distancia, preguntarse qué hay ahí. La idea es que las cosas están ahí y no vamos a avisarte cuando algo peligroso se esté acercando. Sin duda, hay una naturaleza onírica en ello".
Cuando conocemos a Jay y sus amigos, esa naturaleza onírica destaca por el hecho de que Mitchell retrata un mundo en que no se distingue un periodo exacto de tiempo. "Quería crear un mundo que no fuera completamente real. Esta no es una obra de una época ni una obra moderna; es algo diferente. Me gustar pensar que tiene su propia época, pero con cosas que nos resultan muy familiares".
Jay está iniciando una relación con Hugh (Jake Weary), un chico mayor que ella por el que se siente muy atraída, pero con el que aún tiene que establecer un vínculo profundo. Una noche, después de dormir juntos en el coche de Hugh, su relación da un giro radical. Mientras Jay se recuesta en el asiento trasero del coche, Hugh se acerca sigilosamente por detrás y la deja inconsciente con cloroformo. Más tarde, cuando ella despierta, se da cuenta de que está en un edificio abandonado, atada a una silla. Hugh le explica que no quiere hacerle daño, pero que lo que le va a contar es tan impactante que ha tenido que atarla para que le escuche. Le explica que algo monstruoso le persigue de alguna manera. Ese algo adopta la forma de distintos humanos, a veces conocidos por la persona perseguida y, otras, desconocidos. A veces aparecen desnudos, y otras veces, vestidos...
Hugh explica que la cosa empieza a seguirte cuando te acuestas con alguien al que ya persigue y que la única manera de dejar de ser perseguido es acostarte con otra persona. Si te atrapa, te mata. Horrorizada y estupefacta, Jay se queda con Hugh allí mientras la cosa comienza a aparecer, con aspecto de mujer desnuda, y se les acerca lentamente. Jay y Hugh escapan antes de que los atrape. La escena es impactante en su transición de la narración sobre la vida cotidiana de un adolescente al terror escalofriante. Mitchell quería reflejar el shock de Jay de la manera más natural posible. "Siempre he imaginado que Jay no llevaba mucho tiempo viéndose con Hugh, pero que realmente le gusta y que duermen juntos muy pronto. Creo que sus sentimientos hacia él son auténticos. Creo que a él también le gusta de verdad, aunque pueda chocar con lo que hace. Lo que le sucede a Jay es inconcebible y absurdo, es descabellado. Nosotros tratamos de reflejar cómo puede sentirse alguien en esta situación, agobiado por no saber si lo que ocurre es real. Pero cuando uno se encuentra en una situación de este tipo, va a convertirse en realidad para él de cierta manera".
Las dudas y los miedos de Jay sobre lo que puede o no haber sucedido siguen invadiéndole después de esa noche y comienza a compartir sus preocupaciones con sus amigos, que intentan tranquilizarla diciéndole que todo saldrá bien. Sin embargo, a medida que Jay sigue viendo al monstruo que la persigue (en el colegio, en casa), se da cuenta de que tiene que encontrar una forma de matarlo. Con la ayuda de su vecino Greg (Daniel Zovatto), Jay y sus amigos se retiran a la casa de la playa de la madre de Greg para intentar escapar del monstruo y trazar un plan. El monstruo acaba acercándose a ellos allí y los adolescentes se refugian en una caseta de la playa, dando lugar a una de las secuencias más angustiantes de la película.
Como todo lo demás en la película, Mitchell conceptualizó esta secuencia hasta el último detalle. "Esas tomas e ideas están muy planificadas y el sentimiento está en el papel. Dedicamos mucho tiempo a esta secuencia. Tenía un storyboard, pero se modificó debido a la ubicación y a diferentes aspectos de plató; así es la realidad de la producción. Hicimos todo lo posible por conseguir el mayor número de storyboards en cámara; fue una carrera logística asegurarnos de que contábamos con tiempo suficiente para hacer lo necesario técnicamente sin olvidarnos de las necesidades creativas y el tiempo para que los actores hicieran lo que tuvieran que hacer".
La interpretación de Monroe de un personaje que se encuentra en peligro en la mayor parte de la película es digna de destacar. Resulta increíblemente exigente para la actriz, tanto mental como físicamente. "Confiaba en David. 'No quiero chocarme con ese muro otra vez, pero si dices que lo necesitamos, ¡allá voy!' Recuerdo el rodaje de una de las escenas de la piscina. 'No, Maika, no lo hemos conseguido, hay que tirarse a la piscina una vez más.' Probablemente una de las escenas más duras fue la del lago. Estaba congelado. Pero disfruté con ese tipo de cosas porque me ayudaron a sentirme como Jay. Acabé totalmente magullada. Fue agotador. Y todos los días te levantas a las seis de la mañana y lo vuelves a hacer. "Monroe explica que el agotamiento del rodaje, unido al aislamiento que se impuso en plató, le ayudó a meterse en la atormentada cabeza de Jay. "Cada día corría para salvar mi vida o gritaba o lloraba. Durante el día de rodaje, vivía de ese modo. En plató, me ponía mis auriculares, escuchaba música tétrica. Fue muy muy duro, pero mereció la pena".
A medida que la película avanza, Jay y sus amigos intentan deshacerse del monstruo de distintas maneras. En uno de los intentos de avanzar, Jay decide dormir con Greg, puesto que así el monstruo le seguirá a él y la dejará sola. Cuando Jay se enreda con Greg, queda patente que Paul, íntimo amigo de Jay cuando era más pequeño, pero separado de ella más adelante, tiene sentimientos hacia ella. La compleja relación de Jay con Paul será la base de un acontecimiento especial que tiene lugar hacia el final de la historia. "Jay es un poco mayor que Paul", explica Mitchell. "Se encuentran en un punto en que esa pequeña diferencia de edad ha puesto distancia entre ambos. Básicamente, Paul está enamorado de ella desde la distancia, pero ya no es su amigo íntimo y ella no parece verle de la misma forma. No se sabe si serán capaces de unirse de alguna manera o no. Creo que parte de los celos que él experimenta es interesante".
Aunque Mitchell se muestra reacio a contar demasiado sobre el contenido temático de la película (del que hay tanto que analizar), permite ciertas posibilidades interpretativas en cuanto a los medios sexuales por los que el monstruo de la película es cazado y liberado. "Creo que algunas personas verán en la película el mensaje de que la gente tiene que tener cuidado, tener valores en relación con la sexualidad; creo que otras personas pueden verla de otras maneras también. Esto se consigue a través del sexo, pero con suerte puede desecharse a través del sexo también. Ambos puntos de vista son justos. Existen multitud de ansiedades en este sentido en la vida de una persona joven. Me acuerdo de mí mismo. Parece que dichas ansiedades son bastante comunes y me pareció interesante exagerarlas hasta el nivel de la vida y la muerte".
La creación de It follows
It follows emplea un estilo riguroso de trabajo formal de cámara para el que Mitchell y el director de fotografía Michael Gioulakis se prepararon intensamente durante la preproducción. Desde la escena inicial en adelante, el film está repleto de complejos planos secuencia que implican un movimiento intrincado de la cámara. "David y yo tuvimos la suerte de contar con tiempo suficiente antes de la producción para estudiar juntos el guion completo, planificando la forma en que queríamos abordar cada escena", declara Gioulakis. "Tuvimos cerca de doce reuniones en el transcurso de dos meses. David venía a cada reunión con storyboards sin pulir que había elaborado con una visión clara sobre cómo quería enfocar cada escena. Fue una oportunidad fantástica para sentarnos y pensar en profundidad sobre la mejor manera de transmitir el ambiente, la perspectiva y la apariencia que queríamos para la película. Para la mayor parte del enfoque visual, el objetivo consistió en fotografías más amplias, buscando composiciones interesantes y dejando que la escena se desarrollase con la mínima cobertura. Queríamos transmitir un sentimiento muy distante y estéril de la cámara, en la medida de lo posible tratar de reducir la percepción del público de que existe una presencia humana tras el objetivo. Existe cierto misterio en estas tomas y ayuda a crear la atmósfera para el mundo de It Follows. Además, sirven de pasarela a momentos subjetivos en los que nos sentimos identificados con Jay. Nos pareció que saltar de una cámara objetiva a la perspectiva de Jay ayudaría a intensificar algunos encuentros dramáticos con el 'It'".
En su colaboración con el compositor de la película, Rich Vreeland (alias,Disasterpeace), Mitchell fue muy concreto sobre el tipo de sonido que buscaba (a menudo utilizando un marcador de posición o música temporal, temas para dar una idea deltono), pero dio libertad a Vreeland para probar cosas diferentes. "David tenía una visión clara de su película. Era mi primera banda sonora y creo que su seguridad facilitó nuestra colaboración. Él me ayudó a trabajar arduamente", comenta Vreeland. "La música temporal suele provocar escepticismo en los compositores. Puede poner al compositor en una situación incómoda porque este intenta mejorar una obra que puede estar funcionando ya en una escena. Creo que en nuestra situación, por el contrario, nos ayudó a establecer el lenguaje de la película desde el principio, así como una buena comunicación".
Con respecto a la creación del sonido específico de la banda sonora, Vreeland añade: "Intentamos crear música electrónica que envolviese la película en una atmósfera oscura y bonita. Yo creé la mayoría de los sonidos partiendo de scratch con un sintetizador, pero escribí la mayor parte del material melódico en el piano".
Mientras que casi todas las películas de miedo evitan los planos secuencia a favor de un enfoque basado en el montaje, Gioulakis adopta la idea de llenar los planos secuencia de temor. "Clavar los planos secuencia supuso encontrar el equilibrio entre el ritmo de la cámara, el trasfondo y nuestro talento. Utilizamos principalmente iluminación natural o mínima para dichas tomas; nos centramos en iluminar el entorno y dejar que este creara la atmósfera en lugar de iluminar las caras. Para mí, estos planos desempeñan un papel importante a la hora de crear el mundo de la película y se oponen a la manera habitual en que el cine de terror crea suspense con cortes".
Para el editor Julio Perez IV, trabajar con tantos planos secuencia fue complicado. "Trabajar con planos secuencia puede conllevar un cálculo increíblemente complejo, ya que implica diferentes elementos de destreza técnica, interpretación, ritmo y otras fuerzas místicas ocultas (es decir, 'lo que sienta bien')". No obstante, Perez quedó impresionado con lo que Mitchell y Gioulakis fueron capaces de ofrecer visualmente. "David y Mike hicieron un trabajo extraordinario diseñando planos muy específicos para momentos muy específicos. Mi proceso consistiría en ver cómo respondía yo a cada plano, cada toma. ¿A cuáles respondo de una forma visceral? ¿Cuáles están más logrados técnicamente? En cuanto al ritmo, se trata de hacer malabarismos entre el aumento de la tensión con ediciones más rápidas y permanecer en un plano un poco más de tiempo con la intención de intensificar el sentimiento de terror".
Para Mitchell, todo el trabajo realizado en la película está orientado a producir una nueva obra que funcione en un registro más dramático que Myth. "Sabía que teníamos que elevar el grado de intensidad en determinados momentos. Myth es una película que nunca llega tan alto. No lo necesita. Con esta, sabía que debía hacerlo".