Para Jay (Maika Monroe), de 19 años, el otoño debería consistir en ir a la escuela, salir con chicos chicos y los fines de semana en el lago. Sin embargo, tras un encuentro sexual aparentemente inocente, empieza a tener visiones horribles; no consigue librarse de la sensación de que alguien o algo la persigue. A medida que la amenaza crece, Jay y sus amigos deben escapar de alguna manera del terror que les sigue los pasos.