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  La visita  (The visit)
  Dirigida por M. Night Shyamalan
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El director, guionista y productor M. NIGHT SHYAMALAN (El sexto sentido, Señales, El protegido) y el productor JASON BLUM (las entregas de Paranormal Activity, La noche de las bestias e Insidious) les invitan a ver LA VISITA, de Universal.

El equipo de técnicos de LA VISITA está compuesto por varios colaboradores habituales de M. Night Shyamalan y nuevos miembros. El equipo está encabezado por la directora de fotografía MARYSE ALBERTI (El luchador, Stone); el diseñador de producción NAAMAN MARSHALL (After Earth, el próximo estreno A Man in the Dark); el montador LUKE CIARROCCHI (El incidente, Airbender, el último guerrero); la diseñadora de vestuario AMY WESTCOTT (Cisne negro, After Earth), y la supervisora musical SUSAN JACOBS (El protegido, El lado bueno de las cosas).

Producen LA VISITA M. Night Shyamalan, mediante su empresa Blinding Edge Pictures, Jason Blum, mediante Blumhouse Productions, y MARC BIENSTOCK (Cuarentena terminal).

STEVEN SCHNEIDER (la serie Insidious) y ASHWIN RAJAN (La trampa del mal) se ocupan de la producción ejecutiva.


De regreso a las raíces: Empieza La visita
Cuando el nombre de M. Night Shyamalan empezó a sonar con fuerza en 1999, se debió a un auténtico fenómeno mundial, El sexto sentido. Desde entonces ha realizado otros grandes éxitos de taquilla, como El protegido y Señales, pero ha decidido regresar a sus raíces con una película más pequeña dirigida a un sentimiento que nació casi al mismo tiempo que la imagen en movimiento: pasar miedo en el cine.

Para el director y guionista, que tiene entre sus thrillers favoritos películas como El exorcista, Tiburón, Psicosis y Alien, el octavo pasajero, el cine se hace desde dentro hacia fuera, o dicho de otra forma, los personajes dan pie a la historia. M. Night Shyamalan se siente fascinado por el drama inherente a la vida de sus personajes y cree que si en un thriller no hay una sólida base dramática, no merece la pena hacerlo. Le atrae el género porque le permite contar buenas historias y porque el suspense le parece tan visceral como divertido.

No hace mucho se dio cuenta de que echaba en falta la intimidad de una película más pequeña y empezó a escribir un guión sobre una familia que se ha distanciado e intenta unirse de nuevo: "Me esfuerzo conscientemente en imaginar historias que encajen con los seres en torno a las que giran, así como las consecuencias de sus acciones y relaciones".

El cineasta cree que volver a presupuestos más pequeños le da la libertad de enfocar su energía hacia la historia y el desarrollo de los personajes. "Un buen día dije: 'Haremos películas más pequeñas de ahora en adelante'. Las ideas me llegan con gran rapidez y solo me importan durante un cierto tiempo. Pero se tarda tres años en hacer una película de elevado presupuesto, es demasiado tiempo. Necesito escribir el guión, preparar y rodar con la misma fuerza que me llegó la idea, solo así sigue teniendo sentido", explica M. Night Shyamalan.

Y eso pasó con la historia de Becca y Tyler, dos niños a los que su padre abandonó cuando se divorció de su madre. Becca, inteligente y reflexiva, es una cineasta aficionada que rueda un documental del viaje a la casa de sus abuelos maternos, a los que no conoce. La acompaña Tyler, su hermano pequeño, un aspirante a rapero que esconde su ansiedad mediante elaborados rituales de tipo obsesivo-compulsivo. Los dos se despiden de su madre en la estación antes de adentrarse en la Pensilvania profunda para descubrir lo que han echado en falta durante años: el amor incondicional de sus abuelos. Por fin tendrán la oportunidad de que les mimen, como a cualquier nieto... y saber por qué su madre les ha mantenido apartados de sus abuelos hasta ahora.

Es la historia de una familia que intenta olvidar el pasado y seguir adelante, y M. Night Shyamalan decidió que el estilo fílmico reflejaría el brutal recorrido. "La película está rodada un poco como un documental y se cuenta en primera persona, lo que permite alcanzar un nivel de autenticidad mucho mayor que la reflejada en el guión", explica. La gran ventaja de películas como Paranormal Activity y El proyecto de la bruja de Blair es que son rodajes espontáneos, transmiten autenticidad", añade.

Una vez rodada y montada la película, M. Night Shyamalan habló con Jason Blum, el productor de franquicias tan exitosas como Sinister, Insidious y La noche de las bestias, así como de las entregas de la antes mencionada Paranormal Activity. Ambos productores se habían puesto en contacto anteriormente y, de hecho, Jason Blum llevaba tiempo detrás de M. Night Shyamalan para hacer algo juntos. Por su parte, el director sabía que el productor le daría una opinión honrada de la película que acababa de terminar y que había financiado íntegramente.

Y así fue; la respuesta de Jason Blum no se hizo esperar. Le gustó la mezcla de drama, humor y terror de LA VISITA y pensó que encajaba a la perfección con su acuerdo de distribución a largo plazo con Universal Pictures. Reconoce que nada más ver la película, empezó inmediatamente a ocuparse de su distribución: "Creo haber visto casi todas las películas de terror hechas durante los últimos diez años, y no es fácil asustarme. Pero LA VISITA es aterradora. M. Night Shyamalan no se limita a hacernos pasar miedo, la película es simplemente genial, engancha. Esto no suele ocurrir a menudo hoy en día, y menos aún tratándose de este género".

Jason Blum agradece la valentía que siempre ha mostrado el director y cree que su cometido, como defensor de películas de bajo presupuesto, es inventar nuevas formas de hacer cine: "En Hollywood se tiende a creer que si una primera película tiene éxito, basta con repetirla. Yo creo que debe hacerse lo opuesto. Night nos ofrece una película rodada como un falso documental con unas tomas maravillosas y muy estudiadas. Me gustó que se inspirara en algunas de mis películas preferidas, como El resplandor y Psicosis".

El productor vuelve a decir que solo le interesa unirse a cineastas que apuestan por sí mismos y que han salido del sistema: "Ha sido un honor trabajar con un director como Night. Entiende que el terror siempre está a la vuelta de la esquina, no se ve. Los sustos en esta película son de una sencillez engañosa. Primero nos ofrece una sensación de seguridad y calidez con la idea de que dos hermanos van a visitar a sus abuelos. A partir de esta premisa, crea algo aterrador y totalmente original".

Es la primera vez que el productor Marc Bienstock, que lleva dos décadas trabajando en el género del thriller, se asocia con Jason Blum y M. Night Shyamalan. Desde un principio se pensó en un presupuesto pequeño y eficiente para LA VISITA. "Hablamos de las ventajas de un presupuesto reducido", dice, "que proporciona más libertad, pero también requiere una mayor colaboración. Night es un hombre de mente abierta con mucho enfoque, y estuvo de acuerdo. También rodamos cronológicamente, algo que no suele hacerse".

M. Night Shyamalan dice que llevaba mucho tiempo sin sentirse con tanta energía, y que se enorgullece mucho de su trabajo: "El formato de LA VISITA es diferente de cualquier otra película. Me entusiasma, pero también es peligroso. El personaje principal es una chica de quince años que cree en el poder del cine. Como yo de adolescente preguntándome si creía en la magia del cine".


Los miembros de la familia: El reparto del thriller
Con un reparto limitado a cinco actores, la película puede llevar a pensar en una obra de teatro intimista, pero la tensión y el terror tienen poco que ver con el escenario.

A la hora de buscar a los actores, el realizador y el director de casting DOUGLAS AIBEL fueron muy selectivos. M. Night Shyamalan explica su decisión: "Escogimos el reparto con integridad, al igual que los personajes fueron creados con integridad. Los actores proceden de diversas partes del mundo porque, durante la lectura del guión, comprendí que eran los intérpretes idóneos. Es como si fueran realmente las personas que le dan vida".

Para encarnar a la directora novel Becca, M. Night Shyamalan escogió a la joven actriz australiana Olivia DeJonge, muy conocida en su país natal. La actriz habla de lo que le atrajo del papel: "LA VISITA es una historia pura y brutal a la vez. Mantiene en vilo de principio a fin. Cuando mi madre y yo leímos el guión, acabamos hiperventilando. Es de locos, alucinante".

Una de las razones por las que M. Night Shyamalan la escogió fue porque comparte con su personaje un profundo interés por el cine. "Becca y yo estamos interesadas en hacer películas", explica. "Me gusta mucho rodar cortos, he rodado varios. Además, Becca es compleja y muy real, los personajes así no abundan. Sentí una conexión con el personaje porque tiene valores".

La actriz está agradecida al director por permitirle crear el personaje con él. "Fue maravilloso desarrollar a Becca con Night. Tiene una imaginación desbordante. Es muy fácil hablar con él porque es muy abierto. Casi diría que Night es Becca, por lo que ha sido genial trabajar con él partes del guión que se me hacían más complicadas. Nos ayudó a desarrollar a los personajes y las relaciones entre ellos, asegurándose de que diéramos lo mejor de nosotros mismos para la película".

Al tener una madre independiente y de espíritu libre, Becca ha debido crecer rápidamente y se ha convertido en la figura materna para su hermanito Tyler desde que sus padres se divorciaron. Hablando de la familia, Olivia DeJonge dice: "Becca y Tyler se sienten culpables de que su padre se haya ido. Creen que hicieron algo malo o que no eran lo suficientemente interesantes para que se quedara. Les cuesta entender que no tuvieron nada que ver".

Esa constante duda hace que la visita a sus abuelos maternos sea aún más interesante para Becca. "Es una cariñosa figura materna para Tyler, pero Becca quiere una familia completa", explica la actriz. "Quiere a su madre, a su hermano y a sus abuelos, quiere que sean una familia feliz. Sus sentimientos son genuinos, por eso es tan interesante".

El joven actor australiano Ed Oxenbould, que se dio a conocer en la película Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso, interpreta a Tyler, el hermano pequeño de Becca. "Me volví loco con el guión, es divertido, dramático, está lleno de suspense y da mucho miedo", dice. "Es una historia genial con un final increíble".

También le gustó que su personaje no se limitara a ser el típico niño al que se usa para sacar unas cuantas carcajadas y dar unos sustos. Al contrario, Tyler tiene tendencias compulsivas y obsesivas que han ido a peor desde que su padre se fue. "Se hace el duro y sale del cascarón con la personalidad de 'T-Diamond'", explica el actor.

A pesar de su problema psicológico, Tyler - mejor dicho, 'T-Diamond' - sirve de válvula de escape cómica a la historia. Ed Oxenbould reconoce que el realizador le ayudó mucho durante la preparación y le sugirió que se inspirara en una de las primeras películas de una de las superestrellas del momento. "Night me dio una lista con unas cuantas películas y escenas en las que debía fijarme", dice el actor. "Vi El imperio del sol, con Christian Bale. Ya interpretaba de una forma muy atrevida cuando era joven. Cada noche revisaba el guión con mis padres y lo analizaba todo".

Por suerte, no le costó mucho meterse en el papel del hermano pequeño que adora a su hermana, pero que la saca de quicio: "Olivia es fantástica. Nos llevamos muy bien, como dos hermanos. Es una actriz asombrosa. Se parece a Night; aunque esté concentrada y seria, siempre está dispuesta a pasarlo bien".

Pero no todo fue pasarlo bien, ya que ambos actores tuvieron que llevar sus personajes a sitios muy oscuros. Hablando de su hermano en la pantalla, Olivia DeJonge dice: "Tyler es un loco, sus gestos y expresiones son divertidísimas. Tiene fobia a los gérmenes y posee otra personalidad como rapero. En realidad, es como cualquier doceañero. Quiere a su madre y a su hermana. Levanta barreras, pero por dentro es un tierno".

Una de las escenas más fuertes de LA VISITA es cuando Tyler intercambia los roles con Becca y le hace una entrevista mientras la filma con su cámara. "Emocionalmente, lo más difícil para Becca fue la última entrevista para su documental, cuando está fuera de la casa con Tyler", explica Olivia DeJonge. "Tyler le saca algo que no había contado a nadie antes, y es un momento muy emotivo. Fue una de las escenas más difíciles que rodamos, pero creo que salió bien".

A medida que su estancia en la granja se hace cada vez más extraña, Becca y Tyler deben enfrentarse al comportamiento cada vez más sorprendente de Nana y Pop Pop, a los que dan vida la actriz Deanna Dunagan, ganadora de un Premio Tony, y el actor escocés Peter McRobbie. El joven Ed Oxenbould observó al experto actor, además de hablar mucho con él, y dice que le dio consejos que seguirá usando dentro de muchos años: "Deanna y Peter bordan todas sus escenas. Sus personajes son realmente siniestros".

Deanna Dunagan, una conocida actriz de los escenarios y de la pantalla, no esconde que dudó antes de aceptar el guión: "Mi agente me llamó diciendo que debía ir a una prueba para interpretar a una abuela. No me interesaba en absoluto hacer de abuelita, pero cuando me dijo que era para M. Night Shyamalan, no iba a dejar pasar semejante oportunidad. Basta con haber visto sus películas para saber que tiene una imaginación insuperable".

Cuando se reunió con el cineasta y este le describió cómo veía la película y a su personaje, se dio cuenta inmediatamente de que no había nada de qué preocuparse. "Nana tiene secretos, su apariencia engaña", dice. "No es exactamente la dulce abuelita que se ve al principio de la historia. Esconde su fuerza".

Al igual que el resto del reparto, la actriz está agradecida a M. Night Shyamalan por estar abierto a recibir sugerencias durante el rodaje. "Night sabe escuchar", dice. "Aprecia lo que revelamos a través del personaje. Y me gustó que rodáramos la misma escena de formas diferentes; siempre es un reto crear a alguien que va cambiando a medida que avanza el guión".

Afortunadamente para el reparto y el equipo técnico, los momentos oscuros por los que pasan los personajes no tenían nada que ver con el ambiente en el plató. "Un día con M. Night Shyamalan es como un día soleado", dice Deanna Dunagan. "Rezuma amabilidad, todos lo notábamos y se lo devolvíamos. Nunca había trabajado con alguien tan feliz y contento de hacer una película. Se entusiasma con los actores, les aprecia".

Nana se acerca mucho a Becca durante la visita de los dos nietos. A menudo están juntas en la cocina, donde Nana prepara enormes desayunos y un suministro de galletas que parece no tener fin, pero su relación se enturbia momentáneamente cuando su nieta la entrevista e intenta descubrir por qué su madre dejó de hablarse con sus padres.

Acerca de esta escena, la actriz comenta: "Mi escena preferida, pero también la que más me costó, es cuando me entrevista Becca, mi nieta en la película. Nana parece estar encantada de que la entreviste, nadie lo había hecho antes, aunque no revela nada durante la conversación. Contesta a preguntas sin gran interés, como '¿Cuál es tu color favorito?' o '¿Cuál es tu animal preferido'?, con cierta coquetería, disfrutando del momento. Pero cuando Becca le pregunta por su madre, la entrevista se hace tensa y nada agradable".

Deanna Dunagan reconoce que dar vida a un personaje que oscila entre una enorme ternura y una masiva dosis de psicosis fue sumamente estimulante. Habla del reto que supuso dar vida a diferentes versiones de Nana: "Me parece muy interesante que, a pesar de haber escrito la película, Night aprendiera muchas más cosas del personaje a medida que avanzaba la historia. Rodamos tomas múltiples de cada escena para probar con diferentes personalidades para Nana. Así, Night tuvo muchas opciones en la sala de montaje".

El leal marido de Nana, al que los niños llaman Pop Pop, casi se muere de impaciencia por abrazar a sus desconocidos nietos. El actor Peter McRobbie se apoyó en su larga experiencia para dar vida a un personaje poco habitual. "Pop Pop tiene creencias que quizá no correspondan con la realidad que perciben otros. Alguien ajeno tacharía su comportamiento de extraño, incluso de loco, pero dentro de ese mundo interno, todo lo que hace, dice y piensa tiene lógica".

Peter McRobbie disfrutó al poder acceder al guionista en cualquier momento, y hablando del estilo de M. Night Shyamalan, dice: "No escribe guiones con personajes corrientes. Mi personaje es raro, por lo que era necesario dejar claras sus motivaciones y humanizarlo. No bastaba con que fuera un loco. Incluso interpretando a un monstruo, hace falta encontrar su lado humano". Y añade: "Descubrí que era más fácil interpretar las escenas 'sustanciosas'. Tratándose de un contenido emocional muy profundo, casi en el subconsciente, hay mucho material y el trabajo es más accesible".

Al igual que Deanna Dunagan, el actor disfrutó de la libertad que le permitió el director con los diálogos, sobre todo durante el tercer acto de LA VISITA, cuando Nana y Pop Pop dejan ver un lado de su personalidad mucho más oscuro. "Trabajar con Night es colaborar con él, y es un placer porque siempre estaba dispuesto a escucharnos", dice. "Además, sabe crear el tipo de fricción de la que salen chispas. Es un proceso que me interesa, que me mantiene en esta profesión".

Todo el reparto se dio cuenta enseguida de que el director es un niño grande. M. Night Shyamalan disfruta con los sustos como el que más. "Lo que me atrae es su sentido del humor, sus ganas de jugar. Trabajar con un director que tenga sentido del humor es un regalo. Nos reímos mucho en el plató y todos nos sentimos muy cómodos".

Pop Pop es mucho más retraído que su extrovertida esposa. Peter McRobbie cree que su personaje debe moderar el comportamiento de su mujer y hacer de contrapeso.

Los dos actores se apoyaron mutuamente para construir sus personajes y llevarlos a lugares llenos de oscuridad. Deanna Dunagan dice: "Pop Pop adora a Nana, siempre se preocupa por ella, quiere hacerla feliz. Es un hombre interesante y complejo, como también lo es ella. Intenta que sea la semana más feliz de la vida de Nana, es su único objetivo".

Hablando de su personaje y de la ayuda que se prestaron los miembros del reparto, Olivia DeJonge añade: "Becca se enfrenta a un torrente de emociones mientras aparenta ser fuerte para su hermano y conseguir la familia que tanto desea. No es fácil comunicar tres o cuatro emociones en un par de frases, pero Night, Deanna, Peter y Ed me allanaron el camino para hacerlo posible".

Kathryn Hahn se une a los cuatro actores principales en el papel de la madre de Becca y de Tyler. Conocida por su brillantez cómica en películas como Somos los Miller, Sácame del paraíso y La vida secreta de Walter Mitty, forma parte de una nueva generación de actores cómicos que no se asustan por nada, lo que le vino muy bien para superar algunas de las escenas de LA VISITA.

No fue fácil dar vida a una madre que pasa de un comedido entusiasmo al ver que sus hijos por fin conocerán a sus abuelos, al terror más absoluto cuando no consigue saber lo que realmente está ocurriendo en casa de estos. Además, para la actriz había una dificultad añadida: "La mayoría de mis escenas transcurren en Skype, y las rodamos días e incluso semanas después de la conversación de los chicos. Me costó mucho. Intenté estar presente cuando rodaron su parte para memorizar las pausas porque mi conversación debía encajar a la perfección con la suya. Fue todo un reto interpretativo oír a través de un pinganillo sus voces grabadas e intentar responder en los espacios vacíos. Fue difícil, pero también me lo pasé realmente bien".

La actriz dice, con una sonrisa, que lo más aterrador del rodaje fueron las bajas temperaturas: "Recuerdo conducir un coche alquilado en plena tormenta de nieve desde el hotel hasta la oficina de producción. Estaba en medio de un océano blanco, completamente perdida, sola. Reconozco que me provocó una sensación de urgencia, temor e indefensión que me ayudó para la escena".

A pesar del mal tiempo y del frío, la experiencia valió la pena. La actriz añade: "Lo mejor fueron los ensayos con Night y los chicos, mientras creábamos la historia de la familia. Me sentí muy bien con Night y su mente maravillosa. Disfruté de cada momento, era muy parecido a los ensayos de una obra de teatro".

Los papeles más pequeños recayeron en CELIA KEENAN-BOLGER como Stacey, una amiga de Nana y Pop Pop que va a la granja para hablar de su frustración ante recientes acontecimientos; SAMUEL STRICKLEN como el revisor que está encantado de escuchar a Tyler en su faceta de rapero, y PATCH DARRAGH como el Dr. Sam, un médico de la residencia donde los abuelos hacen voluntariado.

Jason Blum recalca el hecho de que, desde los papeles principales a los más pequeños, M. Night Shyamalan estudió y planeó muy bien todas sus decisiones: "Night tiene un don escogiendo al actor ideal para un papel. Sabe enseguida quién será capaz de dar vida a sus palabras y meterse plenamente en el personaje".


Filmar el terror: El diseño y el rodaje
M. Night Shyamalan creció y sigue teniendo una casa en Pensilvania, por lo que no tiene nada de sorprendente que rodara LA VISITA en la aislada y auténtica región agrícola y ganadera del estado. "Night sigue muy apegado al lugar donde creció, rueda todas sus películas en Filadelfia", dice el productor Marc Bienstock. "Es su regla de oro".

El director también se encarga de los storyboards y diseñó LA VISITA desde la perspectiva de Becca, empezando con "Ruedo una película acerca de mi familia", hasta llegar a "¿Qué he descubierto?" M. Night Shyamalan dice que “Becca es capaz de ver y tiene mucho corazón, el mundo le parece maravilloso. Su personaje está motivado porque quiere ser cineasta, y la película es una extensión de ese deseo".

Su perfeccionismo fue muy valioso para que las escenas se desarrollaran ante los decorados idóneos con el fin de aumentar el terror de forma progresiva. Al rodar en orden cronológico, los actores pudieron meterse cada vez más en el papel a medida que crecía la tensión. "LA VISITA se ha rodado al estilo documental, y Night ha sido fiel a ese género", dice Marc Bienstock. "El 99% de la película es realmente lo que se ve, no hay nada de efectos especiales por ordenador".

Naaman Marshall, que fue el supervisor de dirección artística de películas tan taquilleras como El caballero oscuro: La leyenda renace y El amanecer del planeta de los simios, debuta como diseñador de producción en LA VISITA. "El color ocupa un lugar importante en la narrativa de la película”, dice. “Night y yo pensamos que los niños debían llevar colores vibrantes y que todo el resto estuviera más apagado. Los niños representan la energía de la historia. Los decoradores se aseguraron de que los colores de la casa fueran monótonos y la diseñadora de vestuario escogió ropa con colores llamativos para los chicos".

Cuando llega el momento en que Nana persigue a sus nietos debajo de la casa, la escena no se rodó ahí, sino que se usó un decorado. El director de producción dice: "Hay un momento clave en la historia cuando los chicos ven que algo va mal con Nana, y eso ocurre en un lugar donde solo se puede gatear. Necesitábamos un espacio debajo de una casa lo suficientemente acogedor para que jugaran allí, pero en el que también se sintieran perdidos".

La directora de fotografía Maryse Alberti, una auténtica leyenda del género documental y muy respetada por largometrajes como El luchador, rodó la película en un estilo documental para que el espectador estuviera más cerca del miedo que se apodera de Becca y de Tyler mientras ruedan su película. "Todo se filmó cámara en mano", dice el joven Ed Oxenbould. "Todas las tomas estaban perfectamente planeadas".

Los espacios estrechos y laberínticos escogidos por M. Night Shyamalan y Naaman Marshall aumentan la sensación de terror, pero la actriz Olivia DeJonge dice que tuvo más dificultades en otras ocasiones: "Física y emocionalmente, la escena más difícil para mí fue con Deanna en el dormitorio. Me costó conseguir equilibrar todo lo que ocurría".

Peter McRobbie añade: "Dos niños ruedan una película cámara en mano. Pensé en la diferencia de comportamiento delante de una cámara. Fue la primera capa de pintura que apliqué al cuadro".

Además de los efectos especiales, LA VISITA también se deshizo de otro aspecto habitual de la posproducción, una banda sonora especialmente compuesta para la película. Hacía tiempo que M. Night Shyamalan deseaba hacer una película sin banda sonora, y esta película le pareció perfecta para intentarlo. Dado que el espectador ve lo que graban Becca y Tyler, añadir una banda sonora no tenía mucho sentido. "Me pareció que una banda sonora no alcanzaría la intensidad a la que deseaba llegar", explica el director. "Los efectos sonoros son la partitura, están diseñados para añadir tensión y desequilibrar al espectador".

El montador Luke Ciarrocchi explica que la carencia de banda sonora representó un auténtico reto: "Fue una nueva experiencia; descubrí cómo llevar una escena hacia otra sin ayuda de la música", dice. "Nos enseñaron a apoyarnos en la música para comunicar sensaciones al público. Si la interpretación no es perfecta, siempre se puede mejorar con la partitura. Pero aquí no hubo nada eso, no podíamos recurrir a un poco de música espeluznante. Eso sí, los sonidos ambiente son increíbles".

Gracias a un espléndido equipo de sonido compuesto por el supervisor de montaje de sonido SKIP LIEVSAY, el mezclador DAVID J. SCHWARTZ, los montadores de efectos sonoros WYATT SPRAGUE y LARRY ZIPF, el segundo montador de sonido CALEB TOWNSEND y el ingeniero de mezclas DAN TIMMONS, el director pudo jugar con cada crujido, con cada puerta abriéndose lentamente y con cada chirrido en la casa de Nana y de Pop Pop. La talentosa supervisora musical Susan Jacobs añadió unos temas cuidadosamente seleccionados para realzar la tensión.

El diseño de vestuario se debe a Amy Westcott, conocida por su espléndido trabajo en El cisne negro y en la serie "Entourage, el séquito". El director deseaba que el vestuario también reflejara el desarrollo de la historia: "Los chicos se visten con colores primarios; simbolizan su fuerza vital y sobresalen en los campos cubiertos de nieve. Los abuelos se visten con grises y marrones. Amy y yo quisimos mostrar que su fuerza vital peligraba; además, esos colores incrementan el miedo que sienten Becca y Tyler".


Una vez terminado el rodaje, los actores y el equipo están de acuerdo en que, a pesar de haberse arrastrado durante horas por un decorado que simulaba estar debajo de la casa, de haber tenido mucho miedo en la vieja granja de noche y de haber corrido como locos, se lo pasaron muy bien... y se rieron mucho. Olivia DeJonge lo resume así: "La risa de Night es inconfundible. Si oyes a Night riendo, sabes que lo has hecho bien".