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Destacado: En cines comerciales 'Anora' Palma de Oro en Cannes
  El contable  (The accountant)
  Dirigida por Gavin O'Connor
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El oscarizado Ben Affleck (Argo, Batman v. Superman: El amanecer de la justicia) interpreta el papel protagonista de El contable, del director Gavin O'Connor (Miracle, Cuestión de honor (Pride and Glory), Warrior).

En El Contable también actúa la nominada al Oscar Anna Kendrick (Up in the Air, las películas de la saga Dando la nota), el oscarizado J.K. Simmons (Whiplash, las películas de Spiderman), Jon Bernthal (Corazones de acero, El lobo de Wall Street), Jean Smart (las series de televisión Fargo y 24) y Cynthia Addai-Robinson (Star Trek: En la Oscuridad), junto a Jeffrey Tambor (la serie de televisión Transparent y las películas Resacón en Las Vegas) y el dos veces nominado al Oscar John Lithgow (La fuerza del cariño, El mundo según Garp).

O'Connor ha dirigido la película en base a un guion de Bill Dubuque (El juez). Mark Williams y Lynette Howell Taylor han sido los productores de la película, siendo O'Connor, Jamie Patricof y Marty Ewing sus productores ejecutivos.

El equipo creativo tras las cámaras incluye al director de fotografía dos veces nominado al Óscar Seamus McGarvey (Anna Karenina, Expiación, Más Allá de la Pasión), el diseñador de producción Keith Cunningham, el nominado al Oscar Richard Pearson (Vuelo 93), la diseñadora de vestuario Nancy Steiner, y el compositor nominado al Oscar Mark Isham (Warrior, El río de la vida).


Creación de la película
"Este tipo se juega la vida descifrando la contabilidad de varias de las personas más peligrosas del mundo. Cárteles de drogas, traficantes de armas, blanqueadores de dinero, asesinos... Imagínate los secretos que debe guardar".

"Me apasiona que la gente tenga secretos; cuando crees que una persona es de una manera y luego descubres que es algo completamente diferente", afirma el director Gavin O'Connor.

Sin duda eso es lo que pasa con el protagonista de esta nueva película, El Contable. A primera vista, Christian Wolff parece ser simplemente un mero contable, centrado en sus hojas de cálculo y su protector de bolsillo. Sin embargo, entre su clientela habitual se encuentran varios de los mayores delincuentes del mundo, y su suave comportamiento y su apariencia inofensiva ocultan que en realidad es posible que él sea más peligroso que cualquiera de ellos.

Ben Affleck, que interpreta al protagonista de la película, apunta: "La película cuenta la dualidad que todos encerramos. Puede ser fácil encasillar a un tipo como Chris, pero al final descubrimos que es capaz de hacer mucho más de lo que nos imaginábamos".

El actor prosigue desvelando que Christian tiene otro giro inesperado: puede machacar mucho más que números. "Por una parte es un consumado luchador y, por otra, un genio de las matemáticas. Esas facetas de su personalidad, que tanto chocan en alguien como él, no se parecen a nada que haya hecho hasta ahora y han hecho que haya sido un reto de lo más excitante".

O'Connor asiente. "Este fascinante personaje, que me encantó y quería explorar, es el punto central de la película. ¿Cómo llegó a ser quién es? ¿Cómo adquirió esas habilidades? ¿Cómo logró ser el mortífero luchador que es? La historia cuenta con puzles entremezclados, que la hacen una película inteligente y especialmente intrigante".

La historia se inició con el productor Mark Williams: "Escuché el término "contable forense" y me pareció que sonaba como si fuese algún tipo de detective. Luego empecé a ir más allá y a aumentar las implicaciones de las personas para las que trabaja, y su potencial de elevar la acción a niveles máximos. Una vez establecido el marco general, se lo presenté a Bill Dubuque, sensacional guionista con el que ya había trabajado antes. Respondió a la idea, y empezó a desarrollar el guion".

El propio Dubuque nos cuenta: "Un contable, profesión que suele considerarse bastante tediosa, que se mueve por caminos poco convencionales y con habilidades excepcionales era una idea completamente distinta. Si eres una gran empresa y crees que alguien está malversando tu dinero, tienes un equipo de contables para que descubra qué se está haciendo con su dinero. Si eres un cártel de droga o el cerebro de una asociación mafiosa, no puedes hacerlo. Tienes que poder llamar a alguien que llegue, descifre los entresijos de tus cuentas, te diga dónde se está produciendo la fuga y luego se vaya. A medida que iba planteándome qué haría que esta persona fuera especial, di con la idea de que se encontrase dentro del espectro autista, hecho que emplea en su propio beneficio, y fue una idea que me apasionó".

O'Connor subraya: "Descubrimos que el término "espectro" nos encajaba especialmente bien porque no existe una única forma de autismo; cada persona es única y se encuentra en un lugar diferente de ese espectro. Christian es un personaje ficticio, no está basado en nadie de carne y hueso. Su destacada capacidad numérica es un don y sus habilidades físicas son resultado de la educación que ha recibido".

Dubuque rodeó a Christian de otros personajes tan polifacéticos como él: "Prácticamente ningún personaje es lo que parece".

La productora Lynette Howell Taylor nos cuenta: "Bill creó un guion fantástico. Nunca había leído algo así. Era totalmente impredecible, lo que siempre es buena señal. Tenía giros que me pillaron por sorpresa, y un par de veces me quedé impactado. Eso es lo que acabó logrando que quisiera hacer la película”.

Una vez tuvieron el guion en sus manos, los productores eligieron a O'Connor para que dirigiese El Contable tras reunirse con él y darse cuenta de que entendía perfectamente un personaje así y sabía cómo rodar las tramas entrelazadas", apunta Williams. "Vimos que era el director perfecto para la película. Tiene un gran ojo para los detalles y nunca se le escapa ninguna pieza del puzle. Así, al final de la película todas las piezas encajan, que era algo fundamental para la historia".

Affleck añade: "He visto el trabajo de Gavin en Warrior y en El Milagro, y en ambas vi interpretaciones un gran calidad. Por ello, asumí que era un director que controlaba hasta el más mínimo detalle para que todo en sus películas fuera perfecto. Sabía que El contable era una película en la que hacía falta esa meticulosidad para captar la complejidad y los distintos matices y plasmarlos adecuadamente. Me ha encantado que haya sido el director porque, a pesar de ser una película repleta de acción, la ha llenado de autenticidad, originalidad, humanidad y sensibilidad. Me ha encantado trabajar con él".

Anna Kendrick, protagonista de la película junto a Affleck, afirma que le ha gustado especialmente la veneración del director por el contenido emocional de la película, e indica que le ha parecido un hecho muy interesante porque "Gavin no da esa impresión". "Ben y él se volvían como locos con las escenas de acción, pero luego también alucinaba con las escenas más emotivas".

O'Connor afirma que lo que le atrajo del proyecto fueron los elementos más extraños de la historia y de sus personajes. "Es una historia totalmente fuera de lo normal y desafía las convenciones ya que es un thriller de suspense, un drama, una película de acción y un estudio de personajes. Al leer el guion me pareció uno de los mejores que había visto nunca, así que quise hacerlo".

El guion, inteligentemente elaborado, también influyó en el impresionante reparto de la película. Affleck añade: "Me mantuvo en suspense hasta la última página, y me pareció un guion muy inteligente, rico en detalles y en profundidad de los personajes, y con un desarrollo de lo más ingenioso".

J.K. Simmons asiente: "Bill Dubuque elaboró un guion de gran complejidad y personajes muy profundos, así que combina un intrincado argumento con una serie de personas fascinantes".

Además de Affleck, Kendrick y Simmons, el reparto lo componen Jon Bernthal, Jean Smart, Cynthia Addai-Robinson, Jeffrey Tambor y John Lithgow.

O'Connor prosigue: "Parte de mi trabajo como director es rodearme de personas extremadamente buenas en su trabajo; personas que aumenten la calidad del material, saquen la mejor versión de mí mismo y hagan que la película sea lo mejor posible. Todos los actores que han participado en la película son así".


La suma de las partes
Al empezar El Contable conocemos a Christian Wolff. Es un niño cuyos padres buscan ayuda profesional para él. Tras informarles de que en realidad lo que tiene el niño es más un don que una discapacidad, el neurólogo se ofrece a trabajar con él. El padre de Chris, sin embargo, tiene otra idea respecto a la educación que dar a su hijo para prepararlo para un mundo en el que ser "diferente" no es algo precisamente fácil.

O'Connor nos cuenta: "El padre de Chris sabe que la gente puede ser muy cruel con un niño como él. Por eso decide enseñarle todo aquello que aprendió mientras fue militar. Puede que haya muchas otras formas de hacerlo, pero esa es la que él sabía".

Affleck afirma: "El padre de Chris le somete a un riguroso entrenamiento para prepararlo para un mundo que cree que le va a ser hostil". Al final, acaba haciéndole aún más daño. Me pareció que la forma en que reconcilia su pasado con el hombre que es hoy en día era un tema muy interesante.

Lo que más me llamó la atención del personaje no fueron las cosas que le hacen diferente sino lo que comparte con todo el mundo", prosigue Affleck. "Vive en una lucha constante con lo que le diferencia de los demás, que le hace sufrir grandes problemas en su día a día. En el fondo es como cualquier otra persona: quiere ser feliz, le gusta tener cerca gente que le quiera, quiere querer, tener amigos... Hay cosas que le molestan, como nos pasa a todos, pero tiene unos objetivos que quiere cumplir y quiere lograrlos. Lo único que le diferencia de los demás es la forma en que define todo eso".

Antes de empezar el rodaje, O'Connor y Affleck iniciaron una investigación que sabían que sería fundamental para dar vida adecuadamente a este personaje. En palabras del propio director: "Todos tenemos nuestros puntos fuertes y débiles, así que me parecía muy importante que representásemos a Chris como una persona, no como una figura trágica".

Actor y director hablaron con numerosos expertos en autismo entre los que estaban Neelkamal Soares, Laurie Stephens, Cheryl Klaiman, Christine Hall y Shelley Carnes. También visitaron varios centros y escuelas. Affleck afirma haberse sentido muy afortunado: "El director y yo realizamos una investigación juntos, lo que nos permitió compartir vocabulario y hacer que todo fuese más sencillo. No hay nada que Gavin rechace hacer si cree que aumentará la calidad de la película. Vimos que existe una gran variedad dentro de lo que se suele denominar espectro. Al final lo que intenté fue mantener un equilibrio entre mostrar al público lo que le pasa a Christian sin ser demasiado evidente".

O'Connor quedó impresionado con Affleck: "Si pudiera, haría todas mis películas con él. Aporta todo lo que tiene a su personaje y, cuando más le pides que haga, más ahínco pone en ello".

Los productores asienten, tal y como indica Taylor: "El factor clave para interpretar a Chris era comprender que cada uno de sus gestos son los que hacen de él quien es, y Ben lo entendió a la perfección. Chris es una persona con una inteligencia prodigiosa, pero su personaje también encierra grandes exigencias físicas. Ben ha hecho un trabajo súper realista en ambas facetas; fuerza e inteligencia. Ha sido la elección perfecta".

Un contable como Christian no puede promocionarse entre los submundos delictivos, así que su trabajo le llega gracias al boca a boca. El éxito de estas recomendaciones ha acabado atrayéndole un montón de atención no deseada. Por ello, su gestor ve conveniente cambiar de proceder y empezar a trabajar para un cliente "legítimo". Living Robotics, una innovadora sociedad de electrónica famosa por construir brazos y piernas ortopédicos de última generación, tiene una discrepancia en sus libros contables justo cuando van a salir a Bolsa. Por ello, contratan a Christian Wolff para que descubra dónde ha ido a parar el dinero.

En la sala de reuniones de la sociedad, Chris conoce a Dana Cummings, la auxiliar de contabilidad que ha descubierto el error. Anna Kendrick, que interpreta ese papel, nos confirma: "Dana es la primera persona en descubrir que algo no encaja en las cuentas de la sociedad. Por eso le molesta que Chris llegue y asuma la investigación, quitándosela a ella. No es que sea una persona ambiciosa, pero quiere formar parte de la investigación".

"Dana tiene una personalidad alegre, que es lo último que Chris quiere cerca cuando trabaja", sugiere Williams. "Enseguida se da cuenta de que ambos hablan el mismo idioma en lo que respecta a cifras; Dana se emociona tanto como él cuando todo empieza a encajar. Por eso empieza a caerle bien y a importarle".

A medida que Chris le muestra a Dana sus descubrimientos "Dana se entusiasma al sentir que están trabajando juntos para resolver el misterio", afirma Kendrick. "Chris le intriga porque es una especie de friki de la contabilidad, pero también tiene un halo de misterio a su alrededor que se hace incluso más ostensible cuando las cosas dan un giro inesperado. Básicamente, frikear con Chris es lo más apasionante que le ha pasado nunca", afirma mientras ríe.

Kendrick afirma que, desde su propio punto de vista profesional, comparte esta afirmación. "Trabajar con Ben, además de con Gavin, también ha sido apasionante para mí. Actuar junto a Ben ha sido especialmente interesante porque Chris está súper incómodo cuando trata con otras personas y Ben logró dar con la forma de hacerlo tan encantador que, su vulnerabilidad, logra atraer a Dana. Es un tipo enorme con un gran físico pero, a nivel emocional, Dana siente que es él quien necesita que le protejan".

La admiración es mutua. Affleck destaca: "Anna aporta una energía y una sinceridad tremendas a sus escenas. Ya la admiraba antes de esta película, así que me encantó tener la oportunidad de trabajar con ella".

O'Connor añade: "Una de las cosas que he descubierto de Anna es que es capaz de realizar una interpretación totalmente nueva con el diálogo de una escena, independientemente de las veces que lo haya repetido. Cada toma es una variación de su interpretación del tema, y me encantó".

Christian aceptó trabajar para Living Robotics para así pasar desapercibido después de que su gestor detectase un incremento de búsquedas sobre su paradero, incluidas varias de la División Antifraude del Departamento del Tesoro. El jefe de la división, Ray King, está decidido a dar con la identidad del experto en número del submundo delictivo al que se conoce únicamente como "el Contable". O'Connor eligió a J.K. Simmons para el papel en cuanto vio su oscarizada interpretación en Whiplash. Así nos lo cuenta: "En cuanto salí del cine llamé a Lynette, del equipo de producción, y le dije que quería que J.K. Simmons interpretase a Ray. Es uno de los mejores. Dos días más tarde quedamos con él y le ofrecí el papel".

Al hablar de la historia, Simmons recuerda: "Cuando quedamos para hablar por primera vez, me impresionó lo claro que Gavin lo tenía todo y el entusiasmo que ponía al hablar de ello; su pasión por su trabajo y lo inteligente que era para hacer que todo saliera bien. Como actor, esa es la combinación que buscas. También atesora una gran preparación, sin perder nunca el realismo y manteniendo los pies en el suelo. Siempre es bueno tener un director que tenga una idea clara de lo que quiere, pero que se mantenga abierto a que los actores realicen sus propias aportaciones en cualquier momento".

Según Simmons, el papel en sí fue lo que logró que se llegase a un acuerdo. "Lo que más me gustó de Ray es que empezase siendo un macho alfa y, según avanza la película, fuese revelando distintos aspectos de su personalidad, como ocurre con la mayoría de los personajes. Le aporta una gran profundidad a la película, y también algunas sorpresas".

Taylor prosigue: "Era fundamental que alguien con la seriedad de J.K. Simmons interpretase este papel. Ray King es un personaje con muchísimas caras (durante la mayor parte de la película no se conocen sus motivaciones), y J.K. logra plasmarlo en una interpretación sobresaliente".

Ray contrata a una joven y brillante analista llamada Marybeth Medina para que persiga al evasivo Contable... si bien las "amenazas" podrían describir de forma más precisa su contratación. O'Connor nos explica: "Ray tiene información de Marybeth que demuestra que mintió cuando solicitó el trabajo, lo que podría acabar con su carrera. Por ello, está dispuesto a presionarla para que haga cosas que puedan hasta superar los límites de su integridad. No le da otra opción".

Cynthia Addai-Robinson, que interpreta el papel, nos cuenta: "Marybeth está contenta de pasar desapercibida. No quiere llamar la atención en su trabajo por razones lógicas. Cuando Ray King la llama a su oficina, le extraña sobremanera porque no sabe qué es lo que quiere. Ray le cuenta a Maybeth que ha accedido a archivos antiguos que se suponían sellados, y conoce sus antecedentes penales de cuando era joven, así que su tranquilidad se ve amenazada. Si no logra superar con éxito este caso, se arriesga a perderlo todo. Pero, aunque ha intentado marcar distancias entre su yo anterior y su vida actual, esa parte de su pasado es la que le permite saber manejarse en casi cualquier situación. Además, como analista del Departamento del Tesoro, es observadora y tiene un gran instinto, cualidades que al final le benefician y le permiten descubrir pistas y llegar hasta la verdad".

O'Connor destaca que Addai-Robinson obtuvo el papel frente a numerosos aspirantes. "Creo que vimos a más de cien actrices para el papel de Marybeth. Cuando Cynthia apareció les dije a los productores que creía que era la adecuada. Es una actriz con muchísimo talento y me ha encantado contar con ella en la película".

El Departamento del Tesoro no es el único que sigue la pista a Christian. De alguna forma, su trabajo "legítimo" le ha puesto en el punto de mira de un señor de la droga llamado Brax cuya capacidad para matar no tiene nada que envidiar a la de Chris. Affleck asiente: "Las habilidades de Brax son comparables a las de Chris, y en todo momento se crea la sensación de que estos misteriosos personajes acabarán chocando entre sí".

Jon Bernthal, que interpreta a Brax, describe su personaje como "totalmente impredecible y tremendamente peligroso. Parece que disfruta lo que hace. Es un lobo solitario capaz de llevar el negocio sin ayuda de nadie".

O'Connor afirma que Bernthal fue su primera y única opción para el papel. "Quería que Jon interpretase a Brax porque es un actor estupendo y sabía que aportaría al personaje todo lo que estaba buscando".

A lo que Bernthal responde: "Soy un gran fan de las películas de Gavin y siempre había deseado trabajar con él. Por eso, en cuanto me lo propusieron, acepté. Gavin es un director centrado en los actores, y ha sido todo un honor formar parte de su elenco de actores en esta película. Estoy encantado de haber formado parte del proyecto".

Living Robotics está dirigida por su fundador, Lamar Blackburn, y su hermana, Rita, a quienes dan vida John Lithgow y Jean Smart respectivamente. Según Lithgow: "La mayor pasión de Lamar es ayudar a personas que han perdido una pierna o un brazo. Para ello emplea lo que él denomina "neuroprótesis", que conectan piernas o brazos mecánicos con los músculos y el sistema nervioso reales del cuerpo. Es un genio de la tecnología. Ambos personajes, Lamar y Christian, poseen mentes extraordinarias y trabajan en equipo".

Lithgow, revelando que Lamar y Christian tiene algo más en común, continúa: "Siempre busco las dos caras de un personaje, ya sea un villano con un buen fondo, o un tipo honrado con un trasfondo malvado. No te voy a decir cuál es la dualidad de Lamar; puede que sea exactamente lo que parece o puede que no. Eso es precisamente lo que hace que sea apasionante interpretarlo. Todo el guion es apasionante, y el argumento está completamente entrelazado. No sabes qué va a pasar hasta el final de la película, cuando todos los giros de la película acaban en un mismo punto. Me encantan las películas así".

O'Connor nos cuenta: "John Lithgow es una de las personas más amables, brillantes y encantadoras con las que he trabajado. Es una persona súper humana y es muy inteligente. Por eso supe que podía aportar un toque de realidad intelectual al papel, que era algo muy importante".

Mientras Lamar se encarga del lado innovador de la sociedad, su hermana, Rita, lleva el comercial. Williams afirma: "Rita es el punto práctico que hay detrás del creativo Lamar. Ella es quien contrata a Christian Wolff; hay un problema en la sociedad, y está decidida a descubrir qué lo ha provocado. Jean Smart es una mujer tremenda; gracias a su personalidad y su encanto sureño le aportó al personaje la calidad que hacía falta".

El pasado y las habilidades particulares de Christian quedan suficientemente claras mediante flashbacks, que empiezan desde su infancia hasta su etapa en Leavenworth. Allí, se asocia con un compañero de la cárcel, antiguo contable de dinero negro, llamado Francis Silverberg, que interpreta Jeffrey Tambor. O'Connor explica: "Francis es como un segundo padre para Chris, cuyo padre se aseguró de que fuese fuerte físicamente pero nunca logró entender cómo funcionaba su cerebro. Lo que Francis le enseña es que existe otra forma de utilizar tus poderes si lo que quieres es ganar dinero".

Tambor afirma: "Francis es el mentor de Chris en la cárcel y, en cierta manera, es una relación padre-hijo muy cercana. El guion estaba fantásticamente escrito, y atesoraba un puzle precioso. Creo que la gente va a disfrutar muchísimo intentando desenmarañarlo".

Cuando se contrató a Tambor, la única cuestión que planteaba dudas era la diferencia de edad que tenía con su personaje. Williams nos cuenta al respecto: "Jeffrey no tiene la edad suficiente para interpretar a un tipo que estuvo metido en la mafia en los 50 así que tuvimos que envejecerle 10 años, como mínimo. Por suerte, contábamos con el estupendo maquillador de efectos especiales Bill Johnson, que hizo que pareciese mayor y más endeble".

O'Connor destaca: "Llevo admirando a Jeffrey Tambor desde The Larry Sanders Show. Es un actor extraordinario, así que sabía que si era capaz de crear el maquillaje envejecedor, crearía un personaje muy empático y, con un mínimo tiempo en pantalla, lograría crear una gran conexión entre Francis y Christian, que fue justo lo que hizo".

Rob Treveiler, que interpreta al severo padre de Chris que cree hacer lo correcto al endurecer a sus dos hijos para prepararles para el despiadado mundo, aparece en uno de los flashbacks. Seth Lee y Jake Presley participan, respectivamente, como el Chris joven y su hermano pequeño.

El elenco principal lo completan Andy Umberger, que interpreta al ejecutivo de Living Robotics, Ed Chilton, que tiene sus dudas sobre Christian; y Ron Prather y Susan Williams, como Frank y Dolores Rice, impactados cuando su contable tributario muestra sus destrezas físicas en su defensa.


Entrenamiento a través de los números
Gavin O'Connor sabía que Christian Wolff iba a tener una forma de pelear bastante peculiar, debido al entrenamiento que tuvo de niño y a su inclinación personal por el orden. O'Connor prosigue: "Quise enfocar las escenas de acción a través del punto de vista de ese personaje. La conclusión fue que cada vez que Chris tuviese que emplear la violencia, eliminaría la amenaza de la forma más rápida y económica posible. Como las matemáticas. Es una especie de '¿qué movimiento tengo que hacer para sacarle del tablero?'".

Junto a los coordinadores de escenas peligrosas, San Hargrave y Fernando Chien, el director analizó varios tipos de artes marciales. Ninguno de ellos encajaba con lo que buscaba hasta que le mostraron un método indonesio poco conocido, llamado pentjak silat. "En cuanto lo vi, les dije que era lo que quería", recuerda. "No había oído nada del silat hasta entonces, pero es increíblemente eficiente, así que nos servía para trabajar de una forma muy cinematográfica. Nos centramos en esa forma de pelear y construir la acción en torno a ella".

Hargrave y Chien, junto con su equipo de escenas peligrosas, empezaron a preparar a Affleck, teniendo siempre muy presente el deseo de O'Connor de plasmar la personalidad de Chris en la acción. Chien confirma: "Su estilo tenía que ser casi quirúrgico; muy lineal y directo. No tenía que moverse de aquí para allá como un boxeador. Nos centramos en el silat pero, dado que Ben tenía que pelear de forma muy dinámica, también le instruimos en judo, jiu-jitsu... Todo, desde lo más básico, pero estilizado al máximo".

Affleck nos cuenta: "Esta técnica de arte marcial apenas ha aparecido hasta ahora en el cine, así que era algo fresco y novedoso. Me encantó su estilo, así que profundicé en su instrucción todo lo que pude. Antes de la película estuve meses aprendiendo complicadas coreografías de lucha que implicaban un montón de vueltas y caídas. Realizar yo mismo todas las escenas de acción era muy complicado y exigente pero, por suerte, pude contar con entrenadores y actores de escenas peligrosas muy buenos que crearon movimientos geniales y únicos para mí. Fue intensísimo, pero cuando al final todo salió bien, quedó algo bonito y elegante, incluso a pesar de ser escenas bastante violentas".

Chien reconoce que Affleck, que empezó a trabajar para la película justo después de interpretar a Batman, ya estaba en muy buena forma, pero no en la forma en la que tenía que estar Christian. "Para esa película, ganó volumen y músculo, pero nuestro personaje requería un físico más fino y rápido; directo y explosivo. Por eso hicimos rutinas de artes marciales con un montón de movimientos dinámicos".

Hargrove añade: "Teníamos un minigimnasio en el que pasábamos unas cuatro horas diarias. Fernando y yo lo pusimos a prueba con ejercicios de la coreografía y haciendo que los repitiese una y otra vez hasta que todos los movimientos le saliesen de forma natural. En ocasiones le llevamos al límite de sus fuerzas, pero Ben siguió siempre al pie del cañón. Se puso manos a la obra y cada día que pasaba lo hacía mejor que el anterior".

Jon Bernthal también se sometió a un entrenamiento para interpretar al despiadado mercenario Brax, si bien había una gran diferencia en su caso. Chien nos lo aclara: "Con Brax queríamos crear un enemigo para Christian. Brax es más agresivo; le gusta combinar estilos. Jon tiene un pasado como boxeador profesional, y esos movimientos frenéticos tan típicos del boxeo de aquí para allá, izquierda y derecha, con ráfagas de golpes y atacando sin parar a tu oponente contrastan con el estilo de Christian".

"Brax tiene un estilo más libre", afirma Hargrove. "Por eso trabajamos en diferenciar a ambos personajes; uno sería metódico, y el otro, salvaje. Luego está Jon quien, desde el primer día, estuvo concentrado al 100%. Gracias a su experiencia como boxeador, asumió enseguida los distintos movimientos. Cuando tienes a un actor que ha peleado de verdad y puede adaptarse a lo que quieres, todo es mucho más fácil".

Bernthal prosigue: "Me gusta hacer yo mismo todas mis escenas de lucha, y acabo sintiéndome preparado y seguro para ello, pero el nivel de pericia de esta gente es algo completamente fuera de mis posibilidades. Ha sido fantástico poder entrenar a su lado día tras día y poder aprender todos estos movimientos y combinar estilos diferentes para diseñar las escenas de lucha. Todo el equipo de escenas peligrosas de la película fue fantástico, y ha sido un honor trabajar con ellos.

Además de su destreza física, Christian también es un experto tirador, capaz de dar en el blanco desde una considerable distancia. El doble de escenas peligrosas Thay Harris fue el gran responsable de enseñar a Affleck cómo manejar un arma como un profesional, teniendo en todo momento la seguridad como cuestión primordial. Harris nos explica: "Empezamos en un entorno controlado con armas de mentira. A medida que fue encontrándose más cómodo, fuimos cambiando, hasta que acabamos en un campo de tiro. Pueden ser necesarios años de entrenamiento con armas para poder entender todos los matices que implica trabajar con ellas. Por eso fue impresionante que, en tan solo un par de meses, lograse un nivel de dominio tal que parecía que llevase años manejándolas".

O'Connor apunta: "Ben tuvo que pasar por muchos procesos de aprendizaje para asegurarnos de que lográbamos las características físicas y emocionales que queríamos para el personaje. Trabajaba día tras día para aprenderse la coreografía porque la mayor parte lo hacía él. En un breve periodo de tiempo, tuvo que parecer que se había pasado toda la vida estudiando, así que fue un curso intensivo el que tuvo que pasar. Ha hecho un trabajo sensacional".


El resultado
Mientras el equipo de escenas peligrosas entrenaba a los actores, O'Connor preparaba la película con el equipo creativo. El propio director nos cuenta: "Repasé varias veces el guion con mi director de fotografía, Seamus McGarvey, y con el diseñador de producción, Keith Cunningham. Tuvimos que asegurarnos de que la apariencia, el ambiente, el tono y la paleta encajasen. Todos los elementos narrativos deben funcionar de forma sincronizada, así que, juntos, los tres creamos el estilo visual de la película".

El Contable se rodó en Atlanta (Georgia, EE.UU.) y sus alrededores, donde los directores utilizaron distintas ubicaciones, además de un plató insonorizado cerca de Decatur. Uno de los sets principales que se construyó en el plató fue el interior de la casa móvil de Christian Wolff: una caravana Airstream plateada que se ocultaba en un enorme almacén.

Cunningham nos detalla: "Fue muy complicado construirlo porque necesitábamos que el interior mantuviese unas medidas realistas (súper compacto y eficiente), con el añadido de que todo tenía que poder quitarse para dejar espacio a cámaras y focos de iluminación. La caravana muestra calidad y comodidad, con sus finos acabados, detalles acabados a mano y tonos acogedores y relajantes. Todo parece prístino y perfectamente organizado para mantener la necesidad de orden de Chris".

Affleck nos cuenta: "Chris tiene muchísimos problemas con el desorden y, por ello, necesita tenerlo todo ordenado de una forma concreta. Su lugar de descanso es fiel muestra de ello. Keith tuvo que tener eso muy presente al crear su entorno, y creo que lo ha logrado, y con nota. La Airstream tiene todo lo que es importante para Chris y, lo que es más importante para su trabajo, puede engancharla a su furgoneta y desaparecer en cinco minutos. Era tan fantástica que acabé convirtiéndola en mi tráiler personal", dice riendo.

Las herramientas de trabajo de Chris también tienen su lugar en la Airstream, incluido un buen surtido de armas de gran calibre, varios pasaportes y una pequeña fortuna en metálico, oro y monedas extranjeras. Son los réditos de sus colaboraciones con clientes tremendamente solventes, incluidas obras de arte de incalculable valor de Renoir y Pollock, además de extraños coleccionables y otros tesoros. "El decorador del set, Douglas Mowat, analizó exhaustivamente hasta el más mínimo detalle de la casa de Chris, que es una mezcla del friki y el peligroso", afirma Cunningham.

De hecho, la propia Airstream de Chris es, en sí, otro de sus extraños coleccionables. Cunningham asiente: "Ese modelo concreto no es fácil de encontrar. Es un modelo personalizado, y se fabricó un número limitado de unidades". Tras una búsqueda a fondo, la producción acabó localizando la preciada Airstream en Texas, y por suerte estaba en perfectas condiciones.

Para disuadir miradas entrometidas, Chris tiene otra casa que se construyó en un lugar completamente diferente a su tráiler. Para el observador ocasional, la modesta casa casi desprovista de muebles no arroja muchas pistas de su vida real hasta que se mira más a fondo, momento en que se descubren un par de pistas, incluido un sofisticado sistema de supervivencia y armamento defensivo. Asimismo, Cunningham diseñó ZZZ Accounting (la oficina de pueblo que utiliza Chris) para que fuera lo menos reveladora posible para que no llamase ninguna atención no deseada. Para la casa se utilizó una casa del vecindario de Conyers, Georgia (EE.UU.), mientras que para la sede de ZZZ Accounting se utilizó un pequeño centro comercial de la ciudad de Roswell.

El campus de Georgia Tech hizo de ubicación de la sede ultramoderna de Living Robotics, y su centro, una gran sala de reuniones con paredes acristaladas, hizo del lugar de Chris. Cunningham explica: "Su obra se compone de una combinación de números rojos y negros. No fue fácil dar con una sala de reuniones con paredes acristaladas pero mereció la pena porque la caja acristalada le dio a Gavin y a Seamus muchas más opciones para rodar esas escenas".

La producción reclutó la experiencia de un profesor de contabilidad de Georgia Tech para que crease miles de fórmulas numéricas que encajasen con una enorme y millonaria corporación. El equipo de Cunningham tuvo que asumir posteriormente el meticuloso trabajo de rellenar las paredes desnudas con miles de cifras "como si Christian Wolff se hubiese pasado toda la noche escribiéndolas", afirma. "Ben nos facilitó una muestra de su letra al escribir deprisa, que personalizamos y reprodujimos digitalmente. Luego imprimimos rollos adhesivos de vinilo transparente (o papel pintado transparente, si así lo prefieres) y los colgamos por etapas, a medida que avanzaba la escena. También dejamos zonas en blanco para que Ben escribiese en ellas al rodar. Sin duda fue uno de los mayores desafíos de diseño de toda la película".

Una mansión de un exclusivo barrio de las afueras de Atlanta se utilizó como la lujosa casa de Lamar Blakcburn. Su interior en distintos niveles, que imitaba el mismo diseño actual de su sociedad, se construyó en el plató insonorizado.

La cárcel Gwinnett de Lawrenceville, Georgia (EE.UU.) hizo las veces de Leavenworth, donde Francis Silverberg (interpretado por Tambor) instruyó a Christian Wolff en el fino arte de blanquear dinero negro. El interior de las oficinas del Tesoro se encuentra en la Academia de Medicina de Atlanta. Una granja cerca de Bishop, Georgia (EE.UU.) se convirtió en la casa de campo de Frank y Dolores Rice en la que Chris encuentra, temporalmente, un acogedor hogar lejos del suyo propio.

Al igual que el discreto rancho de Christian, su vestuario también se concibió con la idea de permitir que el personaje se ocultase incluso a plena vista. La diseñadora de vestuario, Nancy Steiner, nos cuenta al respecto: "Lo más importante era que no destacase, por lo que su ropa era más importante el hecho de pasar desapercibido que subrayar cualquier cosa. Cuando está en su casa o en la granja de los Rice, lleva una chaqueta Carhartt, como haría cualquiera. En el trabajo, viste traje sencillo, y decidimos que siempre llevase camisa blanca. Cambiamos las corbatas, pero todas muy discretas. La única excepción es cuando sabe que va a tener que pelear. En ese caso viste equipo táctico, siempre color negro".

Steiner diseñó el vestuario de Anna Kendrick para que mostrase un sutil cambio en su personaje a medida que avanza la historia. Ella misma nos lo cuenta: "Hay una evolución entre la primera vez que la vemos en la oficina, donde viste de forma conservadora. Su vestuario evoluciona hacia uno más femenino y provocativo para intentar hacerse notar".

Una vez concluido el rodaje, O'Connor se reunió con el compositor Mark Isham, con quien ya había trabajado en otras tres películas, incluidas El Milagro y Warrior, para que se encargase de El Contable. Isham indica que quería plasmar la personalidad única de Christian en la banda sonora: "Es un prodigio de las matemáticas que vive en un mundo de números y modelos numéricos, y quería que la banda sonora lo plasmase. Parte de la banda sonora se creó utilizando una serie de modelos sencillos con tempos opuestos y la suficiente aleatoriedad para crear texturas y matices".

O'Connor nos cuenta: "La mezcla musical de Mark capta la yuxtaposición de acción, emoción y suspense, incluso cuando resalta el lado más humano de la historia. Sus temas entrelazados reflejan la dualidad de los personajes e influyen en el impacto dramático de la película. El argumento encierra multitud de misterios... Todo el mundo encierra un secreto".

Affleck subraya: "Lo mejor de El contable es su inteligencia y sus giros de acción y toques de humor. Cuando todo esto se junta, la sorpresa está asegurada".

O'Connor concluye: "Quería hacer una película que atrapase intelectualmente a la vez que fuese una montaña rusa de emociones que puede hacer que el público se adentre en una historia que no se revele totalmente hasta el final. Y si, además, te toca especialmente, te hace reflexionar o debatir sobre ella al salir del cine, tampoco está nada mal".