Cinco divertidas historias de amor y curiosas filias sexuales coinciden en un calenturiento verano madrileño. Dacrifilia, Elifilia, Somnofilia y Harpaxofilia son algunas de las particulares formas de obtener placer que descubren nuestros protagonistas, pero para disfrutarlas tendrán que decidir cómo integrarlas en sus vidas. Sus sentimientos, sus miedos y sobre todo su sexualidad se transforman rompiendo tabúes, adentrándose en una etapa nueva, emocionante y libre donde no se reniega ni del placer ni del amor.
Los personajes
Natalia y Álex (Natalia de Molina y Álex García)
Son jóvenes, guapos y modernos. Se quieren, pero ella oculta unos extraños gustos sexuales, heredados y compartidos con varios miembros de su familia. Tras experimentar la dendrofilia, el nuevo kiki que le sube a Natalia es la harpaxofilia. Álex, visiblemente celoso, hará lo que sea para ser él quien la satisfaga.
Paco, Ana y Belén (Paco León, Ana Katz y Belén Cuesta)
Paco y Ana son una pareja de Lavapiés con una hija en común y en busca de nuevas maneras de avivar la pasión. En plena búsqueda, en la que experimentan con la erotolalia, el pissing, el fursuit,
, aparece de repente Belén, una amiga de él que atraviesa por una etapa de desengaño amoroso y vital. Belén provocará en ellos que les suba el kiki del poliamori, desatando deseos ocultos con los que tendrán que lidiar.
Mª Candelaria y Antonio (Candela Peña y Luis Callejo)
Son una pareja de feriantes sin hijos, a su pesar. Tras una visita al médico, quien le recomienda tener orgasmos para poder quedarse embarazada, a Candelaria le sube el kiki de la dacrifilia, adoptando como único objetivo el hacer llorar a su marido para poder excitarse.
José Luis y Paloma (Luis Bermejo y Mari Paz Sayago)
En su maravilloso chalet con piscina José Luis, un cirujano plástico, vive con Paloma, su intratable mujer postrada en una silla de ruedas tras sufrir un accidente, y Loreley, una interna filipina. Tras sedar accidentalmente a su mujer, a José Luis le sube la somnofilia y descubre que, gracias a ese kiki, puede recuperar la llama de la pasión previa al grave siniestro. Solo hay un inconveniente: para ello tendrá que ganarse la complicidad de la empleada del hogar.
Sandra y Rubén (Alexandra Jiménez y David Mora)
Sandra es una chica muy especial y un tanto neurótica: convive con una iguana gigante, tiene intolerancia a la lactosa, una discapacidad auditiva que no le impide comunicarse y el kiki de la elifilia. Encontrar el amor de su vida no le resultará nada fácil, pero una llamada al call-center donde trabaja traduciendo en lengua de signos llamadas telefónicas lo cambiará todo.