Cinemanía > Películas > La verdad duele > Comentario
Destacado: Pedro Martín-Calero dirige 'El llanto' con Ester Expósito
  La verdad duele  (Concussion)
  Dirigida por Peter Landesman
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

El filme está protagonizado por Will Smith, Alec Baldwin, Gugu Mbatha-Raw, Arliss Howard, Paul Reiser, Luke Wilson, Adewale Akinnuoye-Agbaje, con David Morse y Albert Brooks. Escrito y dirigido por Peter Landesman. Producido por Ridley Scott, Giannina Scott, David Wolthoff, Larry Shuman y Elizabeth Cantillon. Basado en el artículo de la revista GQ "Game Brain (Cerebro de juego)", de Jeanne Marie Laskas. Sus productores ejecutivos son Michael Schaefer, David Crockett, Ben Waisbren, Bruce Berman y Greg Basser. El director de fotografía es Salvatore Totino, ASC, A.I.C. El diseño de producción es de David Crank. El montaje es de William Goldenberg, ACE. El diseño de vestuario es de Dayna Pink. La música es de James Newton Howard.

"Me identifico con las personas que denuncian las injusticias, los que cuentan la verdad, los que se enfrentan al sistema, las historias de David contra Goliat", afirma Peter Landesman, que escribe y dirige el nuevo filme LA VERDAD DUELE, la historia del Dr. Bennet Omalu, un doctor que realiza un importante descubrimiento médico. "La idea de que este hombre sea el único capaz de decir la verdad, nuestra verdad, sobre nosotros, sobre algo que nos apasiona, es poética e increíble. Lo único que quiere es ser estadounidense, decir la verdad y ser bueno".

"Peter posee unas habilidades muy particulares", comenta Will Smith, que encarna al Dr. Omalu. "Peter es periodista de investigación. Está acostumbrado a ahondar en los pormenores de unas circunstancias y de una persona, está acostumbrado a profundizar ampliamente en las cosas de un modo que en general no se haría en una película. Pero también es un pintor, así que toma todo eso y lo traduce en imágenes, lo que es un don verdaderamente excepcional".

"La película gira en torno a un hombre al que le presentan una verdad sobre un juego al que no le unía nada, pero que le obliga a dar una información muy dolorosa a un grupo de personas por las que siente un profundo deseo de ser aceptado", prosigue Smith. Mientras el Dr. Omalu, un inmigrante procedente de Nigeria, ansiaba convertirse en ciudadano americano, su descubrimiento haría que lo difamaran.

"Para mí, en este proceso, no pienso en el fútbol americano, me centro en Bennet y en el dolor y el triunfo de la historia de un inmigrante que vino a Estados Unidos, sufrió lo que tuvo que sufrir pero, en última instancia, se vio vindicado", agrega Smith. "Veo esta película como el cierre de un capítulo para Bennet. Se trata de un hombre que nació durante un ataque aéreo en Nigeria. A su madre la alcanzó la metralla mientras daba a luz. Pasar de eso a tener que vivir el sufrimiento de hacer llegar su descubrimiento al público americano, para acabar viendo la historia de tu vida contada en una producción de Hollywood, es un maravilloso viaje del héroe".

Para el guionista y director Peter Landesman, el filme trata sobre mucho más que el fútbol americano. "El fútbol americano profesional es más que un deporte. Más que un negocio. Es una institución nacional y cultural. Hay mucho en juego, cultural, social y económicamente. Y, como todo negocio enorme, hay unos grandes intereses implicados que pretenden que siga adelante a toda costa. Cuando el Dr. Omalu realizó un descubrimiento que hizo peligrar no solo la forma habitual de funcionar el negocio, sino la misma esencia del juego –los impactos, la violencia– esos intereses se pusieron a trabajar a toda máquina. Pero al Dr. Omalu lo único que le importaba era la verdad y el espíritu de los muertos, y estaba decidido a dar a conocer los hechos. Espero que la película también lo haga. No podría haber más en juego".

La productora Giannina Scott agrega: "LA VERDAD DUELE es una película impactante, que no asume compromisos, sobre un asunto que fue ignorado durante demasiado tiempo y que sigue dándose en la actualidad. Es una historia que había que contar y estábamos decididos a contarla bien. Nadie quería tocarla, al tratarse de un tema tan controvertido. Nos rechazaron en todas partes a Ridley y a mí, incluso los guionistas, hasta que nos sugirieron a Peter. Evidentemente, era la elección perfecta para convertirse en nuestro guionista y director. Entonces le presentamos el proyecto a Amy Pascal, que lo adquirió en el acto".

El productor David Wolthoff, que, junto al productor Larry Shuman, fueron los primeros en ver el potencial de la historia del Dr. Omalu para adaptarla al cine, hasta el punto de que fue la productora de Shuman la que adquirió en un primer momento los derechos del artículo de Jeanne Marie Laskas publicado en GQ, explica: "En esencia, la historia de Bennet es la de un genio de la medicina –un personaje estilo Erin Brockovich– que persevera pese a todas las adversidades".

"LA VERDAD DUELE nos permite conocer el espíritu fuera de lo común del Dr. Omalu, y por suerte, contamos con Will Smith para captar su esencia", explica Shuman.

A día de hoy, al Dr. Omalu le cuesta creer que fuera él quien realizó el descubrimiento. "No puede ser, un pobre chico africano como yo, llega a Estados Unidos, donde tienen la mayor concentración de mentes brillantes, ¿y soy el primero en verlo? No es posible".

Tras su descubrimiento de lesiones cerebrales crónicas en deportistas, el Dr. Omalu publicó sus hallazgos. Esperaba iniciar con ello un debate serio sobre una forma más segura de jugar ese deporte. En vez de eso, se encontró junto a su familia en el punto de mira, objetivo de una brutal y desquiciante campaña de desprestigio por parte de algunos de los intereses más poderosos de ese deporte. "Doce años después, no me puedo creer lo atrevido y audaz que fui con ese trabajo", confiesa. "Durante doce años, me han machacado y arrastrado por el fango. Ese trabajo era muy idealista. Pero no dije nada en él que no haya sido confirmado por investigadores independientes".

Pese a verse vilipendiado y difamado, el Dr. Omalu perseveró, según explica Giannina Scott: "LA VERDAD DUELE abarca de 2002 a 2012, e hizo falta todo ese tiempo para que la información llegara al público. Para cuando empezamos a hacer la película, ya se habían reconocido las conmociones y se había llegado a un acuerdo. Fue toda una reivindicación para el Dr. Omalu".

Para Giannina Scott, esa perseverancia es la razón por la que el Dr. Omalu es un héroe. "Podría haberse rendido, pero no lo hizo", argumenta. "¿Por qué pasar por semejante infierno? Porque sentía el deber de decir la verdad".

"Nunca quise que la atención se centrara en mí, sino en los jugadores", asegura el Dr. Omalu. "Creo que es el espíritu de gente como Mike Webster, como Terry Long, como Andre Waters, como Junior Seau, que me hacía seguir adelante. Esto es una cuestión de amor y de luz, de salvar vidas y de mejorar las vidas de los demás".

La historia del Dr. Omalu se contó en profundidad en un artículo de la revista GQ escrito por Jeanne Marie Laskas, que se convirtió en la base para el guion de Landesman. "Su artículo es el mejor que he leído sobre el tema", afirma el Dr. Omalu. "Me humanizó. Hay que recordar que todo lo que se hablaba de mí en los medios era negativo: era un extranjero que intentaba destruir el modo de vida americano. Ese artículo supuso un punto de inflexión. De pronto, la gente empezó a abrirme sus corazones y sus mentes".

El Dr. Omalu aborda su trabajo con dignidad y respeto por los muertos. "Soy de fe católica", explica. "Mi fe nos enseña que, cuando el cuerpo muere, tu espíritu y tu alma pasan a la vida eterna. Creo que el espíritu sigue con nosotros, al igual que el espíritu de Dios está con nosotros. Así que hablo con mis pacientes, no verbalmente, pero en mi corazón".

Will Smith tuvo ocasión de observar al Dr. Omalu en su consulta. "Bennet es un patólogo forense y realiza autopsias a diario, así que pasa mucho tiempo con cadáveres. Pero también es un hombre profundamente religioso", señala Smith. "Ve su trabajo de patólogo forense más como un liberador de almas, el guardián del último umbral entre esta vida y la próxima. Es un hombre sumamente espiritual y, cuando realiza una autopsia, para él es una experiencia espiritual. Tiene un maravilloso sexto sentido a la hora de descubrir por qué murió una persona. Rebusca entre su ropa e intenta que le ayude a descubrir cómo murió. Es algo precioso de ver".

Uno de los pacientes con los que habló figuradamente el Dr. Omalu fue Mike Webster, el héroe del fútbol americano en cuyo cerebro encontró por primera vez el Dr. Omalu encefalopatía traumática crónica. Durante la autopsia inicial, "le pedí a Mike que me guiara", recuerda. Aunque al principio el cerebro de Webster parecía normal, el Dr. Omalu era consciente de que Webster había sufrido graves problemas neurológicos y tomó la decisión crucial de conservar el cerebro de Webster para seguir estudiándolo, una elección insólita, que fue directamente responsable de que acabara descubriendo la encefalopatía traumática crónica. "Podría haber vuelto a ponerlo en el cuerpo, como todos los demás órganos, pero creo que el espíritu de Mike me guio".

La película recoge no solo el descubrimiento del Dr. Omalu, sino la campaña que vino después para marginar sus hallazgos. El encargado de dar vida a la historia del Dr. Omalu es Peter Landesman, que escribió el guion y dirige el proyecto. Hace años, Landesman –un antiguo periodista de investigación– había investigado al Dr. Omalu y se había reunido con él. Así que, cuando los Scott abordaron a Landesman para que escribiera la historia, fue el destino. "Ya había oído hablar de Bennet, conocía a Bennet, había pensado en Bennet, había metabolizado cómo era la historia de su vida", sugiere.

"Empiezo cada uno de mis guiones emprendiendo un viaje de descubrimiento y documentación minuciosa, al igual que hago en un artículo para el que dispongo de tiempo", aporta Landesman. "Una vez que llego a la verdad del asunto, puedo decidir la forma y la arquitectura que adoptará el filme. Y en esta película eso fue más cierto que nunca. Presté mucha atención a lo que la película quería ser, qué forma debía adoptar, en qué se debía centrar. Hay una versión de esta película que trata tanto sobre la NFL como sobre Bennet. Pero Bennet –su viaje, su misión, su carga– era algo totalmente único. Combinar eso con la idea de Will –escribir esto para Will, pensando en su voz, en su físico– me hizo sentir como si estuviera escribiendo una pieza musical, casi tanto como un guion".

A la hora de rodar la película, Landesman decidió hacerlo en escenarios reales de Pittsburgh y rodearse de algunas de las mentes creativas más alabadas de la industria, como Salvatore Totino (que ha colaborado en siete filmes con el director Ron Howard), el diseñador de producción David Crank (ganador del Emmy por su labor en la miniserie "John Adams", colaborador de Paul Thomas Anderson y director artístico de títulos como "Lincoln", "Agua para elefantes" y "El árbol de la vida"), el montador William Goldenberg (ganador del Óscar por "Argo" y nominado en otras cinco ocasiones), la diseñadora de vestuario Dayna Pink (que ya había colaborado con Will Smith en "Focus") y el compositor nominado ocho veces al Óscar James Newton Howard.

"Había dos opciones: o se hacía la película de forma muy fría y científica, centrada en la historia del estudio del cerebro, con gente que entraba y salía de la misma, o se podía centrar en las personas", opina Giannina Scott. "Esa fue la decisión que tomó Peter y que Sal ha aplicado a la fotografía. Es la mejor forma de hacer cine, la que te permite identificarte con los personajes".

"Las relaciones más importantes de Bennet eran con los muertos, los muertos en una ciudad que estaba económicamente al borde del colapso", prosigue Landesman. "Los ciudadanos de Pittsburgh se aferraban desesperadamente a su juego, el fútbol americano, sobre el que Bennet descubrió que estaba dañando, y en algunos casos matando, a sus jugadores. El paisaje urbano era el reflejo externo del viaje de Bennet, no solo en la fotografía, sino en la escritura, en la página".


El reparto de la película
El actor nominado al Óscar en dos ocasiones Will Smith protagoniza LA VERDAD DUELE en el papel del Dr. Bennet Omalu. Smith ya está familiarizado con la práctica de trasladar a la gran pantalla historias dramáticas de personas reales, tras haber interpretado magníficamente a Muhammad Ali en "Ali", de Michael Mann, y a Chris Gardner en "En busca de la felicidad", de Gabriele Muccino.

Giannina Scott recuerda que cuando Ridley Scott, Peter Landesman y ella presentaron inicialmente la historia de Bennet Omalu a Sony Pictures, Amy Pascal, antigua jefa del estudio, exclamó: "¡Oh, Dios, sé quién sería perfecto para esto!", pero, Scott agrega: "Al mismo tiempo, Ridley ya había dicho: ‘Esto sería perfecto para Will, porque posee la sensibilidad y esa especie de inocencia que tiene el Dr. Omalu’. Así que Ridley habló con Will para que leyera el guion y todo fue muy rápido. Will se apuntó enseguida. En cuanto lo leyó, supo que era un papel que tenía que interpretar".

Smith señala que lo tuvo clarísimo cuando conoció al Dr. Omalu. "Hablamos sobre cómo fue criarse de niño en Nigeria. Me dijo, y eso fue algo que usamos en la película, que, cuando crecía, el Cielo estaba aquí –sostiene la mano en alto– y América estaba aquí –pone la mano un poco más abajo–. América era el lugar al que Dios enviaba a su gente preferida, y no quería nada más que ser aceptado como americano", aporta Smith. "Que ese hombre fuera quien descubriera la encefalopatía traumática crónica y tuviera que hacerle llegar a América esa información sobre su deporte favorito, era un conflicto tan intenso, que quedé sumamente intrigado como artista. Es un hombre encantador, dulce, brillante, honorable, casi maravillosamente ingenuo, que cree que la verdad te hará libre".

"Lo maravilloso es que, incluso mientras me contaba la historia, al tratarse de un hombre de ciencia, no podía comprender cómo saber podría ser algo malo. E incluso a día de hoy sigue teniendo problemas con eso, ¿cómo podría ser algo malo tener más información? ¿Qué podría hacer que te negaras a saber más?", prosigue Smith. "Por mi parte, lo miraba a los ojos mientras me contaba su historia y supe después de esa reunión que iba a contar su historia a todo el mundo".

"Escribí esta película específicamente para Will", afirma Peter Landesman. "No pensé nunca en nadie más, de la primera palabra a la última. No solo su voz, sino su físico, la gracia y la energía que aporta a su forma de interpretar. Y esa alegría inherente, que coincide con la de Bennet. No habían pasado más que un par de días desde que terminé el guion, cuando Ridley llamó a Will y Amy Pascal se lo entregó".

Pero no fue únicamente que a Smith le pareciera que el Dr. Omalu era un personaje único e inspirador con una trayectoria extraordinaria. También sentía que se trataba de una historia importante que había que contar. "Soy un padre con hijos que juegan al fútbol americano", aporta. "Tengo dos hijos y el mayor (Trey) era un gran jugador de fútbol. Creo que lo que más me impulsó a hacer la película es que, como padre, la verdad es que no tenía ni idea. Me preocupaba que mi hijo pudiera partirse una pierna, lo que más me preocupó fue cuando jugó con una lesión de columna. Pero nunca hubo ni una sola conversación, ni salió una sola vez la cuestión, sobre las repercusiones neurológicas a largo plazo. ¿Cómo podía ser que fuera padre de un jugador que llevara cuatro años jugando al fútbol y no tuviera la más mínima información? Para mí, como padre, sentí que tenía que hacer esta película. Como padre, tenía que difundir la información para que los padres y los jugadores pudieran tomar una decisión informada".

Como preparación para el papel, Will Smith se sumió de lleno en la vida de Bennet Omalu, leyó sus artículos médicos y vio sus entrevistas. Antes del rodaje, Smith también viajó a Lodi, California, para conocer al Dr. Omalu y su familia, y también tuvo ocasión de ver al doctor realizar una autopsia en la oficina forense del condado de San Joaquín, donde el Dr. Omalu es en la actualidad el médico forense jefe.

Durante los tres meses previos al rodaje, Smith también trabajó en estrecha colaboración con el conocido tutor de dicción de cine, teatro y televisión Diego Daniel Pardo para ayudarle a perfeccionar su acento nigeriano para su interpretación del Dr. Omalu. Ridley Scott aporta: "el acento nigeriano es muy suave, musical y dulce. Will lo hizo de una forma maravillosa y muy comedida".

Smith y Landesman colaboraron estrechamente para crear el personaje de Bennet Omalu. "La gente va a ver esta película y le va a costar un rato reconocer que es Will", asegura Landesman. "En parte porque cambiamos físicamente a Will en detalles superficiales –Will y yo nos esforzamos mucho en una serie de elementos para dar vida al personaje, entre ellos su acento– pero sobre todo porque este personaje sacó algo del interior de Will. La interpretación es tan sincera, veraz y convincente que creo que Will está casi irreconocible. Will lo hace tan bien que en apenas un par de minutos, te olvidas de que estás viendo a Will con un acento, sino que estás viendo a Bennet Omalu. Estás viendo cobrar vida a ese personaje".

"Nunca había visto así a Will Smith", declara Ridley Scott. "Posee una gran fuerza y dignidad, a la vez que está muy elegante y contenido. Es su mejor trabajo".

"El Dr. Omalu ya es alguien fuera de lo común, es sumamente encantador, inteligente y divertido, y Will ha hecho un trabajo asombroso interpretando a un personaje con las cualidades del Dr. Omalu, pero al mismo tiempo con el carisma de Will", opina Elizabeth Cantillon, uno de los productores del filme.

La emergente actriz británica Gugu Mbatha-Raw, que recibió grandes elogios de la crítica por su papel principal en "Belle" y como superestrella de la canción en el drama romántico de Gina Prince-Bythewood "Beyond the Lights", encarna a Prema Mutiso, nuevo miembro de la iglesia de Nairobi, Kenia, del Dr. Omalu, con la que acabará casándose.

A Mbatha-Raw le atrajo desde el primer momento el hecho de que LA VERDAD DUELE fuera una historia real. "La película tiene muchas repercusiones contemporáneas con la cultura americana, sobre la verdad, sobre alzarse en defensa de la justicia y aquello en lo que crees, y no dejarse intimidar", comenta. "Este hombre, Bennet Omalu, se mantuvo firme mientras la gente intentaba desacreditar y acabar con él. Demuestra el valor de mantenerse firme".

"Cuando Prema entra en la vida de Bennet, él es un poco adicto al trabajo", prosigue Mbatha-Raw. "La verdad es que no tiene vida personal. Y creo que Prema aporta a su vida un poco de luminosidad y calidez, y un cierto toque femenino a ese apartamento tan espartano y propio de un soltero en el que vive. También los une el hecho de proceder ambos de África, de ser los dos extranjeros. Aunque él ha adoptado un cierto aire americano, creo que desde luego entienden que hay una conexión entre ellos en lo referente a los obstáculos culturales que ambos han tenido que superar".

A medida que avanza la historia, explica Mbatha-Raw, Prema se convierte en el sostén espiritual de Bennet, animándolo a hacer lo correcto, inspirándolo y dándole el valor para decir la verdad. "Pese a hablar de forma muy calmada y algo recatada, posee una indudable fuerza interior, que creo que le ofrece un gran apoyo [a Bennet]", opina. "Es verdaderamente el alma de la historia y aporta mucho corazón y humanidad a ese mundo tan científico de Bennet".

Cuando Smith se reunió con el Dr. Omalu, también tuvo ocasión de conocer a su mujer. "Fue maravilloso verlos juntos", recuerda Smith. "Son sumamente encantadores y dulces, y no estaban para nada preparados para las circunstancias en las que se vieron metidos, con la maquinaria a la que se tuvieron que enfrentar. Ella también es profundamente espiritual y fue capaz de mantener a Bennet conectado a lo largo de todo el proceso con el propósito espiritual de lo que estaba haciendo".

Al igual que Smith, Mbatha-Raw realizó su propia documentación para preparar su papel y trabajó con el tutor de dicción Diego Daniel Pardo para dominar el acento keniata de Prema Mutiso. El último día de rodaje, conoció a Prema y a Bennet Omalu.

El actor de cine y televisión nominado al Óscar Alec Baldwin encarna al Dr. Julian Bailes, que se convierte en uno de los primeros aliados clave para el Dr. Omalu. Bailes, cirujano, antiguo médico del equipo de los Steelers de Pittsburgh y neurocirujano jefe de la Asociación de Jugadores, es también amigo de Mike Webster y ha visto los estragos sufridos por el jugador. El profundo conocimiento que posee Bailes de los jugadores de fútbol americano profesional y de los Steelers lo lleva a convertirse en uno de los primeros creyentes y paladines de la investigación del Dr. Omalu sobre muertes relacionadas con conmociones cerebrales.

Cuando están vilipendiando al Dr. Omalu por su trabajo con Webster, al revelar la encefalopatía traumática crónica como la causa, recibe el inesperado apoyo del Dr. Bailes. Baldwin explica: "El Dr. Bailes trabajó con los Steelers y empezó a comprender los protocolos de lo que el Dr. Omalu estaba haciendo. Se volvió un converso. Le importaban los hechos, y los hechos apuntaban a una encefalopatía por conmoción cerebral. Sabía lo que tenía que hacer. Así que mi personaje es alguien de dentro, del propio mundo del fútbol americano profesional, que abandona el redil".

Peter Landesman opina que, en cierto modo, Bailes es el personaje más complicado del filme. "Se crió en la cultura del fútbol americano del sur profundo, jugó al fútbol universitario, fue médico del equipo de los Steelers de Pittsburgh, y fue el neurocirujano jefe de la asociación de jugadores. Así que estaba sumido en un profundo conflicto. Es un hombre que entendía que el fútbol estaba matando a sus jugadores, pero no fue hasta que conoció a Bennet que encontró la prueba para dar un paso al frente y dar la cara por la causa. Pero, a día de hoy, sigue teniendo sentimientos encontrados. Creo que siente un gran dolor por lo que está haciendo. Hasta el último hueso de su cuerpo le pide que niegue lo que dice Bennet, pero la ciencia tiene prioridad sobre cualquier otra cosa que pueda sentir".

Baldwin, que se crió en Long Island, Nueva York, fue quarterback del equipo de su instituto, así que se trata de un deporte muy cercano y querido para él. El fútbol americano profesional sigue siendo su deporte favorito. Además, no cree que nadie en la NFL actuara por malicia. "Creo que es justo decir que todo el mundo en la NFL, así como todos los miembros de la comunidad médica que trabajaban con la NFL, querían lo mejor para los jugadores", opina Baldwin. "No creo que pueda decirse que alguien quisiera que los jugadores sufrieran, o quisieran sacrificarlos. Creo que la gente prefirió subestimar el impacto que eso tenía en los jugadores. Bajo todo eso había la idea, incluso entre los propios jugadores, de que sabían en lo que se estaban metiendo al jugar a este deporte".

Sobre cómo el Dr. Omalu fue capaz de descubrir la encefalopatía traumática crónica –ver lo que nadie más logró ver– el auténtico Dr. Bailes opina que "la casualidad favorece a la mente preparada". "Creo que el hecho de que Bennet procediera de Nigeria lo dotó de una cierta ingenuidad en lo referente al significado social del fútbol americano y cómo se juega este deporte", señala Bailes. "Y creo que eso le ayudó a ver de forma objetiva a un hombre en el que algo no acababa de encajar".

El legendario actor cómico, guionista y director Albert Brooks interpreta al jefe y mentor del Dr. Omalu, el patólogo Dr. Cyril Wecht, forense del condado de Allegheny y médico forense en Pittsburgh.

Aunque Brooks es más conocido por sus trabajos en comedias clásicas como "Perdidos en América" y "El cielo próximamente", el nominado al Óscar por "Al filo de la noticia" ha aceptado más recientemente papeles dramáticos en títulos como "Drive", de Nicolas Winding Refn, y "El año más violento", de J. C. Chandor.

"Cyril Wecht es un hombre muy obstinado", opina Brooks. "Lo encuentro una delicia cada vez que lo he oído hablar. Es inteligente y no se anda con tonterías. No aguanta estupideces de nadie, está muy informado y es muy bueno en su trabajo". En la película, según Brooks, el Dr. Wecht ve al Dr. Omalu como el próximo Cyril Wecht. "Hace un poco de mentor. Aunque también siente una pizca de envidia y un gran respeto".

El Dr. Wecht, uno de los patólogos forenses más eminentes del país, es tan conocido por sus opiniones sobre casos famosos como por su talento para la medicina. Wecht vive en Pittsburgh, donde lleva 40 años como patólogo forense conocido en todo el país. Wecht ha escrito o editado docenas de libros y ha participado en numerosas investigaciones forenses famosas, como los asesinatos del presidente John F. Kennedy y el senador Robert F. Kennedy, la muerte de Elvis Presley, el caso de O. J. Simpson y el caso de JonBenet Ramsay. Su pericia también se ha empleado en casos de gran notoriedad como los de Mary Jo Kopechne, Sunny von Bulow, Jean Harris, el Dr. Jeffrey McDonald, el incendio de la Rama Davidiana de Waco y Vince Foster.

"Quise que Albert interpretara a Wecht desde el principio porque Albert aporta una calidez increíble al papel", opina Landesman. "Entre otras cosas, Cyril es una persona cálida y generosa, es la clase de tipo que ve a Bennet Omalu –ese individuo nigeriano– y entiende que son espíritus afines".

Más allá de eso, Smith comenta que el Dr. Wecht se convierte en parte mentor y parte inspiración. "Para Bennet, Cyril Wecht representaba la imagen del triunfador americano", explica Smith. "Bennet hacía todo lo que hacía Cyril Wecht –los trajes que llevaba, el tipo de coche que conducía, la forma que tenía de tratar a la gente, Cyril Wecht se convirtió en la viva imagen del sueño americano".

En el corazón de LA VERDAD DUELE se encuentran los jugadores que sufrieron los estragos de la encefalopatía traumática crónica. La película trata de paso las vidas de varios jugadores de fútbol americano muy conocidos, que sufrieron demencia y depresión, lo que los acabó llevando a una muerte temprana –algunas accidentales, otras autoinfligidas–. Entre esos jugadores se encuentran el central de los Steelers de Pittsburgh Mike Webster, los jugadores de la línea ofensiva Justin Strzelczyk y Terry Long, así como el defensor de los Eagles de Filadelfia, Andre Waters, y el defensor de los Bears de Chicago, Dave Duerson.

El estimado actor de carácter David Morse ("La milla verde", o la miniserie de HBO "John Adams") interpreta a Mike Webster, el central de los Steelers de Pittsburgh miembro del Salón de la Fama, conocido para los fans como "Iron Mike" (Mike de hierro). Webster, que murió a los 50 años de edad de un ataque al corazón, sufría una grave demencia provocada por repetidos golpes en la cabeza, recibidos a lo largo de toda una vida jugando al fútbol americano. Tras el fallecimiento de Webster en 2002, se convirtió en el primer jugador de fútbol americano en cuyo cerebro diagnosticó el Dr. Omalu la presencia de encefalopatía traumática crónica, lo que motivó al Dr. Omalu para dar a conocer públicamente el problema.

El enfoque de Morse para interpretar al emblemático personaje real consistió en estar tan animado y lleno de vida como le fuera posible. "Tuve que imaginarme cómo fue lo que tuvo que vivir", aporta Morse. "Siempre me siento responsable para con el personaje, pero este caso es especial, porque Mike fue un hombre que fue muy importante para su comunidad y para ese mundo".

Morse ha interpretado antes a personajes reales y figuras históricas, en particular en su papel nominado al Emmy de George Washington en la galardonada miniserie de HBO "John Adams", así que era consciente de la responsabilidad de hacerlo bien. "Hoy día, Mike Webster todavía sigue vivo en la mente de muchas personas, sobre todo para su familia, así que se trata de honrar eso en la medida de lo posible. Era una responsabilidad hacia Mike y hacia la gente que lo quería".

Como preparación para el papel, Morse empezó a leer tanto como pudo y a ver documentales y el canal de deportes ESPN, para conseguir entender mejor a Mike Webster y la historia de su vida y su prematura muerte. Mike Webster era conocido como uno de los hombres más fuertes de la NFL, e incluso en sus últimos años, cuando estaba sumido en la demencia, seguía siendo físicamente imponente. "Incluso cuando murió, seguía siendo asombrosamente fuerte, teniendo en cuenta que podía pasarse días sin comer", observa Morse. "Y, si comía, era comida basura –patatas fritas, dulces y refrescos– esa era su dieta. Pero, al mismo tiempo, podía andar por ahí fuera, por los bosques, en plena nieve, descalzo y a pecho descubierto, durante días, levantando un tronco para fortalecer sus músculos". Físicamente, Morse intentó aproximarse a eso con su interpretación. "Engordé 9 kg", comenta el actor, "intentando conseguir parte de esa fuerza. En cierto modo, fue bastante agotador, pero también sentía la responsabilidad de interpretar a esta persona".

Para interpretar a Webster después de retirarse, lleno de cicatrices de toda una vida jugando al fútbol americano, Morse trabajó con los artistas de efectos especiales de maquillaje de KNB EFX Group, que le colocaron varios prostéticos. Morse revela: "Una de las cosas de las que precisamente habla el Dr. Omalu es sobre la gran cantidad de tejido cicatricial que se había acumulado en la frente de Mike después de tantos años golpeando, golpeando, golpeando. De tanto dar cabezazos, se había llenado de tejido cicatricial. Y si se le miran las manos, las tenía muy hinchadas, con todos los nudillos rotos. Así que tuvimos que trabajar especialmente en las manos para acumular todo ese tejido cicatricial causado por dedos rotos. Suponía pasarse exactamente cuatro horas y media al día en la silla de peluquería y maquillaje".

El actor y cómico Paul Reiser interpreta al Dr. Elliot Pellman, el médico del equipo de los Jets de Nueva York y presidente del Comité de Traumatismos Craneoencefálicos Leves de la NFL. Pellman es el experto médico de la NFL implicado en los intentos de desacreditar al Dr. Omalu y refutar sus hallazgos publicados en la revista Neurosurgery. "Es un buen tipo, al que tal vez pusieran en el cargo equivocado", sugiere Reiser sobre su personaje, cuya especialidad es la artritis y el dolor articular. "Es reumatólogo, pero, por determinadas razones, lo pusieron al frente del comité de las conmociones cerebrales".

El veterano actor de carácter Arliss Howard interpreta al Dr. Joseph Maroon, el médico del equipo de los Steelers de Pittsburgh y neurocirujano jefe de la NFL. El Dr. Julian Bailes lo pone en contacto con Bennet Omalu, y Maroon trata de advertir al Dr. Omalu de las repercusiones que podría haber si sigue adelante con sus estudios que vinculan las conmociones con las lesiones cerebrales.

Luke Wilson interpreta al comisario de la NFL Roger Goodell, quien, siguiendo los pasos de su predecesor, Paul Tagliabue, orquesta la respuesta de la NFL en defensa del fútbol americano profesional. Wilson confiesa que el fútbol americano es el deporte que más ve, junto con el golf, así que interpretar a Roger Goodell le resultó muy interesante. "Siempre resulta alucinante interpretar a una persona real, y más a alguien que ves en las noticias", opina.

Como preparación para el papel, Wilson vio conferencias de prensa y apariciones de Goodell ante el senado. "Tiene sin duda que medir sus palabras", comenta Wilson. "Se trata de cuestiones de las que se le hará responsable".

Adewale Akinnuoye-Agbaje interpreta a Dave Duerson, antiguo safety (última posición defensiva del equipo) de la NFL que participó en cuatro ocasiones en el partido de las estrellas y jugó para los Bears de Chicago, los Giants de Nueva York y los Cardinals de Phoenix, cuya vida acabó trágicamente en 2011 después de luchar contra síntomas debilitantes provocados por lesiones cerebrales relacionadas con el fútbol americano.

"Dave fue uno de los primeros jugadores que pasaron del terreno a la sala de juntas y se dedicaron realmente a representar a muchos de sus compañeros en la Asociación de Jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano", apunta Akinnuoye-Agbaje. El actor explica que el descubrimiento del Dr. Omalu pone a Duerson en una posición peliaguda. "Fue jugador durante once años, y aparentemente no le había pasado nada. Así que, cuando revisaba las pruebas, era como: ‘Bueno, mira, ¿cuántos jugadores tenemos en la NFL? ¿Cuáles son las alegaciones? Los únicos jugadores citados al principio fueron Mike Webster, Justin Strzelczyk, Terry Long y Andre Waters y, en opinión de mi personaje, el tren de vida que llevaban algunos de ellos era cuestionable, así que para él resultaba bastante razonable decir: ‘Bueno, algunas de las circunstancias de sus muertes podrían atribuirse a cómo vivían, no necesariamente al deporte que practicaban’". Más adelante, trágicamente, el propio Duerson empezó a sufrir los efectos de la encefalopatía traumática crónica.


Acerca de la producción
Para ayudarle a conseguir el aspecto visual que buscaba para el filme, Peter Landesman colaboró con el director de fotografía Salvatore Totino, cuyos créditos incluyen varios trabajos con el director Ron Howard, entre ellos "El desafío: Frost contra Nixon", "El código Da Vinci", "Ángeles y demonios" y "Cinderella Man. El hombre que no se dejó tumbar". A Totino siempre le han interesado las historias reales. Explica: "Me resulta más fácil conectar con un personaje que es una persona real. Esa es mi pasión, la gente real". Totino también tiene experiencia en películas relacionadas con el fútbol americano, dado que su primer título como director de fotografía fue el drama deportivo de Oliver Stone de 1999 "Un domingo cualquiera".

Totino comenta que se centró en la historia de la película y evitó perderse en imágenes llamativas. "Mi intención es mantenerlo todo muy realista", asegura. "Nada de excesos. Intentar mantenerlo natural y real, como si estuvieras allí. Al trabajar con una historia real, el reto es intentar mantenerse fiel a la realidad".

El diseñador de producción de la película es David Crank, que colaboró con Peter Landesman para crear el aspecto general del filme y resaltar el entorno de Pittsburgh en que se ambienta la historia. Como director artístico y diseñador de producción, Crank ha colaborado estrechamente con el director Paul Thomas Anderson en títulos como "Puro vicio", "The Master" y "Pozos de ambición", así como con el director Terrence Malick en "To the wonder", "El árbol de la vida" y "El nuevo mundo". Como supervisor de dirección artística, Crank ganó un Emmy al "mejor director artístico de una miniserie o telefilme" por la miniserie de HBO "John Adams".

Como especialista en dramas históricos de época, Crank sintió curiosidad por trabajar en una película ambientada en la actualidad. Además, había ido al colegio en Pittsburgh, así que le atraía volver a la ciudad para el rodaje. "Pittsburgh es fascinante, porque está compuesta de una cantidad increíble de capas", explica el diseñador de producción. "Hay lugares que se han ido modificando con el tiempo, sin eliminar la arquitectura original, de modo que podría decirse que se transforma en algo nuevo. Buena parte de ello no es lo que cabría calificar como bonito, pero siempre resulta tremendamente interesante, ligeramente tosco, aunque posee un auténtico carácter propio y verdadero estilo, de una extraña manera. Nunca me canso de salir a ver cosas".

Dado que la gran mayoría de la película se iba a rodar en el área metropolitana de Pittsburgh, el trabajo de Crank a la hora de diseñar el filme empezó con la elección de las localizaciones reales. "Empezamos tratando de encontrar tantos lugares reales de la historia como pudimos, tanto si los íbamos a utilizar como si no, queríamos verlos", cuenta Crank. "Fuimos a ver lo que quedaba del viejo depósito de cadáveres, visitamos el nuevo depósito y vimos cómo realizaban algunas autopsias".

Para Landesman, observar al Dr. Omalu en su trabajo fue una parte esencial de la preparación. "Fue interesante llevar a Will a las autopsias", recuerda Landesman. "Lo que me interesaba era ver las habilidades requeridas y la mecánica de realizar la autopsia. Me resultaba crucial que Will pudiera observar la metodología de Bennet y familiarizarse lo máximo posible con ella. Para que los dos entendiéramos el baile físico de un hombre alrededor de una mesa, examinando un cuerpo, la coreografía y el ritmo de las manos y los pies. El laboratorio y la mesa de Bennet estaban inmaculados. Si saltaba aunque fuera una mota de sangre a su mascarilla o su manga, se cambiaba inmediatamente de uniforme. Quería que Will comprendiera lo importante que era que la metodología impoluta de Bennet igualara el interés que tenía en esos cuerpos y en sus almas. Tenía una relación con los muertos".

La diseñadora de vestuario del filme es Dayna Pink, que ya había trabajado recientemente con Will Smith en "Focus". Además de sus pioneros descubrimientos científicos, Bennet Omalu es conocido por ser un hombre con mucho estilo, vestido habitualmente con trajes oscuros de raya diplomática y gemelos de diseño propio. Pink adaptó ese estilo para Will Smith. "La inspiración para el vestuario de Will Smith provino directamente del guardarropa del Dr. Omalu", confiesa Pink. "Siempre ha llevado trajes a medida y camisas de etiqueta de puño francés. Tuve el privilegio de viajar a Lodi a conocerlo y hablar con él sobre lo que lleva y por qué se viste así. El Dr. Omalu opina que nuestra forma de vestir influye en cómo nos perciben los demás, que es algo que me inspira a diario en mi trabajo. Opta por vestir todos los días de traje, así que hicimos lo mismo con su personaje".


Acerca de las localizaciones
Como la historia transcurría en Pittsburgh, era esencial para el equipo de producción que el rodaje se llevara a cabo fundamentalmente en la segunda mayor ciudad de Pensilvania. Muchas películas importantes han pasado por Pittsburgh, pero la ciudad suele hacer a menudo las veces de otra urbe; con LA VERDAD DUELE, Pittsburgh tiene al fin la oportunidad de hacer de sí misma. "Muchas veces, cuando ruedas en Pittsburgh, intentas emular otra ciudad, como Nueva York o Boston", observa el responsable de localizaciones Kent Jackson. "Este fue un desafío un tanto particular pero, al mismo tiempo, abría, desde el punto de vista de las localizaciones, muchas posibilidades. Permite que se vean los ríos y las laderas y todas esas cosas que hace que Pittsburgh resulte cinematográficamente excepcional".

"Fue la única localización que miré, por una serie de razones", explica Peter Landesman. "Espiritualmente, Pittsburgh es un tema tan importante en esta película cualquier otro de los que se tratan. Es una película sobre la América urbana en un momento muy concreto, cuando la América industrial estaba muriendo, si es que no estaba ya muerta. Y Pittsburgh representa a esa demografía y a esa economía. No se podía ir a otro lugar. Pittsburgh es otro personaje más, como Bennet, como Bailes, o como Wecht. Me esforcé mucho por hacer de Pittsburgh un personaje de la película, sin idealizar la dureza y la destrucción de la economía; es simplemente Pittsburgh, tal cual es, sin más".

"Cuando la gente se encuentra en lugares reales, espacios reales, creo que se consiguen mejores interpretaciones, mejor luz, las escenas parecen reales y la imaginación se vuelve más concreta", agrega Jackson.

Jackson comenta que uno de los factores a la hora de elegir localizaciones en el centro de Pittsburgh es que fueran lugares desde los que se pudiera ver Heinz Field, el campo de juego de los Steelers de Pittsburgh, situado en la ribera del río Ohio, en el barrio de la ciudad denominado North Shore. "Cuando el equipo de producción llegó a la ciudad para localizar exteriores, entre las primeras cosas que quisieron ver fueron distintos lugares de la ciudad desde donde se pudiera ver Heinz Field", aporta Jackson.

Crank recuerda: "Al principio, mientras elegíamos localizaciones, nos esforzamos por tratar de incluir Heinz Field como elemento de fondo, para que no se pudiera uno olvidar de que se trataba de una historia de fútbol. No queríamos que estuviera justo delante de tus narices, tenía que ser sutil".

Además de que la mayor parte del equipo técnico era personal local de Pittsburgh, a lo largo del rodaje se utilizaron casi 2500 extras locales para llenar multitud de escenas ambientadas en salones de baile de hoteles, clubs nocturnos y bares, y, por supuesto, campos de fútbol americano.

Para coordinar las escenas de fútbol filmadas en Pittsburgh, en el Phillip Murray Playground y el George Cupples Stadium y, más adelante, en el instituto Rio Mesa de Oxnard, la producción fichó al coordinador de fútbol americano Michael Fisher, que ha trabajado como consultor técnico en docenas de películas deportivas, como "Draft Day", "Moneyball: Rompiendo las reglas" o "The Blind Side (Un sueño posible)". Contó con la asistencia de Scott Fujita, antiguo linebacker de los Chiefs de Kansas City, los Cowboys de Dallas, los Saints de Nueva Orleans y los Browns de Cleveland. Juntos, trabajaron con los cientos de jugadores locales de instituto y universitarios que resultaron seleccionados después de varias convocatorias de casting.

El exterior de las instalaciones de la oficina forense del condado de Allegheny se filmó en la antigua ubicación de la oficina del médico forense, un edificio gótico de tres plantas de piedra y mármol que albergaba no solo el depósito de cadáveres, sino también una capilla, una sala de tribunal y oficinas para el personal. El Dr. Omalu trabajó en ese lugar hasta 2007. Sin embargo, como en el proceso de renovación se ha rehecho todo el interior del edificio, el equipo de producción tuvo que recrear la cámara de autopsias en un plató cerrado.

A partir de fotos y documentación sobre la original que ya no existía, Crank y su equipo la recrearon y también la ampliaron para acomodar un rodaje. "La cámara era minúscula, con ventanas muy pequeñas; los técnicos y los doctores estaban todo el tiempo unos encima de otros", comenta Crank. "En el edificio original, el depósito de cadáveres estaba situado justo detrás de la capilla, un gran espacio de dos plantas, lleno de luz. Peter había hablado conmigo desde el principio para darle un ambiente más espiritual a la cámara, así que opté por combinar algunos de los elementos de la escala de la capilla y de los detalles del propio depósito, para crear un espacio más abierto".

Peter Landesman prosigue: "Quería que las ventanas de la cámara de autopsias parecieran ventanas de una capilla, porque donde Bennet hacía sus autopsias era como su iglesia. Era una idea sencilla que creo que queda preciosa y que algunas personas captarán y otras no".

"Han hecho un trabajo maravilloso con la recreación de la sala de autopsias", declaró Bennet Omalu durante una visita al set de rodaje. "Creía que la realización cinematográfica era todo cuestión de arte, drama, teatro, pero me he dado cuenta de que también hay mucha ciencia detrás de ella. Es realmente asombrosa".

El Dr. Omalu también ejerció como asesor técnico de la película, de modo que durante algunas de las escenas de autopsias, estuvo presente para asegurar que las autopsias mostradas cumplieran "el código a la perfección". Desde los procedimientos, a los instrumentos, o la indumentaria médica, el Dr. Omalu cuenta que "ayudó a que todo cumpliera los estándares profesionales del Colegio de Patólogos Americanos, que se aproximara lo máximo posible a la realidad".

La productora Elizabeth Cantillon considera que contar con Bennet Omalu como asesor resultó un recurso muy valioso para el equipo de producción. "Nos ayudó a entender su modo de pensar mientras se producían los hechos", señala. "Además, quedó muy conmovido con el nivel de autenticidad y detalle empleado para contar su historia".

"La autenticidad y la verisimilitud son importantes, y quiero asegurarme de que parezca real así que, con quién mejor podía contar en el rodaje que con Bennet Omalu", opina Peter Landesman. "También lo quería aquí presente para crear una conexión kármica y espiritual".

El equipo de producción se esforzó por conseguir la verosimilitud hasta en el último detalle, desde el instrumental médico utilizado en la sala de autopsias a la parafernalia de fútbol americano empleada en el filme, teniendo en cuenta especialmente que todos esos artículos tenían que corresponderse con los años en los que tenía lugar cada escena. "Tuvimos que conseguir balones de fútbol americano que se remontaban hasta los setenta para Mike Webster, hasta llegar luego al final de su carrera a finales de los 80. También tuvimos que conseguir cascos de época e incluso Gatorade", comenta el jefe de atrezo Matt Cavaliero.

Cavaliero también habló con frecuencia con muchas de las personas reales representadas en la película, lo que le permitió dar una mayor autenticidad incluso a los detalles más insignificantes del filme. "Estaban dispuestos a hablar con nosotros y deseando contarnos todo lo que necesitábamos saber", recuerda. "Hablé por teléfono con el Dr. Omalu y le pregunté qué comía, qué clase de cosas guarda en la nevera para picar, qué clase de maletín lleva, qué clase de teléfono usa, qué paraguas le gustan. Parece irrelevante, pero queríamos que todo contribuyera a hacerla lo más exacta posible, y todos hicieron lo imposible por proporcionarnos toda la información que necesitábamos".