Dwayne Johnson y Kevin Hart protagonizan la comedia de acción UN ESPÍA Y MEDIO, de New Line Cinema y Universal Pictures. Completan el reparto de UN ESPÍA Y MEDIO Amy Ryan (El puente de los espías, nominada al Oscar por Adiós pequeña, adiós), Aaron Paul (la serie "Breaking Bad") y Danielle Nicolet (la serie "The Game").
La película está dirigida por Rawson Marshall Thurber (Somos los Miller, Cuestión de pelotas) a partir de un guión de Ike Barinholtz & David Stassen y Rawson Marshall Thurber. La historia es de Ike Barinholtz & David Stassen. Los productores son Scott Stuber, Peter Principato, Paul Young y Michael Fottrell. La producción ejecutiva corre a cargo de Toby Emmerich, Richard Brener, Samuel J. Brown, Michael Disco y Ed Helms.
Encabezan el equipo técnico el director de fotografía Barry Peterson, el diseñador de producción Stephen Lineweaver, los montadores Mike Sale y Brian Olds, y la diseñadora de vestuario Carol Ramsey. La música es de Theodore Shapiro y Ludwig Göransson.
BOB - Tengo un plan. Igual morimos en el intento, pero si funciona, seremos los amos, ¿de acuerdo?
CALVIN - No, no estoy de acuerdo.
BOB - Genial, vamos allá.
Dwayne Johnson y Kevin Hart fueron una pareja de amigos un tanto especial en el instituto y ahora son dos espías aún más estrambóticos intentando salvar el pescuezo - y al mundo, de paso - en la nueva película de Rawson Marshall Thurber, UN ESPÍA Y MEDIO, una imparable comedia repleta de acción.
La película juega con las expectativas inversas, tanto para los protagonistas como para los actores que los interpretan.
"Lo que realmente me atrajo fue la idea de dar la vuelta a una premisa, ponerla del revés", dice Dwayne Johnson. "Yo tendría el papel más cómico, mientras que Kevin, uno de los cómicos de más éxito del mundo, un tío que se las sabe todas, tendría el papel más serio. Los dos nos vemos obligados a usar y estirar otro tipo de músculos, pero en algún momento hay un punto de encuentro y todo marcha sobre ruedas".
"En esta película, hago el papel de hombre serio. Dwayne se ocupa de la comedia. Nos pareció una idea divertida y diferente", añade Kevin Hart. "Sigue siendo el mismo Dwayne de siempre, el que todo el mundo adora, capaz de aplastar a cualquiera. Pero lo mejor de todo es la pareja que formamos, hay mucha energía".
Efectivamente, gracias a la energía y a la irrepetible química entre ambos, UN ESPÍA Y MEDIO es una película como pocas.
Rawson Marshall Thurber, un conocido director de comedias que se acerca por primera vez al género de acción, dice: "Personalmente, daría un consejo a cualquier director que fuera a dirigir su primera comedia de acción, que Dwayne Johnson y Kevin Hart estuvieran en la película. Todo es mucho más fácil si el tío más gracioso del mundo y el mejor actor de acción trabajan juntos".
Para empezar, los 30 centímetros de diferencia en la altura de los protagonistas ya es un golpe de efecto insuperable. El director recuerda la primera reunión antes del rodaje: "No son iguales, no miden lo mismo, pero están cortados por el mismo patrón. Basta con sentarlos uno frente al otro en una mesa para desternillarse de risa. Son absolutamente geniales. Tanto juntos como individualmente son geniales, carismáticos y generosos. Se toman el trabajo muy en serio, pero nunca se toman en serio. Una química como la que existe entre ambos no se debe a la dirección, ni al guión. Por muy buena que sea la historia, las situaciones, hace falta magia. Es ese algo que todos esperamos conseguir".
Rawson Marshall Thurber también es el autor del guión, con Ike Barinholtz y David Stassen.
Nada más empezar la película descubrimos, a través de un flashback, que el personaje de Dwayne Johnson es un empollón al que todos llaman "Robbie Weirdicht" (algo así como Robbie el michelines). Es un grandullón y un buenazo, y el objetivo de todas las bromas desagradables. No le queda más remedio que abandonar el instituto después de padecer la peor de las humillaciones cuando le dejan en pelota picada en el patio central durante un ensayo de las animadoras.
Por otro lado, Calvin, el personaje de Kevin Hart, al que todos llaman "The Golden Jet" (el Rayo Dorado), es el mejor atleta y la superestrella del instituto. Nada se le resiste y todo el mundo está dispuesto a apostar que le espera un futuro brillante.
Veinte años después ha pasado todo lo contrario. Calvin es un contable de nivel medio sin imaginación en una gran empresa donde nadie parece respetarle. Al acercarse el reencuentro con sus antiguos compañeros de instituto, se ve obligado a repasar su situación actual: un trabajo aburrido, un matrimonio en las últimas y una vida monótona que no tiene nada que ver con lo que esperaba. Entretanto, el eterno perdedor al que todos trataban de "rarito" se ha reinventado con gran éxito como Bob, un ligón seguro de sí mismo en una forma física más que envidiable, con las técnicas y el instinto de un agente de la CIA, y una vida llena de sobresaltos que Calvin no alcanza ni a imaginar.
En realidad, no fueron amigos en el instituto, pero a Bob le parece que sí porque Calvin fue el único que tuvo un gesto compasivo aquel terrible día. Le ofreció su chaqueta de atleta para que se tapase, nunca hizo nada más, pero Calvin no va a recordárselo a Bob cuando este le invita a una cerveza un par de días antes de la reunión del instituto. Ponerse al día con un antiguo compañero no tiene nada de malo.
En cuestión de horas, la aparentemente no premeditada petición de Bob para que Calvin eche un vistazo a unos datos financieros va por otros derroteros, y el contable se ve sumergido en transacciones ilegales y un plan de altos vuelos para robar los códigos que controlan el sistema de satélites espía de EE UU, lo que amenaza la seguridad mundial.
Los jefes de Bob están convencidos de que la idea ha sido suya e intentan arrestarle, pero el agente dice ir tras las huellas del verdadero culpable, un tal Tejón Negro. Por mucho que Calvin diga que no tiene nada que ver con todo este lío, unos agentes invaden su casa y su oficina pistola en mano y proceden a amenazarle, perseguirle y dispararle. De pronto, su vida depende de si es capaz de correr y de quedarse lo más cerca posible de un tipo al que habría preferido no conocer.
A partir de ese momento, según Kevin Hart, todo se centra en "una máquina de matar de última generación que se asocia con un oficinista corriente para desenredar un complicado plan y limpiar su nombre. Calvin debe actuar como no lo ha hecho nunca, apenas tiene tiempo para reaccionar. Está como un pez fuera del agua".
"Rawson sabe mucho de ritmo y de tono", sigue diciendo el actor. "No me refiero solo al ritmo de la acción, sino a cómo hace que las cosas encajen. Todo fluye, el guión es inteligente. Hubo pequeños momentos que convertimos en grandes momentos porque el reparto era genial y Rawson nos dejó bastante libertad para movernos".
Una de las cosas que más saca de quicio a Calvin es ver que Bob nunca se pone nervioso ni pierde una pizca de su tremendo optimismo mientras pasan de una situación imposible a otra peor. "Si a alguien en el mundo le va la acción, ese es Bob", dice Dwayne Johnson hablando de su personaje. "El otro es todo lo opuesto, odia el peligro, se niega a moverse, una situación ideal para unos cuantos golpes cómicos. Pero en esta película hay algo más. Lo mejor es que Bob siente verdadero afecto por Calvin, incluso llega a venerarlo como su héroe de la adolescencia. Sigue sintiendo lo mismo que en el instituto, a pesar del cambio en sus vidas. Me gusta la idea de que ahora sean dos adultos, de que Bob sea un tipo fuerte y seguro de sí mismo, pero que siga viendo a Calvin como a un héroe: 'Eres el mejor, eres el Rayo Dorado, te quiero, tío'".
Y ahora que Bob puede limpiar una barra de bar llena de chorizos con un simple manotazo o deshacerse de un equipo de las Fuerzas Especiales utilizando material de oficina, Kevin Hart dice: "La relación entre los dos evoluciona porque Calvin se da cuenta de que Bob sigue siendo un ingenuo. A medida que van adquiriendo confianza, Calvin descubre que entre ellos es todo o nada. Ahora debe decidir si quiere dar lo mejor de sí mismo y ser el verdadero socio de Bob".
Al ofrecer imágenes de los dos durante la adolescencia antes de conocerles como adultos en la actualidad, la historia se ancla en una realidad que resulta familiar a todo el mundo sin que importe si la experiencia fue buena, mala o indiferente. Pero seamos sinceros, el instituto no deja indiferente a nadie.
"Una de las cosas que me gustó del guión fue que el instituto nos define hasta cierto punto", explica el productor Scott Stuber. "Se llega al instituto con todo el lastre de la niñez. Es el sitio donde se abandona ese lastre y se evoluciona o se sigue compensando con comportamientos extremos. Me gustó profundizar en esta idea a través de la comedia más abierta. Bob intenta demostrar que ha superado lo que le hicieron hace veinte años, pero ¿de verdad ha conseguido resolver el problema?"
Es exactamente la pregunta que plantea el guión cuando el supuestamente todoterreno Bob se encuentra con su viejo enemigo del gimnasio y nada es lo que parece. "Lo gracioso es que Robbie, a pesar de haberse transformado en el más musculoso de todos, sigue siendo el mismo crío que hace veinte años con las mismas inseguridades", explica el director Rawson Marshall Thurber. "No basta con cambiar de apariencia, hay que trabajar el interior".
A pesar de sus grandes diferencias, Bob y Calvin están unidos por la necesidad de demostrar algo que lleva royéndoles durante dos décadas, y aunque ese algo es totalmente diferente, tal vez ayudarse uno a otro pueda solucionarlo. "Por muy escalofriante que sea para el pobre Calvin, es exactamente lo que necesita", explica el productor Peter Principato. "La suerte le ha abandonado, cree que todo se ha acabado, pero Bob no le ve así. Los amigos son capaces de enseñarte cosas de ti mismo que no eres capaz de ver solo, te recuerdan quién eres en realidad".
UN ESPÍA Y MEDIO analiza en clave de humor algunos de los temas que se esconden bajo la superficie de cualquier héroe adulto, hacer frente a los prepotentes, ser la persona que uno desea y no dejarse limitar por el pasado. "Hay temas subyacentes muy buenos", dice el director. "Dwayne Johnson en acción tampoco se queda corto, y Kevin Hart, por mucho que se empeñe, no puede impedir que te mueras de risa. Me parece que hemos reunido lo mejor de varios mundos".
CALVIN - Pero bueno, has perdido, no sé, ¿300 kilos? ¿Qué has hecho?
BOB - No mucho, llevo 20 años entrenándome seis horas al día, todos los días.
A medida que la historia avanza, queda claro que la horrible desgracia que sufrió Bob en el instituto le convirtió en el hombre de hierro actual. Pero la experiencia también tuvo efectos menos obvios.
"Bob es una de las personas más letales del mundo, un cabrón que puede matar a alguien de diecinueve maneras diferentes y dejarle sin cena navideña", dice Dwayne Johnson, riendo. "Está muy preparado, lo sabe todo de estrategia, no hay nadie como él. Esa es la cara que muestra a todos. La otra cara es la del chico que, de algún modo, nunca superó aquel día cuando acabó en pelota picada delante de todo el mundo, el chico que no creció y que ve el mundo con la ingenuidad de entonces. Es capaz de sacar la pistola, matar a alguien de un tiro certero en la frente y preguntar: '¿Dónde has comprado esa camisa?, es genial'".
Una de las pruebas de que Bob se ha quedado atrapado en el tiempo es que sigue idolatrando a Calvin y está agradecido por una amistad que ha ido creciendo en su imaginación durante dos décadas, y que incluso le ha ayudado a superar malos momentos. De hecho, aún conserva la chaqueta que le dio Calvin...
Peter Principato dice: "Bob saca pecho y sobrepasa los límites, pero a la vez entierra recuerdos muy dolorosos, y Calvin sabe que eso no es muy saludable. Un día, los recuerdos resurgen con más fuerza".
Kevin Hart habla del reencuentro: "Descubrir en lo que se ha convertido Bob es como otra patada para Calvin. Está delante de un hombre que ha llegado lejos, y él no ha conseguido nada. Pero la vida de Calvin empieza a cambiar esa misma noche cuando queda a tomar una copa con Bob. Una velada supuestamente inocua se convierte en un inmenso caos que sirve para recordarle de lo que es capaz. La nube que le rodeaba empieza a disiparse".
No sabemos si Bob es realmente sincero con Calvin, pero decide que le necesita porque sabe que puede confiar en él. Ahora bien, ¿puede Calvin confiar en Bob?
Si hacemos la pregunta a la agente Harris, la exjefa de Bob, interpretada por Amy Ryan, la respuesta sería un NO mayúsculo. Desde el momento en que Bob vuelve a ser parte de la vida de Calvin, la CIA siempre está a un paso de pillarle, con la infatigable Harris a la cabeza de un grupo de agentes. Harris amenaza a Calvin para que la ayude a atrapar a Bob, que según ella es un agente peligroso y desequilibrado que le está usando. Dadas las circunstancias, no es difícil de creer, pero por otro lado...
Desde luego, Bob es impredecible y un loco de los subidones de adrenalina que lleva años sin ver a Calvin y se empeña en decir que es su mejor amigo, un tipo que se saca una conspiración imposible de la manga y que quizá esté a punto de salvar al mundo. Sin embargo, Harris es una agente mandona, sin imaginación, que de momento no ha hecho más que molestar a Calvin, insultarle y amenazar a su mujer, además de apuntarle varias veces con una pistola y que, para colmo, dice ser su única oportunidad si no quiere morir.
"Queríamos mantener el velo de misterio en torno a Bob porque Calvin se estresa aún más", explica Ike Barinholtz, coautor del guión con su socio David Stassen. Y añade: "Kevin es perfecto interpretando a un Calvin asustado. Cuanto más incómodo y nervioso se siente, más disfrutamos".
El director y coguionista Rawson Marshall Thurber explica que era esencial contar la historia desde el punto de vista de Calvin para que la narración y la comedia fluyeran: "Se dice que existen dos tipos de historias. La del hombre cuerdo en un mundo de locos, y la del loco en un mundo de cuerdos. Kevin es el cuerdo en un mundo de locos, y en este sentido es el representante del público, lo vemos todo a través de sus ojos. Si no está seguro de que Bob o Harris digan la verdad, nosotros tampoco lo estamos".
"Me gusta ser la jefa", dice Amy Ryan, refiriéndose a su papel de agente dura e indiferente. "Harris está enamorada de su trabajo. Tiene a un par de agentes a su servicio que se encargan del trabajo sucio. Rawson y yo hablamos del personaje y estábamos de acuerdo en que es una mujer fuerte, pero no masculina. Nos centramos en eso y en dejar que sacara su lado sádico".
"Es muy competente pegando palizas y disparando", comenta Dwayne Johnson.
Amy Ryan no tuvo problemas en dejar la comedia en manos de los dos protagonistas, pero consigue que su personaje sea desternillante por su terrible seriedad. "La agente Harris tiene sus momentos", dice. "Sólo pensar que alguien de mi estatura podría hacer daño a Dwayne Johnson ya es cómico de por sí".
El antiguo socio de Bob es Phil, encarnado por Aaron Paul. El agente fue asesinado en el momento en que Bob y él iban a echarle el guante al Tejón Negro, y ahora Phil reaparece en los recuerdos de Bob, que revive de forma obsesiva el caso y sus últimos momentos juntos. Se culpa de no haber salvado a Phil y espera comprender qué se le escapó.
"Phil es el catalizador", dice Aaron Paul. "Ver a su compañero morir afectó profundamente a Bob y decidió seguir con la investigación sin autorización para atrapar al hombre que mató a su amigo. Aparte de Calvin, Phil era la única persona en la que Bob confiaba. Tenían una relación genial, eran grandes amigos, pero Phil desaparece".
Es exactamente ese tipo de daño colateral lo que hace temblar a Calvin, el nuevo compañero de Bob. No solo teme por su vida, sino también por la de su mujer Maggie, a la que da vida Danielle Nicolet. Al ver que no hay salida, intenta que Maggie no se entere de nada con la esperanza de protegerla y de salvar lo poco que queda de su matrimonio.
Hablando de su papel, la actriz dice: "Maggie y Calvin eran novios en el instituto y llevan juntos desde entonces". Calvin está convencido de que ha decepcionado a su mujer, pero Danielle Nicolet añade: "Ahora, Maggie es una exitosa abogada, sigue enamorada de su marido y es feliz. Es una pena que él no se dé cuenta".
Los productores y el realizador escogieron a Danielle Nicolet pensando que era de las pocas actrices capaces de absorber parte de la tremenda energía de sus compañeros de reparto y hacerla rebotar. La actriz compara la experiencia a que alguien te empuje a la parte más profunda de la piscina: "Ya es bastante intimidante intentar ser graciosa delante de Kevin Hart, pero sólo falta que aparezca Dwayne Johnson en la habitación. No es fácil seguirles, pero los dos son colaboradores increíblemente generosos".
Tim Griffin y Timothy John Smith interpretan a los dos subalternos de la agente Harris, los agentes Stan y Nick respectivamente, capaces de devolver golpe por golpe. Para terminar, Ryan Hansen es Steve, el empalagoso colega de Calvin en el trabajo.
Gracias a la tecnología de sustitución facial, el joven bailarín Sione Kelepi (o Sione Maraschino, como le conocen las legiones de fans de Vine) encarna al pobre Robbie en el instituto.
BOB - Calvin, necesito tus conocimientos para salvar el mundo libre, ¿estás dispuesto?
Con comedias del calibre de Cuestión de pelotas y Somos los Miller en su haber, Rawson Marshall Thurber estaba deseando incorporar el género de acción a su filmografía. "Era la película perfecta para probar suerte con el género", dice el productor Scott Stuber. "No podía haber dosificado mejor la acción y las carcajadas".
"Siempre me han gustado las películas de acción. Creo que me apetecía rodar una desde que tenía ocho años", dice el director. "Me lo he pasado muy bien".
El proyecto también sirvió para sacar a la luz una competencia innata entre los dos protagonistas. "Dwayne y yo siempre nos hemos llevado bien", dice Kevin Hart. "Pero siempre me ha tenido un poco de envidia, y es comprensible. Estoy en mejor forma física, tengo menos grasa que él, y ahora soy capaz de hacer un sinfín de press de banca. Me he entrenado y no hay quien pueda conmigo. Sin embargo, él ya está en el declive, de ahí la envidia", acaba diciendo, poniéndose muy gallito.
Dwayne Johnson dice: "Lo mejor de Kevin y yo, y la razón por la que disfruto de su compañía, es que ambos somos personas muy motivadas. Siempre competimos. ¿Quién madruga más, quién se entrena más, quién es más fuerte, más rápido, mejor? Tengo que reconocerlo, desde el momento en que nos levantamos hasta que nos acostamos, le gano en todo. No hay duda".
Y es verdad que ambos son competitivos, pero según Kevin Hart, dicha competitividad "nos ayuda a mejorar mutuamente. Somos adictos al trabajo, conscientes de la suerte que tenemos, y no dejamos pasar nada. Nos esforzamos en hacer una película genial y divertida porque si tiene éxito, nosotros también lo tenemos".
Una de los momentos más memorables es el tiroteo en la oficina de Calvin, donde Bob, impertérrito hasta lo absurdo, guía al aterrorizado Calvin en una carrera destructiva mientras una falange de agentes de la CIA ataca de improviso para hacerse con él como sea. Esta escena, que es el plano secuencia más largo de la película, se planificó y rodó durante seis días, y culmina con un salto al vacío desde la planta veinte de un edificio, acompañado por el grito de triunfo de Bob y el alarido nada entusiasta de Calvin.
"La envergadura de la secuencia y algunos de los gags fueron idea de Rawson", dice el supervisor de especialistas Allan Poppleton. "Empieza con un Calvin aterrado metido en un carrito de repartir el correo empujado por Bob en una planta de oficinas sumida en el caos, y esto ya es gracioso de por sí. Pasamos por la cocina, donde Dwayne aprovecha lo que tiene a mano para defenderse, desde unos cuchillos hasta la cafetera, pasando por un plátano y un alargador. Todo esto la convierte en una escena muy especial".
"Tenía que ser un plátano", dice Rawson Marshall Thurber. "Los plátanos son clásicos, es una tradición. Nos esforzamos en que la acción fuera rápida, divertida y loca. No intentamos imitar a una película de James Bond, aquí no se devuelve golpe por golpe, intentamos ser graciosos sin olvidar la acción".
"Rodando una escena cómica, tengo la mente a cien, busco una frase mejor, pruebo con eso y aquello", sigue diciendo. "Pero tratándose de acción, todo se prepara y planea con antelación; hay que saber exactamente lo que se hace al rodar la escena. Cuando hay un coche volando, no es el momento de sugerir que igual habría una forma más graciosa de hacerlo".
Para la culminación de la escena en la oficina, Dwayne Johnson y Kevin Hart pasaron un tiempo prudencial colgado de arneses en la pluma de una enorme grúa.
Las explosiones y encontronazos con asesinos armados hasta los dientes, persecuciones en coche, un avión desplomándose y una pelea entre Bob y una moto al estilo "moto-fu", en palabras de Allan Poppleton, son parte de otras escenas. Un enfrentamiento en un parking subterráneo requirió los servicios de doce especialistas, además del equipo habitual de seis hombres de Allan Poppleton.
El coordinador, que había trabajado antes con Dwayne Johnson en San Andrés y Hércules, dice: "Dwayne es asombroso en las peleas y en los movimientos de acción, es algo innato en él. Kevin tampoco se quedó corto. Llegó el momento en que empezó a salirle la vena de Rayo Dorado en algunas escenas, era genial. Los dos se habían entrenado a fondo, es algo que hacen habitualmente, lo que nos permitió adaptar sus conocimientos a las necesidades de las escenas".
CALVIN - Te pareces a Jason Bourne en bermudas.
El rodaje tuvo lugar en el centro y a las afueras de Boston. El diseñador de producción Stephen Lineweaver "mejoró" algunos decorados naturales para cumplir con los requisitos de Rawson Marshall Thurber, que quería entornos realistas. "La acción debía ser realista y ocurrir delante de la cámara, no quería imágenes estilizadas", dice el realizador. "Algunas situaciones eran muy tontas, por eso debían ser lo más realistas posible. Nada de cámara lenta, nada de trucos complicados. Rodamos cámara en mano o cámara al hombro, como si ocurriese en directo. Quería que comunicara una sensación de autenticidad".
Además de la escena del parking subterráneo, rodada en el centro comercial Cambridgeside Galleria, el equipo se desplazó al parque Boston Common y al puente peatonal de los Jardines Públicos de Boston. El aeropuerto municipal Beverly sirvió de telón de fondo para una escena en la que Calvin intenta distraer a un arrogante dependiente para que Bob pueda conectar los cables de un deportivo, y la entrada del Centro de Investigación Bates de MIT se convirtió en la fachada del edificio franco de la CIA.
La cómoda casa de Calvin y Maggie fue descubierta en la zona residencial de Winchester, Massachusetts, y se rodó en tres institutos diferentes para reconstruir el alma mater de Bob y Calvin.
El diseñador de producción Stephen Lineweaver consultó en varias ocasiones con el coordinador de especialistas Allan Poppleton para diseñar los pasillos y oficinas, entre las que se encuentra la sala de interrogatorios de la CIA y el ascensor acristalado donde Phil, el compañero de Bob, es asesinado vilmente.
El diseñador siempre tuvo en cuenta la altura de Dwayne Johnson a la hora de diseñar y construir los decorados. Hablando del actor, que mide casi dos metros, dice: "Me aseguré de que todos los techos fueran suficientemente altos y que el espacio era adecuado para su tamaño. El hecho de subir los techos hacía parecer a Kevin aún más bajo, y añadía más momentos cómicos a sus interpretaciones".
Los trajes de la diseñadora de vestuario Carol Ramsey también aportan un punto cómico. Creó una selección de looks para la película, empezando por los trajes negros al estilo CIA de Amy Ryan, pasando por la elegancia profesional de Danielle Nicolet en su papel de abogada, hasta la ropa un poco ñoña de Kevin Hart, típica de un contable. Asimismo, vistió a unos 450 figurantes para la escena del instituto en 1996. Aunque para Bob, el personaje de Dwayne Johnson, se esmeró de verdad.
Bob sigue con un pie en los años noventa y regresa a la reunión llevando una camiseta amarilla de Public Enemy típica de aquella época. La prenda no le parece pasada de moda, se viste así a diario. Otro atuendo es una camiseta azul con un unicornio y un arcoíris, a la que acompañan un par de zapatillas amarillas de Adidas que ya no se fabrican. El conjunto está rematado por unas bermudas vaqueras llamadas "jorts" y descritas en el Diccionario Urbano como una prenda "para niños o imbéciles".
Pero el elemento más ofensivo del vestuario de Bob es una vieja riñonera tan horrible que ni siquiera Kevin Hart consigue aceptarla: "No, de ningún modo. Estamos en 2016. Ni siquiera en una película, ni siquiera usada por Dwayne Johnson. No había visto nada peor en todos los días de mi vida".
La diseñadora, que trabajó por primera vez con Rawson Marshall Thurber en Cuestión de pelotas, describe la escena del reencuentro entre Bob y Calvin como una serie de contrastes visuales. "Calvin espera ver al Robbie que conocía en el instituto, pero no es él", dice. "Bob es muy macho, con una sudadera ceñida que deja ver sus músculos, pero debajo lleva la famosa camiseta. La idea fue de Rawson durante una prueba de vestuario cuando vio el unicornio y el arcoíris. Es una camiseta típicamente femenina y contrasta con el físico de Dwayne. También contrasta fuertemente con lo que lleva Calvin, el típico atuendo de contable, camisa, corbata y un suéter azul marino".
Después, cuando Bob duerme en casa de Calvin, sólo se le ocurre pedirle un pijama a su amigo. "Reconozco que fue un reto técnico", recuerda Carol Ramsey, riendo. "Cortamos las mangas y las perneras del pijama clásico y volvimos a coser los botones con hilo elástico para que pareciese que iban a saltar de un momento a otro".
El dudoso gusto de Bob en cuanto a la vestimenta no solo se escogió para añadir otro toque de humor. Ahora viste como le apetece porque se siente seguro.
"Desde luego, es una película acerca de dos hombres intentando escapar de las garras de la CIA y recuperar los códigos secretos de los satélites espía, con toda la acción y la comedia que implica una historia semejante", dice Scott Stuber. "Pero también habla de otros temas; por ejemplo, en qué nos convertimos de adultos. Es una faceta del guión que me gustó mucho. En mi opinión, uno de los elementos más satisfactorios es que empezamos con un chico al que maltratan y humillan, pero que es capaz de dar la vuelta al pasado y sentirse cómodo y orgulloso de sí mismo".
Calvin se siente insatisfecho por lo que considera una vida monótona, pero la historia sugiere que vale la pena apreciar lo que tenemos delante y no ser tan duros con nosotros mismos, lo que consigue con un empujoncito de Bob. "Mucha gente tiene miedo de enseñar su peor lado, pero existe, está ahí", dice Kevin Hart. "Calvin y Bob son buenos ejemplos de que los aburridos también pueden ser geniales. No pasa nada si nos comportamos como cretinos de vez en cuando. Por lo tanto, apoyo plenamente a todos los que se comportan como cretinos de vez en cuando".
"Tienes que aceptarte tal como eres", añade Dwayne Johnson. "Es difícil cuando solo tienes 14, 15, 16 años. Llevas el peso del mundo en los hombros. Todos tenemos problemas de identidad, todos nos sentimos inseguros. Pero lo más poderoso es ser uno mismo. Y si tienes una riñonera a mano, adelante, ¡llévala con orgullo!"
El director Rawson Marshall Thurber acaba diciendo: "Espero sinceramente que el público se divierta, que se ría mucho con este pequeño rompecabezas parecido a una gran hamburguesa de queso cómica. Pero también espero que el espectador se conmueva, porque es una película con sentimientos".