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  Hermanos del viento  (Brothers of the wind)
  Dirigida por Gerardo Olivares, Otmar Penker
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El principio
Una conmovedora fusión de drama y documental de naturaleza, Hermanos del Viento es el fantástico resultado de la colaboración de dos maestros en su campo: Otmar Penker, un genio en el campo de la fotografía de la naturaleza alpina y Gerardo Olivares, director de Entrelobos.

En 2011, cuando empezó todo, a Otmar Penker (Príncipe de los Alpes) y Gerald Salmina (Monte San Elías) se les ocurrió la idea de unir su saber hacer en el cine de naturaleza con un drama totalmente guionizado. La idea era hacer una película de aventuras interesante y maravillosamente bien filmada en los Alpes con dos protagonistas: un águila y un hombre.

"A lo largo de mis décadas de carrera de realizador de naturaleza he trabajado varias veces con águilas. Pero en esas producciones sólo eran personajes secundarios, ya que las tomas largas llevan mucho tiempo y son caras. Como no había muchas buenas películas con águilas reales, surgió la idea de que un águila real protagonizara una historia emotiva". - Otmar Penker

Media House Red Bull con Terra Mater Factual Studios no tardaron en implicarse en la producción del proyecto.

Ese momento también marcó la entrada de Walter Koehler en el sector de los largometrajes, tras una larga y legendaria carrera en la producción de documentales de naturaleza.

"Hace tiempo que conocía a Otmar y a Gerald y conocía su dedicación a este campo. Terra Mater Factual Estudios acababa de crearse así que pensé en ampliar la compañía para pasar de la producción de acción a ficción. Y este proyecto parecía perfecto para dar el primer paso en la producción de largometrajes. Supe desde el principio que no sería fácil fusionar dos géneros en un largometraje que resultara atractivo". - Walter Koehler


Filmar la naturaleza y la vida salvaje
Las características inusuales de la película exigían un enfoque inusual en la producción. En la mayoría de las películas, la primera tarea es crear el guión. Sin embargo, con este tipo de producción la naturaleza fue lo primero: Otmar Penker iba a necesitar tiempo para contar con material auténtico de animales salvajes en su hábitat natural. Por esa razón empezó a filmar a pesar de que el guión estaba todavía en sus primeras etapas de desarrollo. En 2011, Penker junto con un equipo pequeño y especializado, comenzó a filmar los elementos de la historia del águila, sobre todo en la parte sur del mayor parque nacional de Austria, el Parque Nacional Hohe Tauern.

"El mayor desafío en la fase de preparación y durante el rodaje fue la viabilidad técnica y logística, ya que, por un lado estábamos rodando en la naturaleza salvaje y, por otro lado teníamos que preparar las escenas con las águilas que implicaban llevar cientos de kilos de equipos al escenario. Para llegar a las localizaciones en terreno alpino y casi intransitable, teníamos que caminar durante horas y rozar el agotamiento físico". - Otmar Penker


Desarrollo de la historia y nuevos métodos de rodaje
En enero de 2012, la prestigiosa autora y productora Joanne Reay (Everybody Loves Sunshine, DxM) empezó a trabajar en el guión original en inglés. El núcleo de la historia fue el tema de cainismo: Este es un fenómeno del mundo animal, en el que las crías luchan entre ellas nada más nacer para que sólo sobrevivan los más fuertes y los más idóneos. Y así lo hacen las águilas reales: nacen dos polluelos pero el más fuerte empuja al más débil fuera del nido y lo condena a una muerte segura. A no ser que alguien intervenga. Este incidente, una intervención humana, poco probable en el destino de un polluelo repudiado se convirtió en el hilo narrativo de Hermanos del Viento. Pero no sólo se verá afectada la vida del polluelo. Criar a esta criatura salvaje tiene un impacto inesperado en su salvador humano.

"La primera vez que oí hablar de la película fue en 2012, cuando me contactaron para escribir el guión. Desde el principio, me pareció un proyecto muy singular. Como guionista, nunca me había enfrentado al reto de crear una narrativa humana que tenía que implicarse en una historia natural realista y ya existente, es decir, el ciclo‐vital de un águila". - Joanne Reay

"Uno de los elementos más fuertes es la posible relación entre un animal salvaje y un ser humano. A veces es pura magia. Se produce una conversación aunque no haya palabras. Se comprenden porque el espíritu es el mismo". - Gerald Salmina

Para capturar una historia tan única y para mantener la autenticidad del mundo salvaje, se tenían que desarrollar nuevos métodos de rodaje. Esto se hizo en colaboración con Franz Schüttelkopf, Paul Klima, Michael Holzfeind y otros cetreros de la cetrería Adlerarena Landskron. Estos métodos incluían vuelos biplaza con aviones ultraligeros pendulares para tomas aéreas de las águilas o cañones de nieve para imitar una avalancha. El proyecto más ambicioso de todos fue filmar las primeras etapas de crecimiento de las águilas. Para perturbar lo menos posible la vida de las águilas salvajes se tomó la decisión de trasladar a una madre águila desde la cetrería a un aviario transformado en un estudio de cine donde podía vivir y criar a sus polluelos durante un año bajo la vigilancia permanente de varias cámaras. Al acostumbrarse a las cámaras, las aves seguirían su estilo de vida natural, mientras que el equipo de filmación obtenía primeros planos de la vida cotidiana en el nido.

"El proyecto me cautivó de inmediato y empecé a desarrollar ideas sobre cómo realizar las diferentes escenas". - Franz Schüttelkopf

"Filmamos imágenes que ni siquiera Franz había visto antes. Nadie había visto nada parecido antes. Para mí, Franz, con su forma de trabajar tranquila y prudente con nosotros y con las águilas, era la garantía de que íbamos a lograr hacer todas las secuencias que tenía en mente". - Otmar Penker

Para volar junto al águila con una cámara que puede grabar en alta resolución había que encontrar nuevos métodos de fotografía aérea.

"La idea era mostrar al pájaro volando por encima de los picos de los Alpes y en los cañones de los Dolomitas. Tomar imágenes de esta ave mágica en zonas que normalmente están reservadas al Rey de los Alpes". - Gerald Salmina

Conseguir que el águila se quedara cerca del helicóptero (equipado con un sistema de cámaras Cineflex) costó un gran esfuerzo en materia de investigación, paciencia y entrenamiento. Se entrenaron a las águilas para que se acostumbraran a otros objetos voladores, utilizando un avión ultraligero pendular. El piloto del helicóptero tuvo que ensayar volando cerca del ave y Salmina y su equipo de cámaras inventaron nuevas técnicas para permitirles encuadrar y enfocar un objeto impredecible, como es un pájaro que vuela. Todos estos elementos individuales, además de condiciones climáticas ideales, tenían que encajar perfectamente para lograr el impresionante material aéreo de Hermanos del Viento.

Pero el equipo y la producción llegó aún más lejos: el objetivo era filmar imágenes desde la perspectiva del águila.

"No queríamos simplemente montar una cámara en el lomo del águila. Queríamos encontrar un ángulo que mostrara sus emociones durante el vuelo filmando un primer‐plano de sus ojos y del pico". - Gerald Salmina

Como no existía ninguna cámara suficientemente pequeña que pudiera montarse al lado de la cabeza de un águila y producir imágenes en alta resolución para cine, hubo que inventarla. En colaboración con el Instituto Fraunhofer de Investigación, Andreas Gall, CTO de Red Bull Media House dirigió el proyecto y se creó una cámara en miniatura de alta resolución.

A medida que avanzaba el proyecto, la búsqueda del director de cine se intensificó. El guión seguía evolucionando y pronto quedó claro que necesitaba la visión y la guía de un director de cine para que el proyecto llegara a buen puerto. Gerardo Olivares era el candidato perfecto para el proyecto ya que aportaba su experiencia tanto en la realización de documentales como de largometrajes de ficción. Además, su último proyecto cinematográfico combinaba un gran número de imágenes de vida salvaje con un intenso argumento dramático. Entrelobos (2009) contaba la verdadera historia de un joven que creció en el sur de España, en plena naturaleza. Cosechó excelentes críticas y también fue un éxito de taquilla.

Olivares se identificó inmediatamente con Hermanos del Viento y no dudó en incorporarse al proyecto. Con su incorporación, el núcleo del proyecto tomó una nueva dirección:

El salvador del polluelo de águila pasó de ser un solitario hombre de las montañas a un muchacho que lucha por encontrar su camino tras la muerte de su madre. Encontrar el polluelo de águila y criarlo para que se convirtiera en su amigo supuso un nuevo camino a la libertad para ambos.


Reparto
Olivares no tuvo problemas para encontrar a Lukas (el muchacho). Cuando hizo Entrelobos realizó una búsqueda exhaustiva de talentos para encontrar al intérprete del pequeño Marcos. Y durante esa búsqueda descubrió a Manuel Camacho. Desde el principio, la colaboración creativa entre el actor y el director fue increíble.

"Ya había trabajado con Manuel en "Entrelobos", mi anterior película, y sé perfectamente cómo trabajar con él. Es como un hijo para mí, sólo con mirarnos a los ojos sabemos exactamente lo que queremos el uno del otro". - Gerardo Olivares

Después de escoger a Manuel Camacho para interpretar a Lukas, el siguiente reto era encontrar al resto de los personajes: Danzer, el guarda forestal y Keller, el padre de Lukas. Danzer tenía que ser un actor con una fuerte proyección internacional pero que encajara en una historia alpina europea con autenticidad. El nombre de Jean Reno (Léon, Los visitantes) era el primero de la lista de Olivares y Köhler. Además de cumplir con los dos criterios, Jean Reno tiene esa voz cálida y sugerente, algo fundamental ya que Danzer también narra la historia.

"Gerardo es un hombre tremendamente rápido. Sabe exactamente lo que quiere. No duda dónde tiene que poner la cámara, o que tiene que hacer, es un director tremendamente eficaz". - Jean Reno

En las reuniones creativas entre Olivares y la guionista, Joanne Reay, Jean Reno hizo aportaciones significativas a su personaje, creando una historia de fondo que otorga un conmovedor patetismo a la soledad de Danzer. A través de su papel de narrador de la historia de la película sabemos que Danzer se ha pasado la vida cuidando la vida salvaje de las montañas. Aporta su experiencia con los osos y ayuda a Lukas a comprender cómo se cría a una criatura salvaje. Los meses de verano pasan y el polluelo de águila crece. Danzer se da cuenta que el joven Lukas le enseña algunas lecciones sobre cómo disfrutar de la vida.

El último actor que había que encontrar era para el papel de Keller, el padre. Los productores querían contar con un actor muy conocido por el público de habla alemana. Tobias Moretti era la opción perfecta. Hacía poco había interpretado al malvado en El valle oscuro, un papel que exigía matices oscuros similares a los de Keller. Esto atrajo la atención de Olivares y quiso que Moretti interpretara el papel. Por su parte Walter Köhler conocía muy bien a Moretti de otras producciones y existía una profunda relación profesional entre ellos.

"En lo que se refiere al reparto, tuve dos nombres en mente desde el principio, de hecho desde 2011. Uno era Jean Reno incluso cuando la estructura de la historia era diferente, y el otro era Tobias. Recuerdo muy bien la alegría que sentí cuando ambos confirmaron que estarían en Hermanos del Viento. No había un reparto que encajase mejor con nuestro deseo de autenticidad". - Walter Köhler


Preproducción
Una vez conseguido el reparto, los elementos dramáticos de la película ya podían entrar en la fase de preproducción. Olivares escogió a Oscar Durán, un director de fotografía con el que había trabajado en numerosas ocasiones. Junto con Penker diseñaron la mejor forma de capturar las escenas dramáticas individuales, sobre todo aquellas que presentaban la dificultad de combinar animales y actores.

"Como director me tuve que enfrentar a tres grandes retos: Trabajar con animales, porque nunca sabes cuánto tiempo vas a necesitar para una toma, la lucha contra el clima alpino y el cambio constante de las condiciones meteorológicas y de luz y conjuntar el drama y la vida salvaje para encontrar una narrativa perfecta". - Gerardo Olivares

Para preparar las escenas en las que Manuel Camacho debía trabajar intensivamente en el plató con las águilas, le enviaron a la cetrería de Landskron. Manuel trabajó bajo la experta tutela de Franz Schüttelkopf. Demostró una afinidad inmediata con los pájaros y aprendió a manejarlos con confianza y seguridad. De forma paralela a este entrenamiento, Mercedes Almarcha, su profesora de interpretación, le enseñó técnicas concretas para interpretar su papel mientras interactuaba con los pájaros. Por supuesto, era igual de importante que las águilas confiaran en Manuel, de manera que estuvieran tranquilas en el plató. La relación tan especial que Camacho tiene con los animales, que Olivares percibió cuando trabajó en la realización de Entrelobos adoptó una nueva dimensión en Hermanos del viento. La relación tan auténtica que se establece entre el chico y el pájaro constituye el alma de la película.

"Franz me enseñó a cuidar a las águilas. En realidad hizo más que eso, me enseñó a hacerlas volar y también a respetarlas". - Manuel Camacho

La localización clave de la película es la "Choza de Fuego" un escondite secreto donde Lukas busca la soledad. Después de encontrar el polluelo de águila en el bosque, la Choza de Fuego se convierte en el lugar perfecto para criar al pájaro, un lugar al que nunca vendrá su padre Keller. Para que esta situación se reflejara en la película, era fundamental encontrar un lugar remoto y aislado. Pero transportar los equipos y a la gente a este lugar remoto planteaba un serio problema. Un explorador de montaña encontró el lugar perfecto. Después, la tarea del diseñador de producción Thomas Vögel fue preconstruir una choza, desmantelarla, transportarla y volverla a construirla en plena naturaleza a 2.100 metros de altitud.

"Tuvimos que preconstruir la choza en Viena, desmontarla, llevarla al Tirol del Sur en dos camiones enormes, volverla a montar en el estudio, desmontarla una vez más, embalarla en paquetes de 800 kilos que se subieron a la montaña en helicópteros de Air Service Cortina, hasta el set al que sólo se podía acceder a pie por un sendero de 700 metros con nieve y hielo. Allí, tuvimos que volver a construirlo todo, a veces con muy mal tiempo y vientos fuertes. Todo el equipo hizo un esfuerzo considerable pero superaron las dificultades con enorme valentía". - Thomas Vögel


Rodaje
Una vez que se encontraron todas las localizaciones y que se contrató a todo el equipo (compuesto de austriacos, italianos, españoles y alemanes), el rodaje empezó en abril de 2014 en el Valle de Defereggen, en el Tirol oriental austriaco. Las primeras escenas programadas eran las que se desarrollan en invierno. La velocidad era fundamental, ya que los primeros días de primavera estaban a punto de llegar a los valles altos del Tirol alpino. La nieve empezaba a derretirse a marchas forzadas. Pero el equipo estuvo a la altura de las circunstancias y logró rodar a tiempo todas las secuencias invernales.

Para las secuencias de verano, que constituían la mayor parte de la historia, el equipo de rodaje se trasladó al Valle de Ahrntal, en el Tirol del Sur, en Italia. La mayor parte del rodaje transcurrió dentro y alrededor de la Choza de Fuego así que el reparto y el equipo se enfrentaron a las dificultades logísticas de una localización alpina. El transporte se hizo con un escuadrón de 4x4, quads, teleféricos y un helicóptero (para los equipos más grandes). Se contrataron a guías de montaña tiroleses especializados en seguridad y logística para garantizar un rodaje fluido y seguro en los Alpes.

Como era de esperar al tiempo no le importó poner en peligro la cuidadosa planificación y el rodaje con una serie de repentinas tormentas de verano. Llegaban tan rápido como desaparecían, y alteraban constantemente el entorno natural impidiendo la continuidad del rodaje. La producción agradeció la colaboración de los ganaderos alpino que permitieron que sus establos se remodelaran para convertirlos en refugios para el reparto y el equipo, protegiéndolos de las inclemencias meteorológicas impredecibles.

El rodaje de Hermanos del viento terminó en agosto de 2014. Sólo quedaba por rodar una secuencia (el epílogo) y para esto necesitábamos que Lukas tuviera un año más y que hubieran regresado las nieves invernales. Así que se programó para febrero de 2015.


Postproducción
La originalidad de Hermanos del viento se debe en gran parte a su mezcla de drama humano y de rodaje en plena naturaleza. Eso no se había hecho nunca en una película familiar, así que tanto para Olivares como para Penker, era un territorio creativo virgen.

Lo primero fue poner la película e manos de la montadora Karin Hartusch. Con sus ojos nuevos, reunió los elementos del drama y de la naturaleza para crear un arco narrativo fundamental. Después, Olivares se incorporó para dar forma a la historia humana. Penker aportó su saber hacer para que la narración fuera fiel a la historia de naturaleza. Ambos directores querían que los efectos visuales se redujeran al mínimo. De hecho se utilizaron sobre todo en aras de la seguridad y el bienestar de los animales. Se limitaron a los fondos de pantalla verde para las escenas del nido de las águilas, la caída del polluelo de águila o la avalancha animada de piedras al final de la película.

Una vez que el montaje estaba casi terminado, los realizadores incorporaron al compositor. Walter Köhler quería contar con Sarah Class con la que había trabajado en el pasado. Conocía su estilo épico a la vez que mágico, una combinación perfecta para las impactantes imágenes y el tono de cuento de de la historia. La Babelsberg Film Orchestra interpretó la composición final.

"Escuchar a la Babelsberg Orchestra tocar mi partitura fue maravilloso". - Sarah Class

A continuación, la magnífica interpretación alcanzó una nueva dimensión ya que los productores decidieron mezclar el sonido en Dolby Atmos®. Esta nueva generación de diseño de sonido crea una experiencia aural de 360° para el público, que se sumerge en la atmósfera de cada escena.

La última pieza del rompecabezas era encontrar la canción perfecta para los créditos finales. Los productores pidieron consejo a Martin Brem. Supo conectar inmediatamente con el mensaje de la película que consiste en que cada uno de nosotros puede encontrar su propio camino para ser libre. Así que a Brem le vino a la mente una canción y una intérprete en particular: Freedom de Rebecca Ferguson. Rebecca Ferguson dio inmediatamente su permiso para utilizar la canción y le conmovió tanto la película que reescribió la letra para reflejar la historia de Lukas y creó nuevos arreglos con instrumentos acústicos para mantener la autenticidad natural de la película.

"Hermanos del viento no se parece a ninguna otra película. Queríamos fusionar dos géneros -acción dramática y cine de naturaleza- como no se había hecho nunca. Y queríamos contar una historia épica sobre la libertad y la amistad, sobre la armonía entre el hombre y la naturaleza". - Walter Köhler