Año 1850. La llegada de un forastero a la pequeña localidad de Bright Hope levanta las sospechas del sheriff Franklin Hunt (Kurt Russell), que le detiene después de una disputa. Una mujer cuida del preso en la cárcel hasta que una noche ambos desaparecen. La única pista de la desaparición es una flecha que parece pertenecer a una violenta tribu de indios antropófagos. El sheriff irá a la búsqueda de los desaparecidos, acompañado de su viejo ayudante (Richard Jenkins), de un curtido pistolero (Matthew Fox) y del marido de la desaparecida (Patrick Wilson).