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  La bella y la bestia  (Beauty and the beast)
  Dirigida por Bill Condon
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La historia y los personajes que el público conoce y adora cobran vida en "La Bella y la Bestia" de Disney, una adaptación de acción real del clásico de animación del estudio que presenta un reparto extraordinario, entre los que se encuentran Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Kevin Kline, Josh Gad, Ewan McGregor, Stanley Tucci, Audra McDonald, Gugu Mbatha-Raw, Hattie Morahan y Nathan Mack con Ian McKellen y Emma Thompson.

Dirigida por Bill Condon y basada en la película de 1991 "La Bella y la Bestia", el guión está escrito por Evan Spiliotopoulos y Stephen Chbosky y Bill Condon. Alan Menken es el autor de la banda sonora, que incluye nuevas grabaciones de las canciones originales escritas por Menken y Howard Ashman, así como tres nuevas canciones compuestas por Menken y Tim Rice. La película está producida por David Hoberman, p.g.a. y Todd Liberman de Mandeville Films, con Jeffrey Silver, Thomas Schumacher y Don Hahn como productores ejecutivos.


La belleza está en el interior
El cuento clásico de "La Bella y la Bestia" y su potente mensaje que dice que la belleza está en el interior, se remonta a la Francia del siglo XVIII y se publicó por primera vez como un cuento de hadas titulado "La Belle et la Bête", cuya autora fue Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve. Hoy en día, los temas siguen siendo relevantes y la historia sigue cautivando a los cuentacuentos. Como resultado, existe un sinfín de interpretaciones en todos los formatos, pero la película de animación de Disney de 1991 y nominada al Oscar es la versión definitiva.

"La Bella y la Bestia" es uno de los títulos más preciados del Estudio y se estrenó durante la segunda edad de oro de la animación de Disney, junto a "La Sirenita", "El Rey León" y "Aladdin", entre otras, y fue catalogada inmediatamente como obra maestra del cine. Tan inequívocamente romántica como cómica, "La Bella y la Bestia" es un cuento inolvidable sobre el amor y la amistad que transporta a los lectores a un mundo de cuentos mágicos donde el bien triunfa sobre el mal.

"La Bella y la Bestia" fue la primera película de animación en recibir una nominación al Oscar a la mejor película y ganó dos Oscar (mejor banda sonora y mejor canción), tres Globos de Oro y cuatro Premios GRAMMY®, además de un sinfín de premios. La película fue el primer largometraje animado que recaudó más de 100 millones de dólares en la taquilla en su estreno inicial y la primera película animada de Disney que se convirtió en un musical teatral. Estuvo 13 años en la cartelera de Broadway, se tradujo a ocho idiomas, y se puso en escena en más de 20 países.

El Estudio pensó que una adaptación de la historia de una joven de buen corazón y su príncipe bestial tenían potencial para conquistar una vez más al público, pero cuando el Estudio presentó la idea a Bill Condon, éste no vio cómo podía rehacer algo que es absolutamente impecable. "Para mí, la cinta de 1991 es una película perfecta", dice Condon. "Cuando la película se estrenó, se produjo una auténtica revolución por la forma en la que se contaba la historia y por la increíble banda sonora de Alan Menken y Howard Ashman, por lo que en un principio no quise saber nada".

Pero el director ganador del Oscar®, cuyo currículum incluye películas tan diversas como "Soñadoras", "La Saga Crepúsculo: Amanecer Parte I y 2", "Mr. Holmes" y "Kinsey", no tardó en darse cuenta que era el momento perfecto para hacer una adaptación de acción real. Condon, un narrador consumado, vislumbraba el potencial cinematográfico de la historia. "Han pasado 25 años y la tecnología está ahora a la altura de las ideas que se atisbaban en la película de animación", explica. "Ahora es posible, por primera vez, crear una versión de calidad fotográfica de una taza de té que habla en un plató físico y en un formato de acción real totalmente realista".

Para el director, el encanto de "La Bella y la Bestia" era doble: Era una oportunidad de hacer una película musical que es un homenaje a los musicales de la época dorada de Hollywood, y también de revisar una historia con la que se identifica a nivel emocional y profundizar en los personajes para averiguar lo que les motiva. El director tiene conocimientos enciclopédicos sobre musicales y una clara comprensión de cómo la historia y la música convergen la una en la otra. Así que vio la película como una oportunidad para recuperar el género musical.

Lo explica así: "Cuando era pequeño la gente decía que el teatro se moría, pero el teatro lleva muriéndose hace siglos. Creo que se puede decir lo mismo del cine musical, no desde hace siglos pero sí en los últimos 50 años. Quiero que el público vuelva a enamorarse de este género y comprenda que, si son buenos, los números musicales de las películas no distraen, no interrumpen sino que profundizan y ayudan a dar sentido. Si algo te emociona, te emociona aún más si oyes algunas notas de Alan Menken o escuchas algunas letras de Howard Ashman".

Emma Watson dice: "Cada vez que escucho la música de 'La Bella y la Bestia', vuelvo a revivir esa sensación infantil de que todo va a ir bien y que hay esperanza en el mundo".

Según el productor nominado al Premio de la Academia David Hoberman ("The Fighter", "Los Muppets"): "Bill era la elección perfecta. Tiene un conocimiento íntimo del cuento 'La bella y la bestia' que se remonta a la primera versión escrita, es un gran fan de la versión vanguardista de 1946 del aclamado director francés Jean Cocteau y ha visto varias veces la producción de Broadway, por lo que era un especialista".

Mientras trabajaba con los co-guionistas Evan Spiliotopoulos ("El cazador y la reina del hielo", "Hércules") y Stephen Chbosky ("Las ventajas de ser un marginado", "Rent"), Condon decidió ampliar los temas intemporales de la historia y añadir más profundidad y dimensión a los personajes familiares al mismo tiempo que rendía homenaje a la película animada y a su legado. "En los últimos tiempos se han estrenado películas que son auténticas reinvenciones de historias y que ofrecen, por ejemplo, el punto de vista de otro personaje", dice el productor. "Ese no es nuestro caso. Queríamos que la historia fuera más real, no crear una nueva historia".

Y continúa diciendo: "Es un honor tener la oportunidad de crear algo que es un homenaje al original pero también una modernización. Y es una gran responsabilidad. Esta es una historia que ha tomado muchas formas y en muchos idiomas, y tener la oportunidad de trabajar con tecnología de última generación y un elenco increíble es un auténtico privilegio. Espero que, al ser una película tan querida, podamos responder a preguntas que los fans ni siquiera sabían que tenían acerca de Bella y de la Bestia, y de cómo han llegado a ser lo que son hoy".

La película ofrece una visión de la vida del Príncipe antes de convertirse en la Bestia y sobre lo que le convirtió en un hombre que merecía esa maldición. También cuenta la vida de Bella antes de ir al castillo y encontrarse con la Bestia y ayuda a explicar lo que ambos tienen en común y lo que les hizo ser lo que son hoy.

En la trama de la historia hay nuevas y fantásticas canciones del compositor premiado con ocho Oscar® Alan Menken ("La Sirenita", "Aladdin", "Pocahontas") y del veterano letrista y ganador de tres Oscar®, Tim Rice ("El Rey León", "Evita") y, el hecho de que Condon fuera fan del teatro musical y conociera todas las canciones y referencias musicales, simplificó mucho el trabajo de Menken. "Bill sabe lo que hace", dice el compositor y añade: "Pudimos empezar a trabajar con un gran número de herramientas que ya estaban a nuestra disposición y compartíamos puntos de referencia sobre los que podíamos hablar inmediatamente. Bill es un micromanager en el mejor sentido de la palabra, porque está interesado en cada elemento de la historia y de la música".


Los adorados personajes
El director/co-guionista Bill Condon es profundamente comprensivo y respetuoso con los actores con los que trabaja. Colaborar con ellos en las etapas iniciales para afinar los detalles personales de sus personajes es un proceso al que otorga un valor incalculable. En este caso, las semanas de trabajo uno-a-uno con los actores terminaron en una mesa en la que se leyó la totalidad del guión, una práctica habitual que siempre orquesta Condon, aunque en este caso, con algunos números musicales totalmente realizados por los actores; así que fue más bien un concierto en directo para todo el equipo. "Bill Condon decidió montar un espectáculo y nunca he visto ni escuchado nada parecido", comentó Ian McKellen justo después. El reparto está de acuerdo en que fue un gran comienzo de rodaje y un buen ejemplo de que iba a ser una experiencia insólita.

Durante la búsqueda de artistas para dar vida a los queridos personajes animados, los realizadores recorrieron los mundos del cine, la televisión, la música y el teatro para encontrar a los intérpretes más adecuados para cada papel. Emma Watson fue la primera en unirse al rodaje para el papel de Bella, la despierta pueblerina que desea vivir aventuras.

Durante más de una década, la actriz británica hizo las delicias del público interpretando a la tenaz y perspicaz Hermione Granger, la alumna de Hogwarts en las películas de "Harry Potter" y en películas como "Las ventajas de ser un marginado", "Noé" y "The Ring Bling". Además, desempeña un papel muy visible como activista de derechos humanos y embajadora de buena voluntad mundial de Naciones Unidas, algo que se ha convertido en una misión para ella. De todos los personajes femeninos de todas las películas de Disney, siempre se sintió atraída e identificada con Bella.

"Me gusta 'La Bella y la Bestia' desde los cuatro años", dice la actriz. "Recuerdo a Bella como una joven luchadora que decía lo que pensaba y tenía ambiciones. Era muy independiente y quería ver mundo. Y tenía una relación con la Bestia en la que estaban a la misma altura. Me parecía una dinámica fantástica y un tipo de relación tremendamente interesante que no había visto nunca en un cuento de hadas".

Antes de 1991, la mayoría de los personajes femeninos de las películas de animación tenían una actitud pasiva y algo unidimensional, pero Bella rompió el molde. Le interesa la literatura, tiene sus propias opiniones y no se asusta fácilmente. Se convirtió rápidamente en un modelo a seguir para las niñas de todo el mundo y la primera heroína feminista contemporánea en una película de animación. "A Bella no le preocupa convertirse en una princesa", dice el director/co-guionista Bill Condon. "Le interesa más ver mundo y averiguar quién es en vez de encontrar un hombre y casarse con él".

Pero a Bella no sólo le gusta leer, también le gusta compartir su pasión por los libros. Condon dice: "Todos sabemos lo inteligente, mundana y sofisticada que es Emma, y aunque esa imagen no corresponde con la de Bella, es lo que Bella aspira a ser. Emma aporta su inteligencia innata al papel y esto es un elemento crucial cuando estás haciendo una película de acción real".

Para el papel de la Bestia, un príncipe malcriado y arrogante transformado por la maldición de una hechicera, los realizadores tuvieron muchísimas reuniones y estudiaron docenas de nombres antes de elegir a Dan Stevens. El actor británico, conocido por su papel del apuesto y sensible Matthew Crawley en la premiada serie de televisión "Downton Abbey", trabajó con Condon hace unos años en "The Fifth Estate" y la experiencia fue tan buena que estaba deseando repetirla.

Para los realizadores fue particularmente importante trazar una línea entre hombre y bestia ya que hay momentos en los que la rabia abruma al personaje y lo hace más bestial, aunque hay otros en los que se muestra bastante amable. "Bill y yo pasamos mucho tiempo hablando de cómo podíamos añadir algunos matices a mi personaje para dotarlo de más dimensiones de las que tenía la Bestia en la película de animación", dice Stevens. Y añade: "Fue muy interesante buscar esos pequeños rasgos humanos que lo harían menos animal y más un ser humano atrapado dentro de esa criatura".

Condon dice: "Soy un gran fan de Dan... Tiene ese registro tan increíble. Aceptar este papel era mucho más que interpretar un personaje debido a todos esos aspectos técnicos tan complicados a los que tuvo que enfrentarse y a la confianza que se vio obligado a depositar en los que estaban a su alrededor para que todo el trabajo que hacía acabara trascendiendo. Se necesita cierto tipo de personalidad para estar dispuesto a hacer eso".

"El papel es un reto increíblemente difícil, ya que Dan tiene que dar vida a la Bestia a pesar de que en la pantalla sólo es una representación digital", añade el productor David Hoberman. "La Bestia es un personaje totalmente digital creado a través de tecnología de captura facial y de interpretación, y Dan consigue transmitir maravillosamente bien tanto la humanidad como la bestialidad de la Bestia".

Stevens sostuvo varias conversaciones profundas con Watson en cuanto a la forma de pensar de sus personajes, el equilibrio entre el bien y el mal, y la masculinidad y la feminidad. Lo explica así: "Estaba muy interesado en diseñar una Bestia que se ajustara a la Bella que ella quería ser e interpretar, y en última instancia comprendimos que este cuento no es tanto sobre belleza y fealdad, sino sobre la belleza y la bestia que vive en todos nosotros y sobre cómo aprender a vivir equilibrando ambas cosas".

A los realizadores les preocupaba encontrar a los actores adecuados para los papeles del egoísta galán Gaston y su torpe ayudante LeFou. Al tratarse de personajes de la película animada tan populares como estos, era importante que la transición a personajes humanos resultara creíble para el público. Los guionistas le dieron a Gaston algunos rasgos nuevos que le dan un aire más contemporáneo y creíble, convirtiéndole en un héroe de guerra que salvó a la ciudad de los invasores y alguien que responde muy fácilmente a las provocaciones. Condon lo explica: "Tiene mal genio y pierde fácilmente el control cuando alguien le dice o hace algo que le fastidia. Fue muy interesante coger esa peculiaridad tan propia de los dibujos animados y convertirla en algo real".

El personaje de LeFou, que aportaba el toque cómico a la película de animación, también sufrió algunos pequeños matices. "Solía ser una especie de saco de boxeo", dice Condon, "Y eso no es gracioso, interesante ni creíble en acción real, pero creo que hemos dado con el equilibrio perfecto".

Afortunadamente, encontrar a los actores que interpretaran a ambos personajes no fue nada complicado. El actor galés Luke Evans ("La chica del tren", "El Hobbit: La desolación de Smaug") era la personificación de Gaston, el superficial y arrogante aldeano que intenta casarse con Bella. Además, el actor es un cantante consumado ya que ha trabajado en varias obras de teatro del West End, y Gastón tiene que cantar bastante en la película ("Gastón", "Bella" y "The Mob Song").

"Es lo más interesante de Luke Evans", dice Condon. "Tiene todas las cualidades que corresponden a Gastón pero también tiene el bagaje de haber trabajado años en el teatro y que es tan importante en una película musical: saber conjugar números musicales e interpretación. Estaba hecho para el papel".

Al hablar de su personaje Evans dice: "Gastón no ve el mundo como lo ve el resto de la humanidad. Él está en lo alto de la pirámide y todos los demás están por debajo de él. Cree que no puede equivocarse y no entiende por qué Bella no quiere ser su esposa. ¿Cómo puede negarse? ¿Está ciega? ¿Es que es tonta? Es muy gracioso que no lo entienda así que intenté jugar con los aspectos cómicos".

"No he hecho mucha comedia", continúa diciendo, "pero ha sido divertido interpretar a Gastón y poder dar la réplica a alguien como Josh Gad, un cómico consumado que sabe medir muy bien los tiempos".

Gad, conocido por ser la voz de Olaf en el fenómeno de taquilla "Frozen. El reino del hielo", es LeFou, el sufrido ayudante de campo de Gastón. Aunque no es el más listo de la clase, LeFou adora a Gastón, a pesar de que Gastón no le tiene el más mínimo respeto y siempre se lleva la peor parte de sus bromas. Gad, que también es un veterano del teatro musical al haber actuado en Broadway en el musical "Book of Mormon", ganador del premio Tony, conectó inmediatamente con Evans, y esa química queda patente en la pantalla. Juntos consiguieron aportar una buena dosis de humor a lo que, en esencia, son personajes malvados.

"Gastón es una figura muy importante de su pueblo", explica Gad, "Y LeFou es como un historiador que celebra el legado de Gastón y siempre está ahí para recordar a la gente lo importante que son sus aportaciones. Si Napoleón Bonaparte hubiera tenido un compinche, hubiera sido LeFou".

Gad valora el interés de Condon en hacer que los personajes sean individuos de pleno derecho. "Bill es un director muy íntimo", dice. "Muchas de sus películas reflejan una gran intimidad, así que hacer una superproducción como ésta con todos estos platós increíbles y contar con alguien como Bill Condon que sabe dotar de realismo a estos personajes y crear momentos de intimidad que logran una respuesta emocional del público, ha sido una experiencia fascinante".

Maurice, el padre de Bella, está interpretado por Kevin Kline, ganador del Oscar y de dos Premios Tony ("La tormenta de hielo", "In & Out (Dentro o fuera)"). El personaje era un inventor chiflado en la película de animación pero ahora es un artista especializado en maravillosas cajas de música que representan para Bella el mundo más allá de los confines de Villeneuve y para Maurice una manera de recordar un momento de su vida que fue perfecto, aunque ahora haya desaparecido.

"Al igual que le pasa a tanta gente, siempre me ha gustado Kevin Kline", dice Condon. "También le recuerdo como intérprete musical cuando era muy joven, así que conseguir que volviera a cantar era muy emocionante para mí como director. Pero hay algo mucho más profundo que eso, esa sensación de pérdida y miedo por Bella, y Kevin lo ha interiorizado maravillosamente bien".

Como actor, a Kline le gusta sumergirse en sus personajes y sentía mucha curiosidad por saber cómo Maurice habría hecho la música y la mitología que esconden las cajas de música. También pasó mucho tiempo hablando con Condon, Stevens y Watson, repasando todas sus escenas y ajustando e incorporando nuevas ideas que le ayudaron a entender, de manera concisa, cómo dar más información sobre quién es su personaje.

Ewan McGregor, nominado a dos Globos de Oro ("Moulin Rouge", "Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma") es Lumière, el ayuda de cámara francés del Príncipe convertido en candelabro. Lumière suele discutir con Cogsworth y está colado por Plumette, y es quien canta el número musical más extravagante, "Be Our Guest". El actor no estaba familiarizado con la canción cuando llegó por primera vez al set, pero enseguida se convirtió en un fan y su interpretación habría hecho que Maurice Chevalier se sintiera muy orgulloso.

"Ewan aporta a su personaje algo de esa alegría de 'Moulin Rouge'", dice Condon, "Y su forma de cantar en la película resulta tremendamente pegadizo".

Desde que se empezó a escribir el guión, se decidió que había que ampliar el prólogo de la historia y añadir un nuevo personaje, un maestro que, junto con su diva, está actuando para el Príncipe en su castillo cuando se lanza el hechizo. El actor Stanley Tucci, nominado al Oscar y ganador de dos Globos de Oro, ("Spotlight", "Los juegos del hambre") fue elegido para encarnar al Maestro Cadenza, ahora un clavecín, y la esposa de Cadenza, la famosa diva de la ópera italiana Madame de Garderobe, que interpreta Audra McDonald, ganadora de seis Tony y un Emmy ("Ricki", "Sin cita previa"). La maldición la transforma en un enorme armario del dormitorio de Bella en el castillo de la Bestia, la misma habitación donde ella se había alojado anteriormente, cuando era la cantante de ópera invitada. A Garderobe le van mucho los melodramas y también las siestas.

Gugu Mbatha-Raw ("El caso Sloane", "Beyond the Lights") es Plumette, la criada descarada convertida en un elegante plumero. "Lucy Bevan, nuestra directora de casting, nos sugirió a Gugu", dice Hoberman, "Y además de ser una de las mujeres más bellas del mundo, también tiene una voz fantástica. Es la perfecta Plumette".

Ian McKellen debuta en el teatro musical a los 76 años. El actor, que ha sido nominado dos veces al Oscar® y ha ganado el Premio Tony y el Globo de Oro, es Cogsworth, el exigente y quisquilloso mayordomo jefe que se transforma en un reloj de chimenea. Es muy conocido por el público más joven por sus papeles en "Los Señores de los Anillos" (Gandalf) y las películas de "X-Men" (Magneto), pero también es un actor de formación clásica con muchos papeles de Shakespeare en su haber.

Fue Condon, que ya había trabajado con él en películas como "Dioses y monstruos" y "Mr. Holmes", quien contactó con su amigo para ofrecerle el papel, y McKellen aceptó inmediatamente el reto. "Cuando te llega un guión por correo y ves que es de Bill, dices 'Sí' incluso antes de haberlo leído", dice riendo McKellen.

Y continúa diciendo: "Una de las primeras películas que recuerdo haber visto es 'La Belle et le Bête' de Cocteau, y me acuerdo de la emoción y la tecnología bastante más primitiva que se utilizó cuando la Bestia se quita el pelo y se convierte en el deslumbrante Jean Marais, que hacía el papel del Príncipe. Bill es la elección ideal para una historia como esta. Le encanta el teatro musical y le gusta el espectáculo y la energía de una gran producción que tiene música y baile, y eso es el cine musical. Pero además, sabe reconocer las delicias de la conducta humana".

Emma Thompson, dos veces ganadora del Premio de la Academia y del Globo de Oro ("Sentido y sensibilidad", "Regreso a Howards End") se unió al reparto como la Sra. Potts, el ama de llaves cockney que se convierte en una tetera y toma a Bella bajo su protección. Y la actriz se deshace en elogios para su director. "Bill es tan sabio y divertido, amable y tierno", dice, "Ha reunido al mejor grupo de personas porque él es uno de los mejores. Comprendes enseguida que va a ser una película ingeniosa y no demasiado sentimental, que va a tener ritmo, brío, vigor y vida y que va a tener sentido, porque él es así".

Dan Stevens conversó con Thompson acerca de la relación entre la Bestia y la Sra. Potts, y dice: "Para la Bestia, la Sra. Potts es lo más parecido a una figura maternal. Es como su tía estirada; le tiene a raya, le controla, y fue divertido establecer esa dinámica entre nosotros".

Los realizadores pensaron que si había alguien que podía asumir el legado de un personaje creado por Angela Lansbury, esa era Thompson, ya que tiene el mismo tipo de calidez, historia y conexión con el público. Por coincidencia, Thompson llegó set de "La Bella y la Bestia" justo después de una producción teatral de éxito de "Sweeney Todd" en Londres, donde interpretaba a la Sra. Lovett, un papel que Lansbury interpretó en Broadway.

El debutante Nathan Mack encarna a Chip, el hijo de la Sra. Potts convertido ahora en una taza de té. Y Hattie Morahan ("Alicia a través del espejo", "Mr. Holmes") es la hechicera que lanza la maldición a la Bestia y a su castillo al principio de la historia.


Un escenario encantado del siglo XVIII
El rodaje de "La Bella y la Bestia" se realizó en los estudios Shepperton, a las afueras de Londres, y en varias localizaciones exteriores del Reino Unido de mayo a agosto de 2015. Shepperton, en cuyos platos se han rodado películas como "Lawrence de Arabia", "Oliver!" "Gandhi", "Pasaje a la India" y "La naranja mecánica", era el lugar ideal para una producción de este ámbito y magnitud ya que cuenta con un enorme plató y muchas instalaciones donde construir sets físicos, de los que se necesitaron un total de 27.

Aunque la historia se desarrolla en un formato de acción real, se necesitaba mucho material de animación y generado por ordenador, y para los realizadores era importante rodar en entornos lo más realistas posible. Así que los enormes y detalladísimos sets ayudaron a diferenciar esta película a partir de la versión animada. Estos sets físicos también se escanearon en un ordenador y se convirtieron en un formato digital 3D para crear digitalmente la película visual (pre-vis) antes del inicio del rodaje con el fin de trazar el posicionamiento de la cámara y la iluminación.

El excelente equipo de artistas encargados de dar vida a la película de animación desde el punto de vista visual incluyen al director de fotografía Tobias Schliessler, ASC ( "Mr. Holmes", "El único superviviente"); la diseñadora de producción Sarah Greenwood, nominada al Oscar en cuatro ocasiones ( "Hanna", "Expiación, más allá de la pasión"); la montadora Virginia Katz, ACE ( "Dreamgirls", "Burlesque"); la oscarizada diseñadora de vestuario Jacqueline Durran ( "Macbeth", "Anna Karenina"); la decoradora de plató Katie Spencer, nominada al Oscar en cuatro ocasiones ("Sherlock Holmes", "Orgullo y prejuicio"); Jenny Shircore la diseñadora de peluquería y maquillaje ganadora de un Oscar ("Elizabeth, "El solista") y la directora de casting Lucy Bevan ("Alicia a través del espejo", "Cenicienta").

En un merecido homenaje a la noción de empoderamiento de las mujeres que transmite la historia, todos los jefes de departamento del equipo de diseño -muchos de los cuales son colaboradores habituales del director/co-guionista Bill Condon- son mujeres, así como la montadora y la directora de casting, y todos son profesionales de primera fila. Greenwood y Spencer han trabajado juntas durante casi dos décadas y ambas han trabajado con Durran y Shircore antes, y a todas ellas les apasionó el proyecto y compartir ideas e información con el resto de los jefes de departamento, lo que ayudó a crear una integración perfecta.

Como diseñadora de producción, Greenwood está a cargo de cada aspecto visual de la película, y con "La Bella y la Bestia" se esforzó por dotar a la película de un tono intemporal y europeo siguiendo la tradición de los grandes romances de Hollywood. La historia se desarrolla en un tiempo y lugar concretos, en Francia a mediados del siglo XVIII en contraposición a un universo de cuento de hadas alternativo y sin fecha y, aunque el trabajo de cada departamento se vio influenciado, en parte, por la película animada de 1991, los sets, atrezzo, vestuario y peinados y maquillaje correspondían exactamente al siglo XVIII francés. Dado que la historia es, de hecho, un cuento de hadas, hubo cierta libertad para interpretar visualmente esa época para ofrecer un aspecto bastante original.

"El objetivo no es que el público piense: 'Eso es exactamente igual que el castillo de la película animada'", dice Greenwood. "Por el contrario, queríamos que el público tuviera la sensación de que es, de hecho, el castillo de la Bestia porque cada detalle refleja fielmente la historia que conocemos y queremos".

Más de 1.000 miembros del equipo trabajaron sin descanso para construir y decorar los gigantescos sets, y muchos detalles se hicieron a mano. De acuerdo con Emma Watson: "He trabajado en películas en las que la destreza artística era increíble, pero ésta ha sido muy especial porque han cogido algo muy conocido y muy querido y han conseguido conservar lo que queremos y conocemos pero también ampliarlo y dotarlo de más profundidad y más capas. Todo el mundo sabía que había mucho que explorar, y, afortunadamente pudimos hacerlo gracias a la tecnología actual, a la destreza artística y a los medios para contar historias de los que no disponíamos antes".

La ciudad ficticia de Villeneuve, el pueblo donde viven Bella y su padre se construyó en el set de rodaje de Shepperton. Para el mayor set de la producción (que medía 2.674 metros cuadrados), Greenwood y su equipo se inspiraron en el pueblo de Conques, en el sur de Francia. En la ciudad, que lleva el nombre de la autora de la historia original de "La Bella y la Bestia", Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, se incluye el cottage de Bella, una escuela, una tienda de ropa, una taberna del pueblo, una iglesia y la plaza del pueblo.

Para el espectacular número de apertura de la película, "Bella", que se desarrolla en Villeneuve, se utilizaron más de 150 extras, cientos de animales, 28 vagones y un sinfín de accesorios y atrezzo, cada uno de ellos dotado de muchísimos detalles.

El departamento de arte pasó meses investigando la arquitectura y el diseño de interiores de la época para crear la apariencia de castillo del Príncipe/Bestia. Al final, fue una combinación de diferentes estilos arquitectónicos, pero la mayoría era francés rococó, un estilo predominante en la Francia de 1740 y utilizado en el diseño de estructuras tan notables como el Palacio de Versalles. "El rococó era un estilo francés muy abigarrado", dice Greenwood. "Fue un estilo que no duró mucho ya que era muy excesivo y muy caro, pero tuvo un enorme impacto en el aspecto visual general de nuestra película".

Una diferencia significativa entre este castillo y el castillo de la película de animación es que va evolucionando. Greenwood lo explica: "En la película de animación, el castillo no cambia en el transcurso de la historia, pero como trabajábamos en un formato de acción real, pudimos mostrar cómo reacciona el castillo a los efectos del hechizo con el paso del tiempo. En el rococó todo es muy exuberante, pero también muy orgánico, y quisimos transmitir en nuestros diseños cómo crecía y se estiraba después del hechizo. Se refleja en la escarcha del castillo, en la poda artística de las plantas, en la arquitectura y en las molduras de yeso".

El salón de baile del castillo es otro set gigantesco. El piso está hecho con 1.114 metros cuadrados de mármol falso y su diseño se basa en un patrón que se encuentra en el techo de la abadía benedictina de Braunau, Alemania.

También hay diez arañas de cristal -de 4 x 2 metros cada una- que se basan en las verdaderas arañas de Versalles, que en aquella época se iluminaban con velas.

El dormitorio de Bella, al igual que el salón de baile, se encuentra en la zona encantada amable del castillo y está diseñado para hacer las delicias de todas las niñas ya que se trata del dormitorio de cuento de hadas perfecto. El ala oeste, donde la Bestia suele retirarse, es el epicentro del hechizo y está diseñado con un estilo barroco italiano, que en apariencia es más siniestro y oscuro.

La biblioteca del castillo se basa en el diseño de una célebre biblioteca de Portugal y es un escenario clave y relevante para un tema importante de la historia: la sed de conocimiento y el papel esencial que juegan los libros para alimentar la imaginación. El suelo está hecho con 185 metros cuadrados de mármol falso y alberga miles de libros que se crearon especialmente para el rodaje.

El bosque encantado que rodea al castillo de la Bestia se construyó en el plató H, el mayor de Shepperton, de 891 metros cuadrados. El bosque, que necesitó 15 semanas de trabajo, incluye árboles de verdad, setos, un lago congelado, una serie de puertas de hielo de 9 metros de altura y unos 20.000 carámbanos.

"Todos los sets eran increíblemente lujosos y mágicos", dice el productor de efectos visuales Steve Gaub ("Invencible (Unbroken)", "TRON: Legacy"), "Y Sarah y su equipo hicieron un trabajo increíble. Todo tenía un aspecto muy del antiguo Hollywood lo que era genial porque queríamos crear algo clásico que encajara bien con el original".

Diseñar los trajes propios de un mundo de cuentos de hadas es una tarea prodigiosa, pero Jacqueline Durran supo tomárselo con calma. Su departamento, que está compuesto de encajeras, modistas, joyeros, pintores y artistas textiles, comenzó a trabajar tres meses antes del rodaje. Esto se debió en parte al desafío que asumieron al diseñar y crear trajes éticos y sostenibles a base de telas de comercio justo (lo que significa el uso de materiales orgánicos de proveedores que pagan a sus empleados un salario justo y que cuidan el medio ambiente), y lo lograron. Y, en colaboración con Eco Edad y The Green Carpet Challenge, el departamento utilizó colorantes naturales y de impacto reducido (eliminando cuidadosamente todas las aguas residuales) que se imprimió con bloques de madera tradicionales.

Durran lo diseñó todo, desde los trajes de campesinos para todos los aldeanos a los sofisticados trajes de baile que llevan las 35 debutantes en el baile del Príncipe, pero su mayor obstáculo fue crear el vestido que lleva Bella cuando baila con la Bestia en el salón de baile del castillo. Debido a la asociación icónica del vestido amarillo con el personaje, el proceso de diseño fue largo y necesitó de muchas reuniones para decidir el aspecto, el color y los materiales utilizados.

"Siempre quisimos que el vestido de nuestra película fuera amarillo como homenaje a la animación", dice Durran. "Lo que hicimos fue reinterpretarlo y darle más cuerpo añadiendo textura para que pareciera un vestido de verdad". Al final, el vestido se creó con múltiples capas de organza de raso teñido de azul ligero como una pluma teñida de color amarillo (55 metros en total), que se cortó de forma circular y necesitó 914 metros de hilo.

Las dos capas superiores se imprimieron con filigranas de pan de oro con un motivo a juego con el suelo rococó del salón de baile y se adornó con 2.160 cristales de Swarovski. En la historia, Garderobe, el armario ropero, coge el dorado del techo del dormitorio de Bella y lo rocía sobre el vestido. El vestido, que necesitó 12.000 horas para su confección y del que se hicieron múltiples copias, no llevaba corsé para facilitar los movimientos de Emma Watson, ya que esta Bella es más activa que la Bella de la película animada.

"Fue un reto muy interesante", dice Watson, "El vestido en sí es tan icónico porque forma parte de esa escena romántica de la historia. Sufrió muchos cambios pero al final decidimos que lo más importante era que el vestido bailara maravillosamente bien. Queríamos que pareciera que flotaba, que volaba".

Durran está de acuerdo y afirma: "Tuvimos esto en cuenta cuando diseñamos todos los vestidos de Bella. No queríamos que fuera una princesa delicada sino una heroína activa, por lo que el vestido azul y el delantal que lleva al principio de la película se diseñaron con bolsillos en los podía meter un libro y que podía con bombachos y un corpiño".

Se ve a Bella trabajando y montando a su caballo, Philippe, y en esas escenas lleva botas (en oposición a zapatos femeninos más delicados). "Queríamos potenciar la figura de Bella en la película y asegurarnos que se convertía en una auténtica jinete ecuestre", dice Watson. "Así que tenía que llevar un calzado adecuado y que la falda no le impidiera montar al estilo occidental".

El diseño del vestido que lleva Bella al final de la película, cuando ya ha desaparecido el hechizo, es un estampado inspirado en un delantal del siglo XVIII que Durran compró cuando era estudiante. El diseño se pintó a mano en un lienzo, se amplió y después se imprimió digitalmente. "Las expectativas depositadas en todos los vestidos de Bella eran muy altas", dice Durran. "Pero al final logramos hacer unos vestidos preciosos que hacen referencia a la película animada pero que son totalmente originales".

"Una de las cosas maravillosas de trabajar con Jacqueline es que siempre está dispuesta a colaborar", dice Watson. "Me impresionó que me pidiera mi opinión en todo momento. Quería comprender cómo percibía yo el personaje por dentro y por fuera. Ha sido una experiencia muy especial para mí como actriz, y una forma fantástica de construir y comprender un personaje a través de ese proceso".

Para el traje del Príncipe que lleva en la secuencia inicial de la película, Durran creó un abrigo y un chaleco adornado con miles de cristales Swarovski, que el departamento de efectos especiales escaneó posteriormente para aplicarlo en la Bestia generada por ordenador.

"Jackie es una diosa", dice el productor David Hoberman. "Tenía un trabajo muy duro, no sólo por la gran cantidad de trajes que hay en esta película, sino también por el icónico vestuario de la película animada.

En cierto sentido, quería ser fiel a los personajes que llevaban los personajes animados, pero también deseaba crear algo original, así que se las arregló para crear algo muy hermoso y totalmente suyo".

"La Bella y la Bestia" es la cuarta colaboración de director de fotografía Tobias Schliessler con Condon, y aunque la producción presentaba muchos retos, quedaba mucho amplio espacio para la creatividad. El empleo de una amplia gama de equipos de cámaras que van de una tecno-dolly a un dron exigía a Schliessler adaptarse constantemente, pero es un entorno en el que se desenvuelve a la perfección.

En algunos casos optó por tomar el icónico trabajo de cámara de la película animada y añadir sus propios adornos. Por ejemplo, el plano del número musical "La Bella y la Bestia", donde la cámara hace barridos por Bella y la Bestia y asciende después hasta el techo de salón... Schliessler hace el mismo barrido de cámara con una grúa, pero luego mueve la cámara para captar los instrumentos musicales tallados en madera que hay en las paredes del salón de baile mientras cobra vida de forma mágica y comienzan a tocar música.

Rodar el espectacular número musical "Be Our Guest" al estilo Busby Berkeley-esque fue un reto desde un punto de vista técnico, y exigió un mes de rodaje, seis meses de preparación y más de un año para finalizarlo. La escena se desarrolla en el comedor del castillo, que se diseñó como un escenario ya que es el set más teatral de la película. Todos los elementos eran reales y se rodaron con una tecno-Dolly, una grúa y otros equipos de iluminación especiales antes de que el material pudiera ser animado y aumentado por el equipo de efectos visuales en la posproducción.

"La interacción entre la fotografía y el fabuloso trabajo de diseño en estos setos ha sido increíble", dice el coproductor Greg Yolen. "Construimos el vestíbulo y el salón de baile del castillo en dos platós y Tobias sabían exactamente dónde colocar la cámara para sacar el máximo provecho".

Yolen continúa diciendo: "Ha sabido capturar tan bien la profundidad de estos dos platós físicos que tienes la impresión de estar allí".


Detrás de la magia de la pantalla
Una de las claves de una buena adaptación de acción real de "La Bella y la Bestia" residía en la Bestia. La criatura maldita debía tener un aspecto creíble y ser alguien por quien se preocupa el público, pero la tecnología necesaria para lograr esa hazaña no existía hasta hace poco.

Para crear una Bestia de apariencia realista en un entorno real, conservando la interpretación de Dan Stevens, se utilizó una combinación de captura de interpretación física y de tecnología de captura facial MOVA. Para los elementos de captura de interpretación física, las escenas de la Bestia con los miembros del elenco de acción real se filmaron en sets físicos en los que Stevens llevaba zancos, un traje con prótesis de músculos y un body gris por encima. Las escenas de la Bestia con los personajes animados se rodaron mientras Stevens llevaba un body fractal gris con indicadores de efectos visuales. Y a pesar de los condicionantes, el actor consiguió transmitir un complejo abanico de emociones, lo que fue crucial, ya que la Bestia es el protagonista romántico y el centro emocional de la historia.

El director/co-guionista Bill Condon afirma: "Dan aporta mucha calidez y matices al personaje y supo evocar todo el dolor y la humanidad que seguían en su interior. Su potente interpretación se aprecia sobre todo a través de sus ojos y su voz. Fue alucinante".

Stevens también participó en otras sesiones de captura facial MOVA que tuvieron lugar en un estudio fuera de las instalaciones. En esas sesiones, se aplicó maquillaje fosforescente a la cara de Stevens, que se veía azul bajo la luz ultravioleta, y después se filmó con varias cámaras que lo rodeaban y siguiendo cara poro de su rostro. Después, el hardware y el software personalizados MOVA convertían la interpretación en datos.

Stevens lo recuerda: "Fue especialmente difícil porque tienes que pensar en las escenas que ya se han rodado y limitarte a mover la cara, no el cuerpo, tengas o no tengas diálogo. Por ejemplo, una vez tuve que hacer todo el vals del salón de baile sólo con la cara, y fue alucinante".

En cuanto a los objetos domésticos que cobran vida por arte de magia, cada uno de ellos tiene rasgos humanos y una personalidad concreta. De hecho, durante el rodaje Condon se refería a ellos como actores de acción real. Los objetos están muy cerca de los actores humanos e interactúan con ellos con bastante frecuencia, pero fue un proceso laborioso y muy largo.

El material definitivo que verá el público en la pantalla es real y se rodó con cámaras. Después, el departamento de efectos visuales lo aumentó durante la posproducción. Para conseguir una asimilación impecable con los personajes generados por ordenador en los sets físicos, el departamento de arte creó de forma extremadamente minuciosa una maqueta maciza de cada objeto que hacía referencia a los personajes animados originales. Y se hizo de todos los objetos, desde la preciosa tetera pintada a mano a un candelabro dorado estilo rococó. También se hicieron copias duplicadas, como las versiones de goma que se utilizaron en escenas en las que intervenían especialistas. Una vez que Condon y el equipo de efectos visuales estaban satisfechos con la apariencia y las proporciones, los objetos se colocaban en el set y se filmaban como parte del rodaje.

Para Stevens, las escenas con la Bestia y los objetos domésticos también necesitaron buenas dosis de imaginación. Lo explica así: "Entraba en el set para rodar una escena en la que hablo a Lumière pero en realidad estaba mirando una lámpara LED en un palo y oyendo la voz de Ewan. Fue una de las cosas raras a las que tuvimos que enfrentarnos".

Para el diseño del reloj de la chimenea, Cogsworth, interpretado por Ian McKellen, la base y la caja principal se hicieron con resina de poliéster y se pintaron de dorado. Las piezas exteriores eran de oro chapado, la cara era de bronce y se le dotó de los mecanismos de relojería adecuados para que el tic-tac y el movimiento de los pesos resultaran auténticos.

El candelabro, Lumière (Ewan McGregor), es uno de los pocos objetos domésticos que podían abrirse y convertirse en un personaje con movimiento, es decir con brazos, piernas y manos, y los realizadores querían que el personaje reflejara, en la medida de lo posible, la personalidad de McGregor. Se filmó a McGregor bailando y moviéndose como él creía que lo hubiera hecho Lumière, y se hizo mediante la tecnología de captura de interpretación.

"Fue complicado diseñar a Lumière porque queríamos que pudiera moverse, pero al final sigue siendo un candelabro dorado", dice el productor de efectos visuales Steve Gaub. "Una vez que tuvimos una maqueta informática suya en 3D que satisfacía a todo el mundo, se construyó el personaje mediante un proceso llamado prototipado rápido que puede coger archivos de ordenador en 3D y producir una maqueta exacta en resina de poliéster para que se pueda ver y tocar físicamente".

El mismo proceso se utilizó para la tetera, la Sra. Potts (Emma Thompson): se diseñó por ordenador, se prototipó y después se hizo un molde.

Para dar vida a Garderobe (Audra McDonald), se creó una versión real del bellísimo -y enorme- armario y se le dotó de un mecanismo le permitía moverse. Los elementos de efectos especiales adicionales, como los de la escena en la que Garderobe crea el vestido de Bella y la ayuda a vestirse, se añadieron en posproducción.

Los trajes de las versiones humanos del personal doméstico los diseñaron conjuntamente los equipos de arte y de decoración de sets. De esta forma los elementos de los trajes humanos eran un reflejo de sus objetos. Por ejemplo, Durran diseñó el traje humano de Cogsworth. Lleva botones que se esmaltaron con números romanos como los números del reloj de la chimenea, y el diseño del bordado de su chaleco y de sus charreteras coincide con el diseño del reloj. Con la Sra. Potts, la base de color crema de la tetera es el color de su vestido y el dibujo de hojas de la tetera se incorpora también al vestido.

Lo mismo puede decirse de los peinados y maquillajes del personal doméstico del castillo cuando recuperaban su forma humana. La diseñadora de peluquería y maquillaje Jenny Shircore trabajó estrechamente con Greenwood para extraer detalles relevantes de los diseños de los objetos domésticos para incorporarlos a los diseños de peinados y maquillaje. Cogsworth tiene una cabeza en forma de reloj y un bigote que se asemeja a las manecillas del reloj; La peluca en forma de jaula de Garderobe es similar a la parte superior del armario; y el exuberante peinado de Lumière se inspiró en el diseño del candelabro.

Las preciosas cajas de música que crea Maurice se elaboraron a mano con maravillosas piezas de fundición doradas. Se inspiraron en la obra del orfebre Johann Melchior Dinglinger y representan diferentes ciudades y países de todo el mundo. Viven en un entorno encantado y mágico, así que no sólo son cajas de música, sino portales a otros mundos.


Realzando la banda sonora clásica
Además de basar la historia en el clásico de animación, el director/co-guionista Bill Condon creía que, musicalmente, la historia podía adoptar un tono ligeramente más realista, ya fuera con la introducción de ciertas variaciones en las canciones existentes o añadiendo nuevas canciones. Las canciones ayudan a contar una historia y elevan su contenido emocional, y al mismo tiempo ayudan a que la historia avance. "Al final de una canción, debes tener la sensación de que has llegado a un lugar diferente de donde saliste", explica el director/co-guionista Bill Condon. "De lo contrario, parece que la historia se detiene".

"Parte del enfoque de Bill era que la música pasara de tener dos dimensiones a tener tres, tanto en sentido literal como en lo que se refiere a los personajes", dice el compositor Alan Menken. "Tiene un profundo conocimiento de la historia de amor que es el núcleo de la historia, pero también sabe que lo espectacular que resulta que los candelabros hablen y los relojes bailen".

Condon afirma: "Alan es muy generoso. Yo tenía un montón de ideas y cosas con las que quería jugar. Todo me parecía nuevo e interesante y él se mostró entusiasmado. No sólo escribió tres canciones nuevas también revisó algunas antiguas. Fue tremendamente emocionante y estimulante trabajar con él y ver lo vivo que está este material para él".

"Alan y Howard escribieron la música original de la película de dibujos animados, pero cuando llegó el momento de adaptar la música para la producción de Broadway, desgraciadamente, Howard ya había fallecido", dice Condon. "Fue cuando Tim se incorporó. Así que tanto Alan como Tim llevan bastante tiempo implicados en este proyecto, una gran suerte para nosotros".

"La verdad es que tuve muchísima suerte", dice Tim Rice y añade: "Y todavía me siento un poco a la sombra del gran Howard Ashman en este proyecto porque era un letrista brillante que desapareció en su mejor momento. Pero también soy un gran fan de Alan porque he visto 'La pequeña tienda de los horrores' y 'La Sirenita' y me encanta 'La Bella y la Bestia.’"

Los realizadores sienten el mayor de los respetos por la banda sonora de la película y sus inolvidables canciones, como el estimulante número de apertura "Bella", el delicioso dúo "Something There", la encantadora balada "Beauty and the Beast" y la exultante "Be Our Guest", cada una de ellas con una preciosa y evocadora melodía de Menken y las sofisticadas letras de Ashman.

"Me encanta que la música tenga ese feeling clásico y teatral que también es muy moderno", dice Emma Watson. "Tiene ese tono perfecto que no es ni pop ni música de teatro... está a medio camino, es suave y absolutamente mágico".

Luke Evans está de acuerdo y afirma: "Vengo del mundo del teatro musical así que me apasiona contar una historia con música y letra, y lo que estos genios hicieron en 1991 fue contar una historia que era muy, muy antigua y hacerla atractiva para todo el mundo. Ha dejado una impresión duradera en muchas generaciones de espectadores".

Las nuevas canciones escritas por Menken y Rice cuentan nuevas partes de la historia, la llevan a nuevas direcciones y encajan perfectamente en la trama de "La Bella y la Bestia". Además, algunas de las letras originales de Howard Ashman de las canciones "Gaston" y "Beauty and the Beast" que no se utilizaron en la película de animación se han vuelto a añadir a la película.

La música de la película de animación es perfecta tal y como es, así que nunca pensamos en cortar esos números musicales para la adaptación de acción real. La música para la producción de Broadway es igual de brillante, y aunque a Condon le hubiera gustado incorporar algunas de esas canciones a esta película, lo cierto es que se escribieron expresamente para el teatro y se ajustan al formato teatral, no al cinematográfico.

"Hay una balada maravillosa de la Bestia, 'If I Can't Love Her', que se ha convertido icónico por derecho propio, pero es un número de apertura del primer acto", dice Condon. Y añade: "Y como queríamos ampliar las tramas del Príncipe/Bestia y de Bella, se hizo evidente que había tres puntos importantes en los que necesitábamos nuevas canciones".

Una de las nuevas canciones es una balada interpretada por Dan Stevens como la Bestia titulada "For Evermore", que canta después de liberar a Bella del castillo para devolverla a su padre, a pesar de que se le rompe el corazón. "Dan ha recorrido un largo camino y se ha convertido en un cantante maravilloso", dice Menken. "Tiene una voz de barítono increíble y deja a todo el mundo boquiabierto".

"Days in the Sun" es una canción conmovedora interpretada por los personajes del castillo mientras se preparan para ir a la cama y rememoran los viejos tiempos. "Es una canción sobre la nostalgia en la que todos echan de menos algo o a alguien a quien quieren profundamente y es un sentimiento que les provoca un inmenso dolor", dice Watson. "Es un recorrido por los diferentes personajes del castillo y te permite escuchar sus pensamientos internos en ese momento determinado".

Stevens añade: "La canción tiene un aire clásico y experimentas un profundo sentimiento de nostalgia. Trabajar con Alan ha sido toda una experiencia y es un placer poder disponer de un material tan maravilloso".

"Our Song Lives On" es una preciosa balada que nos dice que debemos aferrarnos a los momentos maravillosos de la vida y que canta Maurice (Kevin Kline) mientras diseña una caja de música. La caja de música representa la infancia perfecta que su hija nunca tuvo y le da al público una pista sobre el pasado desconocido de Bella. "Aporta a la historia una nueva cadencia emocional, y estoy seguro de que sonará sincero a todos los que aman esta historia", dice Condon. "Tiene las mismas maravillosas cualidades musicales que el resto de las canciones. Estoy convencido que esta canción está a la altura de las originales en el sentido de que no puedes quitártela de la cabeza".

La melodía aparece en numerosas ocasiones a lo largo de la banda sonora. Comienza con un solo de Maurice y le sigue una repetición de Bella (Watson) en un momento posterior de la historia y de nuevo en los créditos finales.

En opinión de Condon y Menken, Watson entona esta canción con una gran fuerza interior. Su frustración por sentirse atrapada, sus ganas de salir y experimentar todo lo que ofrece la vida es una historia en sí misma. Entiende tan bien al personaje y había ensayado todas sus escenas antes de pre-grabar las voces, que suena completamente natural.

Por Emma Thompson, cantar "Beauty and the Beast" fue una experiencia increíble, pero también abrumadora. "Era muy difícil competir con Angela Lansbury", dice la actriz. Y añade: "Yo no canto tan bien como ella. Tiene una voz tan icónica. Sólo espero haber dado una versión muy humana y sincera de la canción para las nuevas generaciones".

Y continúa diciendo: "Alan Menken es sencillamente extraordinario. Sus canciones van derecho al corazón. Las escuchas una y otra vez y nunca te cansas de ellas".

El productor David Hoberman dice: "Cuando estábamos rodando esa escena y la sonó la melodía de 'Beauty and the Beast' en el plató como música de fondo, recuerdo que pensé que estábamos rodando la escena romántica más hermosa del cine. Los movimientos de cámara que hizo Tobias, el decorado del set, la coreografía... todo encajaba a la perfección en ese salón de baile".

Los actores siempre llevaban un micro, incluso cuando cantaban con playback. Los personajes humanos grabaron sus voces y los diálogos previos a los números musicales antes del rodaje. Los personajes encantados se pregrabaron y sus grabaciones se utilizaron con una pista que sirvió de guía durante el rodaje. Luego, en posproducción, una vez que se completaron los efectos visuales, grabaron sus pistas para que encajaran con la exuberancia que se muestra en pantalla.


Sé nuestro invitado
La adaptación de acción real del clásico animado de Disney "La Bella y la Bestia" es un impresionante espectáculo cinematográfico que rinde homenaje a uno de los cuentos más queridos e intemporales jamás contados, y que lleva siglos emocionando a los lectores. Ahora, gracias al arte y a la imaginación del director/co-guionista Bill Condon y a un brillante equipo creativo, el público de todas las edades volverá a caer rendido ante esta historia de aventuras, pasión y romance.

Condon afirma: "La maravillosa película de animación de 1991 es un clásico de la animación, pero si quieres profundizar un poco más en la historia, en las canciones y en las emociones, tienes que ver lo que ofrece esta película de acción real: una profundización en las emociones de los personajes".

"Es raro que durante un rodaje todo el mundo esté contento en el set. En esta película, todos los días había cientos de personas en el set y todos estaban felices de estar allí", dice Ian McKellen. "Muchos llevaban trabajando desde el amanecer, pero nunca oí quejarse a nadie, ya fuera técnico o actor, y eso habla muy bien de la película".

"Me siento muy afortunado por haber tenido la oportunidad de trabajar con este material", dice Condon. "Hay algo tremendamente mágico en esta historia y sobre todo en su música, compuesta hace más de 25 años. Y creo que es lo que sigue atrayendo a la gente y lo que la convierte en una experiencia tan especial".