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  Piratas del Caribe: La venganza de Salazar  (Pirates of the Caribbean: Dead men tell no tales)
  Dirigida por Espen Sandberg, Joachim Rønning
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Nueva aventura de un desafortunado Capitán Jack Sparrow, quien se encuentra con fantasmagóricos piratas liderados por su antigua némesis, el aterrador Capitán Salazar (Javier Bardem) que se escapan del Triángulo del Diablo decididos a matar a todos los piratas que surcan los mares... incluido él. La única esperanza de sobrevivir del Capitán Jack reside en la búsqueda del legendario Tridente de Poseidón, un poderoso artilugio que permite controlar los mares a quién lo posea.


Descripción de personajes

CAPITÁN JACK SPARROW (Johnny Depp)
Este bucanero con rastas, profusamente engalanado con todo tipo de anillos y pulseras hace gala de una dudosa moralidad y de una más que dudosa higiene personal. Puede ser el mejor o el peor pirata de la historia, dependiendo de a quien se le pregunte. La amada Perla Negra del Capitán Jack sigue encerrada en una botella y su racha de mala suerte continúa. Pero está a punto de enfrentarse a situaciones aún más penosas que le llevarán a recurrir a sus considerables artimañas para sobrevivir ya que le persigue su enemigo más mortal, el fantasmal Capitán Salazar.

CAPITÁN SALAZAR (Javier Bardem)
Al temible Capitán Salazar, al timón de su barco, el temido Silent Mary, se le conoce por "El Matarife del Mar". Con su aterradora tripulación de muertos vivientes, Salazar se deshace de los piratas del Caribe con una ferocidad demoníaca, no sólo por su lealtad a la Corona española, sino también por su particular venganza contra un pirata muy especial. Pero siempre deja un hombre vivo que pueda contar sus terroríficas aventuras.

HENRY (Brenton Thwaites)
Henry es un marinero joven y atractivo de la Marina Real que surca los mares buscando desesperadamente el Tridente de Poseidón, el único objeto que puede liberar a su padre de una maldición eterna.

CARINA SMYTH (Kaya Scodelario)
Carina es una joven matemática y astrónoma. Es brillante y decidida y su inteligencia y carácter van a la par de su belleza. En lugar de espadas o dagas, su "arma" es el Diario de Galileo, que le dejó un padre que nunca conoció. Es una guía de las estrellas que puede convertirse en un vehículo al mayor tesoro jamás conocido... el que encierra el poder de los mares.

GIBBS (Kevin R. McNally)
El segundo de a bordo del Capitán Jack Sparrow es el siempre fiel Mr. Gibbs... excepto cuando no lo es... Pero aun así siempre se puede contar con él para una buena pelea (sobre todo cuando puede sacar provecho) o para saber dónde está el ron.

SHANSA (Golshifteh Farahani)
Shansa es una bruja del mar misteriosa y poderosa. Está dotada de extrañas habilidades y suelen invocarla piratas y marineros por igual para ayudar a cambiar el rumbo de sus enemigos.

SCARFLIED (David Wenham)
Scarfield es la personificación de un sargento militar. Es implacable a la hora de aplicar las órdenes. Lo hace al pie de la letra... sobre todo cuando significa ejecutar a sus enemigos.

SCRUM (Stephen Graham)
Si el cerebro fuera la verdadera medida de un hombre, Scrum sería aún más pequeño de lo que ya es. Scrum no es el más rápido en desenvainar la espada, pero lo compensa con su talento innato para la música y con su zalamería.

CAPITÁN HECTOR BARBOSSA (Geoffrey Rush)
A diferencia de su colega el Capitán Jack Sparrow, el Capitán Barbossa disfruta de las riquezas de un floreciente imperio dedicado a la piratería ya que ha adquirido La Venganza de la Reina Ana y una poderosa espada del derrotado Barbanegra. El sagaz Barbossa, un maestro de las apuestas y los negocios, así como un poderoso espadachín, se ve inmerso en una peligrosa alianza para buscar el Tridente de Poseidón.


Curiosidades
- El joven actor Brenton Thwaites, que interpreta a Henry en "Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar", era fan de la saga de películas desde pequeño cuando iba al colegio en Queensland, Australia. Así que se volvió loco de alegría al descubrir que no sólo le habían dado el papel del joven protagonista de la película, sino que además casi todo el rodaje sería en... ¡Queensland, Australia!

- En las cuatro películas anteriores de "Piratas del Caribe", el reparto y el equipo habían sufrido condiciones meteorológicas extremas en los rodajes por todo el mundo. Así que, para seguir la tradición, el rodaje en Gold Coast, Queensland, Australia, tuvo que hacer frente a las lluvias más torrenciales en 61 años por culpa de un ciclón llamado Marcia.

- Aunque suene extraño, Joachim Rønning y Espen Sandberg no son los primeros noruegos que dirigen una película de piratas para Walt Disney Studios. En 1991, el estudio estrenó otra película de piratas provenientes de ese país titulada "Náufragos", dirigida por Nils Gaup.

- Nigel Phelps diseñó el plató que reproduce con todo lujo de detalles la ciudad de St. Martin. Su ejecución estuvo a cargo del director de supervisión de arte Ian Gracie y del coordinador de construcción Bernie Childs y se encuentra en cinco acres de terreno verde del barrio de Hinterlands en Maudsland. Es una versión artística de un pueblo colonial británico en el Caribe. Aunque la mayoría de las estructuras eran sólo fachadas, al menos dos, la de Grimes Tavern y Swift's Chart House tenían tres dimensiones. El departamento de decorados de Beverley Dunn realizó un trabajo espectacular dotando al conjunto de un ambiente maravilloso. Algunos edificios se diseñaron para que pudieran trasladarse en su totalidad a diferentes partes del pueblo y que el pueblo pareciera de mayor tamaño.

- Cada tienda del set de St. Martin tenía algunos productos expuestos en el exterior, ya fueran pulpos y calamares secos (que eran de verdad y que apestaron durante varios meses), redes, cestas, artículos de alfarería y alimentos.

- Para la secuencia del atraco a un banco, se construyó un banco del siglo XVIII alrededor de un tractor mecanizado llamado Manitou. El conductor del Manitou podía ver a través de un falso frontal de plexiglás, pero nadie podía ver en su interior. De esa forma se logró que pareciera que había cuatro paredes.

- La diseñadora de vestuario Penny Rose y su equipo convirtieron un plató entero de 1.858 m2 de Village Roadshow Studios en Gold Coast, Queensland, Australia en un almacén repleto de 2.000 trajes, sombreros, zapatos y accesorios, todo meticulosamente clasificado por nombres de personajes, tipos, géneros y siglos.

- Para envejecer adecuadamente el vestuario, Penny Rose y su equipo utilizaron diversas técnicas innovadoras, como por ejemplo introducir las prendas en una mezcladora de cemento repleta de guijarros, utilizar ralladores de queso para gastarlos, y en algunas ocasiones, llegaron a aplicar sopletes a los materiales.

- El denominado "escenario de los barcos" en Helensvale, Queensland, Australia acogió once barcos que se construyeron en bases móviles informatizadas. Algunos curiosos pudieron vislumbrar uno o dos mástiles sobresaliendo de 100 containers apilados unos encima de otros como ladrillos. Uno de los periódicos locales se aventuró a decir que los containers estaban apilados para ocultar el rodaje de alto secreto de las miradas indiscretas. De hecho, los contenedores formaban el marco de una fantástica tecnología llamada Aircover Inflatables, unas enormes pantallas azules inflables que el supervisor de efectos visuales Gary Brozenich y su equipo sustituyeron posteriormente por cielo y oleaje. Los cuatro inventores de esta tecnología fueron galardonados con un premio especial Technical Achievement en los Oscar® de 2016.

- En el escenario de los barcos, la producción empleó al menos 27 "knucklebooms" (grúas tipo jirafa para elevar, cargar y manipular). También se colocó una rejilla de iluminación de 45 metros por encima de los barcos para lograr un ambiente de luz de día y sobre todo de noche. Todos los días había en funcionamiento tres Technocranes con cinco cámaras montadas sobre ellas. En total, el escenario de los barcos contó con 30-40 elementos de equipo pesado.

- El diseñador de producción Nigel Phelps llamaba al barco de Salazar "portero de discoteca magullado". Él es el arquitecto de este barco que es nada menos que un castillo español flotante, con sus torres y una fortaleza en su parte posterior, con cañones que giran en cubierta y estatuas de caballeros medievales embutidos en armaduras que adornan cubiertas y exteriores. A babor, unas cabezas doradas de diablos con dos cuernos engalanan las troneras como guardianes siniestros, para intimidar aún más al enemigo de los piratas o para recordar el oscuro corazón de su capitán. En la cubierta hay grandes barriles de madera que no almacenan agua o vino para la tripulación, sino que sirven de aterradora prisión.

- A pesar de que el barco del Capitán Salazar está destinado a ser una creación imaginaria y no cumple de forma estricta con los cánones de la náutica, Phelps se basó en diseños históricos para elaborar el águila de dos cabezas de la enorme vela; además, los cañones de cubierta llevan el Sello Real español y están decorados con dos delfines cada uno, un motivo habitual en los cañones franceses y españoles del siglo XVIII.

- Cuando caía la noche en Helensvale, algunos canguros surgían del campo de hierba que había en la parte trasera y donde estaba instalada la enorme carpa del catering. Se dedicaban a examinar con curiosidad las extrañas idas y venidas que se producían en su vecindario.

- Debido al complicado maquillaje que llevaba el hechizado Capitán Salazar, el actor Javier Bardem tuvo que soportar todos los días dos o tres horas en la silla de maquillaje. Pero cuando la hermosa Golshifteh Farahani se transformaba en la misteriosa bruja del mar Shansa, ¡se necesitaban nada menos que cuatro o cinco horas de maquillaje!

- Peter Swords King, el diseñador jefe del departamento de peluquería, creó más de 1.000 pelucas para la película, y en los días más cruciales se ocupaba de 700 extras y 30 actores principales, con la ayuda de un equipo de 22 personas y otras 70 en una enorme carpa en la que atendían a personas que forman los fondos, a especialistas y a combatientes. La instalación se denominaba con humor, "la fábrica de salchichas”.

- El cabrestante de la Perla Negra es el mismo que se ve en las encarnaciones anteriores del navío de la primera, segunda y tercera películas, ¡un verdadero superviviente salado de los mares! (Para los marineros de agua dulce, el cabrestante es un mecanismo que gira de forma que la cuerda o el cable puedan enrollarse a su alrededor y mover o levantar objetos pesados como el ancla de un barco).

- ¡En la secuencia de guillotina de la Plaza de las Ejecuciones, las dos cabezas que se desprenden de los cuerpos de sus antiguos dueños se esculpieron basándose en los directores Joachim Rønning y Espen Sandberg!

- En Hastings Point, al otro lado de la frontera de Queensland en Nueva Gales del Sur, el día de rodaje empezaba con maravillosos bailes de bienvenida para el reparto y el equipo. Los interpretaban los miembros del clan Goobjingburra del pueblo Bundjalung, que llevan miles de años cuidando de esas tierras.

- La estruendosa secuencia de la "boda de penalti" que se rodó en Hastings Point se convirtió en un verdadero asunto de familia para Stephen Graham (Scrum) ya que los realizadores pidieron a su mujer Hannah Walters, una consumada actriz, que encarnara a Beatrice Kelly, la futura y nada recatada novia del Capitán Jack. Alfie y Grace, los encantadores y simpáticos hijos de Graham y Walters, interpretaron a los niños de Beatrice. ¡Y los excelentes departamentos de peluquería y maquillaje se encargaron de que el clan Graham/Walters pareciera lo menos atractivo posible!

- Para el ganador del Oscar® Javier Bardem, asumir el papel del Capitán Salazar fue casi un asunto de familia. Penélope Cruz, la mujer de Bardem, protagonizó la anterior película de "Piratas", "En mareas misteriosas", y Bardem solía visitar a menudo aquel plató.

- El último día de rodaje de Javier Bardem, él y los marineros fantasmas del Capitán Salazar organizaron un flash mob de "Macarena" en el set de la Tumba de Poseidón situado en el Plató 8 de Village Roadshow Studios. Fue una forma muy divertida de celebrar sus meses de trabajo en la película.

- El actor español Juan Carlos Vellido es el único intérprete que ha representado a dos personajes diferentes en dos películas de "Piratas del Caribe". Fue un Capitán de Navío español en "En mareas misteriosas", y en "La Venganza de Salazar" encarna a Lesaro, el leal Teniente del Capitán Salazar.

- El 27 de mayo de 2015 el equipo australiano se dividió radicalmente en dos bandos: unos apoyaban a los Queensland Maroons y otros a los New South Wales Blues en el histórico partido de rugby que se disputó esa noche. Llevaban los colores de sus equipos en forma de chapas, cintas, bufandas y sombreros de todo tipo y se lanzaron algunas amenazas más o menos veladas. El partido se proyectó en una pantalla gigante instalada en el tanque exterior de Village Roadshow Studios. No se registraron puñetazos o disturbios cuando los Maroons ganaron el partido por un solo punto.

- Se hicieron 88 versiones del preciado diario de Carina Smyth antes de elegir el que se utilizó en la película. Las cubiertas están encuadernadas en piel y el envejecimiento de las páginas se realizó siguiendo un interesante método... ¡rociándolo de café!

- La botella de ron Hero del Capitán Jack Sparrow es una pieza auténtica inglesa del siglo XVIII. Además, una señora de 70 años de Brisbane realizó a mano varias sombrillas de la película. Es una de las últimas personas en todo el mundo que elabora este tipo de productos artesanos.

- El traje de la bruja del mar Shansa que lleva Golshifteh Farahani necesitó para su elaboración 15 horas diarias durante una semana y el trabajo de 42 personas.

- El día del "gag" de la guillotina giratoria de la secuencia de la Plaza de las Ejecuciones, cayeron varios centímetros de lluvia en el set de St. Martin. Para mantener el suelo seco durante el rodaje, el equipo tuvo que colocar varias toneladas de arena.

- Cuando la producción de "La Venganza de Salazar" rodó en la espesa selva de Tamborine Mountain, tuvieron que ponerse cascos para protegerse la cabeza de los pesadísimos frutos negros que caen de los árboles centenarios. Los miembros del equipo australiano les tomaron el pelo a sus colegas norteamericanos y de otros países diciéndoles que eran "drop bears". Se trata de un bulo del folclore australiano que representa una versión depredadora y carnívora del koala que supuestamente se deja caer sobre las cabezas de víctimas inocentes desde las copas de los árboles.

- Para la gigantesca operación logística del rodaje en las Islas Whitsunday se necesitaron 60 camiones que recorrieron 1.400 kilómetros desde la base de la producción en Gold Coast. Después de 40 minutos en coche y un viaje en barcaza desde el continente hasta la Isla de Hamilton, una de las localizaciones, y otra hora y media de viaje en barcaza a otras islas en las que se rodó también la película.

- Cuando la producción de "La Venganza de Salazar" rodó en Whitehaven Beach en las Islas Whitsunday, las extrañas condiciones del tiempo y las mareas dieron lugar a una situación en la que los actores y el equipo por igual desembarcaron desde las lanchas como si se tratara de una invasión militar. Todos avanzaban con el agua hasta la cintura, el pecho o la cabeza, dependiendo de su altura y vestidos con ropa de calle. ¡No esperaban tener que ir nadando a trabajar!

- Justo después de la finalización de los 93 días de rodaje en Australia, un sistema de tormentas se instaló sobre las Islas Whitsunday, la última localización del rodaje. Esta circunstancia obligó a la cancelación de todos los vuelos desde la pequeña pista de aterrizaje de la isla de Hamilton. Más de 200 miembros del reparto y del equipo tuvieron que viajar en ferry por las turbulentas aguas del Whitsunday Passage hasta el continente australiano, conducir más de dos horas hasta la ciudad de Mackay y luego viajar en avión hasta sus lugares de procedencia.


¡Tierra Ho!
Sin embargo, para algunos, la historia no terminó allí ya que Bruckheimer, Rønning y Sandberg -junto con la mayoría de las estrellas, un número considerable de artistas detrás de las cámaras y un grupo de recién llegados a la producción- se reunieron durante tres semanas en un gigantesco edificio de metal corrugado de 4.645 metros cuadrados en North Vancouver, Columbia Británica, Canadá, para terminar el rodaje de la película. El edificio es ahora un plató pero en sus orígenes fue una instalación de los astilleros de Seaspan. Así que en cierto sentido recuperó su finalidad primigenia con el rodaje de "La Venganza de Salazar".

En esta enorme estructura, un equipo local se incorporó al resto de los miembros de la película para crear una memorable epopeya de "Piratas del Caribe". No sólo se unieron a ellos el personal creativo clave del rodaje australiano, también lo hicieron otros artistas detrás de las cámaras que no habían viajado al país austral pero que habían aportado su talento a las anteriores películas de "Piratas", como es el caso del supervisor de dirección de arte John Dexter.

Dexter, que desempeñó el mismo trabajo en la primera y segunda entrega de "Piratas del Caribe", supervisó la reconstrucción de casi toda la cubierta principal de la "Perla Negra", y de grandes piezas tanto de las versiones pre y post fantasmas del "Silent Mary" y la mitad de la cubierta del "Flying Dutchman". 200 carpinteros y pintores no sólo construyeron esas naves para la fase adicional de rodaje, sino otros 20 sets más, con lo que ocuparon casi la totalidad de la superficie del hangar. Justo en el exterior del plató, la producción erigió un tanque de 18 metros para el rodaje de las secuencias en el agua.

Johnny Depp, Geoffrey Rush, Javier Bardem, Kaya Scodelario, Brenton Thwaites, Orlando Bloom, Kevin McNally y otros miembros del reparto pudieron disfrutar de los magníficos alrededores de Vancouver en sus días libres, pero hubo un recién llegado muy famoso que se unió a la película en el Great White North. Para dar vida al Tío Jack, un viejo bucanero que espera filosóficamente su destino en la prisión de St. Martin, pariente del Capitán Jack y al que debe su nombre, los realizadores contaron con un músico y compositor bastante conocido que responde al nombre de Sir Paul McCartney.

El legendario Beatle sigue siendo una de las figuras más brillantes, creativas y emblemáticas de la música contemporánea. Se había hecho amigo de Johnny Depp, que también es músico, a través de su hija, la diseñadora de moda Stella McCartney. Depp apareció en el vídeo musical "My Valentine" de McCartney y también es un invitado frecuente a la casa de McCartney.

Aunque Depp se inventó la idea de que el gran músico hiciera una aparición especial en "La Venganza de Salazar", debido a su apretada agenda, McCartney no pudo viajar a Australia pero encontró unos días libres para estar en el rodaje de Vancouver. "Conozco a Johnny hace tiempo, y siempre lo he admirado como Jack Sparrow", dijo McCartney durante una pausa del rodaje, irreconocible en su traje de pirata diseñado por Penny Rose y con un maquillaje muy cargado. "Johnny me dijo: 'Me encantaría que estuvieras en el siguiente', y yo le dije, '¿Quién, yo? ¿Un pirata? Él dijo, "sí, seguro que puedes hacerlo, nos divertiremos muchísimo'".

El guionista Jeff Nathanson creó expresamente una escena para Depp y McCartney, a la que el dúo dio su toque particular.

"Por alguna razón", dice McCartney, "empecé a hablarle a Johnny de mis parientes de Liverpool, sobre todo de mi tío Jack, que tenía una voz fuerte y grave y que era el chistoso de la familia. Solía darnos a los niños media corona así que le queríamos muchísimo. Johnny me dijo: '¡Pues podrías hacer de Tío Jack!' Así que anoche, antes de rodar, Johnny y yo tuvimos una pequeña reunión, con algo de picar y vino y nos inventamos la escena. A Johnny se le ocurrieron un montón de ideas, yo les di forma y aquí estamos".

"Contar con algunos de los mejores artistas del rock and roll de todos los tiempos se está convirtiendo en una tradición de 'Piratas del Caribe'", dice Jerry Bruckheimer, "y es lógico, porque en cierto sentido, los piratas eran las estrellas de rock rebeldes de su tiempo. Tuvimos la suerte de contar con Keith Richards haciendo de Capitán Teague en la tercera y cuarta entregas, así que nada mejor que el miembro más importante de The Beatles en la quinta. Nos entusiasmó la idea de que Paul rodara un día con Johnny y lo cierto es que se lo pasó de muerte con su traje y su maquillaje de Tío Jack".

Depp y McCartney disfrutaron muchísimo de ese día juntos tanto delante como detrás de la cámara. Todo el equipo se quedó sin habla cuando McCartney, cuya voz casi no ha cambiado 50 años después del nacimiento de los Beatles, empezó la escena entonando la canción del viejo marinero de Liverpool "Maggie Mae" (que los Beatles grabaron en su álbum "Let It Be"). La escena con Depp y McCartney, humorística a la vez que emotiva, deleitó a todos los observadores y puso de manifiesto la extraordinaria química que existe entre los dos amigos.

Para Depp, escuchar la voz de McCartney en el plató fue una experiencia surrealista. "He tenido mucha suerte de haber conocido, trabajado y pasado tiempo con algunas de las personas más interesantes del mundo, y lo mejor de todo es que son muy buena gente", dice Depp. "Es un gran regalo que Paul haya venido a hacer esto por mí. Nunca ha salido en una película en la que no fuera Paul McCartney. Nunca ha interpretado otro personaje.

"Los momentos que he pasado con Paul, al igual que los que pasé con Keith, permanecerán para siempre en mi memoria. Con los Beatles, Paul cambió el mundo. Cambió la cultura. Y sigue cantando fantásticamente bien. Es una verdadera inspiración. Es un gran hombre y siempre estaré en deuda con él", concluye el actor.


Ropa de piratas para todos
Para la extraordinaria Penny Rose ésta iba a ser su quinta película de "Piratas del Caribe". Con su inquebrantable atención a los detalles de época, creó miles de trajes para cada personaje que aparecía en pantalla independientemente de que su papel fuera grande o pequeño.

Además de su equipo principal encabezado por su socio John Norster y la co-diseñadora de vestuario Melody Koerber, que había trabajado con ella en muchas películas, incluyendo las anteriores aventuras de "Piratas", Rose incorporó a 30 sastres australianos a su departamento, en su mayoría provenientes del mundo de la ópera y el teatro, respaldados por un verdadero ejército de sastres, artistas textiles, artesanos, cortadores, tintoreros, costureras y asistentes.

Rose y compañía se hicieron cargo de un set de 1400-2000 metros cuadrados en los Village Roadshow Studios, que también sirvió como almacén para los más de 2000 trajes, sombreros, zapatos y accesorios meticulosamente organizados por nombres de personajes, tipos, géneros y edades.

Con el rodaje de la escena de St. Martin, la diseñadora de vestuario empezó a lo grande en "La Venganza de Salazar". Su atención infinita a cada detalle, no sólo en los protagonistas, sino también en los 500 extras que poblaron la escena, sirvió para que todos recordaran por qué Jerry Bruckheimer siempre la había elegido no sólo para encargarse del vestuario de todas las películas de "Piratas del Caribe", sino también del resto de sus producciones.

En "La Venganza de Salazar", como en las otras películas, Rose se encargó de crear trajes para el reparto. Pero su vestuario no sólo sirve como complemento para los actores, también para identificar inmediatamente las facetas de sus personajes. Pero hay que decir que el Capitán Jack Sparrow no lleva adornos muy diferentes a los de sus películas anteriores. "El Capitán Jack no cambia de ropa", insiste Rose. "Pero en cada película, a Johnny y a mí se nos ocurren cosas nuevas. Y esta vez es una hebilla muy grande con forma de calavera y un cinturón de piel de serpiente que viene a añadirse a sus otros dos cinturones. No pudimos encontrar la tela del abrigo del Capitán Jack, así que tuvimos que tejerlo, y eso nos llevó mucho tiempo".

Después de trabajar juntos en las cuatro películas anteriores de "Piratas del Caribe" así como en "El llanero solitario", Penny Rose y Johnny Depp se comunican casi sin hablar. "Sabe inmediatamente lo que funciona y lo que no", observa Rose, "sé lo que le gusta, así que no perdemos el tiempo. Tiene un sentido muy particular del estilo. En su vida privada, Johnny es boho-chic, y entiende lo que el personaje necesita".

Los grandes anillos y las baratijas del Capitán Jack que adornan sus dedos, la ropa, las rastas y el pañuelo bandana son fruto de la colaboración entre Penny Rose y el departamento de atrezzo. "A veces Johnny me trae un nuevo anillo que le gusta y lo reproducimos en plástico", explica Rose. "No creo que podamos colocarle más cosas", dice riendo. "Estoy seguro de que Johnny lo intentará, pero por ahora ya lleva bastantes accesorios". Sin embargo, en "La Venganza de Salazar" vemos un rubí incrustado en uno de los dientes del bueno del Capitán.

En esta película el look de Depp cuenta con algunas novedades: "Jack tiene un par de tatuajes nuevos, y uno dice J, A, K, C. Está claro que el artista de tatuaje cometió un error y escribió mal su nombre, o puede que Jack no supiera deletrear su propio nombre. Pero hay otro que dice J, A, C, K. Esta vez está bien escrito".

Rose diseñó el traje militar de Javier Bardem como Capitán Salazar, que se ve tanto en una versión resplandeciente y prístina antes de la maldición como en la versión fantasmal, totalmente destrozado. Y antes de hacerlo, Rose se reunió con el actor en una habitación de hotel de Madrid donde tuvieron una conversación creativa que ella denomina "proceso orgánico". "Javier es un actor fantástico y, al igual que Johnny, sabe qué funciona y qué no. Así que es un verdadero placer trabajar con un actor tan grande". El traje pre-fantasma es "largo y majestuoso, con muchos galones". Para la versión maldita y los de su tripulación fantasma, Rose trabajó estrechamente con Gary Brozenich y su departamento de efectos visuales, que los realzó con una apariencia fluida y sobrenatural. "Hicimos muchas pruebas", dice, "y después fabricamos 200 uniformes en Polonia, 100 de los cuales estaban limpios, y otros 100 fantasmagóricamente sucios".

Al referirse al vestuario de la película, Bardem dice: "Penny Rose es una leyenda. Es un genio. Y en este caso, la calidad y la cantidad de los detalles del vestuario también son fantásticas. Te subes a un barco pirata y ves a toda esa gente vestida de piratas. Si los ves de cerca aprecias detalles que ni siquiera se pueden ver en la pantalla. Y eso hace volar tu imaginación. Es asombroso el trabajo que han hecho todos estos profesionales para que todo parezca tan real".

Y añade: "La primera vez que vi mi traje, me quedé alucinado con el aspecto del Capitán Salazar. Me gusta cómo se viste porque corresponde exactamente a quien es. Es como si siempre estuviera proclamándose rey, esa es la imagen que tiene que dar".

Un personaje que ha pasado a otro nivel, como lo demuestra su opulento traje, es el capitán Héctor Barbossa. "Ha tenido muy buena suerte con su flota de barcos y sus piratas", explica Rose, "y se ha hecho muy rico. Ahora es el pirata nuevo rico. Hice una ilustración y se la envié a Geoffrey. La aprobó y dijo que era un cruce entre Vivienne Westwood y Galliano. Esto a su vez dio lugar a una pata de palo nueva y más elaborada. Así que es un nuevo Barbossa. Geoffrey es un magnífico actor que sabe captar la esencia de lo que haces, y para este papel, quería que su aspecto se inscribiese en el 'más es más'. Nada de 'menos es más'. Así que a pesar de que había hecho un abrigo increíblemente elaborado y bordado, seguí añadiendo galones, botones y adornos. Trabajé estrechamente con Peter King, nuestro diseñador de peluquería y maquillaje, y las pelucas de Barbossa son enormes. Geoffrey las lleva maravillosamente bien".

Al hablar del nuevo traje de Barbossa, Rush dice: "Me gusta pensar que se parece a un magnate europeo, con la camisa abierta y muchos brillos... Como en Las Vegas, donde hay mucho dinero pero poco estilo. En esta película, el personaje de Barbossa se ha hecho muy rico y le gusta la opulencia".

Rose vistió de forma más sencilla a los dos protagonistas más jóvenes, como exigían las circunstancias de sus personajes. "Carina Smyth está siempre huyendo y se mete en miles de problemas, así que su ropa no está en muy buen estado", dice Rose. "Kaya es una joven actriz muy madura, muy guapa y con buen tipo. Le encantaron todas las ideas que teníamos y supo aguantar estoicamente todas las horas de pruebas".

A Scodelario le gusta la sencillez de sus trajes y de su aspecto. "Penny Rose tenía una idea muy clara sobre Carina. Es un personaje que no le da demasiada importancia a lo que viste y no le importa que no sea la última moda", dice la actriz. "Es algo que no le preocupa demasiado. Pero eso no impide que sea muy femenina y que le guste la ropa de color, algo que a mí me encanta. Los colores que Penny eligió para su vestuario son tremendamente importantes".

"Mis trajes son sencillos, fáciles de llevar y adecuados para hacer escenas de acción y acrobacias. Así que le estoy muy agradecida a Penny porque me preocupaba tener que nadar con esa ropa. Pero todo está muy bien pensado", concluye Scodelario.

Penny Rose añade con tristeza: "Por desgracia, el guión dicta que todo lo que ella lleve tiene que estar sucio, lo que es muy deprimente para nosotros, ¡porque hicimos vestidos muy bonitos y luego tuvimos que destrozarlos!"

En cuanto al Henry Turner de Brenton Thwaites, Rose observa que "es un joven que ha crecido sin un padre y en su casa no tienen mucho dinero. Va vestido como un hombre normal de clase media. Muy diferente al traje que lleva Golshifteh Farahani como Shansa, que Rose describe con humor: "Parece estar hecho con piel de rata, una especie de traje de persona sin hogar del siglo XVIII".

Y por último, quedaba disfrazar a Sir Paul McCartney en su papel de Tío Jack del Capitán Jack para la escena rodada en Vancouver. "Me habían dicho que a Paul le gustaba disfrazarse", dice Rose, "y con esa idea en mente, decidí hacerle un verdadero disfraz. No tenía que parecer un pirata rock and roll, sino un pirata que es tu tío favorito y que tiene algo de dandy".

Rose diseñó para McCartney un traje y un sombrero apropiadamente deshilachados, de tono oscuro y también un pañuelo bandana para que quedara claro el parentesco entre el Tío Jack y el Capitán Jack. Así que no faltan los pendientes y los adornos, un bigote largo y una barba trenzada cortesía de los departamentos de peluquería y maquillaje. "Estoy muy orgullosa de haber elaborado el traje de Paul en el taller de Australia según las medidas que nos dio. Seis meses después cuando se rodó la escena en Vancouver, ¡el traje le sentaba como un guante!"


Música para contar un cuento
En esta película, Hans Zimmer entregó la batuta de la música de la película al excelente Geoff Zanelli. Zanelli no era ajeno a la serie "Piratas del Caribe", después de haber trabajado con Zimmer como parte de su equipo en las cuatro películas anteriores. Así que estaba más que preparado para afrontar el reto de incorporar los temas icónicos de Zimmer a la vez que añadía sus propios estilos musicales.

"Hans creó algunas de las películas más emblemáticas de las últimas décadas para las películas de 'Piratas del Caribe'", dice Jerry Bruckheimer, "y no había literalmente nadie mejor que él para componer la música. Geoff mezcla algunos de los grandes temas de Hans en su propia música original, y los resultados son frescos y fantásticos".

Para Zanelli, trabajar con Hans Zimmer fue una "preparación crucial" para trabajar en "La Venganza de Salazar". Comenta: "Hans y yo trabajamos mano a mano en las cuatro primeras películas y este trabajo supuso un punto de inflexión en mi carrera. Comprendí inmediatamente lo que era 'Piratas del Caribe' y por eso siempre desempeñé un papel importante, incluso cuando mi tarea consistía en ayudar a Hans".

Añade: "Mi amplia experiencia trabajando con Jerry Bruckheimer también fue crucial. Confiamos el uno en el otro por lo que encargarme de la música de la franquicia fue un paso natural. Es difícil estar a la altura de Hans, pero me sentí perfectamente preparado para hacer 'Piratas'". Al referirse a su enfoque del proyecto, Zanelli dice: "Siempre me he sentido cómodo en el mundo de la música pirata. Me vino naturalmente, quizás porque me crie con películas de fantasía y aventuras. Quería experimentar con nuevos sonidos, ser poco convencional e algo irreverente a la hora de componer la música. Gracias a mis éxitos anteriores con la música de 'Piratas del Caribe' tenía suficiente confianza en mí mismo para escribir mi propia partitura.

"El público reconocerá mi voz y la huella que ya he dejado en las primeras películas porque mi voz siempre ha estado ahí, incluso cuando trabajaba como miembro del equipo de Hans Zimmer", continúa diciendo Zanelli. "Además, conté con el apoyo de los realizadores. Todos queríamos ampliar el ya enorme cuerpo de la música de 'Piratas', y Joachim Rønning, Espen Sandberg y Jerry Bruckheimer estaban abiertos a escuchar mis nuevas ideas".

Zanelli reconoce que crear la música para Salazar supuso un reto gigantesco: "Por un lado, en todas las películas de 'Piratas' hay un malo muy malo, así que la música tiene que ser contundente y amenazadora. Pero por otro lado, al tratarse de Javier Bardem y de una interpretación tan brillante, tienes que darle una profundidad que no le darías a otro tipo de actor", dice Zanelli. "Por lo tanto, la música tiene que profundizar más, ser algo más que el típico 'Tema del malo'".

Y añade: "Conocemos los antecedentes de Salazar, que están vinculados al pasado de Jack y eso provoca todo tipo de encontronazos. Y la música tiene que reflejar esos conflictos. Así que escribí algo que reflejara lo que era Salazar, cómo se convirtió en lo que es ahora, por qué está lleno de rabia y cómo, al mismo tiempo, Jack se convirtió en Jack Sparrow. ¡Es una tarea difícil para una sola pieza musical! Tuve que dividirla en elementos más y más pequeños y reconstruirla en una gran pieza musical, asegurándome de que ninguno desentonase ya que todo podía venirse abajo si en sus cimientos no había buenas ideas".

Zanelli señala que el elemento más importante de la música que acompaña a la vida de los piratas es la actitud y la fuerza de las interpretaciones musicales. "No me da miedo tratar a la orquesta como si fuera una banda de rock, ser audaz y valiente con lo que escribo para ellos", explica Zanelli. "A los músicos también les encanta tocar así. Todos los que están en la sala llevan años refinando su musicalidad, pero cuando les dices: '¡tíralo todo por la ventana, desafina, atrévete!', empiezan a ocurrir grandes cosas. ¡Se vuelven rebeldes y eso es lo que define la vida de los piratas!"

En cuanto a la instrumentación en su partitura, Zanelli afirma que hay "un pequeño guiño a lo que la gente piensa que es música de piratas con banjos o acordeones, pero no quería componer una pieza de época". Y concluye: "Lo importante es que el público se identifique con la historia, pero en 2017, con algo que hable el lenguaje que hablan ellos. Cuando tocas el violonchelo con un amplificador de guitarra, ¡todo cambia!"


¡Nuestra vida es la de un pirata!
Cuando "Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar" se estrene el 26 de mayo, el público volverá a adentrarse en un mundo de vibrantes colores, aventuras y emoción, poblado por los piratas más estrafalarios que hayan surcado jamás los siete mares. Gracias a la visión de unos extraordinarios realizadores y a un reparto espectacular, la película promete ofrecer una aventura cinematográfica sin igual.

Johnny Depp insinúa: "Hay nuevos ángulos y sorpresas; las cosas son un poco más extrañas, un poco más oscuras. Y también hay otras súper divertidas. Así que tiene ese elemento de sorpresa que tanto gustó en la primera película".

Al referirse a lo que verá el público, Javier Bardem añade: "Creo que saben lo que quieren y eso es lo que les van a dar y se resume en alegría, diversión y entretenimiento de la máxima calidad. Y no sólo me refiero a los efectos visuales y especiales sino también a reencontrarse otra vez con Jack Sparrow y pasárselo en grande con él. Pero también hay nuevos personajes muy interesantes, una dimensión diferente a la que hemos visto hasta ahora en una de las mejores franquicias de todos los tiempos. 'La Venganza de Salazar' está viva y tiene su propio ritmo".

Geoffrey Rush explica por qué la popularidad de la franquicia de "Piratas del Caribe" sigue perdurando: "La película tiene una masa de fans muy consolidada. Es el mundo de fantasía de unos piratas del siglo XVIII. Pero los piratas tienen algo que nunca pasa de moda. En cierto sentido a la gente le gustaría ser un poco como Jack Sparrow. Él vive aventuras, acepta lo que le depara la vida, tiene altibajos y sobre todo, vive la vida que quiere y sabe muy bien quién es".

Como dice el director Joachim Rønning: "Queríamos hacer la mejor película de 'Piratas'. Queríamos hacer una película épica de acción, que fuera divertida y espectacular, pero que también tuviera un núcleo emocional muy fuerte y grandes personajes. Hemos invertido varios años de trabajo para empaparnos del espíritu de la primera película y también para conseguir que 'La Venganza de Salazar' fuera fresca y nueva. Ahora le toca al público decidir si lo hemos logrado".

"Cuando hicimos la primera película nunca hubiéramos creído que llegaríamos tan lejos. ¡Ni en nuestros mejores sueños!", comenta Jerry Bruckheimer. "Ha sido un privilegio, y no sólo se lo debemos a los grandes artistas y profesionales a ambos lados de la cámara que han trabajado en las películas de 'Piratas del Caribe', sino al público de todo el mundo que ha hecho de estas películas una parte de sus vidas.

"Nuestro único objetivo ha sido entretenerlos, transportarlos a un mundo diferente durante unas horas, pero lo que no sabíamos es que esta aventura duraría casi 15 años".

Bruckheimer añade con una risa: "¡Supongo que nuestra vida ha sido la de un pirata!".