Desde hace tres años, Lloyd Christmas (Eric Christian Olsen) ocupa el puesto de chico más estúpido del instituto. Pero eso cambiará repentinamente el primer día del último curso cuando conoce a su amigo del alma - Harry Dunne (Derek Richardson) - un adolescente igual de descerebrado que él que se adentrará por primera vez en el mundo real después de llevar diecisiete años en casa con su madre (Mimi Rogers) como maestra. Forman una pareja patética, de mucho corazón pero poco intelecto, y harán pronto buenas migas cuando Lloyd enseña a Harry a sobrevivir en el instituto.

Lloyd vive en el sótano del colegio con Ray (Luis Guzmán) - su padre adoptivo y conserje del colegio - y siente que por fin ha llegado su momento cuando él y Harry son seleccionados para ser los primeros alumnos de una nueva clase. Sin embargo, esta clase es en realidad la tapadera para un fraude que han montado el director Collins (Eugene Levy) y su novia la Srta. Heller (Cheri Oteri), la supervisora del comedor.

Con su nuevo estatus, Harry y Lloyd salen en busca de nuevos reclutas para su clase, lo cual llama la atención de Jessica Matthews (Rachel Nichols), la guapa reportera del periódico del instituto de la que Harry se enamorará instantáneamente. Cuando la Srta. Heller deja de dirigir la nueva clase Lloyd se encarga de la enseñanza y se desata el caos.
Mientras tanto, Jessica empieza a sospechar que no todo es lo que parece. Decidida a descubrir la verdad, solicita la ayuda de Harry y Lloyd, pero su perspectiva disparatada de la realidad tiene el efecto no deseado de mantener intacto el plan del director hasta que un acto supremo de estupidez en el desfile del Día de Acción de Gracias vuelve las tornas y transforma a Harry y Lloyd en... dos de los chicos más tontos que puedas conocer.