Fue escrita y dirigida por Cherien Dabis (Amreeka), y protagonizada por la propia Dabis, Alia Shawkat, Nadine Malouf, Ritu Singh Pande, Hiam Abbass y Bill Pullman. La película fue producida por Dabis, Alix Madigan-Yorkin y Christopher Tricarico.
Entrevista con Cherien Dabis
P: ¿Cuál fue tu inspiración para este guion?
R: Crecí pasando los veranos en Jordania con mi madre y mis hermanas. Nos quedábamos en casa de mis abuelos y dormíamos en colchones en el suelo. Estábamos apretados, no había privacidad y nuestras personalidades no podían ser más distintas. El calor sofocante nos mantenía en casa metidos, lo que daba igual, porque no teníamos donde ir de todos modos. Era una receta perfecta para el drama familiar.
Cuando tenía 17 años, mis padres se separaron, y la ruptura de la familia ha sido siempre una herida que he querido afrontar. Mi madre se mudó de nuevo a Jordania con el fin de estar más cerca de la familia, y me encontré pasando aún más tiempo allí. En el pequeño pueblo de Ohio, donde vivíamos la mayor parte del tiempo, yo era considerada árabe, pero en Jordania, me veían como americana. Era una paradoja interesante y una parte de mi identidad que quería explorar.
En el origen del conflicto narrativo de la película se halla el matrimonio entre gente de distintos orígenes culturales y religiosos. Cuéntanos ¿cuál es tu experiencia al respecto y que es lo que querías explorar?
Ciertamente he salido con gente que mi madre desaprobaba. El intento de reconciliar su desaprobación y prejuicios con mis propios valores y opciones personales, sin duda, era una lucha lo suficientemente grande como para inspirar un guion. Y, sin embargo, es mucho más que eso.
Lo que podría parecer ser simplemente un draconiano sistema de creencias de mi propia madre, es realmente un síntoma de un enorme problema cultural: el matrimonio intercultural e interreligioso no sólo están mal vistos en las sociedades de Oriente Medio, están prohibidos directamente. Lo he visto muchas veces de cerca y en mi propia familia a lo largo de los años. Un tío o un primo crea un escándalo de proporciones épicas en la familia porque se enamora de alguien de otra religión u origen étnico. Es un tema que se haya directamente en el corazón de un conflicto más grande que afecta al Oriente Medio, y por lo tanto, un tema que quería tratar.
P: ¿Cómo seleccionaste a los actores?
R: Había trabajado con Hiam Abbass y Alia Shawkat en mi primera película y fue una gran experiencia, así que quería trabajar con ellos de nuevo. Cuando empecé a escribir esta película, supe de inmediato que encajarían a la perfección.
He trabajado en estrecha colaboración con la directora de casting Cindy Tolan para encontrar los otros miembros del reparto. Encontramos a la actriz Nadine Malouf (YASMINE) en una audición en Nueva York. Ella era increíblemente natural y su energía era vibrante, despreocupada y divertida. Ella también tenía ritmo para la comedia.
Soy fan de Bill Pullman desde Mientras dormías. Y aunque pensaba que era el actor ideal para el papel, siendo realista, nunca pensé que iba a aceptar. Sobre todo, por el hecho de que éramos un equipo pequeño e independiente, y sabía que tendría que encontrar a alguien lo suficientemente aventurero para viajar al otro lado del mundo para rodar íntegramente en Jordania. Estaba emocionadísima cuando supe que quería hacerlo.
Hemos buscado durante más de un año una actriz estadounidense de origen árabe para interpretar a May y, al final, tuvimos un par de candidatas que estábamos considerando seriamente. Al mismo tiempo, un amigo mío me convenció para que hiciera la audición para la película. Rodamos una escena de la película y me lo empecé a pensar. Me daba vergüenza y no estaba convencida. Así que mi amigo envió mi cinta de la audición, junto con las audiciones de las otras actrices a un director de casting neutral; alguien que no sabía que yo era la directora. Esta persona observó las audiciones y escribió un párrafo muy franco sobre por qué yo era la mejor opción para el papel. Y el hombre por el que me convencieron, Hal Lehrman, se convirtió en mi maestro de actuación. Si no hubiera sido por él, no creo que hubiera tenido el coraje de intentarlo.
P: ¿Cuales fueron los retos de este proyecto?
R: Poniéndome en la perspectiva de actriz/directora por primera vez, estuve en una posición mucho más vulnerable de lo que había pensado. A menudo me encontraba luchando para administrar mis propias inseguridades. Afortunadamente, estaba preparada para ello. Yo había ensayado con Hal durante un año y medio, trabajando específicamente en el desarrollo de la habilidad necesaria para pasar de dirigir a la actuación y volver constantemente. Como se puede imaginar, cada uno requiere una mentalidad y un enfoque completamente diferentes. Dirigir requiere el control y la conciencia de lo que todo el mundo está diciendo y haciendo. Estás buscando la visión general y el punto de vista de todo el mundo y, sin embargo, tienes que traducirla en la acción reproducible para cada actor. Actuar, por el contrario, exige dejarte ir por completo, permitiéndote perder el control y tratar de olvidar lo que está a punto de suceder. La forma de hacerlo es sumergirse en los detalles de la experiencia de tu personaje en los eventos de la historia. Este continuo cambio de perspectiva crea un reto muy interesante.
P: Rodaste en Jordania. ¿Por qué elegiste rodar allí y cómo fue?
R: Mi madre es jordana, por lo que he pasado los últimos 30 años viajando a Jordania. He visto crecer el país y cambiar de manera notable lo que es impactante. Una de las maneras más sorprendentes en que ha cambiado es que se ha americanizado bastante. Hace veinte años no había nada medio americano en ninguna parte. Ahora puedes encontrar marcas americanas populares en el supermercado. Hay cadenas de comida rápida, centros comerciales y concesionarios de automóviles estadounidenses en cada esquina de las calles de Amman. La ciudad personifica la convergencia de mis dos identidades de una manera extrañamente familiar y a menudo hilarantemente contradictoria.
Teniendo en cuenta lo poco que la mayoría de la gente conoce y ve de Oriente Medio, elegimos para rodar Jordania, con el fin de mostrar este lado americanizado e inesperado del mundo árabe. Yo quería iluminar las contradicciones inherentes y entrañables dentro de una cultura tan conocida por su desprecio de la política exterior de Estados Unidos y a la vez la admiración por la cultura americana de KFC a JLo y a Piratas del Caribe. Y, aun así, Amman es una fuerte capital islámica. En ningún otro lugar en el mundo árabe se puede encontrar esta fusión americana y árabe.
Por supuesto, nos encontramos con todo tipo de problemas logísticos durante la producción. Jordania es un lugar bastante burocrático, y su ritmo no siempre estaba de acuerdo con la velocidad a la que nuestra producción necesitaba moverse. Siempre hubo retrasos en las aprobaciones y permisos, y el proceso de acceder a ellos era a menudo confuso y había que pagar. Además de eso, la industria cinematográfica de Jordania es relativamente nueva y necesita importar del país vecino, Líbano, muchos recursos. A medida que las fronteras con Siria fueron cerradas debido a la agitación política, tuvimos que limitar nuestro equipo, ya que tuvo que ser traído desde el Líbano, siendo más lento y costoso. Tuvimos que llevar a todo nuestro equipo y elenco principal y secundario en avión desde NuevaYork, Los Ángeles, París, Londres y Beirut.
Y luego estaban la intoxicación alimentaria y los golpes de calor. Estábamos filmando en pleno verano en Jordania, y en el lugar más bajo en la tierra, el Mar Muerto, ¡nada menos que a 45 grados!.
P: ¿La elección del Mar Muerto es importante o simbólica para ti?
R: Absolutamente. He estado yendo allí desde que era una niña y quería capturar la dualidad de lo que es y en lo que se ha convertido, la relativa calma y tranquilidad del lugar conocido por sus suaves aguas, rodeadas por el conflicto y la hostilidad con la Palestina ocupada de al lado. Y - quizás la mejor parte - el hogar de enormes complejos de lujo y spas conocidos por sus atmósferas de fiestas de tipo Springbreak. Hay muchas cosas cociéndose bajo la superficie y nada es lo que parece. Para una película destinada a retratar la naturaleza contradictoria, era importantísimo realizar la despedida de soltera allí. Por no mencionar cómo el punto más bajo sobre la faz de la tierra parecía el lugar perfecto para llevar a término el conflicto de una historia en su punto crítico.
P: Parece que está creciendo la producción de cine en esa zona. ¿Lo has notado? ¿Te ha afectado de algún modo?
R: Yo he tenido la suerte de formar parte del creciente paisaje de cine en la región desde hace algún tiempo. Desde que rodé a mi primer corto en la Margen Occidental en 2005. Ha sido sorprendente ver cambiar y crecer todo. Rodé parte de Amreeka en Cisjordania, pero esta es mi primera película filmada en su totalidad en Oriente Medio.
Por un lado, puede ser frustrante ser parte de algo que aún está en proceso. Significa una lucha seria debido al hecho de que no siempre hay el apoyo necesario para hacer que las cosas sucedan como tú quieres. Esto implica tener que hacer más de lo que un individuo es capaz físicamente si se quiere conseguir el objetivo. Creo que todo mi equipo de los EE.UU. y el Líbano sentía eso.
Por otro lado, es inmensamente gratificante sentirte parte de algo nuevo, contribuir y ser inspirado por el crecimiento de una industria floreciente. La mayoría de las películas que se ruedan de Jordania, se ruedan en otra parte (Palestina, Afganistán, Irak). Las historias de estas películas son en su mayoría de guerra y de los pueblos y desiertos cerca de las fronteras. El verano de May fue una producción estadounidense no sólo sobre Jordania sino en Jordania, además también ofrece el país como un personaje en la película y revela su lado cosmopolita y sus paisajes naturales y espirituales. En cierto modo, la película es una carta de amor al país en el que me crié.