Marga, una mujer de casi setenta años, anuncia a sus tres hijos que tiene la firme intención de vender la casa de verano familiar -un caserón en algún lugar de la costa española- con el propósito de emprender un largo y misterioso viaje. Los invita a pasarse por allí lo antes posible para elegir muebles, enseres o recuerdos que quieran conservar antes de que la venta se lleve a cabo. Héctor, el hermano mayor, propone aprovechar el mismo fin de semana en el que deshagan la casa entre todos para celebrar en familia su boda con la mujer con la que lleva más de quince años viviendo y de la que todos esperaban que se separara. La familia vivirá un fin de semana dividido entre: qué ha pasado, qué te pasa, no me puedo creer que esto esté pasando, eso nunca debió pasar y ha pasado lo que tenía que pasar... una típica reunión familiar.