Son uña y carne. Kati (Anna Maria Mühe) y Steffi (Karoline Herfurth) son muy buenas amigas desde que tenían seis años. Ahora las dos tienen diecisiete años y disfrutan juntas de los altibajos de convertirse en adultas. Mientras que los padres de Kati son muy conservadores, discuten constantemente, y preferirían ver a su bonita hija vestida como una monja, Steffi viene de una familia aparentemente harmoniosa y liberal. Un día, las dos chicas descubren lo rápido que puede derrumbarse su bonito mundo como si fuera un castillo de papel. En un pub donde las lleva el nuevo novio de Kati, las dos chicas ven al padre de Steffi en los brazos de otra mujer. Para Steffi es un gran golpe. Su confianza en su pequeño y armonioso mundo tiembla desde el corazón. En estas condiciones, solo puede pensar en una cosa: quiere venganza, de su padre, y de su secreta novia, e incluso de la hija de su amante.
Comienza a jugar un juego muy peligroso, un juego en el que pronto involucrará a todas y cada unas de las personas que significan algo para ella. Durante su rabia ciega, casi comienza a perder control de la situación y la confianza de sus amigos. Incluso Kati, que hace todo lo que está en su poder para ayudarla, no sabe que hacer con el lío en el que se está metiendo Steffi. Pero el daño más grande que sufre Steffi es autoinfligido.
Los personajes:
Kati quiere salir al mundo y experimentar cosas: el amor verdadero y la libertad sin barreras. Pero siempre ha conocido a los chicos equivocados, hombres que estaban más interesados en una aventura de una noche que una relación a largo plazo. Katty es sexi y jugetona, un poco ordinaria, pero dulce. Se hace valer y su carácter espontáneo y directo es muy atractivo, aunque más bien agotador para su entorno adulto. Sus padres ya ven a su rebelde hija cayendo directa al arroyo, la madre de Kati, cansada de trabajar, seguramente se podría beneficiar de la filosofía de vida de su hija. Steffi, por el contrario, la mejor amiga de Katti desde hace años, le gusta Kati por como es: directa y sincera. Y son precisamente estos rasgos los que provocan que Steffi dude de la amistad de Katti.
Steffi es la chica guay, pero sobre todo cuando se trata de chicos. Juega al gato y el ratón con ellos, incluso con su novio Carlos, y está acostumbrada a conseguir lo que quiere. Su relación con sus padres parece ser de amistad. Tiene a su padre idolatrado y sufre mucho cuando descubre su secreto. Después, nada vuelve a ser lo mismo. Cuando sus padres se separan, se distancia emocionalmente de todas las personas a las que quiere y se vuelve complicada e insensible jugando todo tipo de jueguecitos. Lleva su dolor hasta el límite para lograr salir de él, y Kati, su mejor amiga, la rescata en el último momento.
Tessa sin darse cuenta se convierte en el foco principal de la acción. Después de todo, la venganza de Steffi está planeada para la madre de Tessa. Tessa es diferente de las demás adolescentes. Es más seria, más tranquila. Canaliza toda su energía en la música. Tiene una meta: ser músico, y hace todo por conseguirlo. Esta pasión casi se convierte en su ruina. Madre e hija son un gran equipo, y solo en una ocasión le muestra a su madre que la relación entre ambas no es solo de amistad, sino que también puede ser crítica con su madre.
Klaus, de 22 años de edad, trabaja como ayudante de un fotógrafo. A primera vista, parece que Katti otra vez se ha vuelto a enamorar de un mujeriego y rompe-corazones. Pero, poco a poco, Klaus se sorprende al descubrir que tiene sentimientos muy fuertes por Kati, que en principio no tenía intención de sentir. Sólo tras hacer algo realmente estúpido y Kati reaccionar retirándose, sólo entonces se da cuenta de que quiere una relación a largo plazo.
Carlos sufre porque Steffi no se abre a él de verdad, juega con él y mantiene las distancias, pero no puede estar lejos de ella. Incluso cuando se acuestan juntos por primera vez, parece como si ella le estuviera usando para sus propios intereses. Carlos es creativo y sensible, y añora la intensidad. Cuando conoce a Tessa, se siente inmediatamente atraído por su cálida y natural personalidad.
Hans es un padre liberal, atractivo y que mantiene una relación muy estrecha con su hija Steffi. Él y su mujer parecen ser felices en su matrimonio, y todavía disfrutan sexualmente el uno del otro. Cuando se desvela la aventura de Hans con Jeanette, los pilares de su vida comienzan a derrumbarse. Su mujer le deja a él y a Steffi. El hogar comienza a desmoronarse y se va a la deriva, sintiéndose irritado. Hundiéndose en la autocompasión, no reconoce la seria inseguridad emocional de su hija.
Ann es una prestigiosa abogado y madre de Steffi. Domina su relación con Hans. Su vida familiar va como la seda. Ann raramente demuestra ningún tipo de emoción, ni siquiera cuando se entera por sorpresa del abuso de confianza de su marido. Intenta desesperadamente explicarle con lógica la separación a su hija. Pero en vez de castigar solo a su marido con una fría despedida, castiga incluso más duramente a Steffi. Sus propios problemas distorsionan su perspectiva sobre los problemas de su hija.
En su hija Kati, o Katharina, Ingrid von Hagen ve a la atractiva mujercita que fue y que ya no es, o que puede que nunca fuera, y se niega a mostrar ninguna simpatía por el comportamiento inmaduro de Katti. Sus valores y standars titubean constantemente cuando ve a Katti. Su marido no la apoya en absoluto. De hecho, la pareja discute constantemente. Pero cuando las cosas se ponen feas, la madre sabe exactamente de qué lado está.
Jost von Hagen hace malabares con su vida y solo desea que las discusiones entre su mujer y Katti desaparezcan. Intenta actuar de intermediario, sin ponerse del lado de ninguna. Su propia opinión sobre Katti no está muy clara. Aparentemente, solo regaña a su hija para aplacar a su mujer. Se mantiene al margen. Como consecuencia, sus intentos por lograr la armonía son sin éxito, y es incapaz de mantener a su familia unida.
Jeanette Nowak es la amante del padre de Steffi. Como madre soltera, la vida no la ha tratado muy bien, ella y su hija viven una vida muy modesta en un lúgubre vecindario. Su aventura con Hans le devuelve la alegría a su vida. Jeanette tiene una relación de mucho cariño con su hija Tessa, aunque algunas veces parece que Tessa es la más responsable de la dos. Cuando su hija es casi víctima de un crimen, en parte por culpa de su aventura con Hans, Jeanette se convierte en una leona.