En La Reconquista, Manuela (Itsaso Arana) y Olmo (Francesco Carril) se reencuentran en un futuro que se habían prometido quince años antes, cuando eran adolescentes y vivieron su primer amor. A partir de esta premisa romántica, La Reconquista es en realidad una película en busca del tiempo; o sobre la conciencia del tiempo: del tiempo perdido y del tiempo recuperado; sobre lo que recordamos de nosotros mismos y sobre lo que no recordamos; sobre las palabras, los gestos y los sentimientos a los que seguimos guardando fidelidad, porque nos definen y nos interpelan en el presente, el pasado y el futuro.