El rodaje de "Loving Pablo" con Javier Bardem y Penélope Cruz, comienza el 24 de octubre de 2016 en Colombia. El director español Fernando León de Aranoa, responsable también del guión, es el encargado de dirigir esta película que se centra en la figura del narcotraficante colombiano más célebre y peligroso de todos los tiempos, un todopoderoso multimillonario con más de mil asesinatos a sus espaldas.
La película se basa en el libro "Amando a Pablo, odiando a Escobar" de Virginia Vallejo, una periodista y popular presentadora de televisión colombiana que mantuvo una relación sentimental con el narco entre 1982 y 1987. La obra de Vallejo cuenta el ascenso y declive de Pablo Escobar, una de las mentes más peligrosas, siniestras e impredecibles de nuestro tiempo, y descubre sus lazos con líderes políticos, presidentes, ministros, militares y guerrilleros.
Los oscarizados Javier Bardem (No es país para viejos, Biutiful) y Penélope Cruz (Piratas del Caribe, Vicky Cristina Barcelona) interpretarán al narco Pablo Escobar y a su amante Virginia Vallejo.
ESCOBAR es una coproducción hispano-búlgara, producida por Miguel Menéndez de Zubillaga (Escobar Films), Kalina Kottas (B2Y) y el propio Javier Bardem. El equipo técnico incluye al director de fotografía Alex Catalán (La isla mínima, También la lluvia), al director artístico Alain Bainée (El maquinista, Transsiberian) y la diseñadora de vestuario Loles García Galeán (Palmeras en la nieve, Tres metros sobre el cielo).
Según su productor Miguel Menéndez de Zubillaga: "Es el tipo de película que todo productor sueña hacer, una historia única, con un director con talento y un reparto con un carisma espectacular; un gran proyecto del que espero una gran película".
Notas del director
LOVING PABLO es una historia de amor y deslumbramiento, pero también el relato de una de las décadas más violentas de la historia reciente.
Si los hechos de Pablo Escobar han sido recogidos en libros, series y documentales, el relato de Virginia Vallejo en "Amando a Pablo, odiando a Escobar", ofrece un acercamiento más íntimo a su comportamiento; un relato de los años más duros de la guerra que libró contra el Estado colombiano, hecho desde la distancia corta.
En ella encontramos el narrador perfecto para contar esta historia. Conocida periodista y presentadora de televisión, fue también su amante. En Virginia tuvo Escobar un interlocutor, una suerte de Pigmalión, un confidente. Disfrutó de un acceso privilegiado a su círculo más cercano, y asistió a la trastienda de muchos de los trágicos eventos que hoy están en los libros de historia.
Pero ella provenía de un medio muy distinto. Sofisticada y crítica, bien relacionada en los círculos sociales de la élite colombiana, Virginia no pertenecía a su mismo mundo. Por eso su mirada es, a la vez que cercana, distante.
El funcionamiento de la mente criminal ha despertado siempre el interés de público, artistas y narradores, y la de Pablo Escobar fue, quizá, la mente criminal más lúcida del siglo pasado. Esta no es su biografía, tampoco la historia de un gánster cualquiera. Es un retrato del hombre que cambió la historia del crimen en las últimas décadas del siglo XX, contada desde los ojos de un testigo excepcional. Junto con sus socios en el cartel de Medellín, inventó el tráfico de droga a gran escala, el lavado de divisas. Convirtieron a miles de jóvenes de las comunas de Medellín en sicarios y declararon la guerra al Estado colombiano, impidiendo gobernar el país con normalidad a tres presidentes; impregnaron la vida política, cambiaron la Constitución e influyeron en la política exterior de los Estados Unidos en Latinoamérica. Crearon, en definitiva, un universo salvaje, violento, único.
Esta película describe ese universo, pero también el que lo hizo posible. Desde las comunas de Medellín a la Casa Blanca, desde la escuela de sicarios de la motocicleta hasta los despachos presidenciales, desde las pistas clandestinas del narco en la selva hasta las autopistas de Miami en las que hacían aterrizar sus aviones; la magnitud de esta historia, su escala desmesurada, merecía la pantalla grande.
Para abarcarla elegimos fotografiarla en formato panorámico, y poder contener así la dimensión de los escenarios naturales en Colombia, la fuerza increíble de los personajes en su carrera hacia el abismo; y una narración dinámica, que refleje la intensidad, el ritmo imparable de los acontecimientos. Tan extrema en su brillo, en sus luces altas, como en la trágica oscuridad de sus sombras.
Contamos para ello con la fotografía de Alex Catalán, con su talento visual; con la originalidad y la coherencia de su mirada, con su complicidad. Y con la de Alain Bainée, que convirtió más de un centenar de localizaciones naturales en los espacios por los que hoy discurre esta historia: reconozco sin dificultad su experiencia, su talento y su instinto, en cada uno de esos lugares. De entre todos los colores posibles, Federico Jusid encontró en sus partituras quizá el más difícil, el más inaprensible: el de la locura.
Penélope Cruz y Javier Bardem hicieron el resto. Eran necesarios dos actores excepcionales para interpretar a estos personajes, tan extremos en sus luces como en sus sombras, los dos en carrera abierta hacia sus abismos respectivos. Y reflejar el carisma y la adicción, pero también el horror y la violencia, la locura que habitó su relación. Su extraordinario talento como intérpretes, su compromiso, su dedicación, y también su piel, están hoy en la película.
Y también lo está Colombia; la disposición y el talento del equipo local, sus localizaciones naturales y la proximidad a los espacios donde transcurrió la historia real, en los que rodamos a veces.
Virginia Vallejo es, ante todo, una superviviente.
Su voz nos propone un doble viaje. Hacia el interior de la cabeza de Pablo Escobar y su comportamiento criminal; pero también ese que va desde los años de la bonanza, desde el esplendor y la fascinación, hasta la oscuridad y el espanto de la guerra sin cuartel que libró durante una década contra el Estado colombiano.
Ese es el viaje que hace Virginia en LOVING PABLO, el mismo que hizo una parte de la sociedad colombiana de la época; el viaje que os proponemos ahora.
Notas del productor
LOVING PABLO es la película que todo productor sueña con producir. No solo por el carisma y atractivo de su personaje principal, sino por el reparto tan potente, el director tan especial y el equipo tan talentoso. Pero vayamos por partes:
Pablo Escobar es uno de los personajes más complejos del siglo XX. Son muchas las series y películas que lo han abordado de una u otra manera, sin embargo, ninguna desde el prisma de las relaciones humanas. Su relación con Virginia Vallejo y el descubrimiento a través de los ojos de la periodista del Pablo más apuesto y carismático, al Escobar más cruel y sanguinario. Sin duda, el enfoque de esta película es uno de los factores más atractivos. Si sacáramos al personaje de Pablo Escobar de la historia, tendría la misma fuerza narrativa y eso le otorga de una intensidad mayor a la historia en sí misma.
Los actores garantizan un talento difícil de encontrar en el panorama internacional: Javier Bardem y Penélope Cruz, ambos ganadores de un Oscar y de tantos otros premios internacionales, le otorgan un prestigio al proyecto que nos enriquece como productores y como integrantes de esta película tan especial. En concreto, este proyecto es el sueño de Javier Bardem desde hace ocho años y que, por fin, ha podido cumplir. Bardem ha querido convertirse en el mejor Pablo Escobar que nadie haya hecho nunca y, para ello, se ha preparado durante mucho tiempo tanto física como mentalmente.
Fernando León de Aranoa es un director de reconocido prestigio internacional. Con LOS LUNES AL SOL (también protagonizada por Javier Bardem) consiguió situarse en el olimpo de los mejores directores españoles, ganando ese año todos los premios cinematográficos. También ha dirigido UN DÍA PERFECTO protagonizada por Benicio del Toro y Tim Robins, presentada en el Festival de Cine de Cannes y ovacionada en cada uno de los certámenes internacionales a los que ha acudido. Un director con mucho talento, con una mirada muy especial. Esta historia de amor entre Pablo Escobar y Virginia Vallejo le encaja perfectamente.
El equipo que nos rodea es extraordinario: Alex Catalán como director de fotografía consigue una factura difícil de superar; Alain Bainée en el diseño de producción ha logrado, en multitud de localizaciones, recrear toda una época y lugares tan conocidos y auténticos de la vida de Pablo Escobar y de la Colombia de los 80' y 90'; la caracterización de Escobar y Vallejo es incuestionable por parte de Ana Lozano; el vestuario de Loles García Galeán para narcos, militares, políticos,... es de premio; y Wanda Morales como figurinista de los protagonista recrea sin fisuras a estos personajes reales, incluyendo a una Virginia Vallejo icono de la moda en su país; la música de Federico Jusid es simplemente alucinante... en definitiva, la factura de la película y la complejidad de sus secuencias de acción, unido a rodar en varios países, hacen de esta película todo un reto a producir.