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  El bebé jefazo  (The boss baby)
  Dirigida por Tom McGrath
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Desde el estudio que trajo a nuestras pantallas Shrek, Kung Fu Panda y Madagascar, llega ahora EL BEBÉ JEFAZO, de DreamWorks Animation.

Para el director Tom McGrath, más conocido por haber dirigido para DreamWorks los tres taquillazos de la serie Madagascar y la fantasía de supervillanos Megamind (2010), EL BEBÉ JEFAZO es un relato muy personal. Tom recuerda cómo el libro le tocó la fibra sensible en cuanto cayó en sus manos. "El libro de Marla cautivó realmente mi atención. Era un libro de cartón arrebatador a más no poder, de unas 30 páginas, y yo ni siquiera sabía lo popular que era. Pero me recordó mi infancia y la dinámica de mi propia familia, algo que al instante puso a mi imaginación en una quinta marcha alocada, pensando en lo fantástico que sería ampliar el libro hasta convertirlo en un largometraje".

El más pequeño de dos hermanos, McGrath fue el Bebé Jefazo de su familia y se dio perfecta cuenta de la conmoción que provocó su llegada. Imaginó el relato como una carta de amor a su hermano mayor. "Al guionista, Michael McCullers, y a mí nos entusiasmó inmediatamente la metáfora central del libro: qué ocurre cuando llega un bebé y se apodera de tu casa", dice Tom. "Mi hermano y yo estábamos muy unidos en nuestra infancia, aunque también nos pegábamos como todos los hermanos. Pero a medida que crecíamos, cada uno se convertía en el mejor amigo del otro. Para mí, la película es un homenaje de amor a él. Se inspira en muchas cosas que experimentamos creciendo juntos. Está ambientada con toda intención en una urbanización de una ciudad pequeña, pero también es una combinación de los años sesenta, setenta y ochenta. Creo que los padres sentirán nostalgia cuando vean la película porque advertirán detalles que les recordarán su propia infancia".

Además de su atracción cómica general, la sentida naturaleza del relato y el notable encanto de los principales personajes fascinaron inmediatamente a la productora Ramsey Naito. "La historia era un espejo de mi vida. Mi hijo mayor tenía siete años cuando llegó el más pequeño, y sentía auténticos celos justo como nuestro protagonista, Tim. Me identifiqué al instante con la historia de los hermanos", dice Naito, cuyo amplio currículo incluye títulos como Bob Esponja: La película, Jimmy Neutron: El niño inventor, y South Park: Más grande, más largo y sin cortes. "Me gusta que festejemos el poder de la fantasía y la imaginación infantiles en esta película".

Naito también menciona que la película es francamente especial puesto que brinda algo con lo que puede disfrutar toda la familia, y consigue revelar algo nuevo e inesperado en cada latido del relato. "Primero, vemos la llegada del Bebé Jefazo y descubrimos que es un bebé muy poco habitual que viste un traje y tiene una voz como la de Alec Baldwin", explica. "Luego, nos compadecemos de Tim porque él tiene la sensación de que sus padres no podrán quererlo tanto como antes. Aunque pronto se da cuenta de que algo muy diferente rodea a su nuevo hermanito. Por último, nos vemos envueltos en la misión secreta, que incluye la broma del espía de élite, y Tim descubre que los dos hermanos tienen que unir sus fuerzas para salvar al mundo".

Naito añade que "si bien la película es muy cómica y entretenida, esta odisea une muchos y distintos niveles emocionales. Aunque el Bebé Jefazo provoque, al principio, el caos en Tim y en su familia, acaba enseñándoles algunas lecciones valiosas sobre lo que verdaderamente importa".

Como el libro de Frazee solamente se centra en el Bebé Jefazo y sus padres, la sensación de McGrath era que la película tenía que introducir a un hermano mayor. La idea consistía en que la película se narrase desde el punto de vista de un niño que tiene un hermano pequeño, añadiendo a la mezcla el interesante y universal elemento de la rivalidad fraterna. Para que ayudase a desarrollar el guión, DreamWorks designó al aclamado escritor Michael McCullers (Las aventuras de Peabody y Sherman, Mamá de alquiler, las películas de Austin Powers).

"Yo tengo cuatro hijos, y dos de ellos tenían en aquella época tres y cinco años", dice McCullers. "Inmediatamente me llamó la atención la metáfora central del libro: qué ocurre cuando llega un niño y toma posesión de tu casa. Tom y yo nos esforzamos para idear formas de ahondar en los orígenes de este Bebé Jefazo. ¿Para qué clase de empresa trabaja? ¿Cuál es su misión? Eso nos dio la ocasión de estudiar el mito del nacimiento de forma genial y divertida".

McCullers afirma que concebir la historia desde la perspectiva de un preocupado niño de siete años fue un momento importantísimo en el periplo creativo de la película. "Ése es el núcleo emotivo de la historia", explica. "Nos dimos cuenta de que ha habido muchas películas de niños que han tratado los sentimientos que acompañan a la llegada de un hermano o hermana nuevos. En realidad es una de las primeras y elementales dinámicas familiares. Gira en torno a compartir el amor y superar los celos que inevitablemente aparecen. En cierto modo, padres e hijos se identificarán fácilmente con la situación de la película, porque todos hemos experimentado estos problemas en nuestras propias familias de una u otra forma; naturalmente, sin el niño mandón del traje".


Un Cariñoso Homenaje a los Dibujos Animados Clásicos
Uno de los elementos clave que diferencia a esta película es su singular estilo visual. Tal y como ha sucedido en la mayoría de los largometrajes de DreamWorks Animation, los realizadores buscaban crear una apariencia general que encajase con el tema y las líneas argumentales de las películas. En los últimos años la animación ha avanzado hasta el extremo de casi poder reproducir el realismo fotográfico de la acción real. En el caso de EL BEBÉ JEFAZO, a McGrath y a su equipo les entusiasmaba crear un mundo de fantasía que invitase a los espectadores a introducirse en un entorno artístico que sólo pudiera ser creado en la animación, y que supusiera una vuelta al mundo elástico y propio de la historietas, tan característico de los grandes clásicos.

"Yo crecí con los clásicos de Chuck Jones y Bob Clampett", recuerda McGrath. "Esta película me dio la oportunidad de recuperar la magia que la animación de la vieja escuela podía plasmar en dos dimensiones, aunque llevándola mucho más lejos gracias a la moderna tecnología de la creación por ordenador. Nosotros queríamos que estos personajes fueran flexibles y con cuerpo. El resultado es que nuestros personajes pueden comunicar gran parte del argumento a través de expresiones y actuaciones, algo que la animación no había podido hacer en el pasado. Nuestro mundo es francamente distinto del duro y gráfico bidimensional que vemos actualmente en la televisión".

David James, diseñador de producción de la película, cuyo extenso currículo en DreamWorks incluye Monstruos contra alienígenas, Megamind y Las aventuras de Peabody y Sherman, afirma que el equipo creativo quería rendir homenaje a algunos de los cortometrajes y largometrajes clásicos de animación que todos ellos adoraban y veneraban. "Todos somos incondicionales de Chuck Jones y Maurice Noble y admiramos la estética artesanal de muchos de los cortometrajes de esa Edad Dorada de la animación", dice James. "Por ejemplo, La dama y el vagabundo (1955), de Disney, tenía un maravilloso sentido de nostalgia y encanto, que evocaba la estética de la época victoriana. Queríamos lograr lo mismo, pero ambientando nuestra película en un pasado más reciente".

James señala igualmente que la película está llena de enigmáticos detalles sacados de la experiencia personal de los artistas del estudio. "Cuando Tom me lanzó la idea de la película, me sentí emocionado por el hecho de que tuviera como impulso motor a un personaje que está pasando por una experiencia que es casi universal: ¡La enorme injusticia de tener hermanos!", explica James. "Como diseñador, es muy emocionante trabajar con este panorama más amplio que nos permite asignar significado a todos los diseños cuando sabemos a dónde tiene que llevar todo esto".


La Voz Perfecta para el Bebé Jefazo
Uno de los más grandes y especiales golpes maestros cómicos de la producción fue fichar al actor Alec Baldwin para el personaje que da título a la película. El actor, más conocido por sus característicos papeles en Rockefeller Plaza, The Cooler y La caza del Octubre Rojo, es el perfecto candidato para interpretar a un niño que lleva traje, maletín y da órdenes a todos a fuerza de ladridos.

"Mi personaje trabaja para una compañía llamada Baby Corps, y es enviado a espiar a la gente para averiguar lo que quieren niños y padres", explica Baldwin. "Es algo parecido al estudio de mercados o al espionaje industrial, así que entra en esa casa para obtener información. El truco consiste en que él es un bebé –pero también un visionario–, y en que la meta de mi personaje es convertirse en el más grande. Yo quiero llegar a ser como mis mentores, el Súper Gran Bebé Jefazo… o el Súper Colosal Enorme Bebé Jefazo… Y así sigue sin parar la tontería como en el mundo de los dibujos animados".

Baldwin apunta que aunque la idea central de la película es estrafalaria y ridícula, está llevada a la práctica con grandes dosis de refinamiento, ingenio e imaginación. "Nuestro director, Tom McGrath, y nuestra productora, Ramsey Naito, son inteligentísimos en la forma como logran que todo salga adelante y manejan la película. Además de todo ello, la película también oculta en su interior un maravilloso corazón, ya que el Bebé Jefazo acaba siendo ganado por la idea de formar parte de la familia. Además, hay muchas escenas locas y una acción desenfrenada, porque en animación puede hacerse cualquier cosa".

El actor asegura que su propia familia pasó por momentos semejantes de rivalidad fraterna cuando nació su hijo. "Mi esposa y yo tenemos una hija de tres años y antes del nacimiento de mi hijo, ella era la reina de la casa, adorada por todos y con todos pendientes de ella. Entonces llegó mi hijo, y era el primer varón; yo perdí el seso. En aquel momento, mi hija tenía dos años. Se quedaba mirando a su hermano como si pensara: 'Algo va a cambiar aquí. ¡Sabes que tenemos que arreglar esta situación!' Para mi hija, pues, se abrió un proceso que le permitiera aceptar a su hermanito. Cuando, por fin, le dio un beso, todos rompimos a llorar. Creíamos que ese día no llegaría jamás".

Baldwin afirma que en la película Tim pasa por una experiencia muy parecida. "Pasa todo el tiempo con sus padres. Entonces, aparece el Bebé Jefazo, que no es solamente un bebé sino su peor pesadilla con forma de nene. Él es… ¡Bueno! Es un chico listo, maquinador y maquiavélico, pero el argumento no funcionaría si Tim no fuera también inteligente. Así que tuvimos que hacer que el personaje de Tim fuera también muy perspicaz, aunque sea un diablillo con un corazón de oro".

Baldwin se ríe cuando le preguntan por qué se le da tan bien interpretar a tipos duros o patronos exigentes. "En mi casa no mando yo", dice. "Quiero decir que soy parecido a la forma de vida más baja. Creo que si un día desapareciera, mi esposa y mis hijos ni se darían cuenta, hasta que llegara el momento de echarle gasolina al coche en medio de un frío glacial".

El actor afirma haber aprendido mucho sobre interpretación de los viejos dibujos animados de Warner Bros. "Mel Blanc me enseñó a interpretar a esos personaje con la autoridad y el tipo de ostentación que exigían. Viendo al Gallo Claudio y todos esos dibujos animados de Bugs Bunny, uno se da cuenta de que cuando estos tipos meten la pata o son vencidos por alguien, la situación es verdaderamente divertida. No todas las partes que uno interpreta son como la de Boo Radley en Matar a un ruiseñor. Yo siempre interpreto a personajes extravagantes hasta decir basta y trato de dar todo lo que puedo, porque eso es lo que el papel exige".

Baldwin también concede gran parte del mérito del éxito del proyecto al guionista de la película Michael McCullers. "Andaba por allí cuando estábamos realizando la primera ronda de grabaciones. No es verdaderamente posible que una película sea buena sin un excelente guión. Muchas personas que son grandes cantantes no componen las canciones; solamente las interpretan. Nosotros nos limitamos a hacer que los renglones suenen bien. Yo no compongo las canciones; sólo las canto".

El actor también cree que EL BEBÉ JEFAZO, como sus dos anteriores colaboraciones con DreamWorks —Madagascar 2 y El origen de los guardianes— ofrece la combinación perfecta de entretenimiento familiar, chistes para niños y cosas para que los mayores también disfruten y se rían. "Me explico. Es como una película de Bugs Bunny en la que pudiéramos deshacernos de los candelabros e imitar a Liberace con toda su chaladura. Los niños no entendían lo que estaba haciendo pero los padres sí. Y todo era muy divertido y funcionaba a distintos niveles. Creo que por eso EL BEBÉ JEFAZO también atraerá a todos".


Una Familia de Voces Familiares
Para interpretar el papel de la madre de Tim, los realizadores recurrieron a la talentosa actriz cómica Lisa Kudrow (Friends, The Comeback). Anteriormente, la actriz, ganadora del Emmy y en nueve ocasiones candidata a dicho premio, ha prestado su voz a varios proyectos de animación como El Americano, BoJack Horseman, Los Simpson y El rey de la colina, pero afirma que encontró este papel en particular especialmente gratificante.

Kudrow asegura que ser la madre de un único hijo le ayudó a entender todo por lo que la madre de Tim pasa en la película. "Soy madre de un hijo único y sé cuánto se me necesita. Imagino, por tanto, que será verdaderamente duro tener dos hijos y ser totalmente consciente de que hay que tratar de que parezca que no se presta demasiada atención ni se quiere demasiado a uno o a otro. ¡Me parece, en fin, que es bueno que yo sólo haya tenido uno!"

Kudrow, que fue la pequeña de tres hijos, reconoce que ella también fue el Bebé Jefazo de su familia. "Yo era la nena de la casa y mis hermanos tenían ocho y seis años más que yo. Recuerdo que cuando era pequeña hacía algo que verdaderamente los enojaba. Luego, tan pronto como mi padre llegaba a casa, ellos empezaban a abalanzarse sobre él para quejarse. Entonces, yo decía: 'Bueno, ¡es que soy pequeña!', y mi padre decía: 'Es verdad… no es más que una niña'. Era una auténtica maldad por mi parte".

Kudrow explica que es natural que un chico como Tim tenga la sensación de que el Bebé Jefazo ha llegado a su familia para causar estragos. "Tim estaba acostumbrado a ser el único y apreciadísimo niño de la familia, y a recibir toda la atención", explica. "Me parece que probablemente le arropan durante 30 minutos ante de dormir, incluido todo el repertorio de canciones y cuentos. Luego, llega al Bebé Jefazo y simplemente no hay tiempo para todo eso, no es extraño, pues, que esté un poco resentido. Pero como Tim y el Bebé Jefazo se ven envueltos en una batalla contra Puppy Co., tienen que trabajar juntos y, entonces, aprenden a quererse, al igual que ocurre en la vida cuando uno comienza a compartir experiencias con la familia".

La polifacética actriz asegura haber disfrutado de veras trabajando con el director Tom McGrath y también con la productora Ramsey Naito. "Los dos son fantásticos y es muy divertido trabajar con ellos", comenta. "Tom te permite jugar un poco y añadir nuevos materiales a medida que vas actuando, y Ramsey es ahora como una nueva amiga. Durante el rodaje realmente conecté con ella".

Kudrow afirma estar verdaderamente encantada con el aspecto de la película, con su sentido del humor y con su potente mensaje. No menos le agrada que Alec Baldwin preste su voz al Bebé Jefazo. "Nada puede salir mal con Alec Baldwin en el papel de un niño con traje que mangonea a todo el mundo", añade. "Esa voz tan profunda le hace divertido a rabiar. ¡Puedo ver a un niño que mirase hacia atrás e imaginara que así eran las cosas cuando llegó el pequeño!"

La actriz dice que a las familias les encantará la película porque es divertida y tiene una gran dosis de cariño. "El cariño se gana. Los niños pasan muchos apuros juntos y aprenden mucho el uno del otro".

Para el papel del padre de Tim, el director Tom McGrath pensó en Jimmy Kimmel, cómico y productor y presentador de programas de televisión de madrugada, después de oír una entrevista que le hicieron en la radio cierto día. "Creo que oyó mi voz y pensó que ése era al que tenía que conseguir para que interpretara al Papá; luego, cometió el error de llamarme", dice el cómico, bromeando. "Ha sido divertidísimo. Tom me parece una persona muy agradable y paciente, y siempre tiene sugerencias excelentes. Cuando quiera que llego al estudio y estoy actuando, me parece que debo estar horrible. No es posible que esté haciendo un buen trabajo. Pero él parece estar contento conmigo. Al menos, miente y finge que estoy haciendo un trabajo de primera".

Kimmel asegura que disfrutó de veras con su primera experiencia como actor de doblaje en un proyecto de largometraje de animación. "Cuando era niño, yo quería crear historietas y me vuelve loco dibujar", reconoce el actor. "Me encantó, pues, participar en la realización de una película de animación. Sigo sin tener ni idea de cómo esos asombrosos artistas son capaces de armar un proyecto tan enorme, pero su talento me tiene impresionadísimo".

Afirma el cómico que la película contenía, sin duda, un paralelismo con su propia familia. "Tengo una hija de dos años y no hay duda de que ella es la Bebé Jefaza de nuestra casa", explica Kimmel. "Es como si nosotros fuéramos sus sirvientes. Creo que ella piensa que nosotros somos el personal de servicio de la casa porque yo le hago tortitas por la mañana y les doy la forma que ella quiere. Ya saben ustedes. Sea lo que sea, sus deseos son órdenes".

Habiendo sido él mismo hermano mayor, Kimmel también tiene su propia experiencia con sus hermanos. "Tengo una hermana y un hermano más jóvenes, ¡yo sería el Tim de esta particular situación!", explica. "Cuando yo era un niño, convencí a mi hermano de que yo era Superman. De vez en cuando, solía organizar una búsqueda del tesoro para mi hermana, dejándole pistas por toda la casa. Luego, al final de la búsqueda, el tesoro sería una bolsa de recortes de las uñas de mis pies o algo parecido".

Kimmel afirma que la película logra en gran medida captar verdades auténticas sobre la dinámica familiar y la forma como los padres reaccionan a lo que hacen sus hijos, siendo a la vez muy divertida de principio a fin. "Evidentemente, hay mucho en EL BEBÉ JEFAZO que es exagerado; pero, naturalmente, las relaciones entre los padres y su hijo, y entre el hijo y su hermano pequeño, son muy, muy reales. Hay un elemento de imaginación que tenemos cuando somos niños y que se desgasta cuando crecemos, que es excelente".

Él también cree que hijos y padres responderán positivamente a la película. "A los niños les va a encantar el Bebé Jefazo y reaccionarán ante la situación de rivalidad fraterna. También hay chistes que los niños no entenderán y que sin duda harán disfrutar a los adultos. El núcleo de la película es una historia sobre una familia, sobre unos padres que aman a sus hijos y sobre el mundo que crean juntos. Creo que todo el que haya sido niño en su día o que tenga hijos propios puede identificarse con ello".


Poniéndole Voz al Villano de Francis E. Francis
El veterano actor Steve Buscemi (Boardwalk Empire, Los Soprano) interpreta a Francis E. Francis, el perverso fundador y presidente de Puppy Co., donde nuevos y adorables cachorros son creados para que el mundo los ame. En la película, el Bebé Jefazo y Tim tienen que infiltrarse en Puppy Co. a fin de apoderarse de cierta información. "La forma como lo hacen es acompañando a sus padres, que trabajan en Puppy Co., a su oficina en el Día de 'Traiga a sus Hijos al Trabajo'", explica Buscemi. "Una vez dentro, caen en una trampa tendida por Francis E. Francis, que comprende que están tratando de frustrar su malvado plan".

Francis E. Francis tiene un arma secreta en el monísimo Cachorro Eterno. "Este cachorro vivirá eternamente y, por lo tanto, siempre será amado", observa el actor. "Pero él necesita la fórmula secreta que mantiene jóvenes a los niños de Baby Corp., y acaba robándosela al Bebé Jefazo a fin de que su Cachorro Eterno se mantenga joven".

El actor también alaba la emocionante escena en la que Tim y el Bebé Jefazo tienen que llegar a una convención en Las Vegas para impedir que Francis saque al mercado al Cachorro Eterno. "Hay una maravillosa secuencia de persecución que lleva al gran clímax de la escena", explica Buscemi. "Se suben a un vuelo para imitadores de Elvis Presley que los lleva a Las Vegas, y acaban desbaratando el plan de Francis E. Francis trabajando en equipo. La otra cosa importante de la película es que, al principio, a Tim no le gusta su hermanito, mientras que al Bebé Jefazo tampoco podría importarle menos su hermano mayor. Pero, más adelante, acaban necesitándose y ayudándose mutuamente; en realidad no sólo acaban cayéndose bien sino queriéndose".

Buscemi, que tiene un hermano mayor y dos hermanos pequeños, afirma que él también entendió por completo la idea de rivalidad fraterna que estudia la película. "Yo recuerdo lo terriblemente mal que me sentí cuando mi hermano Michael llegó justo después de mí. Tenía la sensación de que estuviera invadiendo mi terreno y no me gustaba. Imagino que lo mismo le ocurrió a mi hermano mayor, Johnny, cuando yo llegué pero yo no lo vi de esa forma. Es grande tener hermanos pero a veces es difícil llevarse bien y compartir el amor".

El prolífico actor, que también prestó su voz a Randy en Monstruos S.A. y Monstruos University, dice haber disfrutado mucho con la experiencia de trabajar con profesionales como el director Tom McGrath y la productora Ramsey Naito. "El reto de realizar una película de animación consiste en que la animación no esté acabada cuando uno vaya a grabar sus diálogos. De modo que hay que contar con que el director facilite una clara imagen visual. Tom era muy bueno a la hora de evitar que me fuera por las ramas y a la de darme una perspectiva visual global del relato. También jugamos con el personaje y tratamos de interpretarlo de distintas formas, para poder dar a los de animación mucho material de trabajo. Siempre era una aventura llegar y ver qué podía ocurrírsenos juntos. Ramsey está entre los productores (de uno u otro sexo) más amables con los que yo haya trabajado. Toda la experiencia de DreamWorks ha resultado francamente sencilla. Ellos han sido muy complacientes y todo el ambiente fue muy creativo".

Buscemi cree que las familias se identificarán fácilmente con la película porque ésta logra representar a la perfección la dinámica padres-hijos. "Creo que capta de verdad toda la dinámica entre los padres y sus hijos, y cuánto amor hay en ella. Sin embargo, vista con sus ojos, a los niños les pondría nerviosos no saber cuánto duraría ese amor cuando se presentase un nuevo hermano. La película muestra de forma excelente cómo funciona la imaginación de Tim. Él inventa todas estas situaciones. Naturalmente, tener una gran imaginación puede funcionar igualmente en sentido opuesto. También puede acabar en un lugar oscuro cuando él imagine que no tendrá siempre el amor de sus padres".


Proporcionando el Hilo de la Narración
El actor Tobey Maguire (la trilogía de Spider-Man, Las normas de la casa de la sidra) es el narrador de la película. "Tim es un niño feliz de siete años que tiene unos padres que le adoran y que al principio es hijo único, pero cuando le dan la noticia de que va a tener un hermano menor, no le entusiasma demasiado tener que compartir el amor y el tiempo de sus padres", explica Maguire. "Está luchando con la transición y se ha inventado un montón de cosas sobre el Bebé Jefazo porque tiene una imaginación muy viva".

Maguire señala que la relación de Tim con su hermano está llena de desavenencias. "Tim desconfía mucho de su nuevo hermano porque es parecido a un hombre pequeñito que tiene un plan, y le gustaría desenmascararlo para así recuperar la atención de sus padres. Pero luego los hermanos tienen que unir sus fuerzas y ayudarse mutuamente para luchar contra Francis y detener su plan de destruir Baby Co".

Cuando la misión del bebé está cumplida y tiene que irse, Tim piensa que es feliz pero le ha cogido mucho cariño a su hermano pequeño y, en definitiva, no quiere que se vaya".

El talentoso actor dice que la película le parece muy divertida y que es muy fácil identificarse con el argumento. "Los temas de la película se dejan ver por medio de la fantasía; mediante la idea verdaderamente divertida de que Alec Baldwin sea un Bebé Jefazo, lo que es una bomba. Pero también es posible identificarse con ella porque quien haya estado en cualquiera de estos papeles, como padre o como hermano, probablemente haya experimentado algo de esto".

Maguire también va directo al grano afirmando haber disfrutado mucho trabajando con Tom McGrath y el resto de su equipo creativo. "Ha estado excelente y ha sido muy fácil trabajar con él", señala, "pero lo que realmente admiro es su creatividad. Es auténticamente imaginativo y muy divertido. Creo sencillamente que ha encontrado un tono tan encantador como singular para esta película".


Guiones Gráficos y Animación
El jefe de argumento de EL BEBÉ JEFAZO, Ennio Torresan, dice que conectó inmediatamente con las emociones humanas que evocan algunas de las escenas clave de la película. "Yo trabajé con Tom [McGrath] en Megamind y en las películas de Madagascar, y compartimos el mismo sentido del humor", afirma. "El hecho de que también entremos y salgamos de la mente de nuestro personaje principal, Tim, fue algo que nunca habíamos hecho y a mí me encantó. Yo tengo dos hijos pequeños por lo que también tenía que enfrentarme en casa a problemas de celos entre hermanos. Cada lunes le contaba a Tom historias sobre lo que había sucedido en casa y cómo mis hijos casi me matan en el fin de semana. ¡También tratamos de usar nuestra propia experiencia en la película!"

Torresan, que dibuja guiones gráficos con lápiz, papel y Photoshop, asegura haber hallado mucha inspiración en las obras de los legendarios animadores Friz Freleng y Tex Avery. "Freleng era todo un modelo de sincronización de música y temas", observa. "Me gusta pensar en nuestro director como en alguien loco, brillante y cómico como Mozart. Respira comedia y todos tratamos de emularle".

Esta veneración de un estilo de animación retro y bidimensional, amén del deseo de crear personajes memorables y adorables, también significaban mucho para Carlos Puértolas, el director de animación de la película. Veterano de DreamWorks Animation, cuyo historial incluye Madagascar 2, Madagascar 3: De marcha por Europa, El origen de los guardianes y Home: Hogar, dulce hogar, Puértolas dice que supo que la película iba a ser especial en cuanto oyó la orientación que le iba a dar McGrath. "Es la película perfecta para la animación porque se cuenta desde el punto de vista de un niño pequeño", dice. "La imaginación tiene un gran papel en las vidas de los niños al igual que en nuestra película".

Tal y como Puértolas indica, él y el resto del equipo de animación trabajaron de firme para asegurarse de que los personajes resultasen atractivos desde cualquier ángulo. "Pongamos, por ejemplo, al Bebé Jefazo. Estamos oyendo la voz de Alec Baldwin, pero el personaje es un nene monísimo y encantador. Queremos que el público tenga ganas de cogerle de los mofletes. Lo mismo ocurre con Tim. Queremos que sea un agradable niño de siete años. Lo que puede resultarle encantador a un adulto quizá le parezca ñoño a un joven aficionado al cine. No queremos que Tim sea un llorón, pero el personaje necesita tener un poco de pose para que el público joven se identifique con él".


Diseño y Edición
Para Kent Seki, responsable del diseño, la película proporcionaba una oportunidad para experimentar con diferentes estilos cinematográficos, especialmente durante las secuencias de fantasía de Tim. "Podíamos imponer los elementos estereoscópicos en esas secuencias porque esas aventuras tan elaboradas sólo suceden en la imaginación de Tim", dice Seki. "También teníamos la posibilidad de explorar una fotografía con efecto diorama, algo que no habíamos hecho antes. Este estilo fotográfico se basa en el movimiento del plano de cámara y la rotación de los objetivos, lo que crea un efecto de miniatura y mucho más íntimo. El diorama hace que las personas de Baby Corporation parezcan pequeñas y vulnerables. Después de que el Bebé Jefazo abandona la corporación para volver con su familia, eliminamos esa ilusión óptica para dar más profundidad al efecto 3D y al enfoque. Eso refuerza el contenido emocional del momento".

Otro aspecto del filme que le gusta especialmente a Seki es la manera en que el director Tom McGrath utiliza la acción dinámica y la enorme cantidad de trabajo de previsualización para planificar la fotografía. "Intentábamos permanentemente mejorar la interpretación de los personajes, sobre todo la cómo exteriorizan sus emociones", añade. "Examinábamos una y otra vez la estructura ósea (rigging) de los personajes para obtener la mejores emociones posibles. Constantemente repasábamos la iluminación con los diseñadores de arte y, durante todo el proceso, conseguimos un proyecto mejor. En general, tengo que decir que hemos elaborado una película que aglutina el legado del cine de animación tanto en sus opciones estéticas como narrativas. Es una verdadera demostración de técnica artística".

Para Jim Ryan, editor principal del filme, uno de sus principales retos fue encontrar momentos especialmente propicios y dar con la mejor forma de acercarse a ellos. "El estilo de animación de la película, particularmente en los números cómicos, es muy abierto", explica. "Podemos proporcionar una visión más general en la parte de comedia, y, sin embargo, ajustarnos un poco más al detalle, adoptando un enfoque más de dibujos animados, en esos momentos concretos".

La debilidad de Ryan por el mítico cine de Steven Spielberg también contribuyó a dar forma a las secuencias que corresponden al imaginario de Tim. "Tim se embarca en cuatro fantasías diferentes: corre por una selva, se pelea con un gorila, tripula una nave espacial, pilota un submarino para rescatar a sus padres de los tiburones, así que el estilo de edición que usábamos nos permitía evocar algunas de esas películas tan familiares".


El Bello Arte de la Animación Digital y los Efectos Visuales
Crear animación digital y efectos visuales para una película sobre una típica familia que vive en las afueras y su muy inusual bebé puede ser tan difícil –si no más– que preparar un gran éxito de la taquilla veraniega.

"Elaborar todos los detalles de la habitación de Tim con sus juguetes puede ser tan complicado como crear una persecución imaginaria en el jardín, donde tenemos que conseguir efectos divertidos para el césped", dice el supervisor principal de efectos visuales Ken Bielenberg, un veterano de películas tales como Shrek, El gato con botas y Monstruos contra alienígenas. "Hay tanta acción en esa escena de persecución que tuvimos que asegurarnos de que la interpretación de todos los personajes fuera nítida aunque sus movimientos fueran muy rápidos. También tuvimos que descubrir cómo pasar delicadamente de personajes, entornos y árboles digitales hasta el más estilizado y pictórico matte painting (imágenes estáticas utilizadas como fondos)".

Bielenberg señala que aunque EL BEBÉ JEFAZO no es en sí misma una película de "efectos especiales", sin embargo, está llena de secuencias que exigían un uso inteligente de la tecnología. Un buen ejemplo es una escena en la que el Bebé Jefazo finge estar enfermo para distraer a su niñera, Eugene. "Esta larga secuencia de vómitos, con apariencia de proyectiles, tenía que ser planeada al detalle", afirma Bielenberg. "El liquido interactúa con los personajes —con su pelo y su ropa— y eso afecta a la hora de la aplicación del revestimiento. Se necesita un relato de dónde ha ido exactamente el vómito y dónde ha interactuado con el material".

El supervisor principal de efectos visuales Tony K. Williams señala que la fascinación de McGrath por la era de los clásicos de la animación y artistas como Mary Blair ejerció una enorme influencia en cómo el equipo incorpora la animación 2D en sus diseños y efectos visuales. "No es fácil conseguir que algo parezca simple", afirma. "Nuestro trabajo es atenuar las formas hasta el mínimo más absoluto. En otras películas en las que hemos trabajado, lo que teníamos que hacer era justo lo contrario, añadir más detalles, y eso es mucho más fácil. Nuestro trabajo aquí es conseguir una animación muy nítida y definida. ¡No puedes ocultar nada!"

Para hacer que el rostro del Bebé Jefazo fuera lo más atractivo posible, Williams y su equipo debieron trabajar con deformaciones geométricas extremas. "Tuvimos que hacer que esas formas se ajustaran más a una estética de dibujos animados; con esos grandes ojos y atractivas expresiones faciales", apostilla. "Otro rasgo relevante es el pelo que fuimos capaces de crear para este filme. Me siento muy orgulloso del cabello de Tim; ¡ha sido elaborado de forma que su aspecto es estupendo desde todos los ángulos posibles!"

Trabajar en el conjunto de bebés mientras se desplazan por la cinta transportadora de Baby Corp. fue una de las partes favoritas de la labor de Vanitha Rangaraju como supervisora de efectos visuales. "Es una secuencia onírica durante la cual introducimos al Bebé Jefazo", señala. "Queríamos lograr ese ambiente etéreo y celestial. Nuestro objetivo era que se apreciara la mano del artista que se advierte más allá de la tecnología digital y conectar directamente con el público".

Rangaraju señala que, en algunas ocasiones, el departamento encargado de generar multitudes tenía que producir hasta cuatrocientos bebés para una escena. "Por supuesto, ya habíamos creado multitudes para muchas de nuestras películas anteriormente, pero no se pueden comparar con esto. La piel de los bebés tenía que parecer translúcida y suave. Nuestro departamento de texturas tuvo que trabajar muy duro para conseguir esos atributos. Utilizamos muchos efectos de dispersión subsuperficial (un mecanismo que transporta la luz haciéndola penetrar en la superficie de un objeto translúcido) para permitir que la luz atravesara la piel".

El supervisor digital Vimal Subramaniam afirma que tanto la estética del filme como las sensaciones que provoca son muy distintas a las de otros proyectos en los que ha trabajado anteriormente: "A diferencia de otras películas, ajustamos la estética para que coincidiera con el ánimo de nuestro protagonista, Tim. Cuando Tim piensa que él es el centro del mundo, la luz le ilumina, y cuando piensa que no lo es, su figura está fuera de la luz. La paleta de colores tiene una mezcla de análogas y complementarias combinaciones de colores, todos basados en el estado anímico que transmite el filme. Asimismo, nuestra iluminación se centra mucho en los personajes y en la dirección artística para expresar las emociones de Tim durante todo el tiempo. El matte painting (fondo de la pantalla) es muy impresionista y el acabado es sumamente estilizado; ¡lo que incluye incluso hasta los detalles de la madera en los muebles!"

El supervisor de efectos Mitul Patel añade, "Todas las demás películas en las que hemos trabajado han tenido formas y ritmos muy realistas, pero en el caso de EL BEBÉ JEFAZO, los efectos se usan para hacer más divertido el filme. Las formas son simples, pero detrás hay una dirección artística, y el ritmo es muy ágil y como de dibujos animados. Eso supuso un reto en aquel momento, puesto que nuestras herramientas (es decir, los solucionadores) están construidas en base a la física del mundo real, así que tuvimos que trabajar un poco más duro para conseguir darle al filme la estética y ritmo deseados".

El supervisor de iluminación Rajarajan Ramakrishnan dice que McGrath fue muy concreto respecto a una cosa muy sencilla: la filosofía "Luz es amor". "Necesitábamos comprender esa simple filosofía y utilizar nuestras herramientas y técnicas para cumplir con la visión que él tenía del filme", señala. "Yo soy padre de una niña de dos años, y como la película trata sobre el vínculo emocional entre hermanos, significaba mucho para mí. Estábamos introduciéndonos en un espacio visualmente muy íntimo. Nuestras opciones de configuraciones de iluminación y matices ópticos tenían que reflejar las especiales interpretaciones de los personajes y las sinceras emociones del filme".