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  Déjate llevar  (Lasciati andare)
  Dirigida por Francesco Amato
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Con barba y gafas al más puro estilo de Sigmund Freud el Dr. Elia Venezia (Toni Servillo) es un rígido psicoanalista con una vida tranquila y predecible. Elia está separado de su exmujer Giovanna (de la que aún sigue enamorado y tiene un hijo en común). Para más inri, son vecinos.

Elia vive una vida confortable centrada en su autocomplacencia hasta que un día es alertado por su médico y se ve obligado a cambiar su dieta y a practicar ejercicio diario. Es entonces cuando el rumbo de Elia cambiará drásticamente al conocer a Claudia (Verónica Echegui), una jovial entrenadora personal más preocupada por el culto al cuerpo que de la mente.

La energía y la espontaneidad de Claudia conducen a Elia a experimentar una sucesión de contratiempos disparatados a lo ancho y largo de la ciudad de Roma. Este soplo de vitalidad hará que Elia se replantee su existencia y vea la vida de un modo diferente (y algo más despreocupado) a lo que estaba acostumbrado.


Sinopsis alternativa
Todo el mundo lo sabe: un buen psicoanalista debe permanecer impermeable a las emociones que le expresan sus pacientes. Pero en el caso de Elia, un psicoanalista interpretado por Toni Servillo, podemos sospechar que su impoluta profesionalidad se ha convertido en una indiferencia absoluta hacia sus pacientes. Hierático y severo, con un sentido del humor ingenioso e implacable, Elia mantiene una distancia segura sobre todos ellos e, incluso sobre su ex esposa Giovanna (Carla Signoris), que se ha convertido en su vecina de enfrente, cocinera ocasional y pareja para asistir a la Ópera. Su miserable vida emocional la compensa con una glotonería secreta e incontenible, con los dulces. Ello le provoca una leve enfermedad que puede superar fácilmente con un poco de dieta y visitar regularmente el gimnasio. Y es así como irrumpe en su vida Claudia (Verónica Echegui), su entrenadora personal, divertida y excéntrica, practicante del culto al cuerpo, pero menos del culto al cerebro. Alocada y pasional, es capaz de arrastrar a todos quienes se acercan a ella a un abismo de diversión incontrolable.