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  Enganchados a la muerte  (Flatliners)
  Dirigida por Niels Arden Oplev
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Columbia Pictures presenta, en asociación con Cross Creek Pictures, una producción de Laurence Mark / Furthur Films / Safran Company, una película de Niels Arden Oplev, ENGANCHADOS A LA MUERTE. Protagonizada por Ellen Page, Diego Luna, Nina Dobrev, James Norton y Kiersey Clemons. Dirigida por Niels Arden Oplev, a partir de un guion de Ben Ripley y una historia de Peter Filardi, la película está producida por Laurence Mark, Michael Douglas y Peter Safran. Sus productores ejecutivos son Michael Bederman, Robert Mitas, David Blackman, Brian Oliver y Hassan Taher. Eric Kress es el director de fotografía. Niels Sejer se ha ocupado del diseño de producción. Tom Elkins ha realizado el montaje. Jenny Gering ha diseñado el vestuario. Nathan Barr ha compuesto la música.


"Todos queremos saber qué sucede al morir, pero hay ciertas cosas que claramente es mejor no conocer", opina Laurence Mark, productor del nuevo filme ENGANCHADOS A LA MUERTE. En la película, cinco estudiantes de medicina se obsesionan con estas cuestiones y hacen caso omiso a las advertencias del productor.

"ENGANCHADOS A LA MUERTE es un viaje a lo desconocido, el último territorio desconocido, podría decirse", comenta el director Niels Arden Oplev, especialmente conocido internacionalmente por su trabajo como director de la adaptación sueca de "Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres" y el piloto de la alabada serie de televisión "Mr. Robot". "Es un tema totalmente descabellado, viajar más allá de la muerte y hacer que tus amigos intenten resucitarte, para explorar qué hay más allá".

ENGANCHADOS A LA MUERTE empieza cuando una estudiante de medicina –que tiene sus propios motivos que se guarda con mucho cuidado– convence a cuatro de sus compañeros para que realicen con ella un peligroso experimento: quiere detener su corazón y experimentar la muerte durante un breve lapso de tiempo, controlando su actividad cerebral para ver si consiguen alguna prueba de vida más allá de la muerte; entonces, necesita que sus compañeros la resuciten.

¿Qué podría convencer a alguien para intentar algo tan peligroso? Qué otra cosa sino la perspectiva de obtener unos resultados revolucionarios, que podrían hacerlos famosos. "Imagina que descubren la prueba que estaban buscando: sería el mayor descubrimiento médico del siglo", opina Oplev. "Courtney, interpretada por Ellen Page, apela a la presión que los demás estudiantes sienten en un entorno tan despiadado. Como dice uno de los personajes: esta no es una facultad de medicina que se dedique a formar médicos rurales, están aquí para ampliar los límites del conocimiento humano".

Lo que descubren los estudiantes de medicina es algo que no esperaban: tras detener su corazón y afrontar la muerte, no solo experimentan cómo podría ser el más allá, sino que a la vuelta son mejores. "Tras su viaje al reino de la muerte, vuelven con habilidades especiales", aporta Oplev. "Intentan alcanzar la grandeza por la vía rápida. Pero tendrán que pagar las consecuencias de lo que han hecho".

Y el precio que tendrán que pagar será elevado: a medida que experimentan sus muertes y resurrecciones, los personajes se verán forzados a hacer frente a los actos que más lamentan de su pasado. "Todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos hecho algo de lo que nos avergonzamos o nos arrepentimos", afirma el productor Michael Douglas. A medida que los estudiantes afrontan la muerte en la película, comenta, se convierte en una oportunidad para ellos de hacer frente a esos pecados. "Cuando se ven atormentados por los errores de su pasado, descubren que nunca es demasiado tarde para intentar remediarlos", prosigue.

"Se enfrentan a momentos de su pasado de los que no se sienten orgullosos", agrega Oplev. "En esencia, se ven obligados a cambiar de opinión sobre quiénes son en realidad".

La película en la que se basa ENGANCHADOS A LA MUERTE se estrenó en 1990. "Línea mortal" era un filme sumamente estilizado e inquietante, que logró conectar rápidamente con el público. Ahora, más de 25 años después, llega a la gran pantalla una nueva versión contemporánea de la historia, ENGANCHADOS A LA MUERTE. Douglas, uno de los productores de la película original, colaboró con los productores Laurence Mark y Peter Safran para llevar esta nueva versión a las salas comerciales.

Para dirigir la nueva versión, los productores se pusieron en contacto con Oplev. "Niels aportaba una sensibilidad fantástica de autor europeo a un thriller comercial estadounidense", explica Safran. "Lo importante para todos nosotros, y sobre todo para Niels, era que los personajes funcionaran: se aseguró de que todo lo que le pasara a los personajes tuviera una base real, y que sus errores pasados y los pasos que dan para redimirse fueran creíbles".

También era importante para Oplev crear una película que se sostuviera por sí misma y conectara con el público contemporáneo.

"Naturalmente, es amena y emocionante, pero el tema también posee cierta profundidad. Podíamos crear una película que tuviera toda la tensión y el espectáculo de un thriller, pero también profundidad, credibilidad y realismo. Por eso me atrajo este proyecto", plantea Oplev.

Mark considera que tenía sentido adoptar un enfoque más realista. "La ciencia y la tecnología han sufrido avances sustanciales en los últimos 25 años", explica Mark. "Abordamos la película de una forma mucho más sólida y basada en la realidad médica".

Una forma que tuvo Oplev de dar solidez al thriller fue a través de su compromiso con el realismo. "ENGANCHADOS A LA MUERTE tiene elementos sobrenaturales, con aspectos divertidos y escalofriantes, pero dentro de eso, quería que resultara totalmente creíble", explica Oplev. "Cuando detienen su corazón por primera vez, quería que estuvieras totalmente convencido de que estaba pasando de verdad".

Y lo que es más importante, Oplev quería que la película contara con personajes interesantes, comenta Safran. "Queríamos que los personajes quedaran claramente definidos muy pronto para que, cuando empezaran a experimentar los fenómenos sobrenaturales que les ocurren después de volver de la muerte, los vieras desde su perspectiva: sabes por lo que están pasando, sabes lo que han vivido y así ahora te preocupas por ellos".

A continuación, ficharon a Ben Ripley, que ya había escrito anteriormente el éxito de taquilla "Código Fuente", para que escribiera el guion, a partir de una historia de Peter Filardi. Ripley comenta: "Estaba en la universidad cuando se estrenó la película original y recuerdo pensar que tenía una premisa muy inteligente, así que sentía curiosidad por la idea de hacer un remake. Como los elementos ya estaban todos allí presentes –el atractivo universal de investigar el más allá, los temas de expiación y redención– pude permitirme el lujo de importar una estructura que ya era muy sólida. Lo que sí que hice fue poner al día la ciencia, la tecnología y hacer al reparto mucho más variado y competitivo, en línea con las facultades de medicina actuales".

Ripley consultó exhaustivamente con especialistas médicos a lo largo de todo el proceso de escritura. "Me interesaba mucho la idea de la neurología como la fuerza impulsora del interés de los personajes por detener su corazón", explica. "Todavía no sabemos gran cosa sobre cómo funciona el cerebro; es una máquina demasiado compleja para que la entendamos. Empecé a preguntarme: ¿y si hubiera una zona del cerebro que fuera responsable de producir una experiencia cercana a la muerte, al igual que hay zonas que hacen que sintamos rabia o que sepamos a qué sabe un limón?".

En numerosas ocasiones a lo largo del proceso de escritura, Ripley pudo acompañar a un amigo neurólogo a su trabajo, asistir a reuniones matutinas de presentación y entrevistar a estudiantes de medicina que realizaban rotaciones de neurología. "Buena parte de eso acabó reflejado en el guion", comenta Ripley. "Queríamos que todo resultara lo más creíble posible, de modo que muchas de las situaciones médicas que se ven en la película están de hecho escritas y ejecutadas con un elevado grado de realismo".


La selección del reparto
El equipo responsable del proyecto amplió considerablemente su radio de búsqueda para encontrar a los cinco actores que interpretaran a los jóvenes y competitivos estudiantes de medicina. "Se trata de una película coral y, por ello, resultaba crucial encontrar actores que, con un poco de suerte, se complementaran entre sí", explica Mark. "Cada uno de los miembros de nuestro reparto aporta algo único y característico al conjunto".

Ellen Page, que fue nominada a un Óscar por el papel con el que saltó a la fama en "Juno", fue elegida por el equipo de la película para interpretar a ‘Courtney’, una joven complicada que convence a sus compañeros para que la sigan en su búsqueda de conocimiento del más allá.

"El personaje de Ellen es el que prende la mecha que pone en marcha la historia y, por suerte, es una actriz electrizante", afirma Mark.

"Courtney es una mujer con problemas", explica Safran. "Está atormentada por la culpa que siente por haber estado al volante cuando su hermana pequeña murió en un accidente de coche diez años antes, y carga con ese peso. Eso es lo que impulsa su fascinación por el más allá, necesita tanto saber si su hermana está en paz que está dispuesta a llegar al extremo de experimentar consigo misma. Ellen Page aporta al papel su gran destreza interpretativa y una presencia intelectual; refleja maravillosamente la carga que soporta Courtney, lo mucho que sufre por la muerte de su hermana".

"Ellen aporta una gran profundidad y credibilidad emocional al personaje", opina Oplev. "Resulta fascinante verla llevar a su personaje a rincones muy oscuros, podrías considerarla la cabecilla, instiga a los demás para que la sigan".

Page comenta que el proyecto le atraía por diversas razones. "Me resultaba interesante la forma que tenía la película de tratar con nuestra fascinación primaria e innata, nuestro miedo, negación o lo que quiera que sea que sentimos por lo inevitable", explica. "El personaje de Courtney me parecía alguien a quien no había interpretado nunca. Es hasta cierto punto un misterio y me interesaba ese misterio; tiene un pasado sumamente duro y traumático, la corroe una tremenda culpa, que sin duda ha definido quién es en la actualidad. Me resultaba muy interesante interpretar a alguien que ha pasado por tanto y poder explorar esa faceta".

Esa amplia variedad continúa cuando el personaje de Page comienza con sus peligrosos experimentos. "Antes de morir y volver a la vida, está muy aislada de sus sentimientos hacia su pasado, se protege mucho de esos sentimientos", aporta Page. "Nada más volver a la vida, tiene un momento de pura felicidad, esa euforia que sientes cuando superas un momento difícil. Se abre, empieza a sentirse fuerte y libre, pero también empieza a experimentar todos esos sentimientos que guarda en su interior, y su fachada empieza a desmoronarse".

Para interpretar el papel del personaje extremadamente reservado y complejo de Ray, el equipo responsable del proyecto recurrió a Diego Luna.

"Ray es el único del grupo con auténtica experiencia vital", explica Mark. "Es mayor que los demás y parece algo más tosco. No se crio en un ambiente privilegiado, no ha estudiado en una universidad de élite. Era un bombero que ha visto mucho dolor y sufrimiento. Al principio, le cuesta entender por qué sus compañeros querrían experimentar de una forma que encuentra temeraria e imprudente, pero al final no puede evitar involucrarse, sobre todo cuando sus compañeros necesitan su experiencia para reanimarlos".

"Diego dota a Ray de una sensibilidad a varios niveles que se percibe desde el principio", comenta Safran. "Y cuando tiene que dar la cara y asumir el papel de héroe, posee esa fuerza de personalidad que consigue que resulte real. Tiene una forma seductora y maravillosa de meterse en una escena y asumir el control de la misma".

"Como Ray tiene unos cuantos años más que los demás, aporta más experiencia vital y credibilidad a la idea de inducir la muerte clínica. Diego posee esa aura de experiencia" agrega Oplev.

Luna, muy conocido por sus papeles en títulos como "Y tu mamá también", "Mi nombre es Harvey Milk" y "Rogue One: Una historia de Star Wars", sostiene que conectó de inmediato con el personaje. "Ray es un tipo muy pragmático", explica Luna. "Es un tipo que está estudiando por un motivo y no quiere para nada poner eso en peligro. Pero, al mismo tiempo, es médico, y su curiosidad puede más que él, le intriga la idea de formar parte de un proyecto tan arriesgado. A Ray no le interesa detener su corazón, pero devolver a los demás a la vida le resulta emocionante; le hace sentirse poderoso, y se engancha. Esta película trata entera sobre jugar con fuego, jugar con algo que no puedes controlar".

Nina Dobrev interpreta a Marlo, un personaje con el que dice que se identificó en cuanto leyó el guion. "Hice una lista con las virtudes y defectos del personaje en dos papeles", recuerda Dobrev. "Para cuando terminé, me di cuenta de que no tenía realmente defectos, me había limitado a escribir un montón de cosas que me encantaban de ella y del arco argumental que tiene a lo largo de la película".

"Marlo es un personaje estupendo", afirma Safran. "Es la chica a la que quieres odiar porque lo tiene todo: es hermosa, es inteligente y está claro que es acomodada, pero le da un gran toque de humor a todo lo que hace, por lo que resulta imposible odiarla. Buena parte de ello se debe a que Nina Dobrev es también como ella; Nina es alguien con quien quieres pasar el tiempo; es una persona encantadora y dota de ese encanto al personaje de Marlo".

El actor británico James Norton interpreta al carismático y amante de la diversión Jamie. "Jamie es un bribón encantador", explica Norton sobre su personaje. "No se toma sus estudios muy en serio, le gusta la juerga, le gustan las chicas, es muy bravucón y seguro de sí mismo, y no le importa lo más mínimo admitir que lo que verdaderamente busca es reconocimiento, quiere ser un médico famoso".

"Su personaje es temerario", prosigue Oplev. "Es un niño rico, al que le interesan más las chicas y las fiestas que su carrera. Hay una razón por la que lo elige Courtney: sí, creo que él sería el que pulsara el botón y pondría todo el tema en marcha".

Kiersey Clemons, que se dio a conocer con su papel en el alabado éxito de Sundance "Dope", fue la elegida para interpretar al personaje de Sophia.

"Sophia es un personaje interesante porque se merece claramente estar en la facultad de medicina en virtud de su inteligencia, su esfuerzo y su diligencia, pero tiene que soportar la sofocante presión de su madre soltera, que ha renunciado a todo para que Sophia pueda estudiar la carrera y espera que triunfe y sobresalga", comenta Safran. "Y es evidente que esa presión le supone una carga enorme, en cuanto a si le está fallando a su madre, o se está fallando a sí misma. ¿Es esto realmente lo que quiere hacer? Es un personaje muy complicado y complejo, y Kiersey Clemons lo interpreta a la perfección".

"Creo que para Sophia siempre se ha tratado de ser la mejor, la más lista y la primera de su clase, porque eso era lo que se esperaba de ella", comenta Clemons sobre su personaje. "Así que cuando decide detener su corazón, tiene una experiencia de liberación, reclama su identidad propia al hacer algo que su madre jamás querría que hiciera".

Desde el principio, la química y la camaradería entre los cinco actores fue fuerte tanto delante como detrás de las cámaras. "Nos llevamos bien desde el momento en que nos conocimos", afirma Dobrev. "Todos tenemos personalidades muy distintas, pero cuando nos juntamos, es como un rompecabezas, encajamos y cada uno aporta algo diferente al conjunto".

Norton agrega: "En cualquier película, cualquier interpretación, la confianza que se precisa entre un grupo de actores es inmensa. Tienes que abrirte y, en cuestión de días, mostrar tu alma y hacerte increíblemente vulnerable con unos desconocidos. Y eso exige una cantidad enorme de confianza. Así que no es de extrañar que los actores suelan intimar mucho y muy rápido. Y eso fue lo que sucedió en esta película, lo que fue estupendo, porque la confianza es una parte esencial de la misma. Estos personajes están poniendo sus vidas en manos de los demás y diciendo: ‘Recupérame, tráeme de vuelta de entre los muertos’. Así que el hecho de que nos lleváramos tan bien, de que todos confiáramos los unos en los otros tras las cámaras, suponía que las relaciones y las historias de nuestras amistades ante las cámaras eran mucho más sencillas".


Formación médica
Siguiendo las indicaciones de Oplev de que los elementos sobrenaturales y de suspense partieran de la base de unos procedimientos médicos lo más reales posibles, el equipo responsable del proyecto se centró en conseguir que todo fuera correcto. "Era importante que cualquier cosa que exploráramos en cuestión de medicina y muerte clínica fuera preciso y médicamente correcto", comenta el productor ejecutivo Michael Bederman. "La acción tenía que ser creíble".

El equipo de la película fichó a la asesora médica Lindsay Somers para asegurar que los materiales y la acción fueran tan creíbles y médicamente precisos como fuera posible. Antes de empezar a filmar, y también a lo largo del rodaje, Somers colaboró estrechamente con Oplev y Ripley, así como su red de enfermeras, radiólogos, neurólogos y neurocirujanos, para intentar asegurar que cada diagnóstico fuera correcto y cada fármaco prescrito fuera el adecuado, que los actores utilizaran el material adecuadamente y que pusieran inyecciones o realizaran intubaciones tal como lo haría un médico de verdad.

"Niels dijo desde el primer momento que quería que la medicina fuera auténtica en la película, así que lo primero que hice fue revisar el guion y llamarles la atención a Ben y a él sobre cualquier imprecisión médica", aporta Somers. "Por ejemplo, en muchas películas y series de televisión, ves a gente dando descargas a alguien en muerte clínica, lo que es complemente incorrecto, porque no puedes dar descargas a alguien en muerte clínica. Ben añadió una escena que explica eso a los espectadores en términos médicamente precisos, al hacer que el personaje de Kiersey explique que no se puede dar descargas a alguien en muerte clínica, que las ‘palas son inútiles si el corazón no late’. Evidentemente, dado que estamos haciendo una película de Hollywood y no un documental, nos tomamos pequeñas libertades con ciertas cosas, pero en general intentamos que todo fuera lo más correcto posible".

Un terreno que exigía especial documentación fue, naturalmente, cuánto debían durar las secuencias de muerte clínica. "Nos documentamos sobre cuánto puede aguantar muerta una persona, cuánto tiempo puede sobrevivir tu cerebro sin oxígeno", comenta Oplev. "La mayoría de los médicos diría que son unos tres o cuatro minutos, pero lo cierto es que depende de cada persona. Hay ejemplos muy interesantes de gente que ha estado muerta muchos minutos y consiguieron volver a la vida en determinadas circunstancias".

Para darle la necesaria verosimilitud a su interpretación de estudiantes de medicina de tercer curso, Somers sometió al reparto a un curso intensivo que describe como "campamento de instrucción médica".

Somers explica: "Empezamos con un poco de teoría para ayudarles a entender exactamente por qué iban a hacer todo lo que iban a hacer, sobre todo en las secuencias de muerte clínica. Como: ¿Por qué funciona la reanimación cardiopulmonar? ¿Qué hacen las compresiones al corazón y al cuerpo? ¿De qué sirve suministrar oxígeno? A continuación, trabajamos en sus habilidades, hice que una enfermera de urgencias me ayudara a enseñarles cómo realizar la reanimación cardiopulmonar, cómo manejar las vías intravenosas y las máscaras de oxígeno. Luego empezamos a centrarnos en las propias escenas de muerte clínica, ya que iban a ser las más intensas físicamente de rodar y eran las que más preocupaban a Niels y a los actores".

Todos los miembros del reparto se muestran de acuerdo en que la preparación médica fue esencial para sus interpretaciones. "Había mucho que aprender y coreografiar en cuanto a la terminología, la teoría y el uso del material, pero hizo que resultara mucho más agradable de filmar", opina Page. "Tener la oportunidad de prepararnos juntos hizo que nos sintiéramos mucho más unidos y cómodos cuando llegó el momento de rodar esas escenas".

Luna agrega: "Esperemos que los médicos vean esta película y digan: ‘Aah, veo que se han documentado’. Supuso mucho trabajo, pero me siento muy orgulloso del hecho de que todos nos lo tomáramos tan en serio como lo hicimos".


Acerca de la producción
Oplev colaboró estrechamente con el director de fotografía Eric Kress, el diseñador de producción Niels Sejer (con los que ya había trabajado anteriormente en numerosos proyectos, como "Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres"), y la diseñadora de vestuario Jenny Gering para idear el aspecto general del filme. A la hora de diseñar los sets y elegir las localizaciones, era importante para el equipo de la película establecer un trasfondo para el filme que reflejara la intersección de la medicina tradicional con la nueva medicina impulsada por la investigación, que mueve a los cinco estudiantes a experimentar con su propia mortalidad.

Para el ficticio Centro Médico Trinity Emmanuel, Sejer buscaba crear una atmósfera que propiciara el interés de los estudiantes por llevar a cabo sus peligrosos experimentos con el más allá, ya que serían su oportunidad de labrarse una reputación en un mundo tan sumamente competitivo.

"Queríamos crear un ambiente médico de primera, un icono al que aspirar en Estados Unidos", explica Sejer. "No dejaba de darle vueltas a tres palabras: innovación, privilegio y tradición. Esas palabras, esas ideas, acabaron reflejadas en los sets y localizaciones, e incluso en nuestra forma de buscar arquitectura y diseño. Estuvimos buscando posibles pasadizos elevados y tenía esas tres palabras rondándome la cabeza cuando vimos un precioso pasadizo elevado acristalado. Lo observamos desde distintos ángulos y nos dimos cuenta de que conectaba una instalación médica más antigua, de los 70, con una estructura muy moderna, toda de cristal y acero. El pasadizo elevado era como un túnel del tiempo; reflejaba todas esas ideas que dan forma a nuestra película. Le saqué una foto, así como a los edificios a cada lado, las puse en mi pared y se convirtieron en la clave de muchos de los elementos de diseño y del tema de lo antiguo y lo nuevo, lo tradicional y lo moderno".

Uno de los mayores retos para Sejer y su equipo de diseño fue el búnker secreto escondido en lo más profundo del sótano del Centro Médico Trinity Emmanuel, donde los protagonistas realizan sus experimentos. En este búnker aislado y olvidado, Oplev pudo crear un set que encajara creativamente con el ambiente que buscaba para esas secuencias. "Quería elegir exactamente lo que buscaba para crear el mejor momento dramático, sin que por ello dejara de resultar real".

Por ejemplo, hubo una larga discusión sobre si usar palas para dar descargas a los corazones. "Las palas son en realidad algo que habrías usado hace 15 años; hoy día, utilizan almohadillas que se adhieren directamente al cuerpo", señala Oplev. "Pero las palas son mucho más personales, sobre todo cuando tienen que usar una pala para detener el corazón e inducir una muerte clínica".

La solución fue crear el búnker. "La idea es que realizan los experimentos en una zona del hospital que solo se usa en caso de emergencia y, por ello, contiene una mezcla de equipo nuevo y antiguo", explica Oplev. "Arriba, en la sala más moderna, tienen almohadillas; abajo, en el búnker, todavía usan palas".

El búnker aún necesitaría material nuevo, señala Sejer. "Niels quería que el set pareciera como si se hubiera quedado abandonado y desierto, aislado del resto del hospital, pero que al mismo tiempo estuviera lleno de material que fuera lo bastante avanzado técnicamente como para generar las imágenes del cerebro que los estudiantes obtienen durante las secuencias de muerte clínica", explica.

Como elemento central del set del búnker, Sejer diseñó un escáner de resonancia magnética de aspecto futurista que, a la vez que reforzaba esa sensación de realidad realzada que el director deseaba para el set, también permitía llevar a cabo la filmación de las complicadas escenas de muerte clínica. "Queríamos que pareciera realmente el siguiente paso en máquinas de resonancia magnética", admite el diseñador. "Me reuní con un neurocirujano para hablar de lo que haría falta para captar la actividad cerebral del modo en que lo hacemos en la película y luego se nos ocurrió el concepto de nuestra máquina de resonancia magnética. Le mostré nuestro diseño y dijo: ‘La quiero, ¿dónde puedo conseguir una?’. Eso me pareció suficiente".

La diseñadora de vestuario Jenny Gering adoptó un enfoque similar con la ropa de la película, manteniendo el vestuario lo más realista posible. "Realizamos una documentación exhaustiva, porque no hay nada peor que hacerlo mal", afirma Gering. "Hablamos con residentes, estudiantes de medicina y doctores. Hay toda una subcultura en este mundo sobre quién lleva bata, quién no lleva bata, en qué año de sus estudios empiezan a llevarla, qué bata está bordada, etc. Hay razones para cada nivel".

Gering creó una gran variedad de diseños para la película. Desde los trajes estudiados y profesionales de Marlo a los jerséis pijos, de universidad de élite, de Jamie, el vestuario reflejaba la personalidad de cada personaje. "La ropa es una herramienta estupenda para ayudar a desarrollar y definir un personaje", explica Gering. "Por ejemplo, Ray es muy neutral, así que lleva muchos grises y negros; intenta no destacar, simplemente quiere ir a lo suyo y ser él mismo. A Jamie, por otro lado, le gusta pavonearse, así que sus colores son mucho más llamativos".

"Marlo lleva muchos tonos joya, es muy escueta y entallada, tanto su vestuario como su carácter tienen una gran riqueza", prosigue Gering. "Para Sophia, que posee esa encantadora inocencia y franqueza, decidimos que su vestuario debería ser algo más vivo, su imagen algo más joven, así que lleva ropa más divertida y llamativa".

El personaje de Ellen Page ofreció a la diseñadora la oportunidad de probar algo un poco diferente: "Courtney fue muy divertida para mí porque supuso una manera de explorar una faceta fuerte y sexy que no suelo tener ocasión de hacer con actrices", comenta Gering. "Courtney me recordaba a una icónica mujer de los 70, una Charlotte Rampling o Faye Dunaway, ese tipo de sensación. Es muy profesional y muy seria, pero también es consciente del hecho de que es preciosa y sabe cuándo usarlo, y creo que eso se refleja en la fuerza y la intensidad de su vestuario".