IT, el thriller de miedo de New Line Cinema, del director Andy Muschietti (Mamá), está basada en la popularísima novela homónima de Stephen King.
IT está protagonizada por Bill Skarsgård (La serie Divergente: Leal, la serie de televisión Hemlock Grove) en el papel de Pennywise, el villano protagonista de la historia. La película también está protagonizada por un grupo de jóvenes actores formado por Jaeden Lieberher (Midnight Special), Jeremy Ray Taylor (Alvin y las ardillas: Fiesta sobre ruedas), Sophia Lillis (37), Finn Wolfhard (la serie de televisión Stranger Things), Wyatt Oleff (Guardianes de la galaxia), Chosen Jacobs (el próximo estreno Cops and Robbers), Jack Dylan Grazer (Cuentos de Halloween), Nicholas Hamilton (Captain Fantastic) y Jackson Robert Scott, debutante en el cine.
Muschietti dirige IT a partir de un guión de Chase Palmer, Cary Fukunaga y Gary Dauberman, basado en la novela de Stephen King. Roy Lee, Dan Lin, Seth Grahame-Smith, David Katzenberg y Barbara Muschietti son los productores de la película, cuyos productores ejecutivos son Dave Neustadter, Walter Hamada, Richard Brener, Toby Emmerich, Marty P. Ewing, Doug Davison, Jon Silk y Niija Kuykendall.
El equipo técnico incluye al director de fotografía Chung-Hoon Chung (Yo, él y Raquel, Old Boy), el diseñador de producción Claude Paré (El origen del planeta de los simios), el editor Jason Ballantine (Mad Max: Furia en la carretera) y la diseñadora de vestuario Janie Bryant (la serie de televisión Mad Men). El compositor de la banda sonora de la película es Benjamin Wallfisch (Annabelle: Creation).
¿A qué le tienes miedo?
Ya sea a un monstruo que, bajo tu cama, se oculta en la oscuridad, o una criatura que acecha en la sombra, no hay escapatoria para tu mayor miedo en el thriller de terror IT. El aclamado director, Andy Muschietti, que lleva por primera vez a la gran pantalla el influyente bestseller de Stephen King, afirma lo siguiente: "El miedo es algo universal; algo en lo que todos podemos sentirnos identificados. Y ¿qué puede haber más aterrador que algo que, no solo te ataca, sino que lo hace con aquello a lo que más miedo le tienes?".
El enigmático y corto título hace referencia al villano protagonista de la historia, un antiguo ser con la capacidad de cambiar de forma para convertirse en el mayor miedo de sus víctimas y que sale de la hibernación cada 27 años para alimentarse de los residentes más vulnerables de Derry, en el estado de Maine (EE. UU.): los niños. Sin embargo, en esta ocasión siete chicos marginados, que se llaman a sí mismos "El Club de los Perdedores", se unirán para luchar contra el misterioso ser al que se refieren únicamente como Eso. Pero ese ser también tiene otro nombre... uno que ya se ha convertido en emblemático en los anales del terror: Pennywise el payaso bailarín.
Publicada en 1986, IT se convirtió automáticamente en un clásico y en el libro más vendido de ese año. Con más de treinta años a sus espaldas cautivando lectores, el eterno bestseller sigue considerándose una de las mejores y más influyentes obras del para todos maestro de la literatura de terror, inspiradora de numerosos proyectos cinematográficos y televisivos desde su publicación.
Y así ha sido sin duda para el director de esta película. Muschietti afirma: "Soy un gran seguidor de Stephen King, que era mi autor favorito de adolescente. Por eso dirigir IT ha sido un sueño hecho realidad. Como me encanta hacer películas de miedo, siempre me ha fascinado el miedo y, probablemente, el momento en que más miedo pasa alguien es cuando de pequeño ve su primera película de miedo. Es un sentimiento que no se vuelve a tener en la vida, por eso volver a lograr esa sensación ha sido para mí una especie de aventura hacia lo imposible. Esto me ha ayudado porque creo que solo puedes asustar a los demás con algo que te asuste también a ti".
La historia tiene otro nivel también de la marca Stephen King. Podría decirse que ningún otro autor es tan bueno como él uniendo el terror absoluto con la experiencia de hacerse mayor y, quizá, es imposible lograrlo de forma más perfecta que la que consigue en la tierna historia de paso de la niñez a la vida adulta que subyace en IT. El productor Seth Grahame-Smith subraya: "Desde el comienzo éramos conscientes de que IT era mucho más que una historia de miedo y, por eso, la película tenía que reflejar los distintos tonos de la novela. Está ubicada en un momento concreto de la vida de sus jóvenes personajes en el que están haciéndose adultos, así que queríamos que la película plasmase el encanto de estos momentos centrados en los personajes y, a la vez, fuese completamente terrorífica".
El productor David Katzenberg asiente. "Durante la película hay momentos en que cada uno de estos elementos pasa a un primer plano, así que tiene un equilibrio muy interesante entre emoción y miedo. Lograr plasmar ambos elementos de forma correcta era fundamental tanto para el ritmo de la película como para la narración de la historia".
La hermana y socia creativa de Andy Muschietti, la productora Barbara Muschietti, atribuye a los guionistas el mérito de lograr ese equilibrio. "Chase Palmer, Cary Fukunaga y Gary Dauberman lograron plasmar las facetas emotivas de la amistad entre los miembros de El Club de los Perdedores, e incluso dar una pincela sobre el primer amor adolescente. Pero no nos equivoquemos: es una película que da mucho miedo", sonríe.
El miedo en IT lo personifica el malévolo payaso, Pennywise: devorador de niños y experto en miedo. Bill Skarsgård, que da vida al malvado personaje, afirma: "De chaval conocía muy bien IT y el personaje de Pennywise. En mi opinión, necesita que los niños crean en lo que ven y estén asustados para poder devorarlos porque el miedo sazona la carne. Para mí, tanto cuando era pequeño como ahora, esa es la idea más aterradora".
El actor Jaeden Lieberher, como representante de El Club de los Perdedores, afirma: "La película trata sobre superar el miedo porque si los chicos no tienen miedo de Pennywise, tienen la oportunidad de vencerlo. Pero da muchísimo miedo ver todo lo que les está sucediendo".
Lieberher interpreta al líder del grupo, Bill Denbrough. El resto de jóvenes actores que completan el equipo son: Finn Wolfhard, como Richie Tozier; Sophia Lillis, como Beverly Marsh; Jack Dylan Grazer, como Eddie Kaspbrak; Wyatt Oleff, como Stanley Uris; Jeremy Ray Taylor, como Ben Hanscom; y Chosen Jacobs, como Mike Hanlon.
A la hora de desarrollar el proyecto, el equipo de dirección (en el que también estaban los productores Roy Lee y Dan Lin) era consciente de que llevar a la gran pantalla un libro con una narración tan rica y de más de mil páginas no iba a ser una tarea sencilla, así que optaron por centrarse en la primera mitad del mismo, cuando El Club de los Perdedores aún son niños... y presa principal de Pennywise. Sin embargo, tal y como indica Dauberman: "El mayor reto de adaptar, aunque solo fuese la mitad de una novela tan popular como IT, está en intentar escoger de entre tantísimos pasajes imborrables que nos han acompañado desde que leímos el libro por primera vez".
Grahame-Smith afirma: "Todos sentimos la gran responsabilidad de ser fieles al espíritu de la novela porque es un libro muy importante para los fans de Stephen King, entre los que nos incluimos todos los que hemos trabajado para llevarla por fin a la gran pantalla.
Dauberman prosigue: "Sin duda ha sido un proceso colaborativo, y Andy ha sido muy comunicativo con sus ideas. Una de las cosas que más debatimos fue la forma en que los miedos individuales de cada uno de Los Perdedores les definen. Andy reflexionó mucho sobre cómo esos miedos influían en sus acciones, extrapolándolo todo, por supuesto, a partir de trazas que encontraba en la novela".
Katzenberg asiente: "Andy tiene una idea clara de la película". Prosigue, aludiendo al trabajo de Muschietti en la exitosa película Mamá: "Es evidente que sabe cómo provocar miedo, pero también es genial contrastando y fusionando tonos de forma coherente. Ha sido una elección estupenda para dirigir este proyecto".
A la hora de adaptar el guion hubo otro cambio importante acordado por el equipo de dirección. Aunque King situó la primera parte de su novela en los años 50, se optó por trasladarla a los 80. Barbara Muschietti explica el cambio: "Stephen King se crio en los años 50; esa era su generación, y el libro plasma los miedos de su infancia. Stephen siempre dice que hay que escribir de lo que se conoce. Por eso quisimos hacer una película sobre lo que nosotros conocemos, que es ser niño en los 80, y representar las cosas que nos daban miedo entonces".
Andy Muschietti añade: "En los años 50 a los niños les asustaban cosas muy distintas, como los monstruos que veían en las películas de entonces, y esas son las formas que Pennywise toma en la historia original. La adaptación de los miedos en esta película tiene muchas capas y niveles, que sorprenderán hasta a los fans del libro".
El escritor Stephen King subraya: "El equipo de dirección ha optado por un enfoque ligeramente distinto del de la novela. Lo importante, sin embargo, es que se ha conservado la idea básica de que Pennywise llega a los chicos descubriendo cuáles son sus mayores miedos y convirtiéndose en ellos. Andy entendió esa cuestión a la perfección, y creo que ha hecho honor al libro".
Los perdedores
Si nos mantenemos unidos, venceremos.
La base y el alma de IT la forman los adolescentes que se autodenominan El Club de los Perdedores. Por separado, los chicos están mal preparados para soportar a los abusones del instituto, así que mucho menos preparados están ante una poderosa entidad que cambia de forma. Juntos, atesoran un valor especial forjado en base a la amistad que los une y a su determinación por salvarse a sí mismos, a sus amigos y a toda la ciudad, al afrontar una terrorífica amenaza a la que nadie ha hecho frente desde hace siglos.
El director afirma lo siguiente: "Los Perdedores sacan fuerzas de su unidad. Es muy interesante ver cómo cambia la dinámica del grupo durante la película, alternándose los papeles de líder y las posturas de fuerza. Todos tienen su momento. Es una historia preciosa y es en las malas épocas cuando más se ve salir a la superficie la humanidad, la confianza y el amor".
King desvela un motivo muy concreto para que los héroes de su novela fueran niños. "Existe una frontera, en los niños, en la que ya son demasiado mayores para creer en Papá Nöel y el Ratoncito Pérez, pero aún tienen miedo de que haya algo debajo de su cama por las noches. Quise coger niños así y ponerlos en una situación en los que son los únicos capaces de ver y enfrentarse a una criatura malévola porque aún siguen creyendo en monstruos. A la vez, no son niños pequeños e indefensos, por lo que tienen recursos para responder al peligro".
Para dar con los actores que personificasen a Los Perdedores, el equipo de dirección se embarcó en una profusa búsqueda, en la que hicieron un casting a cientos de aspirantes. Muschietti afirma: "El casting de la película fue un proceso enorme en el que evaluamos a muchísima gente. Pero, cuando das con el actor que comparte ADN con un personaje, todo esfuerzo ha merecido la pena. Para un director es algo apasionante. Reunir al mejor reparto posible es fundamental para dar vida a los personajes".
El casting de estos ricos personajes no solo implicó encajar a los actores, sino también asegurarse de que compartían la química necesaria para funcionar de forma creíble como si fueran uno solo. Barbara Muschietti afirma: "Rich Delia, nuestro director de casting, hizo un trabajo sensacional. Nos trajo tantos chicos fantásticos, que el trabajo más difícil fue ir descartando candidatos. Fue súper divertido ir poniéndolos en grupos para dar con el grupo perfecto. Cuando vimos la conexión automática entre los actores elegidos, fue evidente que habíamos hecho la elección perfecta".
Grahame-Smith nos cuenta que el grupo asumió sus papeles con una dedicación y una habilidad superior a la que correspondería a su edad. "Estaban concentrados, preparados y listos para trabajar. Interpretaron sus personajes sin que se les olvidase ni una sola línea y dieron todo lo que tenían. Fue increíble".
Jaeden Lieberher interpreta al tímido y tartamudo Bill Denbrough, al que persigue el recuerdo de su hermano pequeño, George, que interpreta el principiante Robert Scott. El brutal asesinato del pequeño al que todo el mundo conocía como Georgie se convierte en el detonante de la historia y de la aventura de Bill. Lieberher afirma que la tragedia hace que su personaje se embarque en una misión. "Al principio de la película puede presenciarse la cariñosa relación que hay entre Bill y Georgie. Al desaparecer Georgie, Bill se siente culpable porque fue él quien dejó que saliese a jugar en la lluvia con su barco de papel justo antes de que desapareciese. Desde entonces, la vida en su casa es bastante dura. Tras la muerte de Georgie, sus padres están distantes y fríos con Bill, por lo que solo tiene a sus amigos. Ellos son los únicos con los que puede hablar".
El mejor amigo de Bill es Richie Tozier, un bromista que habla a la velocidad de la luz oculto tras sus gafas de culo de botella. Finn Wolfhard, que interpreta a Richie, nos cuenta sobre el personaje: "Es un tonto al que le encantan los videojuegos y la televisión, aficiones que comparto con él. Intenta ser quien da vidilla al grupo, pero en realidad nadie cree que sea tan gracioso como él piensa, por lo que siempre acaban hartándose de él e ignorándolo. Al desaparecer Georgie, la situación se pone más seria y Richie empieza a darse cuenta de que hay algo que no va bien en Derry... algo de lo que es imposible hacer ningún chiste".
Sophia Lillis interpreta a Beverly Marsh, única chica de El Club de los Perdedores, ajena al efecto que tiene sobre sus amigos preadolescentes. Lillis nos cuenta: "A pesar de sufrir malos tratos en casa, o quizá debido a ello, Beverly es uno de los componentes más fuertes y valientes del grupo. Es muy independiente y hace como si no le importase lo que piense el resto de la gente, pero, en realidad, ansía tener amigos y formar parte de un grupo. Quiere conectar con los demás, pero le asusta poder acabar con gente como su padre. Por eso se distancia de los demás... hasta que conoce a Los Perdedores, claro".
Jack Dylan Grazer interpreta a Eddie Kaspbrak, un diminuto hipocondriaco encadenado a su riñonera repleta de medicinas, inhaladores para el asma y diferentes desinfectantes. Grazer asiente: "Eddie es un niño neurótico. Por culpa de su madre está obsesionado con los gérmenes, lo que ha arruinado su vida social. Pero no es tan débil como le han dicho toda su vida. Enfrentarse a Pennywise junto a sus amigos le hace ver la fuerza que atesora".
El papel de Stanley Uris, el más escéptico de los siete chicos, lo interpreta Wyatt Oleff, quien subraya: "Stan tiene un TOC; le incomoda que las cosas no estén ordenadas. En esta situación, lo que le pasa por la cabeza es mucho más complicado de lo que es capaz de asimilar. No solo le aterroriza Pennywise, también le ofende: no puede asumir que algo así pueda existir en su realidad porque no tiene ningún sentido". Cuando va a cumplir 13 años, Stanley debería estar estudiando para su Bar Mitzvah; no obstante, para consternación de su padre, el rabino, toda su atención está centrada en un rito de madurez completamente distinto al que Pennywise está llevando a Los Perdedores.
Jeremy Ray Taylor interpreta a Ben Hanscom, que conoce a Los Perdedores tras padecer un brutal ataque (no por parte de Pennywise, sino de los abusones del lugar). Puede que Ben no sea un portento físico, pero Taylor enseguida señala sus verdaderas cualidades. "Es el listo del grupo al que le gusta pasar tiempo en la biblioteca... Creo que podría denominársele el nerd del grupo", dice sonriente. "Es Ben el que descubre la turbia historia de asesinatos y personas desaparecidas de Derry, lo que impresiona al resto. Nunca ha tenido amigos, y por eso cree que formar parte de El Club de los Perdedores es lo mejor del mundo".
El último en unirse al Club es Mike Hanlon, al que interpreta Chosen Jacobs. Jacobs nos cuenta: "Mike es una persona auténtica y muy centrada. Vive de forma muy humilde a las afueras de la ciudad. Aún quedan bastantes prejuicios raciales por lo que, al ser afroamericano, siempre acaba marginado de alguna manera. Para Mike, formar parte de El Club de los Perdedores significa muchísimo porque es la única amistad verdadera que ha conocido".
Las armas más poderosas de Los Perdedores en su lucha contra Pennywise son la solidaridad y el amor. Barbara Muschietti afirma: "Su única posibilidad de sobrevivir es mantenerse unidos y enfrentarse a sus demonios tanto interiores como exteriores".
Los actores interiorizaron esa idea, de forma que la amistad creada entre Los Perdedores se reflejó en la relación que hubo entre los actores que les daban vida. Antes de empezar el rodaje principal, el equipo de dirección organizó una especie de campo de entrenamiento. Consciente de que los jóvenes actores ni siquiera habían nacido en la época en que se ambienta la historia, Grahame-Smith creó una pequeña "guía básica de los 80". "Creé un pequeño libro con películas, música, videojuegos, ropa y otras cosas de aquella época. Incluso tenía información de cómo se hablaba y fotos del aspecto que tenían algunas cosas por aquel entonces. Esa fue mi pequeña contribución al campo de entrenamiento".
El tiempo que pasaron juntos tenía como objetivo ayudar a crear lazos entre los miembros del reparto. Pero hasta al equipo de dirección le sorprendió lo unidos que los chicos se volvieron fuera de cámara. Se hicieron inseparables, pasaban la noche juntos viendo películas y compartían mucho más que meras bromas. Por no hablar de las sesiones de karaoke en las que a menudo participaban el equipo de dirección y el resto del reparto.
Grahame-Smith subraya: "Se hicieron amigos de verdad, lo que creo que sirve como epitafio al hecho de que Andy viese en ellos algo fuera de lo normal durante los castings. Fue como presenciar el verano de su infancia justo delante de tus narices; tanto delante como detrás de la cámara".
Muschietti asiente: "Su vínculo era real, profundo y, pase lo que pase en el futuro, ha sido una situación muy especial para ellos que no creo que olviden nunca. Les estoy tremendamente agradecido. Es imposible que nada hubiera podido salir mejor".
Si bien Pennywise es, evidentemente, el mayor peligro para los chicos no es el único al que se enfrentan en Derry. La Panda de Bowers, una violenta pandilla encabezada por Henry Bowers, siempre está atenta para meterse con cualquiera, especialmente con los niños más débiles y desvalidos. El actor australiano Nicholas Hamilton, que interpreta a Henry, denomina a su personaje como un "gilipollas psicópata que no es solo un abusón; es el mismísimo demonio". Sus despiadados cómplices son Patrick Hockstetter, al que interpreta Owen Teague; Victor Criss, al que da vida Logan Thompson; y Belch Huggins, al que interpreta Jake Sim.
A pesar de los terribles peligros a los que se enfrentan sus hijos, los adultos de Derry son reticentes (o incapaces) de ayudarles, ignorando a los abusones y siendo totalmente incapaces de ver al monstruo que acecha su ciudad desde el inicio de los tiempos. Su apatía, incluso cuando tienen lugar situaciones violentas, es un aterrador recordatorio del bloqueo espiritual al que Pennywise ha sometido a toda la ciudad. Grahame-Smith asiente: "Es muy patente cuando ves que los adultos, que deberían ser quienes diesen mucha más importancia a lo que está pasando, se despreocupan y dejan que siga sucediendo. Se ve en los anuncios de niños desaparecidos colgados unos sobre otros sin que nadie haga nada. Al final, los chicos llegan a la conclusión de que ningún adulto, ni siquiera su madre o su padre, va a ayudarles; tienen que afrontar la situación sin ayuda de nadie. Y, cuando eres niño, esa es una de las situaciones más aterradoras que puedes imaginar".
Pennywise
Un banquete para Pennywise. Miedo maduro, pavor crudo...
El equipo de dirección sabía que el actor que eligiesen para interpretar a Pennywise tendría un impacto muy importante en prácticamente todos los aspectos de la película. Tras un largo proceso, Bill Skarsgård logró el preciado papel. Barbara Muschietti afirma: "Lo que vimos en Bill fue que encajaba perfectamente con la imagen que Andy tenía de Pennywise".
El director lo refrenda: "Al principio me ganó la calidad interpretativa de Bill en su audición y, tras eso, fue como descubrir una nueva sorpresa cada día. No solo ha aportado misterio e intriga al personaje, sino que se atrevió a explorar la teatralidad demente de Pennywise. Su apariencia era de demente, y su lenguaje corporal era completamente perturbador. Alguna de las exigencias físicas del papel eran agotadoras, pero tengo que reconocerle a Bill que no levantó el pie del acelerador en ningún momento".
A su vez, Skarsgård afirma que contó con la orientación de Muschietti y valora la confianza que el director puso en él. "Andy confió en mí y yo en él. Sabía que estaba en buenas manos, así que me lancé sin paracaídas, a lo que él respondió. La colaboración entre ambos ha sido fantástica".
Grahame-Smith subraya: "Es imposible exagerar respecto a todo lo que Bill ha aportado al personaje en cuanto a la parte física, actitud y expresión".
De hecho, una expresión que el actor dio al papel pilló al director por sorpresa. Muschietti lo recuerda: "El estrabismo de Pennywise era algo que tenía en mente desde bien pronto; quería que tuviera cara de loco y que uno de sus ojos se moviese de forma independiente, pero de forma contraria a lo que les pasa a los bizcos. Se lo comenté a Bill como una característica del personaje, pensando en que lo haríamos en postproducción, a lo que me respondió que sabía hacerlo y me lo demostró en ese mismo instante. ¡Fue flipante! Ya lo veréis en la película, es aterrador. Algo que sí fue incapaz de hacer fue hacer que sus ojos pasasen de su azul natural al amarillo, cosa que sí tuvimos que hacer en postproducción, pero la parte del estrabismo es totalmente suya".
Dado el hambre de niños de Pennywise, Muschietti concibió para el personaje un aspecto con cara de niño, ojos grandes, nariz rosada, pelo fino y mejillas coloradas. "Siempre pensé que darle facciones infantiles le haría aún más inquietante por el contraste de alguien que parece dulce e inocente y aun así es capaz de hacer cosas aterradoras".
Los especialistas de maquillaje, Alec Gillis y Tom Woodruff, diseñaron y crearon un cráneo alargado que recordaba, según Gillis, un melón enorme roto. "Normalmente diseñamos de 0, pero Andy me envió un dibujo, indicando que hiciéramos que el personaje tuviera el aspecto más parecido a un niño que fuera posible, que fue una idea que me cautivó". El rostro de Pennywise lo completan unos dientes interminables y afilados, a menudo goteando saliva.
Al vestir al personaje, Janie Bryant, diseñadora de vestuario, añadió elementos medievales, renacentistas e isabelinos al traje de payaso, como símbolo de que Pennywise llevaba cientos de años atormentando Derry. También añadió pliegues, sobre los que Bryant indica: "Los intrincados pliegues son un añadido a las cualidades orgánicas y reptilianas del traje de Pennywise".
Además de sus características físicas, Skarsgård se centró en crear la particular voz y la risa maníaca de Pennywise. Para la voz, acabó empleando lo que él mismo denomina una voz "crujiente y muy aguda".
Una vez Skarsgård dio forma al mítico personaje, el equipo de dirección ocultó su encarnación de Pennywise a los siete actores que formaban El Club de los Perdedores, al menos en principio, para que sus primeras reacciones fuesen lo más realistas posible. Katzenberg asiente: "Evitamos que los chicos viesen a Pennywise hasta que tuvieran una escena con él. Creo que así logramos mayor profundidad en su actuación en cuanto a descubrir quién es Pennywise y asustarse de verdad".
Muschietti reflexionó muchísimo sobre la forma en que revelaría a Pennywise en pantalla. El propio director reconoce: "Es un momento emblemático del libro que mucha gente quiere ver. La escena es fascinante: la primera aparición de Pennywise es intrigante y carismática, pero, a la vez, sabes que hay algo en él que no está bien. Aunque también le envuelve una especie de magia bastante inquietante".
Esa sensación de inquietud es algo con lo que Barbara Muschietti puede sentirse plenamente identificada. "Es evidente que la primera vez que se ve a Pennywise es una escena de una importancia tremenda y, al menos para mí, es algo imposible de olvidar. Desde que leí el libro por primera vez ha sido muy difícil para mí ver correr el agua de lluvia sin pensar que Pennywise está al acecho", ríe. "Queríamos crear una imagen que nadie pudiese olvidar".
Creación de Derry
Todo lo malo que sucede en esta ciudad tiene un mismo origen. Algo demoníaco.
Tal y como Stephen King imaginó, Derry está basada en la ciudad de Bangor, en el estado estadounidense del que es originario el autor: Maine. Para conocer mejor la ubicación, Muschietti visitó Bangor, si bien el rodaje no pudo hacerse allí por cuestiones logísticas. En su lugar, el equipo de dirección optó por cruzar la frontera y crear su particular Derry en la ciudad de Port Hope, Ontario (Canadá).
El hecho de que muchas de las secuencias más emocionantes en Derry se desarrollasen a plena luz del día supuso un continuo reto de iluminación para el director de fotografía Chung-Hoon Chung, quien tenía que evocar una sensación generalizada de pavor en una ciudad pintoresca y soleada.
Una zona de bosque cercana a Port Hope se convirtió en el campo sin cultivar de las afueras de Derry conocido como el Páramo. "Se parecía increíblemente a la descripción que el libro da del Páramo", afirma Muschietti.
Varias de las ubicaciones más importantes de la historia se encontraron o recrearon en otras zonas de Ontario, incluida la casa prohibida ubicada en la popular dirección para los fans de la novela: el 29 de Neibolt Street. La decrépita y abandona casa desde hace mucho en realidad se compuso mediante la combinación de dos estructuras: una estructura exterior creada desde 0; y otra interior, rodada en una casa real que encontraron en una calle llamada Bleak Street y que encajaba con lo que necesitaban.
El diseñador de producción, Claude Paré, nos cuenta: "Con autorización del dueño de la casa, se nos permitió hacer todo lo que necesitásemos, así que la despojamos de toda decoración para devolverla a su estado original, descubriendo preciosos adornos victorianos que, posteriormente, incrementamos. Luego decoramos toda la casa con yeso desconchado por las paredes, hojas entrando en la casa a través de los cristales rotos de las ventanas y suciedad por todas partes. El resto de las ventanas lo cubrimos con periódicos de la época victoriana creados e impresos a doble cara por nosotros mismos, ya que la luz mostraría la parte exterior de la hoja".
Paré prosigue: "Para crear la fachada exterior envejecimos las nuevas vigas, quemándolas y aplicándoles agua a presión hasta que tuviesen un tono gris plateado y pareciesen hechas polvo, y las pintamos de gris plata con marcas de sombras de antiguas contraventanas desaparecidas hace tiempo".
El diseñador sabía lo importante que era que encajasen visualmente las partes interior y exterior de la casa, por lo que empleó sutiles detalles para reforzar esa idea. En sus propias palabras: "Añadimos unas parras que subían por el porche frontal hasta las ventanas así que, en el interior, empleamos la misma parra que, a través de las ventanas, llegaba al techo y colgaba en el salón".
La producción también ocupó tres gigantescos platós en los Estudios Pinewood de Toronto. En uno de ellos el equipo de Paré creó una enorme cisterna que hacía las veces de la monstruosa guarida subterránea de Pennywise, construida a base de un batiburrillo de juguetes y telas con aspecto de muerte y decadencia. Su llamativo y terrorífico centro lo ocupa una montaña de juguetes, muchos de los cuales son de hace siglos. Todos ellos pertenecían a las víctimas de Pennywise. Paré nos cuenta: "La base de la montaña está podrida y negra debido a que los juguetes de esa parte llevan siglos en ese lugar. Cuanto más arriba de la montaña miras, más nuevos son los juguetes".
Además, los platós albergaban el laberinto de túneles y cloacas en que Los Perdedores se adentran valientemente. Paré trabajó con el equipo de construcción para dar con los materiales que diesen la impresión de que se habían construido hace muchos años.
La alcantarilla en la que aparece Pennywise por primera vez se rodó en dos lugares distintos: uno exterior, en el que vemos a Georgie con el inolvidable chubasquero amarillo siguiendo su barco de papel en su travesía por las corrientes de lluvia que corren por las calles de Derry. La conversación del pequeño con Pennywise y su inesperado desenlace se rodaron más tarde en un plató empleando una plataforma elevada desde la que Pennywise acecha a Georgie.
Otros sets de rodaje creados en los platós son el baño de un viejo apartamento, donde Beverly se empapa de un miasma de sangre que sale a chorro del desagüe del lavabo; y un sótano inundado, donde Pennywise aparece por sorpresa de entre la oscura agua. Ahí es donde pronuncia las inolvidables palabras "Tú también flotarás", a la vez aterradoramente reveladoras y una amenaza clara.
De todos los elementos que componen la iconografía de Pennywise, hay uno que ha logrado el mayor impacto generación tras generación: el globo rojo. En palabras de Andy Muschietti: "Es imposible hacer IT y no incluir los globos. La primera vez que ves a Pennywise con ellos en la mano, si miras la escena de cerca, puedes ver que tienen una forma extraña. No son globos de verdad. Son creación suya. Tiene la capacidad de cambiar de forma, y los globos son simplemente una extensión más de su cuerpo. Por eso es bastante surrealista e inquietante ver algo tan familiar mostrado de una forma tan extraña".
¿Has oído eso?
Si vuelve a regresar alguna vez, nosotros también regresaremos...
El sonido y la música son herramientas fundamentales para definir y destacar sensaciones, emociones y, por supuesto, tensión. El trabajo mano a mano de Andy Muschietti, los mezcladores de sonido Chris Jenkins y Michael Keller, el supervisor de edición de sonido Victor Ray Ennis y el diseñador de sonido Paul Hackner creó un ambiente sonoro inmersivo para ayudar a que el público se zambulla en la Derry asolada por el terror.
Irónicamente, el silencio era generalmente la norma para el equipo de sonido. Keller nos lo cuenta: "IT cuenta con muchas escenas de silencio casi absoluto tras las que viene un gran susto, totalmente inesperado. Nuestro trabajo era neutralizar el sonido para evitar advertir al público de los sustos".
Asimismo, se añadieron a todo el metraje sutiles pero poderosos toques como efecto atmosférico. Por ejemplo, los inquietantes sonidos ambiente que impregnan la casa de Neibolt Street, y cada capa de los túneles y tuberías del alcantarillado de Derry tienen su propio "sabor" acústico, como Keller lo denomina. "En el caso de un túnel pequeño, usamos sonido monoaural; pero, una vez estamos en la enorme cisterna de Pennywise, hay un montón de eco y sonido envolvente", apunta.
El equipo de sonido también logró reproducir la risa que Skarsgård había creado para el personaje, dándole distintas modulaciones durante toda la película a la carcajada del payaso para crear bajas frecuencias y, en algunos casos, vocalizaciones subliminales que se transforman en algo inesperado.
El toque final de la película es su música, obra de Benjamin Wallfisch quien, plasmando la época en que tiene lugar la película, basó la banda sonora en la tradición de las bandas sonoras sinfónicas clásicas de las películas de aventuras de los 80. Sin embargo, sabía que la música tenía que expresar algo único. "Crear una banda sonora para contar la historia de una criatura con una maldad inimaginable y que cambia de forma (una entidad a la que solo puede derrotar un grupo de personas que, unidas, le hacen frente como si fueran una sola) requiere temas metamórficos, momentos de irreverencia sonora y silencio cordial y, aún más importante, un lenguaje musical en constante esfuerzo por reflejar la profunda emotividad que conduce la película", afirma.
A pesar de que tanto Pennywise como Los Perdedores, Georgie e incluso la propia ciudad de Derry cuentan con temas distintivos, Wallfisch quería que todos compartiesen puntos en común para plasmar la idea de que Pennywise influye en todo lo que le rodea.
Es importante señalar que el tema de Pennywise es una canción infantil del S. XVII titulada Oranges and Lemons, que algunos historiadores aseguran que trata del sacrificio de niños. Tal como Wallfisch apunta: "La última estrofa de la canción, que utilizamos una vez en la película es algo así como He aquí una vela para iluminar tu camino hasta la cama / ¡Y he aquí una picadora para cortarte la cabeza! Es una canción rara, divertida e inocente a primera vista, con un lado oscuro y demoníaco en el fondo; justo como nuestro antagonista. La utilizamos cada vez que Pennywise ataca a sus víctimas, o se plantea el ataque".
Muschietti apunta que la música de Wallfisch también es la banda sonora ideal para la magia y el misterio del extraordinario verano de Los Perdedores.
Stephen King añade: "Las películas de miedo son muy poderosas. A la gente le gusta pasar miedo en el cine porque es un ambiente seguro en el que puedes degustar emociones que no puedes experimentar en la vida real. IT logra más que eso: nos da la oportunidad a los que somos adultos de revivir las intensas emociones que tenemos de pequeños. Ese es uno de los motivos por los que creo que la película funciona tan bien".
Muschietti concluye: "Quiero que IT sea aterradora pero también conmovedora. Es una película de miedo, pero también trata de la amistad, el amor y el poder unificador que tiene creer en algo. Queremos que el público se embarque en un viaje de emociones con nosotros... ¡un viaje completamente aterrador!".