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  El Sr. Henri comparte piso  (L'étudiante et Monsieur Henri)
  Dirigida por Ivan Calbérac
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Entrevista con Ivan Calbérac (director)

P: ¿Cómo surgió la idea?

R: Había dos cosas que quería hacer: juntar a dos personajes en dos momentos de su vida totalmente distintos. Uno cuya vida está comenzando y otro que ya ha vivido mucho. Y, por otro lado, también quería crear una historia en la que el personaje principal consiguiera exactamente lo contrario a lo que deseaba en un principio. Me gusta esa ironía que a menudo podemos ver en nuestro día a día. Cuando persigues un objetivo, a veces, sin pretenderlo, consigues el resultado contrario. Empecé a escribir una historia partiendo de estas dos ideas, pensando en dos temas que siempre me habían fascinado, como si fuera un legado familiar. Escribí sobre la necesidad de superar nuestras barreras interiores, las que se han ido levantando a través de la educación que hemos recibido, para movernos hacia algo que es lo que verdaderamente encaja con nosotros mismos. A menudo pienso en unas palabras que un sabio norteamericano de origen indio dijo: "ser libre significa ser libre de mamá y de papá pero de nada más". Creo que la película habla mucho sobre esto.


P: ¿Por qué decidiste explorar todos estos temas a través de la comedia?

R: En primer lugar porque encajan muy bien con mi personalidad. Y, en segundo, porque la comedia te brinda la oportunidad de reconciliarte con la realidad. Es la forma ideal de explorar la tragedia porque te permite acercarte desde un ángulo diferente. Cuando consigues reírte de un problema, comienzas a poner las cosas en perspectiva y lo ves todo más claro. El cómico francés Coluche dijo en una ocasión que la risa es como un limpiaparabrisas que no detiene la lluvia pero nos ayuda a ver con más claridad. Además, para mí, EL SR. HENRI COMPARTE PISO es una comedia de personajes, centrada en los diálogos y la justicia verbal, además de ser una comedia dramática. Cuanto más progresa la historia, más profundas se vuelven las cosas y más expuestas se ven las heridas de los personajes.


P: ¿De dónde vino la idea para el personaje de Henri?

R: Es una combinación de diferentes personas que he conocido, pasadas por el filtro de mi imaginación. Henri es un viejo jubilado gruñón, una especie de abuelo tacaño pero con un sentido del humor muy auténtico. Lo que me gusta de él es su poder de oratoria, que siempre utiliza con propósitos misantrópicos. Es un alma herida que no busca agradar a nadie y que es todo lo contrario a Constance. El personaje de la estudiante también se construye a través de su debilidad. Detrás de su sonrisa radiante ella esconde una abismal falta de confianza que la empuja a fracasar repetidamente en todo lo que hace. Pero nunca se queda sin palabras ya que para crear esa potente confrontación, tiene que ser capaz de mantenerse firme ante Henri y no ser tomada por tonta.


P: ¿Cómo construiste a los demás personajes?

R: Asegurándome de que tenían facetas opuestas, ambigüedades y contradicciones, y que sus conflictos internos solo emergían de manera gradual. Un poco como en la vida real cuando conocemos a alguien nuevo. Y desde un punto de vista más global, haciendo que a veces se reflejen unos en otros, provocando emociones, a veces sintiéndose realizados y con nuevas oportunidades personales.


P: ¿Por qué la escribiste primero para el teatro?

R: Surgió así. Quizás al escribirla para el teatro parecía ofrecer más libertad que si la escribía como guion, que a menudo puede ser más técnica y secuenciada. En las películas, y en general en la comedia, las escenas no son muy largas pero en el teatro pueden durar más. Quería además tener un único escenario y eso en el teatro era perfecto. Pero la obra tuvo tanto éxito que de manera natural pidió convertirse en película.


P: ¿Cómo fue la adaptación cinematográfica?

R: Era la primera vez que hacía algo así por lo que me lo pensé mucho. Intuitivamente, quería darle un poco de aire fresco a la historia y sacarlos del apartamento. Una vez conseguido, el problema, por tanto, no era la unidad de localización sino el tiempo. Por ese motivo la versión cinematográfica de EL SR. HENRI COMPARTE PISO se desarrolla en un plazo de varios meses. Eso nos permitía introducir localizaciones nuevas sin que resultara artificial e introducir nuevos personajes para proporcionar los diferentes elementos dramáticos sin tener que recurrir exclusivamente al diálogo. Pero el elemento clave en esta adaptación consistía en dibujar la psicología de los personajes. En la obra de teatro, las convenciones teatrales permitían a los héroes cambiar de opinión rápidamente sin que pareciese demasiado caprichoso. En el guion, había una mayor necesidad de conseguir que los procesos mentales tuvieran sentido en su forma de llevarles a tomar sus diferentes decisiones. Pero la historia es la misma en el 95%.


P: Háblanos del casting

R: Para el papel de Henri quería un actor francés mayor que fuera parte de nuestra herencia cinematográfica pero que pudiéramos redescubrir gracias a este papel. Y Claude Brasseur era perfecto. Siempre ha interpretado papeles de seductor, del amigo encantador, del padre ideal, y el espía sonriente. Estaba muy emocionado por contar con él para el papel de Henri y por verle divertirse en un papel odioso. Noemie Schmidt no me dio otra opción. Tenía que ser ella. Es una actriz con un enorme talento tanto para la comedia como para las escenas dramáticas. Y tiene el aplomo necesario para meterse en un determinado papel o una determinada edad. Para el papel de Paul pensé en Guillaume de Tonquédec desde que empecé a escribir la obra de teatro pero en ese momento estaba demasiado ocupado para unirse a nosotros así que cuando empecé a trabajar en la película, lógicamente, le volví a llamar. Necesitaba un personaje que tuviera esa "vieja Francia" impregnada pero que a la vez provocara la simpatía inmediata y que se le diera bien la comedia. Guillaume tenía todo eso y, a la vez, es un tipo familiar. Con su sinceridad era capaz de hacer de su personaje una persona atractiva. Y para el papel de Valerie quería una actriz con una cierta fragilidad y que fuera capaz de traspasar eso al personaje de la nuera, que es un personaje en cierta forma cómico. Le hice una prueba a Frédérique para el papel y me convenció de que era la adecuada. La película, además, es un retrato de familia, así que quise crear una que fuera creíble, una en la que todo el mundo pudiera encontrar algo con lo que identificarse.


P: ¿Cómo diriges a un actor como Claude Brasseur, que lleva casi 60 años trabajando en la industria del cine, junto a una joven debutante?

R: Con Claude no había mucho trabajo que hacer ya que siempre acierta. Pero para mantener algunas opciones abiertas hasta el montaje, les sugería variaciones y trabajábamos juntos para encontrar la solución correcta y la forma perfecta de llevarla a cabo. Es como un esfuerzo colaborativo. A veces tenía que recordarle a Claude que Henri no intenta agradar sino todo lo contrario ya que incluso actuando, Claude tiene ese encanto que atraviesa la pantalla, que nada tenía que ver con el personaje de Henri. Con Noémie, intenté convertir el set de rodaje en un lugar seguro para ella. Cuando estás actuando, verdaderamente te estás exponiendo, y a veces la gente se olvida de esto o piensa en ello de forma banal. Y cuando estás interpretando tu primer papel principal, especialmente a esa edad, es algo importante. Así que me esforcé por trabajar con ella lo mejor que pude, para ofrecerle una perspectiva y animarla cuando tenía dudas.


P: ¿Se parece la película una vez acabada a lo que originalmente tenías en mente?

R: Si, de hecho está muy cerca, pero mejorada gracias a los actores y sus interpretaciones, a su carisma, su humor, y, también gracias al trabajo de iluminación y decorados que se llevó a cabo de manera muy cuidada. Sylvie Olivé, la diseñadora de decorados, y yo, fuimos muy precisos en todas nuestras elecciones. Cuando entras en la casa del señor Henri tenía que ser como entrar en una madriguera. La iluminación creada por el director de fotografía Vincent Mathias también había que tenerla en cuenta. La película también se enriquece con tomas que no habíamos planeado y que surgieron sobre la marcha. Es un proceso creativo lento.


Han dicho
"Entrañable, divertida, te toca el corazón" - Cine Premiere

"Exitosa comedia que se adapta como un guante al personaje de Claude Brasseur (...) Brillante revelación Noémie Schmidt" - Le Parisien