Ya están de camino y Eva continúa insegura. Su profundo amor y veneración por Jaime le ha llevado a aceptar una especial proposición: un intercambio de parejas para oxigenar y reavivar su matrimonio tras quince años de casados. Jaime se muestra doblemente tranquilo: a él le espera una exuberante y joven brasileña de 19 años, mientas que Eva tendrá que conformarse con un anodino y poco agraciado partenaire.
Lo que se postulaba como una noche de juego, desinhibición y revitalización para este matrimonio, se convierte en un enredo entre cuatro paredes cuando Jaime descubre que la pareja de juego no son quienes decían ser.