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  La hora del cambio  (L'ora legale)
  Dirigida por Ficarra, Picone
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Los humoristas sicilianos Ficarra y Picone se han puesto delante y detrás la cámara. "La hora del cambio" es una crítica hilarante, no sólo de la corrupción, sino de quién la permite. El dúo cómico pone ante un espejo a la sociedad italiana e ironiza sobre las leyes y el decoro que nadie está dispuesto a aceptar para uno mismo pero sí exigir para el resto.


Cuando la realidad supera a la ficción
Cada película que han estrenado Ficarra y Picone en Italia se ha convertido en éxito. La hora del cambio, su quinto film como directores, ha sido la comedia más taquillera de la temporada recaudando 11 millones de euros, superando en su estreno incluso a la temida La, La Land. Con La hora del cambio han decidido dar un giro sustancial a la temática a la que tienen acostumbrado a su público poniendo el objetivo en la política, concretamente en lo que ahora identificamos con ella: la corrupción… con más atino, en quien la permite.

"La honestidad -comenta Picone- es una idea hermosa, pero puede convertirse en un problema, y el político que la defiende en 'el malo'". Aunque bromean afirmando que este es "un film de ciencia ficción", los cineastas han fotografiado la realidad para conformar el guion: "tenemos, por ejemplo –dice Ficarra-, al alcalde de Licata, que vive bajo protección policial por su lucha contra la construcción ilegal". Ficarra y Picone no querían plasmar hechos concretos, pero, aseguran, "ha sido difícil porque la realidad superó a nuestra ficción en todo momento durante el rodaje".

"Bebemos de la realidad que siempre hemos conocido -añaden-, y no de la realidad de la burbuja de la elegante periferia de Milán o el centro de Roma. Tenemos amigos que han perdido su trabajo y que tienen dificultades para vivir. Pero… sin embargo nuestra generación puede permitirse el lujo de vivir en Sicilia y coger un avión. De hecho nuestra casa está a menos de una hora de avión de toda Italia. Un privilegio que nos diferencia de otras generaciones".

"La idea de la película -cuentan los cómicos-, surgió de una cosa muy simple: cuando entras a un bar siempre vas a encontrar a un tipo leyendo el periódico que lamenta: '¡los políticos son todos unos ladrones!'. Y siempre hay otro que responde: 'sí, vale, pero los que lo hemos elegido también tenemos algo de responsabilidad'. De esta situación hicimos una película".

"Pero cada cosa hay que contarla a su debido tiempo: llevábamos dos años queriendo contar esta historia, pero no habíamos dado con su justa dimensión. Para nosotros lo más importante era progresar en el tipo de películas que hacemos y estar en sintonía con el público y la época en la que vivimos. Desde la primera película que dirigimos estábamos interesados en hacer un cine capaz de contar historias que atraigan la atención del público, dando la vuelta a los tópicos sicilianos e italianos. La sátira tiene que ser capaz de cumplir esta función… el problema es que hoy en día el público pide a los cómicos que digan siempre la verdad, y esto se lo deben pedir a los políticos, no a los cómicos. Nosotros tendríamos que tener la libertad de inventar y ficcionar".


Pierpaolo Natoli Vs Gaetano Patané - Dos alcaldes opuestos
Cosas de la vida, en Pietrammare estalla la indignación cuando concurren dos acontecimientos: la víspera del día de elecciones y la detención de Patané acusado de abuso de poder, soborno, delitos varios contra la administración como malversación, cohecho, prevaricación... El paquete completo de corrupción.

Natoli gana, el pueblo sonríe… sonríe mucho, mucho, pero… no saben que en realidad no están preparados para soportar la honestidad en un político.

Vincenzo Amato (Respiro, Nuevo Mundo) es Pierpaolo Natoli.
Natoli es un humilde profesor de instituto que decide meterse en política con el firme propósito de mejorar la vida de sus vecinos, proponiendo un programa electoral verde que piensa cumplir a rajatabla. Se presenta como la voz “del cambio". Sabe que ha de meterse al electorado en el bolsillo, por eso solo pide que le pongan a prueba.

Tony Sperandeo (Los cien pasos, Aclá) es Gaetano Patané.
Patané lleva quince años ocupando el sillón del despacho del Ayuntamiento de Pietrammare como si fuera un trono. Ante las inminentes elecciones se presenta como la voz de “la continuidad" bajo la máxima del 'más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer'. Sabe que el pueblo le ama como a un gran patriarca, por eso no teme a su rival.


Salvo VS Valentino - El reflejo del "cuñadismo"
Ficarra y Picone no solo se ponen detrás de la cámara para llevar la batuta, sino que se reservan para sí dos personajes protagónicos reflejo de la sociedad: los cuñados del alcalde.

Salvatore Ficarra es Salvo, el hermano de la fallecida mujer de Natoli. Representa lo que se conoce en Italia como “parenti serpenti" (el cuñado malicioso que aplica el 'cuñadismo' intensamente). En su mente solo hay un objetivo: conseguir del Ayuntamiento una licencia para construir una terraza cubierta en el pequeño quiosco que lleva junto a Vale. Apuesta por Patané como caballo ganador con especial entusiasmo… pero solo para conseguir sus favores.

Valentino Picone es Vale, el marido de la hermana de Natoli. Es el prototipo de cuñado-hermano. Un hombre sencillo que ayuda a Natoli y su hija Betti (Eleanora de Luca) a llevar a cabo su pequeña revolución. Valentino también lucha por la licencia para construir la terraza cubierta, pero se conforma con algo menos ostentoso que vaya acorde con las normas. Un tipo bonachón que va a terminar perdiendo la paciencia con tanta 'honestidad'.


Pietrammare: ciudad sin ley
Pietrammare es un pueblo ficticio que nace de la imaginación de Ficarra y Picone. Aunque… la realidad que se vivía en la localización que le dio cobijo sirvió a los cómicos de gran inspiración. Termini Imerese es el nombre real de ese pequeño rincón costero de Palermo, que antes de que llegara el equipo de rodaje estaba sumido en una crisis. Apenas un par de meses antes del inicio del rodaje su alcalde dimitió. Le habían acusado de malversación, estafa agravada, falsificación y abuso de poder.

Pero… ¡llegó la hora del cambio también a Termini! Se podría decir que Ficarra y Picone fueron el germen de la revolución o… al menos los responsables de llevar a cabo un buen lavado de cara. El pueblo experimentó un cambio literal con su presencia: para empezar el equipo rehabilitó la plaza y construyó dos nuevas fuentes. Tras tres meses de rodaje se respiraba otro ambiente. Tanto es así que nombraron a los cómicos Ciudadanos de Honor en un acto en el que el alcalde -el nuevo-, les dedicó estas palabras: "La realización de La hora del cambio ha supuesto una importantísima oportunidad para promover, a escala nacional, el municipio y su patrimonio artístico, y ha aportado importantes beneficios económicos a la ciudad de Termini Imerese, fruto de la actividad cinematográfica que ha dado trabajo a empresas y trabajadores locales".

El agradecimiento fue mutuo, Ficarra y Picone confesaron que "Termini Imerese es una ciudad maravillosa que hemos redescubierto viviendo las calles del casco antiguo. Una ciudad hermosa, tal vez un poco 'maltratada' pero no por eso menos bella".


Ficarra y Picone: la voz crítica de Italia
El destino unió a Salvatore y Valentino el verano de 93, en Taormina (Sicilia). Salvatore estaba trabajando allí como animador y Valentino de vacaciones. Valentino fue a verle actuar y Salvo tuvo la idea de hacerle subir, precisamente a él, al escenario. El espectáculo ganó tanto con la aportación improvisada de Valentino que planearon hacer juntos comedia. Salvo había dedicado su vida a ello y Valentino, aunque se graduó en Derecho, vio la oportunidad de hacer lo que realmente le apasionaba: hacer reír siguiendo la estela de Totó y Peppino De Filippo. Junto con otro amigo, Salvatore Borrello, empiezan sus andanzas como trío cómico en locales de Sicilia bajo el nombre de Chiamata urbana urgente.

En 1998 Borrello deja el grupo, es entonces cuando Salvo y Valentino comienzan a dar de qué hablar como 'Ficarra e Picone' a secas. Continúan como dúo actuando a lo largo y ancho de Italia, recorriendo festivales de humor y cosechando numerosos premios. Su fama crece y comienzan a compaginar espectáculos propios con apariciones en televisión.

En el año 2000 se estrenan en la gran pantalla con sendos papeles en Chiedimi se sono felice, un film dirigido por el trío cómico Aldo, Giovanni y Giacomo, con quienes habían trabajado en varios de sus programas de televisión. Dos años después protagonizan su primera película a las órdenes de Dominick Tambasco en Nati stanchi (Nacido cansado).

Entre tanto, aumentan sus apariciones en televisión. En 2006, después de su paso triunfal por Zelig Circus, el programa más célebre de Italia, encomiendan al dúo la tarea de presentar Striscia la Notizia, mítico formato satírico de Canale 5 (Mediaset). Un salto enorme que sin embargo no les quitará tiempo para dedicarse a la dirección de cine. En 2007 estrenan su primera película a los mandos, Il 7 e l'8, que les valdrá una nominación a la Mejor Dirección Novel en los Premios David di Donatello. A este film le siguen La matassa, Anche se è amore non si vede, Andiamo a quel paese y la que ahora se estrena en España: La hora del cambio (L'ora legale).


Ficha artística
SALVO FICARRA - Salvo
VALENTINO PICONE - Valentino
LEO GULLOTTA - Padre Raffaele
VINCENZO AMATO - Pierpaolo Natoli
TONY SPERANDEO - Gaetano Patanè
SERGIO FRISCIA - Vigile Gianni
ANTONIO CATANIA - Vigile Michele
ELEONORA DE LUCA - Betti
ERSILIA LOMBARDO - Francesca
ALESSIA D'ANNA - Maria
FRANCESCO BENIGNO - El gorrilla
Con la colaboración especial de ALESSANDRO ROJA