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  Aurora  (Jamais Contente)
  Dirigida por Émilie Deleuze
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'Aurora (Jamais Contente)' es una película francesa dirigida por Emilie Deleuze y protagonizada por Léna Magnien que ganó el Oso de Cristal del Jury Génération en la Berlinale y el premio a la Mejor Película Europea del Jurado Joven de los Premios del Cine Europeo. Está basada en el best-seller en Francia ´Le Journal d´Aurore´ de Marie Desplechin, quién también ha co-escrito el guión de la película.


Ficha artística
LÉNA MAGNIEN: Aurora
PATRICIA MAZUY: Patricia
PHILIPPE DUQUESNE: Laurent
CATHERINE HIEGEL: Agathe
ALEX LUTZ: Sébastien Couette
NATHAN MELLOUL: David
AXEL AURIANT-BLOT: Tom
MEHDI MESSAOUDI: Areski
PAULINE ACQUART: Jessica
TESSA BLANDIN: Sophie
RAPHAËLLE DOYLE: Lola
MORGAN DAVID: Samira
MAXIME MEYRIEUX: Marceau


Le Journal d'Aurore
Entre 2006 y 2009, Marie Desplechin publicó con la editorial 'L'école des Loisirs' tres tomos de 'Le Journal D'Aurore', unánimemente considerados como una de sus obras más exitosas.


Marie Desplechin
Nació el 1959 en Roubaix y vive en París. Estudió Letras y Periodismo. Es autora de libros para niños y adultos y trabaja regularmente como periodista para diferentes revistas. También ha participado en la escritura de guiones para películas.


Emilie Deleuze
2015: Aurora (Jamais Contente)
2013: Tot est Permis (TV)
2009: À Deux C'est Plus Facile (TV)
2003: Mister V
2001: ¡No me vengas con historias!
2000: Lettre à Abou (cortometraje)
1999: Peau Neuve
1994: L'incruste
1986: Monsieur Pierre


Cometnarios de la directora
¿Cuántas veces, cómo madre de dos hijos, me he planteado la pregunta de qué sucede dentro de sus cabezas, detrás de esos ojos fijos y tercos cuando me escuchan o me miran con sus trece años? ¿Qué tormentas, qué pensamientos locos, qué juicios agitan sus mentes mientras avanzan desde esa etapa de indiferencia preadolescente hacia el mundo de los adultos?

Como directora de cine, quería tener la oportunidad de pasar al otro lado del espejo. De usar las imágenes para mostrar su percepción del mundo, lo mismo que ha hecho Marie Desplechin por escrito. Mostrar, no tanto para entender, sino para sentir, aquellos momentos en los que Aurora, igual que mis hijos pre-adolescentes, son ciegos e invisibles.

Aurora nos es familiar, nada en su historia o situación la convierte en alguien muy diferente de cualquiera de nosotros. No se queda embarazada, no sufre una violación, roba o se droga.

Esta aparente normalidad era importante para mí, la veía una condición necesaria para ver y comprender totalmente la visión tragicómica del mundo que tiene Aurora y el lugar que ocupa en él. Su destino no es extraordinario, pero su mirada es inusual y, a veces divertida, eso era lo que más me interesa.

Aunque el tono general de la película es, sin duda, el de una comedia, mi intención no es que el público se ría de Aurora sino que se ría con ella. Aproximarse a su humor cáustico, pero también a su crueldad y, a veces, a su angustia más sincera sin juzgar ni burlarse de ella. Casi que me obligaba a ser el 'primer filtro' de su mirada para crear esa vis cómica para el espectador.

La naturaleza de la adaptación me proporcionó esa posición. Adaptar la novela de Marie Desplechin, me ha permitido evitar la complacencia o la arbitrariedad que algunos recuerdos o anécdotas personales pueden crear a veces.

Aurora es única en mis ojos, gira y gira, es especial, rara y familiar al mismo tiempo. Me gustaría que esta película mostrara también esta evolución de mi propia relación con Aurora, desde el primer encuentro, hacia la intimidad y la revelación.


Conversación entre Émilie Deleuze y Marie Desplechin

P: ¿Cómo comenzó su aventura?

E.D: ¡Contigo!

M.D: Sí, al principio fue Alexandra Henochsberg, hoy co-productora y distribuidora de la película, que me dijo: "Mi hija, que no lee mucho, y sus amigos, han leído un libro que les ha hecho reír". Era 'Le Journal d'Aurore'.

E.D: Ahí empezó la idea de hacer una película...

M.D: El productor Patrick Sobelman me pidió que escribiera el guión y yo primero dije que no. Y aun así, acabé haciendo una primera versión, un tanto indecisa, porque nunca había escrito un guión, pues sé poco de la técnica de este tipo de escritura. Luego Patrick comenzó a buscar un director, que no es tan fácil: en general la gente quiere contar su propia infancia... El tiempo pasa y un día me dice: '"Creo que tengo una idea: Emilie Deleuze!" Nos reunimos y nos entendimos bien. Retomamos el guión junto a Laurent Guyot, lo que estuvo muy bien porque necesitábamos reinventar la historia: contar una historia en 90 minutos, nos obligaba a reescribirla.

E.D: Marie confió en mí desde un principio, lo que no suele ocurrir cuando uno tiene que tocar la obra de otro.


P: En el primer tomo de su diario, Aurora se pregunta "¿Qué tipo de género de película sería el de una vida donde no pasa nada? El género de la mía. Una especie de documental animal"...

E.D: Películas en las que no pasa nada, para mí no sería la primera!

M.D: Lo bueno con emilie es que sabía que ella podría adaptarla perfectamente al cine. La vida cotidiana en la televisión puede mostrarse convencional, pero si uno es capaz de mostrar algo muy vivo, la cosa funciona. Se trata de un libro que escribí a base de retoques, a partir de artículos para la revista 'Miss star club' donde obtuve un trabajo para cubrir una baja de maternidad. La 'Miss star club' era una revista de consejos prácticos, cómo ponerse la máscara de pestañas, cómo besar a un chico por primera vez, etc. Esta amiga me ofreció hacer una novela por entregas y yo lo rehusé pero luego lo hice de todos modos. Tenía que escribir un capítulo todos los meses y acababa escribiendo ajetreada la víspera del día anterior.

Cuando tuve doce capítulos, se convirtió en un libro. Y, aunque en la revista desapareció, no podía parar de escribir: el personaje ya existía, y era divertido. Yo me había inspirado en una familia que mi hija conocía cuando hacía primaria y revisité su apartamento en los doce capítulos: el padre era un portero en Bristol, la madre trabajaba en la Seguridad Social. Pero no lo hablé con Emilie, tenía que ver como se posicionaba socialmente.

A menudo, las películas adolescentes suceden en distritos acomodados, no se muestran problemas económicos y toda la gente es muy guapa. En las películas americanas para los jóvenes sucede lo mismo! Adrienne Boutang, que escribió 'Les Teen Movies' junto a Célia Sauvage, trabajó conmigo para mi primera versión. Ella me hizo ver 'Clueless', 'Mean Girls', etc. Y me pareció que en estas películas, y también se puede aplicar a 'Juno', por ejemplo, las temáticas sociales son recurrentes y restringidas.

E.D: Sí, geográficamente, 'Aurora (Jamais Contente)' es muy lógica: el tranvía está entre la Porte de Vincennes y la Porte Dorée, las chicas tienen que ir a París para ir al colegio. Yo quería una puerta de París que me pareciera lo bastante equivalente al salario de sus padres y adoro estos edificios de protección oficial de principios del siglo XX, de ladrillo rojo, que son preciosos. Y además permitía mostrar la proximidad de Aurora respecto a su amiga.

M.D: Mi hija ha cogido el hábito de hablar con una amiga suya de una ventana a la otra a través del patio del edificio...


P: ¿Cómo definiríais esa singular voz con la que Aurora comenta el mundo que la rodea?

M.D: Aurora eres tú, soy yo, es ella...a los 13-14 años. Cuando aún no ha encontrado su lugar, pero ya tiene la perspicacia para definirlo con palabras. Después, a medida que tu rol social se precisa, o negocia, pones filtros más mesurados encima de esta negatividad. A menudo, las niñas me dicen: "Señora, este libro es exactamente mi vida". "No, no es su vida, es la mía..." ¡Ellas no hablan así, no tienen este léxico! Pero escribir usando la primera persona, permite esta empatía.

E.D: Cuando abordé esta película, me preguntaba como haría una película donde yo no he estado desde el principio y que es además una película de género, sobre la adolescencia, que nunca había explorado. La diferencia aquí era la escritura de Aurora: la forma de escribir su pensamiento, su humor, su encanto... la especificidad de su lenguaje. Con los adolescentes, a menudo se quiere intentar hablar como ellos y es un error...

M.D: ¡Ellos también son capaces de utilizar este vocabulario! Parece que hay circuitos de recompensa que se activan cuando el cerebro aprende una nueva palabra.

E.D: Para mí esto corresponde a lo que yo pienso de la adolescencia: la dificultad se encuentra en que tú ya eres un adulto. Es un momento muy raro: tienes ya el físico de un adulto, pero te tratan como a un niño incapaz de elegir su vida, de vivir por sí mismo. Si miramos hacia atrás, los héroes griegos, Héctor, Aquiles, Ulises, tenían 16 años cuando combatían y tenían ya hijos!.

M.D: A esta edad, les impedimos vivir. Los adolescentes que van mal, se quedan en los colegios. A veces, yo les digo: "Tú estarías mejor si pudieras trabajar durante tres años y volver..." y entonces los rostros se les iluminan: "Oh sí, señora, sería como un curso muy largo." En el siglo XX, se creó la adolescencia y los problemas que vienen con ella.

E.D: Comprendo ese enojo omnipresente de Aurora. Tú quieres que me comporte como una niña, y yo no lo soy, entonces mi única opción es juzgar. Ella se pasa el día juzgando a los adultos, que son el equivalente a una especie de "carceleros", aunque ellos no quieran. Y ella lo hace con un vocabulario preciso. No es competencia lo que le falta, sino la experiencia. Dice algunas palabras, como 'frígida', por ejemplo, sin usarlas en su correcta medida. Entonces, ella crea un caos imposible. Siente que hay una brecha para llegar a los adultos y consigue entrar de esta manera. Para mí, esta es la grandeza de Aurora. Su poder y su fuerza.

M.D: Lo que se le da mejor es protestar todo el rato...


P: Sus padres están abrumados y son indulgentes...

E.D: Debemos defenderlos. Esto es lo que me gusta de lo que había escrito Marie. Es un diálogo de sordos, porque es imposible que el amor y su necesidad de estar los unos con los otros pasen por la palabra. Así que pasan a través de otras cosas. En la vida, estoy en el fondo conmovida y consternada por la cantidad de madres que se encuentran en un estado de ansiedad, de inquietud obsesiva, porque sienten que su hijo va mal, según cómo lo entiende esta sociedad. En la película, esta es una versión cómica de estas madres. Admito que yo era una de esas madres en pánico por sus hijos.

M.D: El etnólogo maliense Amadou Hampâté Bâ dijo que en algunas sociedades africanas, después de un divorcio, los hijos se quedaban con la madre hasta los siete años, a continuación con su padre hasta los trece y luego en las casas donde los adolescentes viven entre ellos. Bajo la mirada de los adultos, pero viviendo por sí mismos.

Lo más duro de la adolescencia es la coexistencia, la física. Más aún cuando se vive en París, en áreas pequeñas. Los padres conviven con adolescentes a los que no tienen muchas ganas de ver borrachos, llegando tarde, sin levantarse por la mañana, etc.

E.D: Y de la misma manera, ya no soportan más los cuerpos de los adultos demasiado cerca de ellos.

M.D: Escribí un libro para los más pequeños que se llama 'Verte': una joven heroína que vive el momento en el que su madre empieza a exasperarse. Esto es lo que atrae a los niños, como en el 'Le Journal d'Aurore', ver la posibilidad de que puedan coexistir un amor incondicional y un odio incondicional. Se cree que se puede elegir, pero no, y les alivia comprender que es normal detestar a tus padres, así como amarlos en la misma medida. Es un sentimiento muy reconfortante.


P: Cómo encontraron a la sorprendente Léna Magnien?

E.D: Vi a muchas, muchísimas candidatas para interpretar a Aurora. El problema es que Aurora aparecía en todas las escenas y si la actriz no era la adecuada, la película fracasaría. Aunque la rodáramos perfectamente, no saldría bien... Entonces, encontré una chica que era ideal para el papel, Léna.Tenía una inteligencia fuera de lo común y tuve la impresión que tenía la capacidad de concentración necesaria para la película. Y por encima de todo, durante una prueba, me mostró una facultad de invención, una comprensión profunda de su personaje que me dejó fuera de dudas, pese al hecho de que ella nunca había hecho una comedia. A la hora de la prueba, era como si ya hubiera leído el guión que yo tenía entre mis manos! En el momento del rodaje, Léna tenía 13 años, y su vida no era en absoluto la de Aurora, no tenía el mismo comportamiento.

M.D: Oh, pero ella es tan natural, de todos modos...

E.D: Pero Aurora era más alta! Estuve ensayando con ella durante tres semanas antes del rodaje y ella estaba preocupada porque me quería complacer. La cosa no iba bien y ella entró en pánico, pensé que me había equivocado. Además no se parecía físicamente a la imagen que aparecía en la cubierta de la novela. Léna era muy pequeña, pero me interesó su fuerza interpretativa.

M.D: Sí, nunca lo había pensado pero tú me dijiste: "Aurora tendrá una dificultad más para imponerse". Siendo pequeñita, todavía tiene que esforzarse más para luchar...

E.D: Y además, ella se servía de su talla, se enderezaba al máximo para hacer creer que era más alta... Durante los ensayos no parábamos de decirle: "No hace falta que hagas esto, sólo necesitamos que tú nos los cuentes. Explícanos qué problema tienes." Y de repente, una mañana ella entendió lo que le decíamos, que era poner todos sus sentimientos y energía detrás y no delante. Y fue formidable. Después de eso, durante todo el rodaje, yo casi no tenía que hacer nada. Si ella se apartaba un poco de aquella dirección, yo le recordaba "Tú no me cuentas, yo no comprendo tu problema". Y ella decía: "¿Cómo que no me comprendes? Te lo voy a explicar..."

M.D: Y ella quiere ser actriz ahora...

E.D: Le dije que el problema de los actores es esperar el deseo del otro. Y ella dijo: "Voy a ser actriz pero también abogada, así no tendré que esperar..."

E.D: Sí, sintiendo el golpe. Necesitaba una madre capaz de enfrentarse a Aurora, con la que tuviera una distancia equivalente a ella. Y pensé en Patricia. Y también en Philippe Duquesne, ya que adoro su temple y su bondad... Y Catherine Hegel, que dijo: "Yo quiero hacerlo porque en las películas siempre me toca hacer de petarda y este personaje no está mal..."

M.D: Ella lo hace muy bien, se parece a mi abuela, que fumaba cigarrillos todo el rato y tenía una voz grave...


P: ¿Y el resto del reparto?

M.D: Es impresionante...

E.D: Estaba muy entusiasmada con mi idea: había pensado en Patricia Mazuy para el papel de la madre. Necesitaba a alguien que estuviera pasando por el mismo momento loco, violento y divertido.

M.D: Y sintiéndolo.

E.D: ¡Y Alex Lutz! Es un gran actor, y su manera de actuar me hace pensar más en un actor inglés: tiene la misma fluidez, una forma de poder tranquila.


P: ¿Su personaje estaba en el libro?

M.D: En el libro aparecen varios profesores. La señora Ancelin, la profesora de matemáticas. Y Sébastien Couette.

E.D: Mezclé los dos: Couette provocaba cierta empatía a Aurora y también era alguien que está reprimidopor el sistema y lo rompe.

M.D: Introducir a Francis Ponge fue una idea de Laurent Guyot. En el tercer tomo, hay otros libros, y varias fichas de lectura sobre La Princesa de Clèves, Tristán e Isolda, Romeo y Julieta.

E.D: La de 'Tristan e Isolda' es muy divertida. Aurora escribe: "El autor no se atrevió a poner su nombre porque se avergonzaba de lo que había escrito".


P: Cuando Aurora canta, encuentra una feminidad que nunca había tenido...

E.D: Es Léna quién la encontró. Ella con esa intuición y poder, ese cuerpo de niña y de repente, su cuerpo se transformó. Bueno, ya tenía una gran fotogenia, que la directora de fotografía Jeanne Lapoirie supo magnificar. Pero ella hizo una evolución: era muy niña al principio de la película y una jovencita en el final.

M.D: Me encanta la parte donde los chicos le ofrecen el vestido... En el libro, ella no se lo quiere poner. Ella dice, "¿Qué es? ¿Una funda de la guitarra?"Construir la feminidad sigue siendo una gran aventura: cada uno debe encontrar su camino... Y cuando el chico cierra los botones del vestido en su espalda es muy suave, sólo el roce de un dedo en la piel de Aurora y es ahí cuando sucede.

E.D: Es una escena a la vez cruda y muy bonita.


P: Es el niño salvaje que descubre la civilización...

M.D: ¡Es un poco la historia que hemos vivido todos!

E.D: Donde Léna me sorprendió es en algo que ni los actores con experiencia suelen hacer. Hay una escena, en el estudio de ensayo, donde representa los chicos mediante lámparas y le dije "una de las lámparas es el chico que tú no entiendes así que la miras y no estás contenta..." Ella coloca la lámpara y se da la vuelta para buscar otra pero hay un cable suelto que la hace tropezar. Cualquiera hubiera tenido el reflejo de mirar a sus pies en el momento del tropiezo pero ella ya había dejado de mirar la lámpara y ya pensaba en ella como si fuera chico y que todos sus problemas fueran de él. ¡Es inaudito!


P: ¿Cómo se escogió la música?

E.D: Creí necesario disponer de la música antes de empezar la película. Yo buscaba algo de rock, pero con una melodía lo suficientemente profunda. Pensé en el grupo americano Black Rebel Motorcycle Club. Su composición era lo suficientemente potente y a la vez sus letras lo bastante poéticas para que un adolescente se las pudiera apropiar. Me dieron una pieza inédita, las otras son covers: el grupo repite 'Beat the Devil's Tattoo' y al final Léna canta 'Hate the Taste'.


P: ¿Y 'Mamy Blue'?

E.D: Sin desvelar el final,en la película se plantea un pequeño problema: esta chica, en un momento dado llega demasiado lejos con su madre y ella se da cuenta. Entonces quiere compensarla por ello y, por lo tanto, por primera vez en su vida, quiere tener un detalle amable.

Aun así, cuando se trata de Aurora, esa gentileza viene acompañada de cierta reticencia: ella dice "te quiero" pero para hacerlo elige una canción de amor para una madre que murió...


P: ¿'Aurora (Jamais Contente)' se trata de una película para chicas?

M.D: No, ha hecho reír también a muchos chicos. Los chicos adoran los diarios adolescentes, que es un género anglosajón. Los diez volúmenes de 'Journal intime' de Georgia Nicholson, mi hijo los devoró a los 13-14 años. Era su Biblia, veía al mundo a través de ellos.

E.D: Es normal lo que se ha dicho de la adolescencia. Yo misma recuerdo que de adolescente quería ser lesbiana y hétero, chico y chica, burguesa y proletaria. ¡Quieres serlo todo!

M.D: Pero tienen más en cuenta el género que nosotras. Desde los once años que las niñas empiezan a usar el maquillaje. Siempre recuerdo un día en el Salón del Libro de Montreuil, cuando ya estaba acabando el tiempo de firmar libros, que se acerca un señor con un chico que sostiene una bolsa de plástico. El padre me explica que su hijo venía cuando ya no había nadie porque quería un autógrafo pero era un libro de chicas y claro... Era 'Le Journal d'Aurore' y cargaba con él como si fuera una revista porno.


Han dicho
"Una comedia aguda y encantadora" - Positif ****

"Una película sincera que lo dice todo sobre la preadolescencia irritable y exigente. La puesta en escena se contagia con la misma energía que los pasos en zapatillas de la joven intérprete, ideal para el papel, sin dejar de lado su entorno" - Télérama ****

"Una película alegre, llena de verdades para los adolescentes y de aprendizajes para los padres" - Le Parisien ****

"Aurora y sus padres, evidentemente, pero también los amigos, las amigas, la abuela progresista, interpretada por la inmensa Catherine Hiegel, el profesor de francés, con la sorprendente actuación de Alex Lutz... Todos son irresistibles y participan del placer que procura 'Jamais Contente' (Aurora), la primera bella sorpresa de 2017" - L'Express ****