Felipe, un empresario adinerado que ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente, está buscando a un asistente terapéutico. Aunque se presentan numerosos candidatos altamente calificados para hacer el trabajo, él decide contratar al ayudante del jardinero, Tito, quién recientemente ha renunciado a ese trabajo. Tito no reúne en absoluto las condiciones requeridas para tal empleo, cosa que notan inmediatamente las personas más cercanas a Felipe: Verónica e Ivonne, su ama de llaves. Ellas tratan encarecidamente de convencerle para que no lo contrate, pero Felipe se mantiene firme en su decisión. Tito es la única persona, en mucho tiempo, que no lo trata con compasión. Pese a las dificultades, Tito cumple bien su cometido y sorprende constantemente a Felipe. Tito lo hace reír y le ayuda a conectar de nuevo con el sentido de la vida y a disfrutar de ella, algo que, con su condición, ya casi había olvidado.