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  Hotel Cambridge  (Era O Hotel Cambridge)
  Dirigida por Eliane Caffé
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Eliane Caffé (Bio)
Eliane Caffé se graduó en psicología en 1987 y al año siguiente se fue a Cuba para estudiar cine en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. En 1990 viajó a España con una beca de postgrado para proseguir estudios en el Instituto de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Autónoma de Madrid. A su regreso a Brasil, continuó con su carrera en el cine escribiendo y dirigiendo cortos, largometrajes y series de televisión, por los que obtuvo el reconocimiento de la crítica y el público en importantes festivales internacionales de cine. A lo largo de su trayectoria, la directora ha trabajado cada vez más en temas que giran en torno a la exploración de los lenguajes audiovisuales utilizados en "zonas de conflicto reales", tanto en comunidades rurales como en grandes centros urbanos. Su obra está impregnada de experimentos narrativos donde interactúan personajes reales y les da voz utilizando sus experiencias vitales colectivas. Estos colectivos son algo más que personajes y escenarios y funcionan en igualdad de condiciones con el equipo técnico de la película a lo largo de todo el proceso de rodaje. Su asociación con la directora de arte Carla Caffé (hermana de la realizadora) ha sido fundamental a la hora de contar con las herramientas adecuadas para este procedimiento de creación colectiva. Ambas se centran actualmente en la consolidación de una productora propia y se decantan por un cine más "polifónico" o "dialogante" que va más allá de las localizaciones de la película.


Declaraciones de la directora
HOTEL CAMBRIDGE gira en torno a un tema contemporáneo pero que se ha abordado poco en el cine brasileño: Los problemas de los refugiados y las ocupaciones de edificios fruto de la desigualdad social que existe en las grandes ciudades brasileñas. Cuando iniciamos nuestra investigación, los medios no prestaban atención a los refugiados, a diferencia de lo que ocurre ahora. Y cuando ya habíamos recopilado mucha información, se produjo una sincronía con los acontecimientos mundiales relacionados con los refugiados, algo que nos ha acompañado hasta el día de hoy. Nuestra historia de ficción adquirió tintes mucho más realistas ya que, de repente, un gran número de refugiados se incorporaron a la ola de ocupaciones repartidas por la ciudad de Sao Paulo. Esta situación nos dio fuerzas para rodar la película y adentrarnos en la vida diaria de un edificio ocupado. Pero las ocupaciones son espacios conflictivos y es muy difícil que te dejen entrar. Así que fue necesario hacer un pacto. ¿Y qué conllevaba ese pacto? Una compensación. Nos obligó a pensar en cómo pasar de la ficción al territorio real del edificio. La preparación duró dos años y fue supervisada por un colectivo compuesto por nuestro equipo de producción, el movimiento de personas sin hogar (FLM), un grupo de refugiados y la escuela de arquitectura de la Escola da Cidade. Durante ese período, todo el mundo se encargó de transformar el edificio en un plató de rodaje. Fue un intenso esfuerzo de colaboración, centrado en las demandas reales y urgentes de la ocupación. Esto propició un clima de confianza mutua entre todas las partes implicadas, algo fundamental en cualquier proceso creativo. Desde un punto de vista narrativo, la película gira alrededor de tres ejes: las situaciones ficticias de los personajes; los informes documentales que se ven en la web a la que acceden esos mismos personajes, y los videoblogs que produce uno de los protagonistas. Son películas dentro de la película. Los escenarios que crean estos tres ejes se asemejan a un laberinto de cruces de caminos humanos que se mezclan constantemente en el interior del edificio. Los personajes, que interpretan en su mayoría ocupas y refugiados reales, garantizan la autenticidad dramática de la película ya que cuentan su propia historia y sus experiencias personales. Ellos, y todos esos momentos sin pretensiones de intensa humanidad, son los que sostienen la película y nos dan una visión caleidoscópica del mundo. La narrativa se entreteje dentro de una polifonía de conexiones entre pantallas de los dos principales soportes de comunicación que utilizan los personajes en el edificio ocupado: Internet y Skype. Las pantallas sirven de grandes ventanas por las que espiar en diferentes países, lugares y situaciones. También se han incorporado extractos de documentales de otros directores que actúan como imágenes oníricas y mnemotécnicas que se encuentran en el ojo de la mente de nuestros personajes. La extraordinaria experiencia de producir una película en contacto físico con la realidad dota a la cinta de una calidad épica que se ve cada vez menos en los lenguajes cinematográficos actuales.


Notas de producción
El primer encuentro de la directora Eliane Caffé con los refugiados se produjo en los talleres audiovisuales en los que estaba implicada en aquella época, cuando este tema no atraía todavía la atención del mundo. Y tampoco protagonizaba los debates sobre los asuntos internos de Brasil. Pero la directora estaba convencida de que era un tema que exigía atención inmediata y se dio cuenta que era una bomba de relojería. Cuando Eliane decidió plasmar estas experiencias en una película, encontró en Aurora Films la experiencia y la complicidad que necesitaba para materializar su idea. Así que juntos nos sumergimos de lleno en un proyecto anclado en la realidad para elaborar una película de ficción realizada por personas reales basándonos en sus experiencias vitales. Una película híbrida y experimental, en la que la directora supo profundizar en las experiencias que había iniciado en su película "Narradores de Javé". Es decir, trabajar con actores no profesionales e incorporar sus historias y narrativas a la película. Elaboramos un modelo de producción no convencional para hacer frente a la complejidad del lenguaje artístico y narrativo del proyecto. Nuestro primer paso fue ponernos en contacto con el Frente para la Organización de la Vivienda (FLM) y conseguir que aceptaran la idea de hacer la película y su modus operandi. Para entonces, los movimientos de personas sin hogar ya formaban parte del proyecto y empezamos a comprender lo conectados que estaban estos dos temas: los refugiados y la vivienda. Gente sin un país, gente sin un hogar. Desde el principio, hemos creído en el potencial internacional de la película. Después de todo, la historia gira en torno a diferentes nacionalidades: brasileños, congoleños, palestinos, sirios, colombianos ... todos con lenguas y culturas diferentes. En el FilmCup Brasil-França 2013, conocimos a la productora Tu Vas Voir, propiedad de Edgard Tenembaum y Amiel Tenenbaum. Supieron enseguida que la película merecía ser vista por el mayor número de personas en todo el mundo. Habíamos escogido dos localizaciones para el rodaje, ambas en edificios ocupados por el movimiento FLM. Pero uno de ellos sufrió una intervención brutal de la policía que desalojó a los ocupas de forma muy violenta. Nos dimos cuenta de que el tiempo no estaba de nuestro lado y que teníamos que rodar lo más rápido posible debido al peligro inminente de quedarnos sin la segunda localización. En una carrera contrarreloj, buscamos nuevas ayudas que pudieran consolidar nuestro proyecto. Y así fue como encontramos un apoyo considerable en la escuela de arquitectura de la "Escola da Cidade". A diferencia de los rodajes convencionales, los alumnos y los profesores trabajaron activamente dentro del mismo edificio ocupado, diseñando y elaborando los elementos artísticos de la película así como resolviendo problemas urgentes relacionados con la estructura del edificio y la transformación de los espacios interiores: todo lo necesario para rodar que además sirvió para mejorar la habitabilidad para los ocupantes del edificio. A la hora de elaborar el guión, la directora y los guionistas trabajaron con los habitantes en talleres para recrear historias de la vida real que se incorporaron a la narrativa, así como para encontrar personajes y actores no profesionales. Durante el proceso de preproducción de la película nos pusimos en contacto con GRIST, Grupo de Refugiados e Inmigrantes Sin Hogar, que organiza foros para debatir los problemas de refugiados. También realizan actividades culturales que reúnen a músicos, artistas y chefs de varios países, fomentando la integración entre brasileños e inmigrantes. Durante la producción de la película, la situación de los refugiados en todo el mundo se convirtió en un problema de enorme calado y los movimientos sin hogar de Brasil empezaron a aparecer todos los días en las noticias nacionales. Al mismo tiempo, Brasil vive una importante crisis política, social y económica. El país está dividido en dos. Los conservadores han ganado más poder dentro de un escenario impredecible y confuso. Los políticos de derechas intentan, de forma extremadamente autoritaria, perseguir legalmente y criminalizar a los movimientos sociales. Entre ellos al FLM y a su líder Carmen Silva, la protagonista de la película. Su intención es intimidar a los movimientos sociales que han movilizado a miles de personas en defensa de la democracia en todo Brasil. Más que nunca, "Hotel Camridge" es una película de rabiosa actualidad sobre los tiempos difíciles que atraviesa Brasil. Una película que va más allá de un plató de cine y de la propia película.


Comentarios de la directora de arte
La película aborda un tema que se suele debatir en las escuelas de arquitectura de Brasil: la vivienda en los grandes centros urbanos. Por esta razón invitamos a 21 estudiantes y profesores de la "Escola da Cidade" a dirigir el departamento de arte de la película. Durante seis meses, los estudiantes vivieron en estrecho contacto con la ocupación y después de comprender mejor el movimiento, el edificio y sus particularidades, seleccionaron los platós que se construyeron teniendo en mente las zonas comunes del edificio. Lo que define el escenario de la película no se basa únicamente en las exigencias del guión, sino en las de la comunidad que habitó temporalmente en el edificio Cambridge. Trabajamos en los platós de forma que, después del rodaje y de todas las actividades de la película, las instalaciones pasaran a ser de la comunidad. La colaboración entre los arquitectos y el equipo de producción de la película no sólo se ve en el guión sino también en la construcción del plató de la película. Una perspectiva única que aúna cine y arquitectura. Los platós se construyeron para que fueran permanentes o para que duraran mientras siguiera la ocupación. El mayor problema de las familias que residen en el edificio es la amenaza constante de desalojo; viven al día a la espera de lo que pueda ocurrir mañana. Además de la participación de los estudiantes de arquitectura y de la comunidad, invitamos al colectivo español Basurama para que organizara talleres y enseñara a los ocupantes métodos de construcción usando como materia prima objetos de desecho que se encuentran en depósitos de chatarra. De esa forma, los platós escenográficos se construyeron utilizando materiales como pallets de madera, neumáticos, cajas de verduras y trozos de muebles que se obtenían en los vertederos ecológicos de la ciudad. Este aspecto reutilizable de la escenografía, en sintonía con los movimientos modernos de la vivienda, ayuda a dar un nuevo sentido a los espacios públicos abandonados de la ciudad y da a conocer el importante trabajo social que se está haciendo. El proyecto de la película también contempla aspectos educativos ya que llevó las actividades pedagógicas más allá de los límites del entorno escolar tradicional. Ha dado lugar a nuevas prácticas académicas ya que trabajamos en los límites de varios campos, enriqueciendo los procesos que caracterizan al cine, la arquitectura y la educación.