En tu cuarenta cumpleaños te echa tu mujer de casa. No has dado un palo al agua en tu vida y no sabes ni freír un huevo. Tal como está el patio, ¿qué vas a hacer con tu vida? Para colmo no tienes ni un duro, porque eres un vividor incorregible. Con las maletas en la mano, ¿dónde vas a ir ahora? Has abusado siempre de todo el mundo y ahora nadie quiere echarte una mano, ¿nadie? En la vida existen grandes personas que van a estar contigo en lo bueno y en lo malo y se hacen llamar entre ellos: Compadres.
Rafi llega a casa de Fali con la maleta a cuestas porque su mujer le ha echado de casa. No es la primera vez que esto sucede, aunque en esta ocasión todo será diferente, ya que el lío en el que se ha metido Rafi esta vez... es de los gordos. A Fali le gustaría ayudar a su compadre, pero tiene mucha prisa: mañana será la Primera Comunión de su hijo, y lo único que tiene que hacer como padre es llevar el traje del niño a la finca donde se celebrará el evento.
Durante las siguientes veinticuatro horas, y con la cuenta atrás del reloj acechándoles, los compadres conseguirán salir de varios embrollos para meterse en nuevos enredos.
En sus andanzas, los compadres nos mostrarán su particular y sinvergüenza visión de la vida, la del más extremo y desenfado caradura.