Una pareja de guapos adolescentes de una pequeña ciudad, Bobby Kent y Marty Puccio, se conocen desde siempre. Juntos hacen trabajos sin futuro, se dedican a las drogas y la prostitución en los bares gays del barrio, venden videos porno caseros y sexo telefónico homosexual por dinero y por diversión. Bobby es un sádico, un tirano brutal y eficiente. Marty es su mejor amigo, su juguete. Así ha sido siempre.
Ambos se citan en la playa con la guapa y mimada Ali y con su torpe y vulnerable amiga Lisa. Cuando Marty lleva a Lisa al asiento de atrás del coche de Bobby, ella entrega su cuerpo y abre su corazón. La experiencia de Ali es diferente. En el asiento de delante, Bobby la ridiculiza cuando empuja su boca hacia su entrepierna. Después, Lisa le dice a su madre que tiene un nuevo novio. Está enamorada.
Mientras Lisa y Marty mantienen relaciones en la habitación de Bobby, éste entra y golpea el cuerpo desnudo de Lisa con el cinturón. Marty está acostumbrado a este tipo de tratos, ha estado soportando los abusos de Bobby durante años. Pero esta vez es demasiado.
Según pasa más tiempo con Lisa, la lealtad de Marty empieza a cambiar. Estar con Bobby no es tan emocionante. Bobby siente que su poder sobre Marty está decayendo y se siente amenazado.
Lisa se queda embarazada. Va a casa de Marty a darle la noticia pero Bobby está allí. Bobby la ataca físicamente antes de echarla. Se va llorando con los insultos de Bobby golpeando en sus oídos.
Lisa induce a Ali para que vuelva junto a Bobby, diciéndole que está metido en cosas raras que podrían estimular a Ali sexualmente. Si se gustaran, quizás Bobby dejaría a Lisa y Marty tranquilos. Pero Ali tenía razón la primera vez, Bobby no es un tipo legal. Su reunión es incluso peor que antes, y termina en una brutal violación. Lisa le suplica a Marty. Bobby es un demonio. Bobby es un violador. Bobby trata a Marty como un perro. Bobby tiene que morir.