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  Lady Bird  Dirigida por Greta Gerwig
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Greta Gerwig se revela como una nueva y atrevida voz en el mundo del cine con su debut como directora.


Entrevista con la guionista / directora Greta Gerwig

P: ¿LA PELÍCULA ESTÁ INSPIRADA EN TU PROPIA VIDA?

R: Me crié en Sacramento y me encanta, así que la motivación inicial para hacer la película era mi deseo de escribir una carta de amor a un lugar que solo supe apreciar de verdad cuando me fui. Es diferente valorar cuánto amas algo cuando tienes dieciséis años y estás convencida de que la "vida" está ocurriendo en otro lado.

Nada de lo que pasa en la película es una vivencia personal literal, pero hay un núcleo de verdad conectado a un sentimiento de hogar, infancia y partida.


P: ESTÁ CLARO QUE SACRAMENTO, DONDE SE DESARROLLA LA ACCIÓN, TE LLEGA ESPECIALMENTE HONDO. ¿QUÉ HACE DE SACRAMENTO UN LUGAR ESPECIAL?

R: Joan Didion es de Sacramento y, cuando descubrí su obra de adolescente, fue una experiencia espiritualmente trascendental. Fue tan impactante como si eres de Dublín y de repente lees a James Joyce. Era mi poetisa favorita. Es la primera vez que experimenté la visión de un artista contemplando mi propio hogar. Siempre había pensado que el arte y la literatura tenían que tratar de cosas "importantes", y estaba totalmente convencida de que mi vida no lo era en absoluto. Su obra, sin embargo, tan bonita, clara y específica, era sobre mi mundo. Yo conocía perfectamente a todas las mujeres sobre las que Joan escribía. Su modo de organizar armarios, las cosas que valoraban, la visión del mundo de clase media rural que da forma a este rincón del país...

Cuando la gente piensa en California, tienda a pensar en San Francisco o Los Ángeles, pero hay un enorme valle agricultor que recorre el centro del estado. Sacramento está situado en el extremo norte de ese valle, y aunque es la capital del estado, lleva el espíritu agrario en sus venas. No es una ciudad que pretenda deslumbrar a nadie. No es una marca en sí misma ni intenta venderse al mundo. El propio lugar y su gente se caracterizan por su sentido de la modestia y su integridad.


P: ¿CÓMO FUE PARA TI LA EXPERIENCIA DE ABANDONAR SACRAMENTO Y POR QUÉ ES UN COMPONENTE IMPORTANTE DE LA HISTORIA?

R: Una de las primeras cosas que escribí para la película fue la escena de la universidad en la que alguien le pregunta a Lady Bird de dónde es y miente contestando que de San Francisco. Ese momento en el que un sentimiento de profunda vergüenza lleva a negar quién eres era desde el que quería trabajar para construir alrededor de él una película, de modo que, cuando ella niega sus raíces, el público se siente personalmente traicionado y herido. Como si los espectadores también fueran de Sacramento y conocieran profundamente esos sitios y a esa gente. Lady Bird traiciona sus raíces para dar una imagen ligeramente mejor a alguien a quien acaba de conocer.

Es inevitable, quizá, renegar del lugar del que procedes. No soy católica practicante, pero siempre me ha conmovido la historia de la negación de San Pedro. En la Última Cena, Pedro le asegura fervientemente a Jesús que moriría antes que renegar de él, pero Jesús le contesta que en realidad le negará tres veces "antes de que el gallo cante". Pedro insiste en que no. Ni qué decir tiene que Pedro acaba negando conocer a Jesús en tres ocasiones. El gallo canta junto en el momento en que niega por tercera vez que no es discípulo de Jesús. Pedro se siente entonces totalmente devastado por su propia debilidad.

Sin embargo, tras la resurrección, Jesús se le aparece a Pedro y le pregunta tres veces si le quiere. Pedro responde que sí en cada una de las ocasiones. Se le da la oportunidad de arrepentirse a través del amor.

Estas historias siempre han inspirado mi escritura y mis ideas, dar con una verdad universal más grande tras lo que llamamos "pequeñas" vidas. Lady Bird reniega de su lugar de origen, pero también declara su amor. Cuando nos brindan la oportunidad de redimirnos, necesitamos el amor para aceptar esa oportunidad.


P: SE DEDUCE QUE CHRISTINE TAMBIÉN RENIEGA DE SU AUTÉNTICO NOMBRE.

R: Sí.


P: ¿Y POR QUÉ LO HACE? QUÉ SIGNIFICA EL NOMBRE "LADY BIRD"?

R: Rebautizarse es a la vez un acto creativo y religioso. Reclama autoría y es un modo de dar con tu auténtica identidad creando una. Es una mentira al servicio de la verdad. En la tradición católica, te dan un nombre de confirmación, para llamarte como un santo al que quieras emular. En el rock and roll, escoges un nombre totalmente nuevo (David Bowie, Madonna, etc.) para situarte en una esfera mítica superior.

Muy al comienzo del proceso de escritura, me topé con algo que no era capaz de superar. Dejé todo de lado y escribí en la parte superior de una página en blanco: "¿Por qué no me llamas Lady Bird? Prometiste que lo harías". Quería llegar a conocer a esa chica que le pedía a todo el mundo que la llamase por ese curioso nombre. El origen del nombre es un misterio. Nunca lo había pensado antes de escribirlo. Me gusta cómo suena. Transmite desenvoltura. Es antiguo. Escribir este guion fue mi modo de llegar al corazón de esa chica.

Más tarde, recordé la rima de ese poema infantil: "Ladybird, ladybird, fly away home" (Mariquita, mariquita, vuela a tu casita). Es sobre una madre que vuelve a casa para asegurarse de que sus hijos están bien. No sé cómo se nos quedan esas cosas en el cerebro, o por qué salen de repente cuando menos te lo esperas, pero parece ser una parte esencial del proceso creativo en mi caso: el desarrollo inconsciente de algo que sabes sin realmente saberlo.


P: LA HISTORIA GIRA ALREDEDOR DEL ÚLTIMO AÑO DE INSTITUTO DE LADY BIRD. ¿POR QUÉ ELEGISTE ESE MOMENTO COMO CLAVE PARA CONSTRUIR LA PELÍCULA?

R: Cuando eres adolescente en Estados Unidos, tu vida está organizada en torno a años académicos. Primero, segundo, tercero, cuarto... Siempre parece tener sentido contar la historia de todo un curso. Los rituales propios, la circularidad. El modo en que acabamos donde empezamos. Es una espiral ascendente. El último año de instituto arde con intensidad y desaparece tan rápido como ha emergido. Hay una cierta intensidad especial en los mundos que llegan a su fin. Hay un sentimiento anticipado de pérdida, de "últimos". Es así tanto para padres como para hijos. Es algo bello que nunca antes habías apreciado y que termina justo cuando por fin lo entiendes. El modo en que el tiempo se escapa es un tema central de la película, con cada escena precipitándose sobre la siguiente. No podemos detenerlo.


P: HAS MENCIONADO QUE HAS COESCRITO GUIONES CON ANTERIORIDAD, PERO ¿ES ESTA LA PRIMERA VEZ QUE DIRIGES?

R: Sí.


P: CUANDO ESCRIBISTE EL GUION, ¿SIEMPRE TUVISTE INTENCIÓN DE DIRIGIRLO?

R: Escribir para mí lleva su tiempo. Ni siquiera sé decirte cuánto. Igual años, porque no es lineal. Es un personaje o una escena aquí y allá. Tiendo a escribir de más, cientos de páginas que acabo desechando. Al final, reduzco todo a la mínima expresión y encuentro la esencia. Eso sí: mientras estoy escribiendo, me parece imposible que vaya a ser una película. Por eso, la idea de dirigir no era conscientemente algo que tomara en consideración.

Sin embargo, una vez que tuve el guion acabado, supe que debía dirigirlo. Y supe que esa había sido mi intención desde el principio. Simplemente no podía permitírmelo saber para no asustarme. Llevo queriendo dirigir hasta donde me alcanza la memoria, pero la valentía no es algo que se reúna de la noche a la mañana.


P: ¿Y CÓMO ES EL PROCESO DE DIRIGIR? ¿QUÉ HAS APRENDIDO A LO LARGO DE ESE PROCESO?

R: Aún estoy aprendiendo a dirigir, y espero nunca dejar de hacerlo, incluso cuando tenga ochenta años y no haga más que repetirme. Catalogar todo lo que he aprendido sería aburrido e imposible.

Una cosa que tengo clara es que siempre hay que contratar a gente que sea más inteligente que uno mismo. Es una máxima del gran cineasta Harris Savides, que aprendí de mi director de fotografía, Sam Levy. Vale para todos, desde actores o decoradores de sets hasta diseñadores de carteles. Tuve la suerte de estar rodeada por gente que, verdaderamente, son más inteligentes que yo.

Otra cosa que me gustaría comentar es que el término "director" no es muy exacto. Implica que todo lo que tienes delante hay que "dirigirlo", simplemente. Creo que el francés lo expresa de forma más precisa con "réalisateur". El director es la persona que "realiza" la película. Hace que ocurran las cosas, les da una forma actualizada, las hace existir. Nadie conocerá jamás las películas que no haces, y no tienen otro motivo para existir que el hecho de que tú las hagas realidad.


P: CUÉNTANOS ALGUNA GRAN SORPRESA QUE TE HAYAS LLEVADO HACIENDO LA PELÍCULA.

R: El calibre de los colaboradores que he tenido ha sido la mayor sorpresa, y aquella por la que me siento más agradecida. No me podía creer que gente con tantísimo talento estuvieran dedicando su tiempo y sus dones a esta película. Desde Scott Rudin and IAC Films firmando para hacerla, a Lois Smith aceptando interpretar a la hermana Sarah Joan, todas las personas involucradas han ido mucho más allá de lo que nunca habría imaginado. Y ha sido sorprendente.

Aún me lo sigue pareciendo.


P: ¿CUÁLES HAN SIDO LOS MAYORES DESAFÍOS Y RECOMPENSAS DEL PROCESO DE HACER UNA PELÍCULA?

R: Lo más gratificante ha sido ver trabajar a los actores. Yo había escrito el guion sola, y lo había oído en mi cabeza, pero de pronto ves cómo cobra vida y forma de un modo mucho mejor a todo lo que yo había imaginado. Creo que hay directores que desearían clonarse a sí mismos para hacerlo todo, pero yo no soy así. Dejar que la gente lo ponga todo en el proyecto, su alma y su creatividad, es para mí una de las mayores alegrías del proceso. En cuanto a los desafíos... Cada paso fue un desafío, pero esa faceta de dificultad se desdibuja en mi recuerdo.


P: ¿CÓMO DIRÍAS QUE HA INFLUIDO EN TU ESTILO COMO DIRECTORA EL HECHO DE PROCEDER DEL MUNDO DE LA INTERPRETACIÓN?

R: Como he trabajado de actriz, soy muy sensible respecto a todo el proceso de casting. He estado en muchas situaciones de audición humillantes, y sé cómo te sientes cuando muestras algo en lo que has puesto el corazón y la gente que tienes delante ni siquiera levanta la vista. No podía elegir a todos los maravillosos actores y actrices que vi, pero sí mostrarles respeto y consideración mientras compartían su arte conmigo.

También creo firmemente que los actores necesitan tener un mundo secreto ajeno al director. Necesitan establecer sus propias conexiones entre sí, y no considero que el director deba ser parte de eso. Quería brindarles ese espacio para actuar. Hacía cosas como concertar reuniones entre el diseñador de vestuario y alguno de los actores, sin estar yo presente, porque quería que compartiesen su propio lenguaje privado, y la sensación de que estaban creando juntos al personaje.

Yo decía mi opinión sobre lo que me gustaba y lo que no, claro, pero no quería entrometerme demasiado. Parte de la labor de los actores es realmente hacer propio el personaje, y si tienes a alguien diciéndote constantemente que no a todo y corrigiéndote, nunca vas a sentir que te fundes con el papel. Mi trabajo era crear un perímetro para que pudiesen quitarme esa responsabilidad, porque los personajes ya no eran míos.


P: ¿TIENES PENSADO DIRIGIR MÁS PELÍCULAS PRÓXIMAMENTE?

R: Sí, sin duda. Lo haré.


P: ¿CÓMO FUE LA ELECCIÓN DE SAOIRSE, Y QUÉ HACÍA QUE FUERA PERFECTA PARA EL PAPEL DE LADY BIRD?

R: Me reuní con Saoirse Ronan en el Festival de Cine de Toronto en 2015, al que acudió por la película Brooklyn. Me senté en su habitación y leí todo el guion en alto con ella. En cuanto la vi pronunciar esas frases, supe sin lugar a dudas que ella tenía que ser Lady Bird. Era diferente y mucho mejor de lo que había imaginado. Era obstinada, divertida y conquistadora, de un modo universal y específico. Justo estaba comprometida para ensayar El crisol en Broadway, así que hubo que retrasar la película seis meses, pero ninguna otra persona podría haberlo hecho igual. El papel era suyo en cuanto leyó para mí dos minutos.


P: ¿CÓMO FUE EL PROCESO DE DESARROLLAR EL PERSONAJE CON ELLA, Y CÓMO EVOLUCIONÓ ESE PERSONAJE A TRAVÉS DEL PROCESO DE RODAJE?

R: Los guiones que escribo apenas cambian durante la grabación. Cada línea se dice exactamente tal y como fue escrita. Una película no es primordialmente un modo de transmitir palabras, pero yo valoro el recurso por mi gran amor al teatro, así que para mí el lenguaje es primordial.

Sin embargo, el proceso de crear un personaje es un auténtico collage artístico. Saoirse estaba actuando en Broadway, y yo iba dándole información poco a poco. Le daba una novela, un poema, una foto... A medida que fuimos eligiendo a más actores y actrices, los iba reuniendo para miniensayos. Quería que los actores comenzaran a generar una burbuja mágica compartida de creación de esa realidad.

Según fuimos profundizando en los ensayos antes del rodaje, Saoirse y yo pasamos horas hablando juntas y quedando, de modo que, para cuando comenzó la grabación, era a ella a quien recurría para preguntarle qué se pondría Lady Bird en una escena en concreto, o cómo andaría o se sentaría. Saoirse desarrolló toda una expresividad física alrededor del personaje que dio forma a cómo quería fotografiarla, el ritmo de la grabación y la emoción.


P: EN ESTA PELÍCULA EXPLORAS MUCHAS RELACIONES, PERO DA LA IMPRESIÓN DE QUE EL NÚCLEO DE TODO ES LA HISTORIA ENTRE MADRE E HIJA.

R: Sí.


P: ¿POR QUÉ ELEGISTE PONER ESA RELACIÓN EN EL CENTRO DE LA PELÍCULA?

R: La relación madre-hija es la historia de amor de este proyecto. Durante bastante tiempo, el título de la película fue Madres e hijas.

Normalmente, en las películas sobre adolescentes, la historia se centra en un chico: el príncipe encantador, la respuesta a todos los problemas de la vida. Y a mí no me parece que la vida real sea así, en absoluto.

La mayoría de las mujeres que conozco mantienen una relación infinitamente bella e increíblemente compleja con su madre durante la adolescencia. Quería hacer una película que pusiera eso en el centro, en la que pudieras sentir empatía por ambos personajes en cualquier momento. No pretendía que una de ellos tuviese razón y la otra no. Quería que ambas fracasaran dolorosamente en su intento por conectar mutuamente, y quería recompensar el amor inconmensurable al final. Para mí, esos son los momentos más conmovedores de las historias de amor. El romance entre una madre y una hija es uno de los más complejos que conozco.


P: HABLEMOS DE LAURIE METCALF.

R: Oh, Laurie Metcalf.


P: ¿QUÉ TE HIZO SENTIR QUE ERA LA PERSONA ADECUADA PARA EL PAPEL?

R: De pequeña no veía mucho la tele, así que no conocía a Laurie de "Roseanne". Sabía que era una gran actriz sobre las tablas, alguien que había dado forma al teatro norteamericano moderno. Quería a alguien con esa profundidad, ese alcance y esa potencia, como un luchador capaz de estar a la altura de sus competidores, pero aparentando ligereza en su actitud. Y así es Laurie. Aporta muchísima humanidad y ternura a Marion, sin perder su vis cómica.

Su carácter del Medio Oeste norteamericano fue también un aspecto de ella que me atrajo mucho. Tracy Letts y ella son de la misma zona, y hay algo muy arraigado en ambos. Son competentes, no engreídos ni rimbombantes, aunque ambos tienen talento más que suficiente para serlo. Es una buena aproximación a la humildad de Sacramento.

Antes de reunirme con ella, estaba ocupándome de la prensa para una película que he hecho con Ethan Hawke. Sabía que ambos habían trabajado juntos en el teatro, así que le pregunté cómo había sido la experiencia. Ethan pidió al siguiente entrevistador que esperara para entrar, me agarró por los hombros y me dijo: "Si tienes la suerte de interesar a Laurie Metcalf en tu película, vas a ver lo que es una artista de verdad. Todo los demás nos dedicamos a fingir que hacemos lo que ella hace realmente".

Pero no se puede hablar de un gran deportista sin más; hay que verlo en acción. Y cuando empezamos los ensayos, lo tuve claro. Podríamos haberlo rodado el primer día.


P: ¿EN QUÉ CREES QUE SE PARECEN LADY BIRD Y MARION? ¿Y EN QUÉ SE DIFERENCIAN? ¿CÓMO CREES QUE AFECTAN ESAS SIMILITUDES Y DIFERENCIAS A LA TENSIÓN QUE HAY ENTRE ELLAS?

R: Lady Bird y Marion son dos caras de la misma moneda. Sus similitudes son las que hacen que sean tan cercanas y peleonas. Me encantó que Saoirse y Laurie fuesen casi exactamente de la misma estatura. Desde la primera toma, quería mostrarles que ambas eran la cara inversa de la otra. Una sola persona, pero independientes.

Parte de ello es generacional. Crecer como mujer en Estados Unidos fue algo totalmente distinto para Marion que para Lady Bird. Lady Bird ha nacido en los 80, por lo que forma parte de una generación para la que, de pronto, era posible tener sueños ambiciosos para una misma. Marion procede de la cultura de los 50, tras la Segunda Guerra Mundial. El derecho al aborto a raíz del caso Roa contra Wade se aprobó en la época en la que ella hubiera tenido veintitantos. Sus padres habrían vivido la Depresión. Incluso discusiones del tipo "cómo cuidar tus cosas" están profundamente arraigadas en sus respectivas generaciones. Creo que subestimamos las tensiones que generan esas diferencias entre madres e hijas.


P: LA RELACIÓN ENTRE AMBAS RESULTA DE UN REALISMO EXTRAORDINARIO. ¿CÓMO FUE EL PROCESO DE TRABAJAR CON ELLAS PARA DESARROLLAR ESA DINÁMICA?

R: Como sabe todo aquel que se ha peleado con un miembro de la familia, las discusiones nunca son nuevas. Es la misma repetida un millón de veces. Es ese tipo de dinámica bien entretejida en la que casi podrías recitar de memoria lo que va a decir la otra persona. Quería crear ese sentido de la repetición, de toda una vida peleándote y haciendo las paces.

Rodamos la primera escena en la última semana, la bronca a grito pelado en el coche. Para entonces, ya estaban totalmente compenetradas. Conocían a la perfección sus ritmos y energías. Creo que pelearse puede ser un modo disfuncional de expresar intimidad, porque solo te peleas con la gente que de verdad conoces. Quería que esa pelea expresara intimidad. Desde la primera toma, estaban que mordían. Durante mucho tiempo en el montaje, usé todo el metraje de esta primera toma. Eso da idea de lo conectadas que estaban.


P: ¿QUÉ NOS PUEDES CONTAR DE LADY BIRD Y SU PADRE, LARRY? ¿CÓMO ES ESA RELACIÓN, Y EN QUÉ SE DIFERENCIA?

R: Larry es el héroe de Lady Bird. Le tiene una adoración absoluta, y no puede soportar la idea de haberle causado algún daño, o de que esté triste y ella no pueda solucionarlo.

Me encanta Tracy Letts como actor y como escritor, pero me daba la impresión de que nunca le había tocado interpretar a un personaje bondadoso. Habitualmente interpreta a gente intelectualmente muy rigurosa y fuerte, pero personalmente casi insoportables. Y se le da genial hacerlo. Sin embargo, cuando lo conocí en Sundance, vi que era muy cálido y que transmitía una dulzura que nunca he visto explorar, ni en el teatro ni en cine. Para mí, ese era Larry. Brillante y bueno, y capaz de imprimir profundidad emocional a su personaje.


P: ¿CUÁL ES EL PAPEL DE LARRY EN LA DINÁMICA FAMILIAR?

R: Larry es la persona que equilibra todo discretamente. Es el contrapeso. Adora a su mujer y a su hija, y quiere que ambas se vean entre sí del modo en que él las ve.


P: HÁBLAME DE LA EXPERIENCIA DE TRABAJAR CON TRACY Y DAR FORMA A SU PERSONAJE.

R: Tracy es uno de mis escritores favoritos de todos los tiempos, y lo que más valoraba de trabajar con él como actor es cómo me hablaba de mi guion. Es uno de los lectores de guiones más inteligentes con los que me he topado.

Quiere entender hasta la última coma. Algunas de las preguntas que me planteaba me ayudaron a afinar lo que había escrito y a perfeccionar mi instinto para ir a por lo que andaba buscando. Es económico como artista, y me animó a encontrar la esencia de la pieza. Lo más fructífero fue contar con sus comentarios y sus planteamientos, siempre bien dirigidos. Nos hizo dialogar sobre el personaje y la película, además de enriquecer y hacer más completo este proyecto.


P: SE PUEDE PERCIBIR QUE MARION Y LARRY COMPARTEN UNA HISTORIA EN COMÚN MUY INTENSA. DE HECHO, HAY MUCHAS COSAS QUE NO SE DESVELAN ABIERTAMENTE EN LA PELÍCULA. ¿HABLASTE CON LAURIE Y TRACY DE ESE TRASFONDO COMÚN PARA SUS PERSONAJES? ¿CÓMO SE DESARROLLÓ TODO ESO?

R: Hay una escena al comienzo de la película en la que Marion hace un chiste, Larry le responde con otro y ambos se ríen. Y se ríen con ganas. Para mí, eso lo dice todo. Se gustan. Están bien. Habrán tenido sus cosas buenas y malas a lo largo de los años, claro, y no todo habrá sido fácil, pero no es la historia de un matrimonio problemático. La gente que se ríe de ese modo está a gusto. Es todo mérito de Tracy, Laurie y su habilidad como actores el llenar esa sensación de vida en común en un mínimo de tiempo.

Algo del pasado de lo que sí hablamos es de que Marion era mayor cuando se casaron, y pensaba que no iba a poder quedarse embarazada. Por eso se decidieron a adoptar, pero resultó que sí se quedó embarazada. Se lo podría haber desvelado al público exponiéndolo en algún momento, pero lo cierto es que las familias no se explican de ese modo. Se limitan a existir tal y como son, saben lo que les une y lo que les convierte en una unidad. Siempre me han gustado las películas que no se extienden en explicaciones. A veces, en el cine, todo queda demasiado explícito, mientras que en la vida real nos encontramos con todo tipo de familias, y no siempre nos enteramos de su historia.


P: ¿SUS VIDAS ESTÁN BASADAS DE ALGÚN MODO EN LA DE TUS PROPIOS PADRES?

R: Son personajes con entidad propia, y existen en el universo ficticio de la película. Sin embargo, su generosidad es un homenaje a mis padres: su capacidad de abrir su hogar a quienes lo necesitaban siempre me ha parecido muy conmovedora. Ellos me enseñaron que la genética no es la base de una familia, sino el amor, y que siempre hay que compartir lo que tienes de todas las formas posibles.


P: ¿PUEDES CONTARNOS ALGO DE MIGUEL Y EL ACTOR QUE LO INTERPRETA, JORDAN RODRIGUES?

R: Quería que Miguel mantuviese una relación con sus padres mucho más fácil, menos tensa. Nunca se pelea con su madre como Lady Bird. Pero Shelly y él han caído en ese extraño espacio liminal en el que se encuentran tantos compañeros recién salidos de la universidad: han terminado sus estudios, pero su vida de adulto aún no ha comenzado.

Están atascados profesionalmente. Ambos son muy inteligentes (Berkeley) y conscientes (veganismo), pero no han descifrado aún cómo traducir sus ideas a la vida laboral moderna. Los piercings tampoco ayudan. Esa sensación de estar atrapados entre cosas que están atravesando matiza además la idea de Lady Bird de que la universidad será su oportunidad para "salir" de donde está. Es un contraargumento a una narrativa demasiado recta.

Creo que, a menudo, nos imaginamos que nuestra vida se mueve en una línea, cuando en realidad hay curvas, caídas y acelerones.

Jordan fue muy divertido en su audición, pero también tiene una faceta increíblemente dulce y vulnerable, que era esencialmente la que necesitábamos para la historia. Cuando aparece en la entrevista de trabajo, enseguida percibes su necesidad y su miedo. Ves el niño que era y el hombre en el que aún se está convirtiendo.

Era muy importante para mí que todos y cada uno de los personajes fuera de la órbita principal de Lady Bird y su madre, véase Larry, Miguel y Shelly, el padre Leviatch, Julie o el Sr. Bruno, se percibiesen como personas que, si nos centrásemos en ellas, merecerían su propia película. Que fuesen reales. Que no fueran simplemente accesorios de la vida de Lady Bird. Cada cual interpreta su propia obra. En una gran película de conjunto, no hay mucho tiempo para todos los personajes individualmente, así que cada escena tiene que causar impacto. Para ello, necesitas actores capaces de aportar una sensación de vida completa fuera del momento que vemos en pantalla. Miguel es un hermano mayor contrariado, pero también es simplemente un muchacho en lucha consigo mismo.


P: ¿CÓMO FUE EL PROCESO DE RECLUTAR A LUCAS HEDGES PARA EL PAPEL DE DANNY?

R: Vi a Lucas en Manchester frente al mar en Sundance en una de esas proyecciones de las 8:00 de la mañana, y después no podía parar de llorar, pensando en su brillante actuación. Le pasamos el guion y me reuní con él en Los Ángeles. Le dije que podía interpretar el papel que quisiera. Eligió a Danny, que era precisamente el que yo esperaba que escogiera.


P: ¿QUÉ ES LO QUE A LADY BIRD LE ATRAE O SEDUCE ESPECIALMENTE DE DANNY?

R: Lady Bird está en un momento de su vida en la que ama el amor y está deseando encontrar un objeto sobre el que proyectarlo, y Danny es un buen objeto amoroso. Es un encanto, guapo y el tipo de novio que todos soñamos que nuestra hija traiga a casa.

Siempre me pareció que Lady Bird no se equivoca en entregarle su amor a Danny, sino en la forma que debía tomar ese amor. Lo que a ella le atrae sigue siendo real. Es cierto que él no está siendo como de verdad es, y que, en último término, no tiene un interés romántico en ella. Pero ella sí que le gusta, y quiere pasar tiempo con ella, porque le parece salvaje, arrogante y libre. La cosa es que Danny se siente hundido por ciertas expectativas de su familia y el mundo de la comunidad católica en 2002.

El colectivo LGTBQ ha progresado muchísimo en cuestión de derechos y concienciación en los últimos quince años, pero 2002 era una época notablemente distinta, especialmente fuera de grandes núcleos urbanos. Cuando yo iba al instituto, nadie era "distinto". Nadie. No podías serlo. Te daban una paliza, o algo peor. Gracias a Dios que eso ha cambiado. Pero no hace tanto tampoco. El cambio acaba de producirse. Ahora, es fabuloso ver a los chavales sintiéndose mucho más cómodos con cómo son y aceptados en su comunidad. Danny desearía fervientemente ser la persona que Lady Bird quiere que sea, y aunque trata de negar su esencia, resulta aun así increíblemente amoroso y entregado. Desearía ser el novio perfecto. Pero, al final, acaba siendo el amigo perfecto.


P: ¿QUÉ IMPACTO TIENE ESA RELACIÓN EN LADY BIRD?

R: Al principio, Lady Bird ve a Danny como parte de su vida, sin ver la historia de él. Luego, cuando él la visita en la cafetería, Lady Bird comienza su transformación y lo ve como una persona con su propia narrativa.

Yo no creo que la gente cambie en un instante. Pero, en ese momento, de pronto se percata del peso de la personalidad de Danny, y ahí es cuando la historia comienza a cambiar.


P: HABLEMOS DE KYLE. ¿CÓMO FUE EL PROCESO DE RECLUTAR A TIMOTHÉE PARA SU PAPEL?

R: Timothée hizo la audición para mí, y me pareció un actor tremendo: joven, lleno de talento e inteligente. Fue a la Universidad de Columbia, es pianista, habla francés e italiano y, sinceramente, resulta bastante intimidante. Había algo en ese intelecto supremo que pensé que funcionaría muy bien para Kyle. Kyle es un personaje frustrante, pero muy listo. Es fácil reírse de sus ideas, pero todas están fundadas en una capacidad auténtica de pensamiento profundo. Timothée fue capaz de interpretarlo de un modo muy auténtico.

Puse a su disposición mucha literatura sobre socialismo, teoría de la economía y matemáticas, y también artículos académicos sobre Internet. Hay un libro de ensayos titulado The Internet Does Not Exist (Internet no existe) que me encantó, y le pasé una copia a Timmy. Lo leyó, así como las anotaciones que yo había ido dejando en los márgenes. Estaba un poco sorprendido de que compartiera tanta visión del mundo con Kyle. Me dijo: "Todo el mundo va a pensar que eres Lady Bird, cuando en realidad eres Kyle". Le hice ver Mi noche con Maud, de Eric Rohmer, para que pudiera asimilar los ritmos de un joven convencido de estar hablando a una mujer, no con ella.


P: ¿QUÉ ES LO QUE A LADY BIRD LE RESULTA ATRACTIVO DE KYLE?

R: Con Kyle, Lady Bird experimenta esa atracción sexual irrefrenable por primera vez. Las indicaciones de actuación eran: "En un segundo, comprende todas las canciones de R&B".

Es puro deseo. Construye una narrativa alrededor de él que realmente no existe, porque eso es lo que hacen las adolescentes.

Yo les ponía muchos temas de películas de John Hughes en el set, desde La chica de rosa a Dieciséis velas. Películas que a mí me encantan. Muchas mujeres se han criado viendo esos romances, y es difícil olvidar ideales de ese calibre. Incluso en el caso de que esté totalmente claro que el objeto de tu afecto no se comporta como un galán de película. Quería que la película mostrase la fantasía tanto por dentro como por fuera: que se sintiese la intensidad de las emociones reconociendo por otro lado que fuesen castillos de papel.


P: ¿CÓMO DISTE CON BEANIE FELDSTEIN PARA EL PAPEL DE JULIE?

R: Beanie Feldstein se presentó en el casting para el papel de Julie, y mostró exactamente la interpretación que vemos en la película. Fue inmediato, al instante. Resultó muy emotiva, abierta, divertida pero con su toque serio, y en ningún caso autocompasiva. Transmitía cierta dureza, resistencia. Cuando salió de la sala de audiciones, tuve un momento Hollywood, girándome hacia los directores de casting y diciéndoles aquello de "Esta es nuestra Julie".


P: ¿QUÉ SIGNIFICA ESA AMISTAD PARA EL PERSONAJE DE LADY BIRD?

R: Es el amor-amistad en estado puro de su juventud. Cuando sientes ese amor-amistad por alguien en el instituto, y de hecho creo que pasa en el instituto porque es cuando tienes cierta autonomía real por primera vez, podrías pasarte cada hora del día con esa persona y seguir queriendo más y más. En cuanto vuelves a casa, llamas a la persona y le preguntas: "¿Qué haces ahora?".

Me gusta asignar tropos cinematográficos de romances chico-chica a otras relaciones, como una madre corriendo al aeropuerto para ver a su hija, en vez de que sea un hombre buscando a su amada. Del mismo modo, cuando Lady Bird va a pedirle a Julie que vaya con ella al baile de promoción, percibimos esa sensación de "¡Consigue a tu chica!" que estamos acostumbrados a ver en historias de amor heterosexuales. Es una demostración de personalidad, pero con tu mejor amiga.


P: NO HE PODIDO EVITAR PERCATARME DE QUE GRAN PARTE DEL ELENCO HA TRABAJADO EN TEATRO.

R: Sí.


P: ¿FUE EN ALGUNA MEDIDA UNA ELECCIÓN CONSCIENTE DURANTE EL CASTING, O ALGO QUE OCURRIÓ DE FORMA NATURAL?

R: Adoro a los actores teatrales. Y adoro el teatro. Soy una friki del teatro. Mi primer amor fue el teatro y nunca lo he superado. Los actores veteranos de esta película, Lois Smith, Stephen McKinley Henderson, Laurie Metcalf y Tracy Letts, son gente a la que he observado y admirado, y sobre la que he leído, durante años. Son gigantes del teatro norteamericano. Contar con la ayuda de Scott Rudin fue clave para acceder a actores de semejante nivel. Cada vez que entro a su despacho, veo carteles por las paredes de lo mejor de la historia del cine y del teatro, algunas de mis creaciones favoritas de todos los tiempos.


P: HABLEMOS UN POCO DEL AÑO EN EL QUE SE DESARROLLA LA ACCIÓN, 2002.

R: La respuesta sencilla es que no me interesaba rodar una historia en la que hubiese smartphones. Si haces una película sobre adolescentes ahora, gran parte de su vida sucede online, y yo no sabría cómo hacerlo sin rodar un montón de pantallas.

La respuesta más honesta es que quería hacer una película que tuviera lugar en el mundo inmediatamente posterior a los atentados del 11-S, que creo que nos llevaron a una nueva era que apenas estamos comenzando a entender. Mi objetivo no era hablar de la política mundial ni economía nacional, sino presentarla. Fue un momento en el que vivimos la erosión total de la clase media. Seguimos viviendo dentro de ese nuevo paisaje económico. La invasión de Irak es un recuerdo muy vívido para mí, aunque yo estaba en la universidad, no en el instituto, cuando sucedió. Y, por supuesto, seguimos presentes allí. Aún no hemos retirado todas las tropas. No me interesaba la guerra moderna televisada, la propaganda y el teatro que acarreaban. Es como si pusieran el horror a tu disposición, pero de un modo completamente gestionado y distante.

Está el terror de la guerra y la incertidumbre del mercado laboral, pero siguen dándose flechazos y nuevas amistades. La vida no se divide en diferentes temas. No hay historia allí y vida personal aquí. Todo ocurre junto.


P: YA HAS HABLADO DE CÓMO LA ICONOGRAFÍA Y LAS NARRATIVAS DEL CATOLICISMO HAN INFLUIDO EN TU FACETA ARTÍSTICA Y TU PUNTO DE VISTA. ¿CÓMO CREES QUE ENCAJA EL CATOLICISMO EN LA VIDA DE LADY BIRD?

R: Al principio de la película, durante la secuencia de créditos en la iglesia, las primeras palabras que se pronuncian son: "E n el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Es algo que en misa se dice constantemente. Cuando eres adolescente, piensas: "¿Y bien? ¿Qué pinto yo en todo esto?" No soy padre, hijo ni espíritu santo". Una podría aspirar a ser la Virgen María, pero parece de algún modo algo secundario, no parte del principal evento. Es una sensación de "¿Dónde encajo yo en esta estructura patriarcal?".

Creo que la religión es una forma de narración, un modo de darle significado a la vida, y es difícil si no te ves reflejada en ella. Lady Bird se ha topado con este problema y despotrica contra todo eso.

Sin embargo, el personaje de Lois Smith, la hermana Sarah Joan, presenta una faceta alternativa del catolicismo. No es efusiva ni empalagosa, pero resulta sólida y amorosa de un modo más prosaico. Es un poco áspera, pero se involucra mucho en la vida de sus estudiantes. Presenta otra opción, otro modo de expresar la fe.

La idea de la gracia, teológicamente hablando, me resulta fascinante. No es algo que se gane, sino que se te otorga. Uno no experimenta la gracia siendo buena persona. El bautismo es un momento de gracia. Se podría ver como salvar a los bebés del infierno, pero también se puede ver como experimentar amor y gracia antes de haber podido hacer nada para "merecerla". Una definición de la gracia que escuché es que es generosa, gratis y totalmente inesperada e inmerecida. Ese es el tipo de gracia que se le presenta continuamente a Lady Bird, y su viaje consiste en aceptarla.

Lady Bird no es un personaje específicamente religioso, y no ha tenido ninguna experiencia mística, pero es su momento de transformación. El lugar del que procede y la tradición en la que la han criado le han brindado raíces y alas. Al final vuelve a la iglesia porque es su hogar, pero no puede permanecer allí. Solo puede seguir avanzando, aceptar los dones que recibe y decir "gracias".


P: ¿QUÉ PAPEL CREES QUE TIENE LA CLASE SOCIAL EN LA PELÍCULA? LADY BIRD PARECE SENTIR CIERTA VERGÜENZA RESPECTO A SU PROPIO ESTATUS. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE PARA EL PERSONAJE?

R: No creo que nadie sienta nunca que tiene suficiente o que sea suficiente. La obsesión de Lady Bird con la clase tiene su origen en algo real: su familia sufre dificultades económicas. Además, están atrapados en una clase media muy parca, donde la mayoría de recursos y medios económicos van a parar a los de arriba. Sin embargo, uno de los temas principales de la película es reconocer la riqueza de la propia vida, comprender lo muchísimo que tienes en vez de lo poco que crees tener. En una sociedad hipercapitalista en la que hay cosas que tienes y cosas que no, es difícil conectar con la sensación de "suficiente", pero es parte de su viaje.

Además, creo que las chicas lo tienen mucho más difícil que los chicos en lo referente a conectar su propia autoestima con la situación económica de su familia. Los chicos tienen la misma presión, pero en su caso su estatus no depende tanto de las cosas, y siempre tienen la vía de escape de los deportes. Si se te daban bien los deportes, estabas a salvo. La cultura de las chicas gira en torno a cuánto cuestan los zapatos que llevas o lo deslumbrante que es tu coche.

Parte de ser una adolescente consistía en reflejar dinero en tu ropa, en función de las marcas que vistieras. Querías que la gente supiese lo mucho que te habías gastado en lo que tenías. Es algo que a Lady Bird le parece de muy mal gusto, pero en cierto modo envidia.


P: ¿POR QUÉ DECIDISTE ACABAR LA PELÍCULA EN NUEVA YORK CUANDO LADY BIRD YA VA A LA UNIVERSIDAD?

R: No creo que los finales sean realmente finales, ni que los comienzos sean tampoco inicios, verdaderamente. Siempre estamos en el proceso de mirar hacia atrás y poner punto y final a una historia que parece haber acabado. Despegar en el avión es un falso final, y el falso comienzo de una nueva historia. Ha dejado atrás su antigua vida sencilla porque se monta en un avión.

Hay un concepto cuáquero sobre el que pensé al hacer esta película, la idea del "camino abriéndose" y también el "camino cerrándose". El "camino abriéndose" es esa sensación de tener claros los siguientes pasos que tienes que dar, de que el sendero que debes recorrer lo tienes preparado ante ti. Un "camino cerrándose" es lo contrario. Es echar la vista atrás desde donde has venido y darte cuenta de que las puertas están cerradas. El final de la película es un momento tanto de "camino abriéndose" como de "camino cerrándose". Solo se puede ir hacia delante, porque nunca puedes volver corriendo a la infancia. Solo puedes expresar tu gratitud y dar un paso después del anterior para adentrarte en tu nueva vida.


P: HABLEMOS UN POCO DE CIERTOS ASPECTOS TÉCNICOS DE LA PELÍCULA. CUÉNTAME ALGO DE TU COLABORACIÓN CON EL DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA SAM LEVY Y DE CUÁL ERA VUESTRO OBJETIVO RESPECTO AL ASPECTO VISUAL DE LA PELÍCULA.

R: Sam Levy ha rodado tres películas en las que he participado, dos de las cuales he coescrito, y me siento increíblemente afortunada de contar con él como colaborador. Me encanta su forma de ver el mundo. Nos pasábamos horas juntos mirando fotos, haciendo listas de escenas que debíamos rodar y hablando de películas. Compartimos un lenguaje común tras años de trabajar juntos y confío plenamente en él. Era como mi otra mitad, y nos entendemos a la perfección con lo mínimo, algo de un valor incalculable a la hora de hacer la película.

Quería que todos los planos contaran con un encuadre específico, como un tríptico del Medievo, como una presentación. Nada tipo amateur o manual, o tipo documental. Hablamos sobre transmitir en todo momento una sensación de proscenio, de una película que se desarrolla en una serie de escenas preparadas, al igual que el vía crucis presenta la historia de la Pasión.

Siempre he visto la historia como una especie de alegoría, y quería que la fotografía reflejara eso.

También quería que los colores transmitiesen la sensación de un recuerdo en el tiempo, que no fuera exactamente como se ve el mundo. No es que quisiéramos embellecerlo mucho, tampoco, pero sí que quería que Sacramento se viese bonito, porque está retratado con honestidad, del mismo modo que quería que los personajes resultasen bellos por sus defectos, no a pesar de ellos. Nos fijamos en los cuadros de Wayne Thiebaud y Gregory Kondos porque capturan el color, la sencillez y la belleza que caracterizan a Carolina del Norte. La densidad de colores pastel que emplean siempre me ha evocado sentimientos que recuerdan a hogar.

Para conseguir ese resultado, Sam Levy y yo trabajamos con nuestro colorista Alex Bickel, que es un auténtico artista. Ha estado con nosotros desde el principio, y nos ha ayudado a marcar el look de la película. Hubo muchas pruebas, mucho ensayo y error hasta dar con lo que buscábamos.

Yo no hacía más que decir que quería que pareciese que la película sucedía allí. Quería sentir constantemente el encuadre y el medio cinematográfico.


P: HÁBLAME DE LA EXPERIENCIA DE MONTAR LA PELÍCULA Y TRABAJAR CON NICK HOUY.

R: Nick Houy vino a parar al proyecto a través de Jen Lame, que había montado Frances Ha y Mistress America. El montaje es como volver a escribir la película, y cuando Nick leyó por primera vez el guion, respondió con notas muy cuidadosas que eran como de guionista.

Comprendió el tono que buscábamos, que era el de una canción pop que solo te das cuenta de que es triste cuando alguien hace una versión más lenta y escuchas verdaderamente la letra.

Me gustan las películas que te pillan desprevenido, en las que no te das cuenta que se está tejiendo una historia que te está llegando. Mike Leigh es uno de mis cineastas favoritos, y sus películas tienen esa virtud. Nick Houy entendió el tipo de ligereza que buscaba, el modo en que la película debía resultar banal y emocionante como las olas rompiendo en una playa, pero que, cuando llegara la resaca, te dejara metida en aguas mucho más profundas de lo que te esperabas.


P: ¿HUBO ALGO QUE TE GUSTASE MUCHO Y QUE TE VIERAS OBLIGADA A ELIMINAR EN EL MONTAJE? ¿ALGO QUE HUBIERA QUE DESCARTAR?

R: La mayor parte de lo que sale en el guion aparece en la película. Como ya he escrito otras películas y me he involucrado mucho en el proceso de montaje, desde el principio tenía la idea de lo que querríamos en la versión final.

Sí que hubo alguna que otra cosa. Una despedida entre Julie y Lady Bird que tuve que quitar porque daba la impresión de que ya se habían dicho adiós. También un discurso de campaña cuando Lady Bird se presenta candidata a la asociación de estudiantes, que realmente no encajaba.

Sin embargo, la principal dificultad fue reconocer que no podía usar todas las excelentes tomas que los actores me brindaron. Solo podía elegir una única lectura, aunque me proporcionasen un material increíble con cada toma.


P: TODOS LOS ESPACIOS QUE USAS EN LA PELÍCULA TIENEN UNA PERSONALIDAD MUY DEFINIDA. ENCAJAN TOTALMENTE CON LA ÉPOCA. ENCAJAN PERFECTAMENTE CON LA HISTORIA. ¿CÓMO LO CONSEGUISTEIS TU DISEÑADOR DE PRODUCCIÓN, CHRIS JONES, Y TÚ?

R: Conocí a Chris Jones trabajando en la película de Mike Mills Mujeres del siglo XX. La película se desarrollaba un mundo muy específico. Era Santa Bárbara en 1979 y Chris hizo un trabajo increíble creando algo muy particular. Fue muy sensible y cuidadoso. Conoce el significado de una silla frente a otra, no sé si me explico. Sabe que los objetos tienen su historia, su psicología y su personalidad. Además, Chris es pintor y tiene mucho sentido de los colores y de las emociones que despiertan. Trataba cada set como un bodegón. Podías fotografiarlo por sí mismo y transmitía mucha información y sensaciones.


P: ES EL TURNO DEL VESTUARIO. LA ROPA ES MUY MODESTA, PERO CADA ATUENDO RESULTA INCREÍBLEMENTE ESPECÍFICO Y ENCAJA PERFECTAMENTE CON EL PERSONAJE. ¿PUEDES HABLARNOS DE TU COLABORACIÓN CON APRIL NAPIER?

R: April Napier me llegó también por recomendación de Mike Mills. Me senté a reunirme con ella y llevábamos puesto exactamente lo mismo. Me pareció una señal muy reveladora.

Le di unos cuantos anuarios como referencia y nos empapamos de viejas fotos y revistas; lo típico a la hora de documentarse, pero creo que lo mágico del proceso fue cómo colaboraba con los actores. Mantenían reuniones propias y luego me mostraban lo que habían descubierto. Beanie y ella son las responsables de las horquillas que Julie lleva en el pelo y de las zapatillas blancas. Yo siempre ando buscando justamente esa clase de atención a los detalles. Creo que cada departamento cuenta la historia utilizando sus propios medios, y en el caso de ella era a través de la ropa.


P: ¿Y LA BANDA SONORA? ¿CÓMO FUE EL PROCESO DE TRABAJAR CON JON BRION? ¿QUÉ QUERÍAS CONSEGUIR CON LA MÚSICA?

R: Jon Brion es mi músico/compositor/productor favorito de todos los tiempos, y trabajar con él fue un sueño hecho realidad. Es una banda sonora melódica con aire añejo, que es exactamente lo que yo esperaba. No quería que la música se percibiese como solo de fondo o ambiental; quería que estuviese muy presente y fuera estructurada, en primer plano de la narración. En la primera conversación que tuvimos me tocó un esbozo que se convertiría en el tema principal de la película. El tema principal de Lady Bird. esa melodía en descenso, una caída con su recuperación. Él ya tenía en la cabeza que sonasen instrumentos de viento de madera, que son más delicados que las cuerdas, pero transmiten la misma emotividad.

Es un tipo nocturno, así que lo que hacíamos era que yo volaba a Los Ángeles y nos quedábamos toda la noche trabajando en ello. Se ponía a trabajar sobre las 10 de la noche y paraba a las 6 de la mañana. Hablábamos, veíamos escenas de la película y luego se sentaba al piano y componía melodías preciosas para la película. Después, parábamos y hablábamos un poco más. De películas, de la vida y de todo. A veces, le explicaba un sentimiento, y él tocaba algo al piano que era literalmente el equivalente musical de ese sentimiento. Poco a poco, creó nuestra banda sonora de ese modo.


P: LAS CANCIONES SELECCIONADAS PARA LA PELÍCULA CONSIGUEN ENFATIZAR LOS MOMENTOS EMOTIVOS Y CAPTURAN LA ÉPOCA. HÁBLAME DE ESAS ELECCIONES Y EL PORQUÉ.

R: Quería que las canciones que sonaran en la película, los "momentos tocadiscos", fuesen un verdadero reflejo del gusto adolescente en ese lugar y esa época. No quería que los personajes escuchasen música que en la realidad no conocerían. La música es para los adolescentes su modo de conectar con el "mundo exterior", su forma de dar expresión a su pasión, su miedo y sus deseos.

Algunas de las canciones que aparecen en la película las especificaba en el guion: "Hand in My Pocket" de Alanis Morissette o "Crash Into Me" de Dave Matthews. Alanis porque fue mi Patti Smith, mi Kate Bush, mi Stevie Nicks. Era una mujer que componía su propia música y sus letras, e interpretaba de manera magistral esas canciones tan emotivas que parecían escritas específicamente para mí. Y siempre prensé que "Crash" es una de las canciones más románticas jamás creadas. Recuerdo ponerla en bucle y sentir que nadie iba nunca a besarme. No conozco ninguna otra canción que conecte más profundamente con los anhelos adolescentes. "Cry Me a River", de Justin Timberlake, representa totalmente el puente 2002–03 y me parece muy rencorosa, sexy y simbólica de ese momento exacto.

A menudo, la música y el diseño de las películas de época son exactamente de un año concreto. Si se desarrolla en 1955, de repente todos los coches que vemos son de 1955, pero así no funciona el mundo. También debería haber coches de 1951. No toda la ropa estaría totalmente actualizada, tampoco. Y lo mismo con la música: los éxitos de los 90 seguían en la radio.

Merrily We Roll Along es mi musical favorito. Tengo la esperanza de que LADY BIRD le brinde al público un poco de esa sensación que me invadió al ver la obra de Sondheim por primera vez. Esa sensación del tiempo que se escapa, del futuro apoderándose del presente, de que los vínculos de la infancia solo viven en el recuerdo. Es doloroso, bonito y pasajero, y algo que siempre persigo en el arte.