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  La muerte de Stalin  (The death of Stalin)
  Dirigida por Armando Iannucci
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Armando Iannucci
Armando Iannucci es un director y presentador que ha escrito, dirigido y producido aclamados shows de comedia para radio y televisión. Su guion de In the Loop, película que dirigió en 2009, fue nominado a los Premios Oscar(c). En lo relacionado con la televisión, fue nominado a 13 premios BAFTA(c) con su mítica serie The Thick of It, producida por la BBC y con la que ganó cinco galardones, y fue el creador y productor ejecutivo de Veep, sitcom producida por HBO. Iannucci comenzó su carrera como productor de radio, estuvo al frente de shows satíricos para cadenas como Chanel 4 y fue columnista de periódicos como The Observer o The Guardian. Con La muerte de Stalin se enfrenta a su segundo largometraje como director, exprimiendo toda su experiencia en los distintos sectores audiovisuales.


Notas de producción
Cuando Josef Stalin, el hombre que había gobernado la Unión Soviética durante 33 años, sufre un derrame el 2 de marzo de 1953, comienza una lucha encarnizada entre sus subordinados para hacerse con el liderazgo. Dos días de locura en los que un grupo de hombres adultos sobrepasan lo humanamente correcto para sumirse en el más profundo disparate.

Esta increíble pero cierta historia sirvió de inspiración para las novelas gráficas The Death of Stalin, y su secuela Volume 2 - The Funeral, creadas por Nury y Thierry Robin. Los productores franceses Yann Zenou y Laurent Zeitoun compraron los derechos de estas publicaciones y tuvieron la brillante idea de presentar el proyecto de largometraje basado en ellas a Armando Iannucci. "Fue obvio para nosotros que él era el único capaz de manejar un tono tan particular", comentó Yann Zenou.

Para Iannucci, el reto era hacer creíble una película cómica en ese contexto y mostrar qué estaba pasando detrás de ese mundo tan oscuro. Cuando Iannucci comenzó a adaptar la novela gráfica se quedó atónito con los hechos ya que parecían demasiado excéntricos para ser reales. "Lo que me parecía increíble de la novela gráfica era que estaba basada en hecho reales. Por ejemplo, Stalin estuvo tumbado sobre un charco de orina porque sus propios guardas estaban demasiado asustados para entrar en la habitación. Eso fue verdad", explica Iannucci. "Cuanto más investigaba sobre la historia, más ridículos eran los hechos. Creo que la comedia será más auténtica si puedes incluir hechos reales. Los espectadores piensan 'ojalá hubiese ocurrido así'. Es una forma de acercarse al público", comenta Iannucci.

El reto de los guionistas era encontrar el punto medio entre el humor absurdo y la brutalidad de una dictadura. Como relata Iannucci, "quería hacer una tragicomedia en la que tragedia y la comedia se fusionaran en las escenas (...) Estar tan estresado y asustado puede llegar a ser gracioso. La intención era crear una película divertida pero que no desconcertase". "Todos los personajes son crueles y despiadados pero te llegas a encariñar con algunos", afirma el director. "Quería que la audiencia recordara que las acciones y decisiones de los personajes tuvieron consecuencias devastadoras para el pueblo. Sabía que debíamos tener un respeto enorme por el hecho de que millones de personas murieron o desaparecieron y eso es algo que no puedes eludir o explicar en un chiste; debes deliberar mucho y reconocer todas esas capas de la película" explicar Iannucci.


Casting
"En general, el casting de los personajes más importantes de una película es complicado, pero en este caso fue muy fluido. Todo el mundo quería trabajar con Armando", comenta Yann Zenou. Las capacidades personales y cinematográficas de Iannucci fueron claves para el trabajo con el equipo artístico. "Una prueba del talento del director fue su capacidad para manejar a ese casting tan formidable sin olvidar cada aspecto del proceso creativo", sentencia Kevin Loader, productor de la película.

"Los actores tenían que sumergirse totalmente en el proceso", explica Loader "Era muy importante que todos ellos estuvieran varias semanas ensayando las escenas, y también analizando la película y su realidad política", continúa Loader. Iannucci comprendió que el periodo de ensayos era crucial para crear una química entre los intérpretes. "En el proceso de ensayos los actores ensayaron en base a sus personajes y la relación que estos tienen con el resto", aclara el director. "No solo era un elenco de actores con personajes asignados, debía parecer que llevaban trabajando juntos durante años en la cúpula dirigente de la Unicón Soviética", puntualiza Iannucci.

Cuando las historias tienen una situación geográfica tan concreta, los directores deben tomar la decisión de cómo hablarán los actores."Decidimos que no mostraríamos un acento ruso homogéneo ya que esto nos coartaría el casting. La Unión Soviética era una gran imperio con muchas nacionalidades y acentos diferentes, podíamos tener un Stalin londinense y actores americanos como Steve Buscemi y Jeffrey Tambor interpretando a Khrushchev y Malenkov. Debíamos construir personajes distinguibles y carismáticos", dijo el productor Kevin Loader.


Han dicho
"Una pequeña joya de humor negro y revisión histórica" - Aurélie Dupire: Cine Premiere.

"Interpretada con una potencia glacial e implacable por un reparto de primer nivel. Todos lo hacen bien". - Peter Bradshaw: The Guardian

"La película más impresionante de Armando Iannucci (...) Esta sátira política se aplica a uno de los capítulos más oscuros de la historia moderna, con magníficos resultados". - Nick De Semlyen: Empire