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  El coche de pedales  Dirigida por Ramón Barea
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Durante la Semana Santa del año 59, en el tragicómico paisaje social de la España radiofónica y con bombillas de pocos watios, transcurre la fábula de la crónica sentimental de un niño de nueve años: Pablito.

Pablito desea el coche de pedales que ve en un escaparate cerca de su casa. Su familia, clase media con mala suerte, sufre la sorda presión familiar de la otra parte de la familia, clase media con buena suerte y mejores influencias. El deseo del coche y la esperanza de conseguirlo que le alientan sus padres llevan al niño, hucha en ristre, a un viaje extraño al abigarrado y sorprendente mundo familiar lleno de mentiras y chantajes. Pablito sobrevive sentimentalmente en ese ambiente gracias a su capacidad para obtener en la imaginación las respuestas que sus padres y sus educadores no le brindan. Pablito creará su propio final feliz.

Algunos personajes:
Pablito.- 9 años, introvertido, delgadito. Inteligente. Soñador. Es el hijo no esperado que llega tarde. Propenso a las anginas. Sufre un exceso de protección contra el frío, más que por el cuidado del niño por el terror de los padres a que otra vez se ponga enfermo. Ha heredado el "susto" de su madre, lo tiene en los ojos. La práctica de la mentira hace que no sepa exactamente lo que tiene que sentir.

Don Pablo.- 48 años. Mentiroso compulsivo. Vital. Activo. Pequeño de estatura, pero lo compensa con zapatos de alza y sombrero. El ejerce de alto y de elegante. No le han ido bien las cosas en esta vida. Pero, hombre emprendedor, montó una academia: Caligrafía, ortografía, taquigrafía, mecanografía, contabilidad, cultura general. Alternó la academia con trabajos como Agente Comercial, "Representante", de diferentes firmas comerciales. Vendió: fregonas, peluquines, medias de nylon, y últimamente sanitarios de la casa Roca. Hijo de Republicano. El peluquín es su secreto. Trata de quitar importancia a las cosas como una forma de sobrevivir. Forma parte de una "célula" esperantista. Reducto romántico de la revolución universal y un idioma único para todos. Evidentemente es un perdedor.

Estrella.- 45 años. Belleza pulcra de buena cristiana, abnegada esposa y madre sufriente. Asustada. Tuvo el valor de casarse muy joven con un hombre al que su familia jamás vio con buenos ojos. Dentro de si lleva otro tipo de mujer que no puede aflorar. Tiene miedo al fracaso, sobre todo ante los ojos de su familia que constantemente le recuerdan lo desdichada que es habiéndose casado con ese "Don Nadie". En el fondo tiene un gran temperamento que solo enseña cuando llega al límite. El humor de Pablo le hace enfadar, pero también le ayuda a soportar lo que va pasando.

Estrellita.- 22 años. Con ganas de vivir. Es un destello de luz en el paisaje de la casa. A la madre le asusta su carácter desenvuelto. Estrellita no será como sus padres. No está "por encima" de ellos, pero le gustaría que fueran de otra manera. Aunque los entiende. Si llega el caso los defiende radicalmente. En casa usa su sonrisa como un arma pacificadora. Sabe que Pablito está "enamorado" de ella.

Angel de la Guarda.- El hermano de Pablito. 20 años. Golfo. Tiene un comportamiento de malo de película. De hermano mayor un poco "macarra". Trata despectivamente a su hermano pequeño. Es más diabólico que angélico. El Ángel preso es solo una imagen para el niño. El Ángel es una ilusión que el niño necesita tanto para ser el "pepito Grillo" de su conciencia como para encontrar en él lo que el niño necesita.

Dienteputo.- 50 años. Anarquista romántico. Esperantista. Es el encargado del almacén de los pasos de semana santa. Tiene un cierto aire que no corresponde al de su época, sino a una época anterior en vestimenta y aspecto.

Don Onésimo.- 60 años. Vive al calor del Régimen. Un hombre con buenas relaciones. Evidentemente un triunfador. Puede jugar al dominó con el Gobernador Civil, por ejemplo. Don Pablo es un "enemigo" de poca monta.