Comienza el verano. Autopistas y carreteras comarcales, que conducen a la Costa Brava. Todos quieren llegar pronto a las playas. Ana, Daniel y su hijo, Manuel, veranean allí desde hace cuatro años. La familia de Ana les deja, durante casi un mes, una estupenda masía. Los vecinos y comerciantes les conocen. Los tres se sienten integrados en el ambiente del pueblo.
Entre los vecinos encontramos a Beatriz, una joven que regenta la papelería más conocida del pueblo. Beatriz tiene un primo, Robert. Éste, que pasa el invierno en Gerona ocupándose de su negocio de anticuario, ve una mañana a Ana justo cuando ella está saludando a Beatriz. Robert se siente atraído, en el acto, por Ana. Cuando descubre que está casada, parece como si el hecho alimentara aún más sus deseos. Beatriz, por su parte, le confiesa a Robert su debilidad secreta: Daniel, el marido de Ana, le gusta. Cuando acude a su tienda, cuando se lo encuentra por la calle o en la playa, su sola presencia consigue ponerla nerviosa. A Robert se le ocurre un plan. Puesto que a él le atrae Ana y a Beatriz le gusta Daniel, ¿por qué no se ayudan mutuamente en la seducción? Beatriz considera la propuesta un disparate. Robert, en cambio, la da por hecha.
Los personajes:
Daniel
Andará cerca de los treinta y cinco. De carácter tranquilo, Daniel hizo medicina por el peso de la tradición familiar. A pesar de la aparente imposición, le gusta su profesión. De todos modos, en ese punto precisamente, Daniel nos aguarda, a todos, con una pequeña sorpresa.
Ese mismo carácter tranquilo le juega, a veces, malas pasadas. Entonces, Daniel calla y se vuelve reservado.
Conocer a Ana fue para él como cambiar de piel. De misógino militante pasó a ser un comprensivo y más que agradable compañero. Los que le conocían "de antes", no dan crédito al "después".
La llegada de un hijo, Manuel, le ha hecho descubrir también los "privilegios de la paternidad".
Es gran amigo de sus amigos, y un hombre auténticamente sencillo (lo que no es nada sencillo).
Ana
Tiene los mismos años que Daniel. Nacida de una familia de clase media, estudió Bellas Artes. Quería ser pintora, pero hace ya tiempo que no se atreve a enseñar su obra a nadie, ni siquiera a su marido.
Se conformó con el puesto de profesora de dibujo en el Liceo Francés de Madrid. Su secreta y verdadera pasión es la acuarela. Le gusta su trabajo, y, en sus ratos libres, sobre todo en vacaciones, sigue pintando.
Su encuentro con Daniel, como a él, ha cambiado su vida. Son dos almas gemelas: saben respetar su independencia, su libertad individual. Hasta entonces, Ana no había conocido a ningún hombre que, al menos, se esforzara en entender a las mujeres.
Ana es de costumbres sencillas, como Daniel. Ambos pasan las vacaciones en un "mas" de sus parientes catalanes.
Robert
Andará por los cuarenta. Nació en Girona, y su vida, excepto algunas breves y juveniles escapadas a París o Niza, ha transcurrido dentro de los límites de la provincia. Viene de una familia acomodada. Prefirió la pintura a los negocios. Quiso ser escritor, pintor, escultor y terminó como anticuario, negocio heredado de un tío excéntrico. Su tienda es la mejor de la ciudad, donde él es, sin duda, un personaje importante en el pequeño y exquisito ambiente que le rodea.
Robert es vanidoso, cínico e inteligente. Sabe muy bien lo que es la buena vida y no quiere olvidarla. Conoce a un gran número de pintores y marchantes, y es un genuino experto "mundial" en acuarela . De todo ello sabe presumir con enorme elegancia.
Estuvo casado dos años, y dejó a su mujer por "aburrimiento incompatible", como le gusta repetir en cuanto puede.
Las mujeres son su pasatiempo preferido: un reto. Sobre todo, en verano. Y, preferiblemente, las casadas...
Beatriz
Unos veintidós años. Atractiva, alegre y con mucho sentido del humor (y del juego). Es prima hermana de Robert. Siendo éste "su primo favorito" desde pequeña, mantiene una secreta (y no tanta) admiración por él, y por todo lo que hace o dice.
Nunca se decidió por oficio alguno, y ha terminado por heredar una "papelería-librería", bastante céntrica, en L'Estartit.
Prácticamente nunca ha salido del pueblo, excepto algunos viajes cortos a Barcelona y Madrid. A veces, y a pesar de su juventud, su corta y limitada biografía le acompleja un poco.
De momento, y a pesar de su atractivo, no ha tenido suerte con los hombres. La aparición de Daniel en el pueblo, hará unos años, le ha creado la expectativa de un amor platónico, que renueva cada vez que éste hace aparición en su tienda. Simpatiza con Ana, aunque, a veces, no puede evitar verla como una rival. Tomás, su novio ocasional, sufre sus caprichos.
Su pequeña ambición es convertir su abigarrada papelería en una buena librería.
Tomás
Tiene algunos años más que Beatriz, de la que es "una especie de novio", como lo define ella. Es fuerte, hace "todos los deportes del mundo", y su atractivo -algo tosco- le es muy rentable entre las mujeres.
Su familia, integrada por emigrantes andaluces de las primeras oleadas, siempre ha sido de panaderos, y él se encarga ahora del negocio. Detesta la vida del pueblo, pero será incapaz de marcharse. Estuvo tres años en el ejército y lo dejó.
Irremisiblemente, volvió al pueblo. Parece no tener muchas luces, pero se trata de una falsa impresión. Tal vez es un hombre demasiado sencillo, demasiado noble y demasiado cariñoso, pero no es tonto.
Está realmente enamorado de Beatriz, quien da la clara impresión de utilizarlo. Tomás lo sabe.