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  Yucatán  Dirigida por Daniel Monzón
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Yucatán reúne por primera vez a Daniel Monzón y Luis Tosar en una comedia tras Celda 211 y El Niño.

Otro tándem, el formado por Daniel Monzón y Jorge Guerricaechevarría, repite en el guion de esta película, rodada durante casi tres meses en tres continentes diferentes.

Daniel Monzón (Celda 211 y El Niño) regresa a la comedia con YUCATÁN, película producida por Telecinco Cinema e Ikiru Films, con la participación de Mediaset España y Movistar+. Monzón, de nuevo al frente del guion junto a Jorge Guerricaechevarría, dirige un reparto coral que nuevamente encabeza Luis Tosar, junto a Rodrigo de la Serna, Joan Pera, Stephanie Cayo y Toni Acosta.

Para Daniel Monzón, "YUCATÁN es un gran viaje, una 'boat movie' que zarandea al espectador y a sus numerosos personajes de escala en escala, a través de océanos y continentes, mientras les sumerge en distintas situaciones propias de la comedia, el musical, el drama y las películas clásicas de timadores y de aventuras. Supone un trepidante divertimento preparado sin excusas para ser disfrutado, sin renunciar a que, al final del camino, nos conmuevan sus personajes y el viaje sea también emocional".


Notas del director
Una película es un viaje. Lo es para quien la hace y debería serlo para el espectador. YUCATÁN, desde luego, lo es. No puede plantearse de forma más evidente. Es una boatmovie donde los personajes no sólo recorren diversas ciudades, océanos y continentes sino también distintos géneros, como la comedia, el musical, el cine de aventuras, el drama... Pero como toda película itinerante, en este caso marítima, también es un viaje emocional. Se trata de un divertimento preparado sin el menor complejo para el disfrute -como el propio pianista del crucero le dice al público al principio- pero que trata de no olvidarse de conmover por el camino, de intentar que sus personajes le importen a uno, porque de lo contrario sería un viaje hacia ninguna parte.

Nunca pensé en subirme a un crucero, como tampoco me imaginé recorriendo cárceles, pero cuando lo hice, descubrí que era un extraordinario espacio abonado para la ficción, un mundo aparte plagado de los personajes más dispares (y disparatados) en una comunión imposible, un pequeño universo cerrado en constante movimiento empeñado en convertirse en una burbuja de ficción para hacerle olvidar al pasajero sus preocupaciones y empujarle a ser feliz mientras dure el trayecto. Si cambiamos pasajero por espectador obtenemos una curiosa metáfora de lo que es el cine. Al menos, el de entretenimiento. Y si en este maravilloso mundo de colores vertemos unas pequeñas dosis de veneno, la mezcla puede resultar aún más interesante.

Es por ello que YUCATÁN, como un crucero, es una película coral con un enjambre de bulliciosos personajes. Donde todos se mezclan y confunden, igual que en la cubierta de uno de estos barcos, con sus distintos acentos, contrastadas personalidades y nacionalidades. Con un quinteto de personajes protagonistas y, como toda comedia que se precie, un contundente corpus de secundarios que resultan tan relevantes como los propios protagonistas, esta es, sin duda, una película de actores. En toda película es fundamental la elección del reparto pero en una comedia, más. De la carne, encanto y humanidad que los intérpretes regalen a sus personajes depende el alma de la película. Y en este caso, no puedo estar más orgulloso y satisfecho de la alquimia del conjunto. Los pasajeros de YUCATÁN componen un casting tan sólido como el propio barco: fresco, inesperado, juguetón, heterogéneo y a la vez extrañamente compacto.

YUCATÁN es una comedia de estafadores, que en estos días es casi como decir una comedia documental. Muchos de sus personajes están comidos por la codicia, una de las pulsiones que mueven el mundo. Dicen que el amor es otra. Lucas, Clayderman, Verónica, Antonio, Carmen, Leticia, Brendon, Ernesto, Fede y los demás se enfrentan cada uno a su manera al poderoso influjo de estos dos grandes motores, el corazón y el dinero, o al contrario. Nadie les juzga, son como son. La película embarca al espectador junto a todos ellos en esta fantasía musical por el Atlántico a la espera de que disfrute del viaje, de Barcelona a la selva de Yucatán, con escala en Casablanca, Tenerife y Brasil, y deseando que se lleve a casa el recuerdo de este singular puñado de cruceristas, alguno de los cuales quizá aprenda algo por el camino... o no. Pero lo importante es que, como sugirió el pianista del Titanic sin dejar de tocar, cuando las gélidas aguas del océano ya le mojaban los pies, mientras suene la música, lo mejor es seguir bailando.




Notas de los productores
YUCATÁN es un concepto diferente al de las comedias producidas hasta ahora por Telecinco Cinema. Durante años le dimos vueltas a la idea de desarrollar una película de timadores que transcurriera a bordo de un crucero, una de esas historias que te cautivan por la energía de sus personajes y por lo peculiar del entorno en el que transcurre. Para conseguir la mejor de las historias, elegimos como guionista a Jorge Guerricaecheverría, con quien habíamos colaborado conjuntamente en numerosas películas.

A oídos de Daniel Monzón llegó la noticia de que estábamos mucho en subirse a bordo de este proyecto. Embarcados en un crucero, supieron abrir bien los ojos y oídos para dar forma al guion de YUCATÁN, una historia divertida, tierna, ingeniosa y muy entretenida. Ahora solo faltaba elegir bien las fichas en el tablero, y conseguir hacer una gran película. Que Luis Tosar es un excelente actor, es algo sabido por todos. Pero nos faltaba verle en un papel cómico, y nada mejor que ofrecerle el personaje de Lucas, uno de los dos entrañables timadores junto al también entrañable Clayderman (interpretado por Rodrigo de la Serna) que protagonizan la trama principal.

Hemos tenido la fortuna de reunir a un fabuloso equipo técnico, encabezado por el productor Edmon Roch, junto a un grupo de profesionales habituales de nuestras películas. La aventura nos ha llevado a través de tres continentes, hemos cruzado el Océano Atlántico, y hasta nos hemos sumergido en los cenotes de la jungla. Una aventura que esperamos que los espectadores la puedan gozar tanto como hemos gozado nosotros durante todo el rodaje. YUCATÁN es una película diferente y especial, emocionante y emocional. Esperamos que la disfruten.




El cine es un viaje y con Daniel Monzón este viaje se tiñe de aventura, clásica y contemporánea, que invita y seduce, apta para todos los públicos. Después de ese viaje maravilloso que fue 'El Niño', a Daniel le apetecía un cambio de rumbo, hacer una comedia, quería romper la baraja y embarcarse en algo nuevo y refrescante. De ahí esa idea de dirigir una boat movie, una comedia de aventuras, tremendamente humana, puro entretenimiento, que transcurre dentro de un microcosmos tan singular, como un crucero.

Los cruceros son un universo aparte: tienen sus horarios, sus reglas, su paisaje humano, y funcionan como una burbuja que nos permite vivir nuevas experiencias, y tal vez conseguir esos sueños que nunca habríamos podido alcanzar. Como el cine, donde suceden aventuras extraordinarias, sueños imposibles que se convierten en realidad durante ese rato que dura la proyección, que te transporta a ese mundo donde todo es posible, donde la aventura, las emociones y las risas, son de verdad durante ese rato... Todo esto sucede en YUCATÁN, que cuando terminas no sabes si lo has vivido o lo has soñado, pero ha pasado, y lo más importante: te deja huella, se queda.

Hay viajes que solo pasan una vez en la vida, y hay barcos que no quieres perder. Nosotros tenemos la suerte de haber vivido ya varios viajes escritos por Jorge Guerricaechevarría y Daniel Monzón, bajo el mando firme al timón de Daniel. Siempre con un reparto muy coral, con una tripulación fiel que, siendo los mejores en sus puestos, consiguen que el barco llegue sin apenas haberte dado cuenta de la extrema dificultad del viaje. Y este ha sido un viaje tremendamente complejo que hemos preparado juntos durante años para rodarlo durante casi tres meses en tres continentes distintos, navegando semanas enteras sin ver tierra firme en alta mar, creando y bailando distintas coreografías musicales, con cámaras en el mar y en el aire, en decorados naturales de España, África y América, con un elenco impresionante liderado por algunos de los mejores artistas de ambos lados del océano, con los mejores socios como son Telecinco Cinema, y con Daniel siempre en puente de mando con la mirada fija a donde queríamos llegar. Y al final, hemos podido comprobar que, a pesar del aparente cambio de rumbo, estamos ante otra película humana, divertida, trepidante, entretenida y que nos permite hacer esa cosa que siempre le pedimos al cine: poder salir de la sala mejor de lo que hemos entrado. Estilo 100% Daniel Monzón.

Dejen al lado sus preocupaciones, suban a este barco y acompáñenos al cine. ¡Todo estará ahí cuando regresen!

Bienvenidos a este viaje.