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  Pororoca  Dirigida por Constantin Popescu
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La película está dirigida por Constantin Popescu que comenzó su carrera con los cortometrajes The Apartment (2004), A Lineman's Cabin (2006), Water (2007) y The Yellow Smiley Face (2008), que participaron y ganaron premios en los principales festivales internacionales. En 2009, dirigió el fragmento "Pig" de Tales from the Golden Age, de Christian Mungiu. Su primer largometraje, Portrait of the Fighter as a Young Man, fue seleccionado para el Forum de Berlín 2010. Con el segundo, Principles of Life, participó en Zabaltegi - Nuevos Directores de San Sebastián, también en 2010. Pororoca es su tercera película.

La brillante y profunda interpretación de Iulia Lumanâre ("Ana, Mon Amour") y Bogdan Dumitrache ("Madre e hijo" y "Sieranevada") junto con unos impresionantes planos secuencia permiten al publico ser absorbido por la situación y la historia.


Presencia y premios en festivales internacionales
Festival de Cine de San Sebastian premio Concha de Plata al mejor Actor, Bogdan Dumitrache

CPH PIX 2017 - Sección Oficial

Festival Tallin Noches Negras 2017 Sección Oficial

Festival de cine Europeo Des Arcs 2017 Sección Oficial

Festival de Cine Internacional de Zurich 2017 Sección Oficial

Festival de Cine Internacional de Rotterdam 2017 Sección Oficial

Festival de Cine Internacional de Göteborg 2018 Sección Oficial


Ficha artística
Bogdan Dumitrache - Tudor
Iulia Lumânare - Cristina
Constantin Dogioiu - Pricop
Stefan Raus - Ilie
Adela Marghidan - Maria



Constantin Popescu (director)
15 de diciembre de 1973 Bucarest, Rumania.

Constantin Popescu comenzó su carrera con los cortometrajes The Apartment(2004), ALineman's Cabin (2006), Water (2007) y The Yellow SmileyFace(2008), que participaron y ganaron premios en los principales festivales internacionales. En 2009, dirigió el fragmento "Pig" de Tales from the Golden Age, de Christian Mungiu. Su primer largometraje, PortraitoftheFighterasaYoungMan, fue seleccionado para el Forum de Berlín 2010. Con el segundo, Principles of Life, participó en Zabaltegi - Nuevos Directores de San Sebastián, también en 2010. Pororoca es su tercera película.


Entrevista con el director (Cineuropa)

P: Pororoca es una cinta novedosa en el marco del cine rumano. ¿Cómo se te ocurrió esta película? ¿Cómo evolucionó tu concepción inicial durante la escritura del guion?

Constantin Popescu: El contexto es bastante personal, prefiero no hablar de ello. La película se me ocurrió en 2008, y un año después, le hablé a alguien de ella por primera vez. En 2010, empecé a documentar la historia, y en 2014, escribí el guion. Terminé el primer borrador en enero de 2015. Documentar y determinar el itinerario exacto de los dos protagonistas me tomó más tiempo que escribir el guion.


P: Bogdan Dumitrache e Iulia Lumânare brindan dos de las mejores interpretaciones del cine rumano reciente. Háblanos sobre cómo fue trabajarconellos.

R: Te agradezco tus amables palabras. Yo les conocía a los dos, y escribí los personajes pensando en ellos. Tienen personalidades muy fuertes, y comprenden perfectamente los métodos y la ética de la profesión del actor, así que se respetaron y ayudaron el uno al otro, lo cual se nota en la película. Creo que entre todos hemos conseguido crear personajes bien hechos, gracias a mi labor escribiendo el guion y luego gracias a las conversaciones que tuvimos sobre ellos. El resultado me parece bastante potente.


P: Háblanos sobre esa secuencia de 18minutos.

R: De hecho duraba 22 minutos, pero solo usé 18 en el montaje definitivo. Había más de 150 personas en el rodaje (el equipo, los extras, los niños y sus padres, los médicos y los guardas). Tardamos una semana en ensayar y filmar la secuencia. Yo estuve dos semanas en la localización con el productor y director de fotografía Liviu Marghidan para coreografiar cada movimiento. Fue una pesadilla logística, porque no conseguimos la aprobación del ayuntamiento para cerrar el acceso a esa zona del parque.

Por otro lado, trabajar con niños es muy impredecible. Además, hacía mucho calor esos días, las temperaturas eran de 38 o 39 ºC. El equipo de grabación de sonido dejó de funcionar más de una vez por el exceso de calor. Rodamos 21 tomas en tres días porque solo podíamos trabajar cuatro horas al día, el máximo de horas que un niño puede trabajar en un rodaje. Fue la escena más difícil de toda mi carrera.


P: ¿Cuál es, en tu opinión, el problema más urgente del sector cinematográficorumano?

R: Después de hacer Pororoca, tengo que decir que conseguir una licencia para rodar no debería ser tan agotador. No estaría mal que las autoridades apoyaran más a los cineastas. Todos se alegran cuando las películas rumanas tienen una buena acogida internacional, pero nadie está dispuesto a ayudar cuando un cineasta quiere filmar en un espacio público. Para eso se necesitan permisos especiales, y últimamente se ha convertido en una labor complicada e incluso humillante, como si las películas se hicieran para las clases privilegiadas y no para todo el mundo. Otro asunto que está a cargo de las autoridades y que sigue siendo un problema es la falta de cines.


P: ¿Estás desarrollando un nuevo largo?

R: Sí. Es una película con una protagonista femenina; es un proyecto pionero en Rumanía. Desde el punto de vista audiovisual, será algo realmente excepcional.


Comentarios del escritor y director: Constantin Popescu
- Quería explorar la naturaleza humana, los sentimientos humanos y los límites del sufrimiento y autocontrol. Mi historia es solo una posibilidad. Pero ¿cuánto de probable es esa posibilidad? Ahora, que pienso, sería una interesante respuesta a encontrar. Y espero que POROROCA ofrezca dicha respuesta - entre los límites del tema y la manera en la que es tratado, claro.

- Pienso que estamos constantemente buscando respuestas, tratando de identificar y catalogar. Pero, ¿podemos vivir sin respuestas? Imagino que hay personas que hay personas buscando respuestas toda su vida y otras que no pueden vivir sin una respuesta. Firmo que Tudor es uno de estos últimos. Vivir sin respuestas puede llevar a una cegadora ira, pareces saber solo una cosa, y pareces estar seguro de ella.

- Esta no es una película de éticas o moral. Es una película sobre el silencio y el insidioso poder de la culpa. ¿Estamos preparados? ¿Sabemos cómo manejarnos en algo como eso? ¿Estamos realmente preparados para afrontar algo que llega a nosotros con tan potente mezcla de fuerza y emociones devastadoras? Cuando pasas lo que el personaje atraviesa, gran parte de lo que te rodea se desvanece, simplemente desaparece, ya no importa. Estas en una especie de neblina, un limbo donde todo es posible. Especialmente lo que imaginas y lo que ves. Conoces la metáfora: solo porque no lo veas no quiere decir que no esté ahí. Bien, eso es cuando todo a lo que tienes más miedo se te hace visible. Uno de los trucos que este tipo de estado paranoico puede jugar en ti y hacerte creer es que de repente todo se hace visible ante ti. Y solo a ti. Y ese silencioso poder de la culpa puede hacerte actuar en esas imágenes y esos sentimientos. Es entonces cuando todo de convierte en peligroso y las líneas entre la realidad y la imaginación, ya borrosas, no está allí nunca más.


Intención artística
Pororoca es una ola de marea, con olas de hasta 4 metros de altura que viaja tanto como 800 km a contracorriente tierra adentro en el Río Amazonas y sus ríos adyacentes. Su nombre viene del lenguaje indígena Tupi, que se puede traducir como "gran rugido" o destroza todo con furioso poder. También es una palabra compuesta de poroc (sacar, salir disparado) y oca(casa).

El título encarna de manera casi perfecta la ola como rabia creciente, frustración y la transformación obsesiva y casi maníaca por la que atraviesa el personaje principal.

Sin embargo, la fuerza con la cual estos eventos se están cargando en la vida del personaje es tan difícil de predecir, de analizar, dado el hecho de que cada uno de nosotros reacciona de manera diferente al estrés, a eventos dramáticos que moldean nuestras vidas y, fundamentalmente, nuestras personalidades, que tal historia y su fuerte final representan una posible forma catártica de lidiar con la pérdida, con pena, con culpa y con pena, hasta el punto de que, en cierto modo, cada acción y decisión a la que nuestro protagonista se enfrenta parece ser, humanamente, muy comprensible. Es un triste desarrollo de los acontecimientos que puede llevar a todos y cada uno de nosotros más cerca del borde e incluso si algunos de nosotros no reaccionamos de manera directa y definitiva, podemos entenderlo bastante bien. De alguna manera, siguiendo la vieja ley newtoniana, que establece que por cada acción, hay una reacción igual y opuesta, podemos entender la decisión increíblemente difícil que enfrenta nuestro personaje principal, hacia el desarrollo final brutal e increíble de los eventos.

Se ha estimado que al menos 8 millones de niños en todo el mundo desaparecen cada año.

Todos los padres con los que he hablado me dijeron que un resultado tan terrible (como el de la película) es uno de sus peores temores en la vida familiar, sino el peor. Así que traté de diseccionar algunas de estas emociones. Me preguntaba cómo yo reaccionaría. Y cómo una audiencia puede reaccionar viendo algo que la mayoría de la gente no quiere ver porque nos inclinamos naturalmente, creo, por intentar y evitar dar testimonio o conocer sobre estos mordiscos de la realidad o sobre los rostros del mal puro o pura casualidad, sobre aquellas preguntas a veces parecen permanecer sin respuesta, como si no saber nada acerca de todas estas cosas de alguna manera pueden hacer que los pensamientos incómodos desaparezcan o que la banalidad del mal deje de existir, de repente.

Es como una función entre esos diferentes tipos de mecanismos de afrontamiento que nos ayudan a seguir día tras día, algo así como un mecanismo de protección que nos ayuda a esforzarnos por sobrevivir a diario. Imaginé el viaje de culpa y la paranoia que debe experimentar un personaje que vive algo así y llegar al punto de no retorno. Así que he detallado ese carácter definido por estos parámetros. Una deconstrucción siempre es atractiva, desde el punto de vista del director.


Rodaje
Filmamos POROROCA de la manera más cinematográfica posible, en proporción 2,35: 1 en anamórfico completo, debido al hecho de que considero que la pantalla ancha es el aspecto cinematográfico por excelencia. Incluso si este formato se utiliza a menudo en historias épicas que involucran espacios vastos y abiertos, el hecho de que prevalecerá la sensación claustrofóbica del entorno de la ciudad o el personaje principal, la naturaleza del formato amplio dará al público el espacio necesario para respirar.

POROROCA es una película sobre la culpa, más que cualquier otra cosa. Es un viaje a través de la oscuridad interior. Es una película sobre el sufrimiento. Dado que el sufrimiento es siempre un camino personal, en última instancia íntima y difícil de categorizar y describir, las formas de describirlo son casi innecesarias. Sentí, como director, que un enfoque íntimo puede describirse mejor como aquel que simplemente se presenta e intenta no intervenir ni juzgar. Una explicación detallada solo puede ser honesta y una honesta solo puede ser una objetiva, un espectador, así convirtiendo este terrible viaje en una experiencia similar a la sensación documental de una imagen.