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  Tres caras  (Se rokh)
  Dirigida por Jafar Panahi
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"3 caras" sigue el recorrido de tres actrices iraníes: una trabajaba en los días anteriores a la Revolución y tuvo que dejar su profesión; la segunda es muy popular en todo el país, y la tercera es una joven desesperada por estudiar en el Conservatorio. Pasado, presente y futuro. La fuerza y determinación de las mujeres iraníes, el arte de contar en cualquier nivel de la sociedad, y la fuerza de las imágenes están entre los temas favoritos de Panahi. El cineasta vuelve a explorarlos en esta nueva película con su habitual toque de humor irónico y de misterio. Es la primera vez que Panahi, ganador de múltiples premios internacionales, compite en la Selección Oficial del Festival de Cannes. Premio al Mejor Guion.


Ficha artística
Behnaz Jafari - Como sí misma
Jafar Panahi - Como sí mismo
Marziyeh Rezaei - Como sí misma
Maedeh Erteghaei - Como sí misma
Narges del Aram - La madre de Marziyeh


El origen del proyecto
Las redes sociales son extremadamente populares en Irán. Los usuarios buscan desesperadamente cómo contactar con otras personas, sobre todo con los famosos del cine. A pesar de ser un realizador prohibido oficialmente en su propio país, Jafar Panahi es muy popular y recibe un sinfín de mensajes, especialmente de jóvenes que quieren hacer cine. En general los elimina, pero en ocasiones le conmueve la sinceridad, la intensidad de algunos, y se pregunta por las personas que los han mandado.

Un buen día recibió un mensaje preocupante por Instagram; en esa misma época, la prensa publicó varios artículos acerca de una joven que se había suicidado porque le habían prohibido que fuera actriz de cine. Eso le llevó a imaginar que a través de las redes sociales recibía un vídeo de dicho suicidio y se preguntaba cómo reaccionaría ante semejante grabación.

Así es como nació la historia de TRES CARAS.


Un estrecho y tortuoso camino
Jafar Panahi quería volver la vista atrás y mirar la historia del cine iraní, ver con qué tipo de trabas habían debido enfrentarse los artistas en épocas diferentes. Fue entonces cuando se le ocurrió hablar de tres generaciones, la pasada, la presente y la futura, a través de tres actrices.

Mientras componía estas tres historias surgió la imagen de un estrecho y tortuoso camino como metáfora concreta de todo lo que limita e impide que las personas vivan y evolucionen. El estrecho y tortuoso camino que se ve en la película existe, aunque hoy en día, los vehículos ya no lo usan. Toman otra carretera más ancha y asfaltada.


El rodaje
El rodaje de TRES CARAS transcurrió en tres pueblos distintos. El primero, el lugar donde nació la madre del realizador Jafar Panahi; el segundo, donde nació su padre, y el tercero, donde nacieron sus abuelos. Un entorno familiar, protector incluso, como el que ofrecían los tres pueblos, hizo posible que se pudiera rodar sin riesgo alguno.

El director se sirvió de una cámara muy sensible que le mandó su hija desde Francia, país donde reside, que le permitió rodar exteriores de noche sin necesidad de focos u otro tipo de equipamiento pesado.

Como siempre, Jafar Panahi describe en el guion hasta el más mínimo detalle, aunque realizó algunas mejoras durante el rodaje de acuerdo con la situación del momento. Rodar en exteriores fue un auténtico placer y un cambio total de sus anteriores largometrajes (Esto no es una película y Taxi Teherán) que transcurren totalmente en interiores, un piso, un coche, una casa...

Los tres pueblos en que se rodó están situados en el noroeste de Irán, en la zona de habla azerí (turco azerbaiyano) del país, donde los habitantes, sobre todo los campesinos, son profundamente respetuosos con las tradiciones, algunas de las cuales son muy arcaicas. La actitud de los habitantes del pueblo que describe la película es coherente con lo que ocurre en la región.


Behnaz Jafari
En un principio, Jafar Panahi había imaginado que la pareja que llega al pueblo estaría formada por otra actriz y su marido, un productor de cine. Pero esta actriz no estaba disponible y ofreció el papel protagonista a Behnaz Jafari, una actriz de primer orden en Irán. Ha trabajado en numerosas películas, entre ellas La pizarra (2000), de Samira Makhmalbaf, y en varias series muy populares. De hecho, el episodio que los hombres ven en el café de TRES CARAS se estaba emitiendo realmente en televisión cuando se rodó la escena.

Cuando Behnaz Jafari aceptó el papel, el realizador decidió interpretar al hombre que la acompaña en su búsqueda y usa sus conocimientos del idioma azerí para comunicarse con los habitantes del pueblo y con la chica que mandó la grabación. La comunicación y las relaciones entre seres humanos es uno de los temas principales de la película. Behnaz Jafari, conocida por su fuerte personalidad, se entregó totalmente al proyecto y no quiso cobrar por su trabajo.


Shahrzad y Marziyeh Rezaei
La segunda protagonista de la película está interpretada por Marziyeh Rezaei, a la que el director conoció por casualidad en la calle y quedó inmediatamente convencido de que era la persona ideal para el papel. La tercera cara es Shahrzad (de verdadero nombre Kobra Saeedi), la legendaria estrella del cine iraní. Todo el mundo la conoce en Irán, incluso la joven generación. Entre sus trabajos más famosos destacaremos su papel en Qeysar (1969), la película de género negro de Massoud Kimiai donde interpreta un baile de lo más sensual comparable al de Rita Hayworth en Gilda.

La película TRES CARAS subraya el hecho de que las actrices siempre han sido tratadas con cierta falta de respeto como si fueran "mujeres fáciles", tanto antes como después de la Revolución Islámica. Uno de los objetivos de Jafar Panahi es dejar claro que son y eran auténticas artistas, como lo demuestra el caso de Shahrzad, una estrella del cine popular prerrevolucionario. Los directores utilizaron su belleza física en numerosos musicales, pero la talentosa actriz también es autora de una importante obra poética.


Presente en la ausencia
Después de rodar la película, Jafar Panahi se desplazó a Isfahán, donde reside Shahrzad actualmente, con el fin de pedirle permiso para usar su nombre. No solo accedió, sino que ofreció recitar uno de sus poemas para el largometraje.

Como a todas las estrellas de ese periodo, a Shahrzad se le prohibió seguir interpretando después de la Revolución. No aparece en TRES CARAS. Su presencia se ve realzada por su ausencia, una silueta entre sombras, vista desde lejos. Solo se oye su voz recitando unos versos.


Masculino - Femenino
Al igual que Shahrzad, el actor Behrouz Vossoughi, al que solo se ve en un cartel de la época prerrevolucionaria, era famosísimo y sigue siéndolo a pesar de haberse autoexiliado a Estados Unidos después de la Revolución Islámica. Protagonizó la célebre Tangsir (1973), de Amir Naderi, un western contemporáneo cuyo héroe lucha contra la tiranía y la corrupción de cualquier índole, incluso religiosa, y sigue encarnando un espíritu del que los iraníes se enorgullecen.

Behrouz Vossoughi fue una de las más admiradas encarnaciones del héroe viril en películas abiertamente machistas, características del cine popular antes de la Revolución. Las formas de dominación masculina han cambiado desde entonces, pero no han desaparecido del cine y de las series. TRES CARAS critica abiertamente este legado y sitúa a la protagonista femenina en el centro de la historia.

Otro tema que también aparece en la película y que está muy presente en los estratos más tradicionales de la sociedad es la sacralización del prepucio después de la circuncisión. Esta cuestión y los supuestos poderes reproductivos de un toro se tratan con humor.


Un cambio de humor
Al contrario de Taxi Teherán, película en que no se mencionaban los nombres de los participantes en los créditos finales, aquí si aparecen todos, demostrando que algo está cambiando en Irán. En la película anterior, algunos técnicos temían que pudiera haber represalias si se sabía que habían colaborado, pero esta vez, todo el mundo insistió en que su nombre fuera incluido en los títulos de crédito. Asimismo, como pudo verse en las manifestaciones de finales de 2017, ahora la gente protesta mucho más abiertamente.

Todos los miembros de la profesión se han movilizado a favor de Jafar Panahi. Las asociaciones profesionales (directores, productores, técnicos, distribuidores, etcétera) escribieron al presidente del país pidiéndole que autorizase al director a viajar al Festival de Cannes después de que la película fuera seleccionada. Jafar Panahi agradeció el apoyo de sus compañeros, pero insistió en que, para él, lo más importante era que le dejaran rodar a su manera y que sus obras pudieran verse en Irán. También pide que se deje de hostigar a otros cineastas en la misma situación que él para que puedan desplazarse y rodar libremente, empezando con Mohammad Rassoulof, que fue detenido con él en 2009 y que vuelve a sufrir presiones por parte de la administración. Las autoridades le han quitado el pasaporte después de que presentara su última película en el extranjero.


Jafar Panahi
Nació en 1960. Se le identifica habitualmente con la Nueva Ola del cine iraní. Empezó a trabajar como asistente de Abbas Kiarostami y dirigiendo cortometrajes. Consiguió fama internacional con su primer largometraje, El globo blanco, ganador del Premio Cámara de Oro en el Festival de Cannes. Sus películas han conseguido un sinfín de premios a pesar de que a menudo han sido prohibidas por el gobierno iraní. En 2010 fue detenido con su esposa y acusado de realizar propaganda antigubernamental. Incluso con el apoyo brindado por cineastas y asociaciones de derechos humanos de todo el mundo, se le condenó a seis años de cárcel con la prohibición de realizar una película durante 20 años y salir del país, lo que no le impidió, mientras apelaba la sentencia, dirigir el documental Esto no es una película, que consiguió sacar de Irán y que fue invitado al Festival de Cannes. En 2015, Taxi Teherán, rodada en un taxi, ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín. Actualmente se intenta que el gobierno iraní autorice al director a promocionar su última película en Europa.

2018 - TRES CARAS 2014 - TAXI TEHERÁN (Oso de Oro, Berlín 2016)
2012 - PARDÉ (Mejor Guion, Berlín 2013)
2010 - ESTO NO ES UNA PELÍCULA – Documental
2005 - FUERA DE JUEGO (Gran Premio del Jurado, Berlín 2006)
2000 - EL CÍRCULO (Premio FIPRESCI, San Sebastián 2001)
1997 - EL ESPEJO (Leopardo de Oro, Locarno 1997)
1995 - EL GLOBO BLANCO (Palma de Oro, Cannes 1995)


La prensa ha dicho
THE GUARDIAN
Jafar Panahi ha creado una parábola cautivadora y realista, otra entrega de una autobiografía cinematográfica única, llena de inteligencia y humildad, demostrando un auténtico respeto hacia las mujeres y las actrices.

THE HOLLYWOOD REPORTER
Moderna y desafiante, con un mensaje liberador acerca de la libre elección.

THE WRAP
Una obra excepcional.

SCREEN DAILY
Al igual que en trabajos anteriores del director, este modesto drama pasa del misterio al análisis de cómo las mujeres - sobre todo las actrices - han sido demonizadas por los hombres del país.

L'HUMANITÉ
Una película realmente placentera.

MARIANNE
Inventiva y estremecedora.

BANDE À PART
La película mantiene en vilo al espectador de principio a fin.

LE FIGARO
El cineasta iraní vuelve a colocarse al volante para denunciar la condición de las mujeres en su país.

LE MONDE
A pesar de la censura, el cineasta iraní firma una película en ebullición y perfectamente controlada.

LES INROCKUPTIBLES
El cineasta encerrado en su país vuelve a encontrar al final del camino la libertad de su cine: travieso, inteligente, sensible, atento y generoso.

LIBÉRATION
Una gran película feminista de un optimismo moderado.

PARIS MATCH
Qué bello es el cine cuando lo escribe y lo dirige el realizador iraní Jafar Panahi.

LA RAZÓN
Es fascinante la sencillez con que Panahi, adicto a los encuentros pregnantes de significado, deja que su denuncia se despliegue con placidez, haciendo que cada personaje secundario trascienda el color local para aportar información capital a una tesis que nunca se hace obvia.

GARA
TRES CARAS volvió a situarse, como en los mejores momentos de su filmografía, en la finísima barrera que separa la ficción de esa otra ficción a la que llamamos realidad.

EL MUNDO
El director iraní ofrece una brillante reflexión sobre la ficción como espacio de resistencia… TRES CARAS es la obra más precisa, lírica y libre que el director ha hecho en años.

LA VANGUARDIA
TRES CARAS nos devuelve a un Panahi más optimista y comunicativo…es también un canto a las posibilidades de las mujeres en su país, a pesar de todas las dificultades que tienen por delante. Muestra la idiosincracia de los habitantes de los pueblos, también, y las prevenciones ante el cine de los campesinos.